Migración
Detener inmigrantes en Portugal: romper el silencio

En Portugal, la inauguración del primer centro de detención, en la ciudad de Porto, se remonta a 2006. Desde entonces, se han inaugurado otros cinco centros de instalação temporária dentro de los principales aeropuertos nacionales.

CIE en Portugal
Policía migratoria portuguesa. Imagen de Jornal Mapa.
Traducción: Miguel Ángel Arcaya Martínez
1 may 2018 06:28

En los últimos años, los centros de detención de migrantes han proliferado en Europa y en el mundo, de forma paralela a la proliferación de fronteras, internas y externas, y de dispositivos para gestionar la movilidad humana, filtrarla y seleccionar quién va a ser excluido o excluida, en ocasiones de forma temporal, en otras de forma permanente, de nuestras sociedades. Sin embargo, el que es incluido o incluida, frecuentemente es expuesto a la violencia y la explotación, sin garantía de derecho.

En Portugal, la práctica de confinar a las personas debido a su estatus de migración es relativamente reciente. La inauguración del primer centro de detención —denominado Unidade Habitacional de Santo António (UHSA – Unidad Habitacional de San Antonio)—, en la ciudad de Porto, se remonta a 2006. Desde entonces, fueron inaugurados otros cinco centros de instalação temporária (CIT – centros de instalación temporal) dentro de los principales aeropuertos nacionales, como Porto, Lisboa, Faro, Funchal y Ponta Delgada.

En estos centros, se encuentran personas con historias y recorridos diversos: solicitantes de asilo —incluyendo aquellos que piden asilo en los aeropuertos, que pueden ser retenidos mientras se resuelve el proceso por un periodo máximo de 60 días—, mujeres huyendo de situaciones de violencia doméstica —pueden requerir el permiso de residencia siempre que el Ministerio Público interponga una demanda de acusación contra el agresor—, personas que vienen de una prisión —condenados con la pena de ser expulsados, aunque, con las últimas alteraciones de la Ley de Inmigración realizadas en septiembre de 2017, fueron reestablecidos los límites a la expulsión administrativa— y otras que estuvieron viviendo y trabajando en Portugal durante muchos años.

Muchas de las personas detenidas vienen de excolonias portuguesas como Brasil y Cabo Verde, lo que demuestra como estas instituciones incorporan y reproducen un poder colonial —además de ser racista y heteropatriarcal—. Al contrario de otros países europeos, en Portugal los niños y niñas pueden quedarse retenidos con sus progenitores durante los 60 días que prevé la ley en vigor.

La mayoría de los presos se quedan mentalmente perturbados, algunos de ellos se intentaron suicidar y otros intentaron huir de aquel infierno, pero no había cómo escapar

Hussaini, refugiado de Pakistán que huyó de la guerra de los talibanes, nos cuenta su historia. A través de ella se perciben las condiciones a las que son sometidas las personas de los centros de detención y la forma violenta y represiva con la que son tratadas por las autoridades: “La policía nos golpeó en Porto. Pedimos asilo y un policía nos dijo que ‘no había asilo en Portugal’. Yo dije: ‘Déjenme ir a cualquier otro sitio, porque necesito protección internacional’. Me llevaron esposado a la prisión, como si fuese un criminal. Me pusieron en una celda pequeña y allí pasé una noche, sin ningún tipo de comodidad o comida. A la mañana siguiente me llevaron al tribunal, pero el juez decidió ponerme en el centro de detención de Porto durante dos meses, sin haber cometido ningún crimen, solo porque no tenía los documentos en regla. Nunca hice nada malo, era solo un refugiado. Me trataron muy mal en el centro de detención”.

