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Danza
El Bosque de la Danza: Ángel Pericet Blanco, “el bailaor de las dos orillas”
Comienzo esta sección dedicada a los árboles y a la danza revisando la figura del más importante intérprete y maestro de la Escuela Bolera española. Su nombre es Ángel Pericet Blanco.
El Bosque de la Danza de Logroño es como un adolescente en primer grado. Se plantaba su primer árbol en el año 2009 llegando hasta los sesenta ejemplares en el año 2015 a lo largo de los 3.000m2 que el Ayuntamiento de la capital riojana había destinado a tal efecto.
Un desagradable acontecimiento, ocurrido en 2015, mermó su población hasta reducirla a una decena de ejemplares de la especie más antigua de árboles que pueblan la tierra: el Ginkgo Biloba.
Tras este suceso, se peleó y tras varios meses de espera en 2017 pudimos retomar el proyecto y seguir plantando ejemplares nuevos. El deseo de todos reside en recuperar la totalidad de los árboles arrancados y que el proyecto siga adelante según los objetivos marcados en su origen: crear un espacio urbano donde cada árbol lleve el nombre de un artista de danza.
Comienzo esta sección dedicada a los árboles y a la danza revisando la figura del más importante intérprete y maestro de la Escuela Bolera española. Su nombre es Ángel Pericet Blanco. Él es el más destacado de toda una saga familiar que se ha entregado durante varias generaciones a bailar, perfeccionar, difundir y conservar este arte español gracias a la fijación familiar que el abuelo Ángel Pericet Carmona transmitió a toda su familia: “la tutela, difusión y enseñanza de La Escuela Bolera del siglo XVIII”, misión cumplida desde entonces hasta hoy.
Pero, ¿qué es la Escuela Bolera? La Escuela Bolera es, ni más ni menos, un estilo de danza absolutamente español, con una forma muy especial en la ejecución del bailado, que no necesita mixtura alguna pero que precisa de un buen aprendizaje para bailar con naturalidad, a pesar de su dificultad. Esta modalidad de danza trabaja mucho los ‘trenzados’, ‘la batería’, los saltos y sobre todo mucha cintura en la mujer siendo absolutamente remarcable el estilo de braceo, diferente a todos los otros estilos de danza. La historia de la Escuela Bolera sevillana se funde con la propia historia de esta familia de artistas que supo conservarla y sigue difundiéndola.
Centrándonos en la saga de los Pericet, la cual se inicia con dos hermanos: Ángel Pericet Carmona y su hermano Rafael. Del primero, surge una dinastía dancística que llega hasta nuestros días, con hermanos, hijos y nietos. Es decir, de Ángel Pericet Carmona, pasa a su hijo, Ángel Pericet Jiménez y termina en su nieto, Ángel Pericet Blanco. Los Pericet fueron más que una familia que bailaba, una familia que bailaba unida, y por ello junto a Ángel Pericet Blanco siempre están presentes sus hermanos Eloy, Carmelita, Amparo, Concha y Luisa. Todos juntos tenían como forma de vida la danza, siendo ellos la tercera generación dedicada a este arte.
La otra rama de la familia es la de Rafael Pericet Carmona, que continuó en la enseñanza del baile en la figura de su hijo Juan y que culmina con su nieta Conchita. Es precisamente esta rama familiar la que tuvo abierta en Sevilla la última academia de Bailes Pericet en la Casa de los Artistas de San Juan de la Palma.
Conchita Pericet Blanco, la mayor de todos los hermanos, moría en Argentina en el año 2003, Ángel falleció en febrero de 2011 y cinco años después, en mayo de 2016, moría Eloy.
Hoy día sus hermanas Amparo, Carmelita y Luisa siguen enseñando la Escuela Bolera en ciudades como Madrid y Buenos Aires manteniendo viva la llama, difundiendo desde el presente aquello que las colmó a ellas, a sus hermanos y a sus antecesores. Ellas mantienen el tesoro de la expresión artística española para las generaciones futuras.
