Coronavirus
Menores bajo tutela y criminalización: alarmas acerca del estado de alarma

En estos tiempos de excepción, es difícil escapar del imaginario dictatorial. No solo por el creciente protagonismo del ejército en las calles, sino porque hasta las ruedas de prensa acerca de un grave problema de salud pública las protagonizan señores llenos de medallas que nos arengan con sus soflamas cuartelarias y nos llaman a la guerra.


concentración hortaleza 7
Concentración en defensa de menores tutelados en el centro de Hortaleza, Madrid Byron Maher
Cambalache
26 mar 2020 12:10

Recordaba un amigo nacido en los años cincuenta, militante clandestino durante el tardofranquismo, que, en aquellos tiempos, tu declaración en comisaría, reconociendo los hechos, ya estaba escrita incluso antes de que te capturaran. Recibías más o menos golpes y luego firmabas lo que te pusieran delante.

En estos tiempos de excepción, es difícil escapar del imaginario dictatorial. No sólo por el creciente protagonismo del ejército en las calles, sino porque hasta las ruedas de prensa acerca de un grave problema de salud pública las protagonizan —¿anomalía española?— señores llenos de medallas que nos arengan con sus soflamas cuartelarias y nos llaman a la guerra.

Nuestro presidente, por cierto, desgrana los datos de las personas fallecidas llamándolas compatriotas y apelando a nuestro patriotismo. Quizás esté pensando en conceder la residencia y la nacionalidad a todas las personas afectadas por el virus, entre ellas a las que cuidan, sin ser cuidadas, de las personas más dependientes; incluso, retroactivamente, nacionalizará a las muertas extracomunitarias y, de paso, abolirá la Ley de Extranjería.

Esta semana he leído que en Melilla, en el Centro La Purísima, se hacinan cientos de menores en riesgo de contagio. Ellas y ellos, al menos por el momento, no son compatriotas.

Como tanta gente entre la que puede hacerlo —el privilegio de tener casa, tiempo y conexión a internet—, estos días soy lector compulsivo de noticias y datos. Esta semana he leído que en Melilla, en el Centro La Purísima, se hacinan cientos de menores en riesgo de contagio. Ellas y ellos, al menos por el momento, no son compatriotas. También he leído que hace unos días la policía detuvo a un menor que paseaba por Gijón desobedeciendo el confinamiento. Vivía en el Centro de Menores de Colloto —cerca de Oviedo—, y al parecer desde el centro se había cursado una denuncia porque el chico se habría escapado tras agredir a alguna de las educadoras.

Con este revoltijo de noticias en la mochila, y para contribuir a la crítica del discurso de la excepción, relacionándolo con otros asuntos más bien sombríos que ya asomaban antes del virus, se me ocurre un pequeño texto satírico basado en aquella anécdota del militante antifranquista.

Imagínense que las denuncias contra los menores “fugados” se escribieran, como hacía aquel comisario hace medio siglo, por adelantado. Aderezadas por el imaginario que tanto ha expandido Vox sobre los llamados —con saña— menas, ese preventivo relato de los hechos podría ser algo así como:

COMISARIA DE POLICÍA DE….... PUESTO DE LA GUARDIA CIVIL DE….... 
DENUNCIA QUE INTERPONE (nombre y apellidos), DNI......, como directora, director del Centro de Menores de….....  CONTRA el o la menor (nombre y apellidos del menor); tutelado en virtud de resolución de (fecha) de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar y alojado en este centro desde.......

Desde el primer momento en el centro se comenzó a trabajar con los menores la situación de alarma y la imposibilidad de salir por un problema de salud pública.

Desde el principio_____ comenzó a decir que no iba a aguantar, por lo que extremamos con él la vigilancia e intensificamos las explicaciones. No sirvió de mucho y así, el día X, se fugó por primera vez, pese a los intentos de convencerle, pese a que delante de él le decíamos que lo pensase. Llegamos incluso a cerrar la puerta y ponernos delante de él a lo que él nos llamaba “hijas de puta”, “quitaros de en medio”, “me estáis poniendo muy nervioso”…; amenazas que oían el resto de menores, con lo que supone de alteración en un momento tan complicado como es el encierro. Situación extraña que ya de por sí afecta a los niños y niñas más pequeños y a (descripción de casos que se tengan en el centro)

Cuando regresó al centro incumplió el aislamiento, en este periodo sus retos al personal educativo y las amenazas a sus compañeros se repitieron y se volvió a fugar junto con otros tres menores. Dándose las mismas situaciones, incluso peores, porque se burlaron, delante de todos los menores, de los intentos de las educadoras por contenerlos.

La situación para un joven de 1… años supone un riesgo real para el resto de niños y niñas con características…, alterando su salud emocional por estar expuestos a voces, a rotura de objetos y sobre todo su integridad física porque sus amenazas son constantes a menores y a personal.

Espero no haber caído en demasiados lugares comunes. Cuando parodias un discurso, reproduciéndolo, siempre enfrentas el riesgo de que, por exceso, la sátira no funcione en absoluto.

Pero el problema es que esto no es una sátira.