“No había condiciones, ni comida decente, no conseguíamos dormir bien, no había cómo lavar nuestra ropa, ninguna actividad en la que participar para pasar el tiempo y sobrevivir de alguna manera —continúa Hussaini—. No había forma de salir, no podíamos contactar con abogados, amigos o familiares que nos apoyasen, para que pudiéramos salir de aquel infierno. Me quedé completamente desorientado, perdí mis esperanzas y deseos. No había futuro frente a mí, parecía que estaba ciego. No podía oír nada, no conseguía decir apenas nada, no tenía cómo luchar por nuestros derechos. La mayoría de los presos se quedan mentalmente perturbados, algunos de ellos se intentaron suicidar y otros intentaron huir de aquel infierno, pero no había cómo escapar. Estaban afligidos mentalmente, la mayoría de los detenidos estaban completamente perdidos. Nunca había visto refugiados tratados de esta manera. Asilo quiere decir protección, no ser puesto en un infierno. No hay ley que legitime retener a los refugiados en un ambiente de prisión como aquel. Pues, toda la gente quiere vivir con sus propias aspiraciones, deseos y esperanzas. Nadie tiene el derecho de arrebatarle los objetivos y las esperanzas a quien quiera que sea”.

Las estadísticas nacionales a cerca de las personas detenidas en Portugal son poco claras. El último Informe de Inmigración, Fronteras y Asilo dice que, en el año 2016, aumentaron significativamente las actividades de identificación de ciudadanos extranjeros en situación irregular —a través de un incremento en las acciones de inspección y de fiscalización—, lo que llevó a establecer 835 procesos de alejamiento coercitivo del país.

En 2016 fueron deportadas 375 personas de Portugal, según el Informe de Inmigración, Fronteras y Asilo

Trescientas setenta y cinco personas fueron efectivamente alejadas, es decir, deportadas —un 3,3 % más que en 2015—, teniendo a la mayoría de ellas detenidas (solo en la UHSA fueron detenidas 187 personas a lo largo del 2016). Es significativo señalar que, en muchos casos, estas personas habían sido previamente encarceladas en instituciones penitenciarias o, como dice el mismo informe, “asociadas a criminalidad grave y/o violenta en todo el territorio nacional”, confirmando el fuerte vínculo entre los dos sistemas, penitenciario y la detención administrativa.

Las políticas de inmigración promueven la criminalización de quien denuncia, mediante su subordinación, las desigualdades sociales promovidas por los Estados. Queriendo dirigir la atención para las cuestiones de género, las estadísticas europeas, así como varios estudios, demuestran una mayor criminalización y encarcelamiento de ciudadanas extranjeras por los sistemas judiciales.

Además, como se verifica en Portugal, las penas aplicadas a los ciudadanos y ciudadanas extranjeros son mayores de las aplicadas a quienes tienen la nacionalidad portuguesa, a pesar de que varios estudios comprobaron la matriz racista de este fenómeno verificando que las personas con nacionalidad extranjera cometen menos crímenes.

Es importante destacar cómo los nacionalismos se alzan en una base patriarcal, otorgando especificidades en la construcción social de la mujer inmigrante. La interseccionalidad sobre esta cuestión se interpone para que sea posible percibir cómo las diferentes formas de opresión con base en el género, clase, raza, etnia, lugar de origen, sexualidad, entre otras categorías de identidad, definen las experiencias de las mujeres de nacionalidad extranjera.

Portugal sea uno de los países de Europa con mayor número de mujeres de nacionalidad extranjera en las prisiones

En Portugal, y especificando las mujeres de terceros países en las prisiones, la tasa de encarcelamiento, desde 2000, ha crecido considerablemente, situándose en los últimos años entre el 24 y el 25%. De ahí que Portugal sea uno de los países de Europa con mayor número de mujeres de nacionalidad extranjera en las prisiones. Según las estadísticas más recientes de la Dirección General de los Servicios Penitenciarios, correspondientes al tercer trimestre de 2016, el 24,74% de las mujeres presas son de nacionalidad extranjera, siendo, de esta cifra, un 53,8% de países africanos, principalmente de Cabo Verde, que es el país con mayor representación, con un 29,9%. Alrededor de un 20% provienen de países de América Latina, de entre las cuales un 15,4% son brasileñas. La tasa de mujeres extranjeras en prisión preventiva es altísima, situándose en un 41,5% y constituyendo más del doble, comparándola con la tasa de mujeres portuguesas en prisión preventiva, que es de un 18,1%.