Con una formación dancística totalmente doméstica y autodidacta, Ángel Pericet Blanco también estudió piano con Jesús Guridi y acabó la carrera con notas altas y con el deseo de ser concertista, pero el baile se cruzó en su camino. Debutó junto a Elvira Lucena en el Teatro Español de Madrid el 18 de febrero de 1947 y pasó más de diez años haciendo giras por todo el mundo. Bailando en el Teatro de La Zarzuela, el director de la compañía Romería, le contrata con su hermana Concepción para bailar en el Teatro Avenida de Buenos Aires durante cinco años, además de una gira por Brasil, Cuba, EE UU, México y Chile. Es precisamente en este momento cuando la familia Pericet, eximios bailarines y maestros de la Escuela Bolera, se asienta en Buenos Aires.
En 1969, afianzada su relación con Argentina en el Teatro Colón de Buenos Aires baila y coreografía “La vida breve” y “El sombrero de tres picos” de Falla, obteniendo un gran éxito con las partes bailadas de la zarzuela “Doña Francisquita”.
Entre sus principales coreografías están “España” de A. Emmanuel Chabrier y “El fandango del candil” del Padre Soler, que fue la última. Participó en varias películas, destacando “Café cantante” (1951) con Imperio Argentina y dirigida por Antonio Momplet. Es antológico su espectáculo “Danzas y Cantares”, estrenado en 1955, que fue paseado por Latinoamérica cosechando grandes éxitos a lo largo de toda su vida.
Ha sido Ángel Pericet Blanco personalidad clave para la historia de la danza de España, por su labor de estudio, interpretación, creación e investigación sobre la Escuela Bolera, desarrollando su labor en la danza durante más de cincuenta años. Bailaor y conocedor del baile popular andaluz ha contribuido, junto a su familia, a la redacción de técnica, pasos y aprendizaje de la Escuela Bolera, decálogo de su tradición y cultura. A principios de la década de los ochenta fue nombrado director adjunto del Ballet Nacional de España, dirigido entonces por María de Ávila. De aquella etapa es la coreografía “Seis sonatas para la reina de España” de Domenico Scarlatti, que se repuso recientemente por el Ballet Nacional de España en un programa especial por sus treinta años.
Se retiró de la escena el 5 de mayo de 2005 en el Teatro Avenida de Buenos Aires.
Se llamaba a sí mismo "el bailaor de las dos orillas", por su apego e implantación en el cono sur americano. Con su muerte desaparece el mayor exponente de la más importante familia de la danza española tradicional y de la Escuela Bolera en particular.
Sus restos descansan en Buenos Aires en el panteón familiar. En el Museo de la Casa de la Danza de Logroño se puede ver el traje con el que bailó por última vez en Buenos Aires. El traje fue donado por su sobrina Concepción Cuervo Pericet.
En 1992 se le concedió la Medalla de Oro de las Bellas Artes en España y, también en ese año, con ocasión de la Bienal de la Danza de Lyon dedicada a España, la especialista Marie-Françoise Christout, de la Biblioteca Nacional de París, señalaba que “los Pericet eran comparables y universales como los Viganó o Angiolini para Italia; los Taglioni para Francia o los Bournonville para Dinamarca”.
Ángel Pericet Blanco ha sido declarado recientemente “Personalidad Destacada de la Cultura” por la Legislatura del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires en honor a su trascendente labor docente y artística.
La periodista y crítica de danza Marta Carrasco editó un libro “La Escuela Bolera Sevillana. Familia Pericet” bajo el auspicio de la Consejería de Educación Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía por cuyas páginas transcurren casi dos siglos y dónde aparecen todo tipo de personajes: Anita Delgado, luego Majaranhí de Kapurtala; los Chavalillos Sevillanos, Rosario y Antonio; bailaores y bailarines como Vicente Escudero, Pilar López, Elvira Lucena, María de Ávila; artistas como Miguel de Molina, Estrellita Castro e Imperio Argentina; grandes teatros del mundo como el Colón de Buenos Aires o el Bolshoi de Moscú, en un recorrido que revela cómo una familia al completo está volcada en hacer tan sólo una cosa en su vida: conservar el patrimonio dancístico de Andalucía contra viento, marea y moda, hasta hoy.