El problema es que este texto no lo he escrito yo, ni tampoco Vox. Lo ha escrito la Sección de Centros de Menores de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales asturiana, imagino que en coordinación con la Fiscalía de Menores. Acompaña al llamado “procedimiento de actuación ante las fugas de los y las menores que, en esta situación de alarma, exhiban comportamientos disruptivos”. Este procedimiento se ha hecho llegar a todos los centros y a todos los equipos educativos. En él se recuerda que la Entidad Pública debe proteger a los y las menores con la “diligencia de un buen padre de familia” (sic).

Parece lógico pensar que, en el contexto del estado de alarma decretado por el gobierno, la Fiscalía de Menores y la Administración asturiana, dada su misión de velar por la salud de los menores —y, de paso, contribuir a la del conjunto de la sociedad—, hayan querido establecer medidas especiales para garantizar que las y los jóvenes tutelados permanezcan en sus respectivos centros.

Lo que puedo afirmar es que, como en tantas cosas estos días, vuelve el tufo a dictadura. O a democracia ecofascista, si prefieren

Hasta aquí, todo normal, si puede existir alguna normalidad en medio de una situación como ésta.Sin embargo, lo que resulta realmente disruptivo —mucho más que las hipotéticas conductas de los chavales y chavalas— es que el protocolo conmine y presione a las educadoras a recoger evidencias de un delito de desobediencia y/o de atentado por parte de los menores contra el personal educativo.

La intención de todo ello es proporcionar a la fiscalía argumentos para ingresar inmediatamente a los mayores de 14 años en el centro de reforma (cárcel de menores) de Sograndio y a los niños y niñas de entre 12 y 14 años en el centro de Miraflores en Noreña.

Lo que resulta realmente disruptivo es que, para agilizar, se le ofrezca al personal educativo un modelo de denuncia por anticipado; una denuncia, por cierto, que destila todo el imaginario racista y criminalizador que se ha ido construyendo contra los menores extranjeros.

No tengo ni idea de qué sucedió con el chaval al que detuvieron en Gijón. Desconozco cómo se marchó del Centro de Menores de Colloto.

Lo que sí puedo afirmar es que, como en tantas cosas estos días, vuelve el tufo a dictadura. O a democracia ecofascista, si prefieren.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Laboral El sindicato ELA alerta sobre la salud mental de las trabajadoras en intervención social
“Somos un instrumento de contención porque tratamos con población muy dañada, estamos en mitad del sándwich”, explica la educadora social Vanesa Núñez Moran.
Menores tutelados
Precariedad laboral Exigen que el servicio sea público en la protección de los menores tutelados
Tanto en las medidas judiciales como de protección, auxiliares, educadores y trabajadores sociales piden más recursos para el bienestar de niños y niñas y la seguridad de las empleadas.
#53931
29/3/2020 22:03

No teneis ni idea

0
0
#53288
26/3/2020 21:59

Joder vaya ruina de articulo, de verdad que te has lucido. Seguramente estés escribiendo desde tu casita sentado tranquilo con la vara de juzgar lo que hacen los demás, los qe están al pie del cañon. Yo te escribo desde un hogar residencial de protección de menores y lo primero que hago es ponerme en la piel de los demás menores asustados de lo que están pasando y las educadoras intentando poner sentido común. Sabes que pasa si cuando se fuga un menor la educadora en turno no cursa la respectiva denuncia, infórmate. Por otro lado ese escrito, ya redactado y que seguro que contiene cosas a mejorar, agiliza el trabajo de los educadores en turno, que tienen que atender algunas cosas importantes debido además a la ratio con la que trabajamos que no es la mejor. En mi opinión tenéis también que haceros mirar ciertas cosas en como enfocais las noticias. Por último no aportas nada solo criticas...eso si desde tu sillón

7
4
#53072
26/3/2020 13:20

Y por qué esos niños no están con sus padres?

12
8
#53506
27/3/2020 18:33

Por circunstancias variadas, cada cual la suya. Existe una gran variedad de factores ambientales para hacer que un menor ingrese en un centro de protección. Soy educador social.

0
0
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.
Galicia
Galicia La UE cava hondo: litio gallego para el nuevo militarismo europeo
En pleno rearme ordenado desde Bruselas, Galicia entra en el tablero geopolítico como potencial proveedor de litio para la industria de defensa. Un enclave de alto valor ecológico en Doade (Ourense) se convertirá en cantera para baterías militares.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Almería
Artes escénicas Almería reclama su (dancístico) lugar
A menudo relegada al olvido en los mapas culturales, esta provincia oriental sigue siendo una gran desconocida, a pesar de su riqueza histórica, su diversidad paisajística y su potencia creativa.

Últimas

Series
Series Masculinidad hegemónica o plomo: la sátira contra los hombres en ‘The White Lotus’
La serie culmina de forma trágica, llevando al extremo la lógica neoliberal, y se cuestiona si es posible una transformación que no termine cooptada por el propio patriarcado.
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.

Recomendadas

Series
Series Masculinidad hegemónica o plomo: la sátira contra los hombres en ‘The White Lotus’
La serie culmina de forma trágica, llevando al extremo la lógica neoliberal, y se cuestiona si es posible una transformación que no termine cooptada por el propio patriarcado.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Camboya
Camboya 50 años del inicio del genocidio en Camboya
El régimen de Pol Pot acabó con la vida de más de dos millones de personas. Solo tres integrantes de los Jemeres Rojos han sido condenados por crímenes contra la humanidad.
Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.