Varios estudios demuestran, además, que la tendencia es aplicar penas mayores a las mujeres en comparación con las penas aplicadas a hombres de nacionalidad extranjera, ante el mismo tipo de crimen

Dentro de las prisiones femeninas, los dispositivos de control y castigo son sesgados por las nociones de género, sexualidad, etnia, lugar de origen, entre otras marcas de identidad, particularizando la experiencia de las mujeres de nacionalidad extranjera encarceladas. El sistema judicial, de la misma manera, reproduce nociones hegemónicas de femenino y feminidad en la forma de castigar a las mujeres. La tendencia es hacia una mayor exclusión y discriminación, reproduciendo así el racismo institucional. Por ejemplo, la aplicación de la prisión preventiva, la dificultad o casi imposibilidad de obtener salidas precarias, para algunas mujeres aumenta por la dificultad de la lengua, el desconocer las leyes y la desconfianza del sistema judicial que normalmente las persigue, la falta de visitas y el extremo aislamiento. Varios estudios demuestran, además, que la tendencia es aplicar penas mayores a las mujeres en comparación con las penas aplicadas a hombres de nacionalidad extranjera, ante el mismo tipo de crimen.

Las políticas de control de fronteras y de inmigración nos lleva a cuestionarnos los discursos y prácticas anclados en nociones de nación, identidad nacional, territorio nacional, frontera, ciudadanía. La idea de nación, esa comunidad imaginada, se construye y se (re)produce a través de narrativas que intentan llevar la idea de pertenecer a un determinado territorio por determinado grupo de población regulado por un aparato de estado.

Estas lecturas se basan en una noción de cultura monolítica y de ficción, que subyace a los procesos de construcción de identidad nacional y sirven a los propósitos de legitimar el poder del estado, especialmente en lo que le concierne a la libre entrada, circulación y permanencia de personas en lo que es definido como territorio nacional. De esta manera, el control de las fronteras y de la población que hay dentro de ellas es una necesidad intrínseca a la existencia de esta formación político-ideológica de estado-nación.

La construcción de identidad nacional se establece a través de procesos de alteridad excluyente que derivan en racismo y xenofobia muy necesarios para mantener el orden político económico, pues naturalizan las desigualdades sociales eximiendo a las autoridades políticas y legitimando la represión y violencia del estado. La diversidad cultural intrínseca a cualquier sociedad es ignorada.

La producción de la diferencia como negativa y la construcción del otro hostil se refleja en las políticas de inmigración y de control de las fronteras, en los media y en las instituciones. Producir de forma simbólica personas de segunda, deshumanizar a determinados grupos y personas, sirve para sustentar la jerarquía necesaria y mantener el orden político y económico capitalista, colonialista y heteropatriarcal.

TEXTO ORIGINAL PUBLICADO EN JORNAL MAPA

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Migración
Solidaridad y antirracismo La construcción del ‘otro’ como estrategia de la derecha contra las personas migrantes
Discursos de odio basados en identidades y afiliaciones fundadas en fronteras sociales excluyentes se agudizan en tiempos de crisis, generando antagonismo entre los de dentro y los de fuera
Migración
México México, la última frontera
En la frontera sur, la presencia de migrantes está aumentando, entre otras razones, debido a la política del gobierno mexicano de devolver a los migrantes sin documentación desde el norte del país hacia el sur.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Galicia
Galicia La Xunta entorpece el acceso a más de 8.500 contratos que suman 57 millones de gasto
La Axencia de Doazón de Órganos e Sangue indexa miles de pagos sin concepto e imposibilita su fiscalización. La Xunta de Alfonso Rueda aduce que la opacidad es causada por “un fallo de codificación”. Sin embargo, esa práctica se repite desde 2018.
Islamofobia
Religión El aumento de vetos al hiyab en escuelas reaviva el debate sobre la islamofobia en España
Cada vez son más los centros educativos que están vetando estas prendas propias de la cultura musulmana a través de disposiciones en sus protocolos internos.
Opinión
Opinión Vox y la paradoja del soberanismo subordinado
Mientras denuncian el 'globalismo' abrazan sin fisuras el patrocinio del mayor supermillonario planetario, que no parece tener más patria que el aumento de los dividendos de sus empresas
Grecia
Grecia La tragedia griega de Tempi: dos años de dolor y lucha por la rendición de cuentas
El 28 de febrero de 2023, un tren de pasajeros colisionó frontalmente con un convoy de mercancías cerca de Tempi. El impacto dejó 57 muertos, en su mayoría jóvenes estudiantes que regresaban del carnaval.
Fronteras
Fronteras Sombras en el acuerdo de cesión de competencias pactado por el PSOE y Junts
El acuerdo sobre transferencia de las competencias en materia de migración entre PSOE y Junts encuentra el 'no' de Podemos y de organizaciones de migrantes y el 'sí' con matices de la izquierda independentista y de Sumar.
Análisis
Análisis De geografías viables o de cómo habitar el territorio
La destrucción que trajo la barrancada es directamente proporcional a la ocupación del territorio y a los metros cuadrados de asfalto que nos dejaron los sucesivos booms inmobiliarios.
Caribe
Opinión Granada: ecos de una revolución abortada
Granada fue durante algunos años símbolo de una América alternativa. Esta isla caribeña sirve de recuerdo fehaciente de las lecciones de Fanon, Malcom X y todos aquellos que se han atrevido y se atreven a cuestionar la estructura imperial

