We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Inicialmente publicado en el diario Ara (12/04/2019).
Paseando por La Habana, uno sabe que ha encontrado un punto de conexión al wifi cuando, de repente, encuentra un grupo de personas en medio de la calle, hablando por teléfono y consultando su 'smartphone' bajo la sombra del Trópico. La afluencia masiva de turistas es evidente, incluso en los barrios más alejados del centro, así que en las esquinas que se han convertido improvisados locutorios se pueden oir todos los acentos del castellano, el inglés, el ruso y otros lenguas. Todo el mundo tira de su tarjeta y anota en el móvil el código de acceso y la contraseña, que le darán una hora de margen para explicar las miserias y las maravillas de una Revolución que, desde hace relativamente poco, se ha conectado a un futuro bastante vulgar en otros lugares.
Nadie sabe a ciencia cierta por qué es tan complicado tener datos en el teléfono móvil. El código a veces no se activa, las tarjetas se acaban hasta nueva orden y no se pueden comprar más, los hoteles más lujosos multiplican por cinco su precio y en sus lobbies no funcionan otras que no sean las vendidas por sus recepcionistas. También puede ser que hayas rascado con demasiada fuerza la tarjeta y se haya borrado el código, o que el bloqueo de los vecinos del norte, como era de esperar, haya estrangulado un poco más el cable que nos une al mundo exterior. Los adictos al ciberespacio que llegamos a la isla caemos en cuestión de minutos en un insoportable síndrome de abstinencia, sin poder enviar nuestras fotos y comentarios, y ejercer el derecho al postureo. ¿Cómo era la vida sin whatsapp? Hay un punto de viaje en el tiempo, cuando te das cuenta que no hay cabezas gachas, que la gente no mira el móvil constantemente y que hablan entre sí en el autobús, en los bares, en las plazas.
"Pero entonces, ¿cómo se ha discutido la nueva Constitución?", le pregunto al Juan Valdés, Premio Nacional de Sociología. "En círculos, debates abiertos, en las universidades, por todo el país, durante meses", me responde. ¿Cómo puede existir el debate político a estas alturas del campeonato sin memes, tweets, 'fake news' y vídeos corriendo por las redes sociales, o sin redes sociales, directamente? La nueva ley fundamental, que entrará en vigor en las próximas semanas, se resiste a reconocer la libertad de prensa, pero todo el mundo puede acceder a cualquier teleserie o informativo extranjero en la televisión por cable. Los nuevos aires que la administración Obama llevó desde el otro lado del estrecho de Florida han intensificado los viajes y contactos de todo tipo con el amigo americano, a pesar de la moratoria impuesta por Trump.
Parece que la nueva Cuba avanza hacia un sistema a la vietnamita, donde la empresa privada quedará legalmente reconocida, al máximo nivel. A estas alturas, representa alrededor del 15% de la fuerza de trabajo y la parte más dinámica de su economía. La comunidad migrante ya envía remesas a la isla por el mismo valor que la masa salarial, muy reducida por las características del actual sistema, y las facilidades otorgadas por ambos lados están animando las inversiones de muchos cubanos que tuvieron que buscar su futuro en Estados Unidos. Una Habana que se cae a trozos, con un gran potencial turístico y graves problemas habitacionales, las necesita. Hay muchas dificultades para acceder a los bienes de consumo, pero la tolerancia del régimen con la importación de equipos hace que los particulares 'resuelvan' en los países vecinos. En la zona de comercio libre de Colón (Panamá), se ha organizado un tour para los cubanos que buscan desde sujetadores hasta lavadoras. En Surinam, Dominicana, incluso Haití, todo el mundo compra lo que no encuentra todavía en un mercado excesivamente centralizado y falto de divisas, donde pueden escasear la harina y los huevos durante seis meses, salvo si duermes en un hotel.
Cuba piensa también descentralizarse en los años venideros, otorgando la autonomía política y financiera que nunca han tenido sus municipios. La pirámide orgánica que ha sido la Revolución durante 60 años deja paso a la iniciativa y la corresponsabilidad territorial, y se propone acabar con la cultura de esperar órdenes desde arriba para actuar. Todo cambia, también la nueva influencia de las Iglesias evangélicas, como en el resto del continente, uno de los elementos centrales en el aplazamiento sine die de la cuestión del matrimonio entre personas del mismo sexo. "Lo propusieron sin haber preparado previamente a la población para el debate, y para que la opinión pública no quedara sesgada con ese tema en particular, y esto condujera a una aprobación con un porcentaje bajo, se propuso discutirlo más adelante" -explica Juan-. "Pero, mira, la gente ha reclamado no dejar de lado el marxismo y ha sido reintroducido en el texto. No olvides que, para Cuba, este sistema es la única garantía para asegurar su independencia. Si no entiendes eso no entenderás nada".
Continúe conectados, si su tarjeta no desfallece, la Revolución continúa hacia algún lugar desconocido, navegando entre las microondas.