Últimas

Comunidad de Madrid
Sanidad privada Denuncian ante Inspección a un hospital de Quirón por poner en riesgo a una trabajadora embarazada
El sindicato CCOO ha denunciado al Hospital La Luz por forzar a enfermeras embarazadas a trabajar sin una adaptación a sus puestos, realizando tareas asociadas a riesgos como la exposición a químicos o radiaciones.
Análisis
Análisis ReArm Europe, el triunfo del capitalismo verde militar
El plan que acaba de presentar la presidenta de la Comisión Europea vuelve a utilizar la mágica cifra de los 800.000 millones, ahora con el objetivo declarado de transformar el modelo de defensa europeo.
La vida y ya
La vida y ya Reparadoras de grietas
Piensa, sobre todo, en quién se fijará en los vínculos que rompieron las bombas. Quién se dará cuenta de todo lo que se quebró.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid La Guardia Civil desaloja a los bomberos forestales encerrados en Las Rozas en protesta por un nuevo convenio
La plantilla de prevención y extinción de incendios reclama un convenio actualizado, recuperar el poder adquisitivo perdido en una década y contratos estables en un contexto de catástrofes climáticas de cada vez mayor impacto y frecuencia.
Más noticias
Argentina
La calle contra Milei Pensionistas argentinos salen a las calles para hacer frente al ajuste y la represión de Milei
Cada miércoles, jubilados y jubiladas se movilizan alrededor del Congreso en Buenos Aires exigiendo el aumento de sus haberes, la continuidad de la moratoria jubilatoria y el acceso a medicamentos esenciales.
Reducción de jornada
Seguidismo de la patronal Junts traslada a Yolanda Díaz su “no” a la reducción de jornada y peligra su posible aprobación
La negativa de Junts a apoyar la reducción de jornada (al menos por el momento), junto con el no del PP, suman suficientes votos en contra como para tumbar la ley de bajada de horas una vez llegue al Congreso.

Recomendadas

República del Sudán
Belkis Wille “En Sudán hay milicias practicando violaciones a gran escala contra mujeres y niñas”
Belkis Wille, investigadora de Human Rights Watch, denuncia los abusos de grupos armados como las Fuerzas de Apoyo Rápido en el conflicto sudanés, donde se registran crímenes tanto de esclavitud sexual como de sometimiento mediante violaciones.
Sevilla
Komando G “Sin las mujeres, el barrio se pararía”
El Komando G es una red feminista ubicada en el Polígono Sur de Sevilla en la que participan vecinas y mujeres representantes de entidades sociales que busca ser un espacio de cuidados y reivindicación para todas las mujeres del barrio.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Trump y Netanyahu imponen a Hamás un rediseño de la tregua en Gaza
La vigencia del alto el fuego iniciado en enero pende de un hilo mientras Tel Aviv mantiene el bloqueo de ayuda humanitaria a las puertas del enclave palestino y la Casa Blanca negocia directamente con Hamás.