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Israel
Hamás y Al Fatah pactan un Gobierno de unidad mientras la cifra de asesinados en Gaza se acerca a 40.000
La población de Gaza vive bajo amenaza constante. Desde el 7 de octubre, el 86% de la superficie de la franja ha sido sometida a órdenes de evacuación, obligando a la población a huir una y otra vez en busca de un refugio que no existe, denunciaba Philippe Lazzarini, líder de la UNRWA el domingo 28 de julio. Durante el fin de semana, decenas de miles de gazatíes refugiados en los campos de Bureij y Nuseirat, en la zona central del territorio, tuvieron que emprender la enésima huida: horas después el ejército de ocupación ya estaba de nuevo bombardeando los campos.
Con su primer ministro, Benjamín Netanyahu, de gira internacional, o mientras participa en los Juegos Olímpicos, Israel no da tregua en Gaza: durante los últimos días sus tanques avanzaban hacia el Sur, continuando su asedio contra el campo de refugiados de Khan Younis, donde miles de familias palestinas permanecen aisladas sin acceso a comida o agua, y atacando también Rafah.
Currently, only 14 per cent of areas in #Gaza are not under the “evacuation orders”.
— Philippe Lazzarini (@UNLazzarini) July 28, 2024
Every other day, the Israeli Authorities issue these orders forcing people to flee, creating havoc + panic.
Quite often, people have just a few hours to pack whatever they can & start all over… pic.twitter.com/Ycyr0j8GR9
Las últimas tres semanas están resultando especialmente mortíferas para los gazatíes ante un ejército de ocupación que no cesa de bombardear a la población: las últimas estadísticas hablan de 39.324 personas asesinadas y 90.830 heridas desde el 7 de octubre, pero estas no incluyen los miles de cuerpos sin identificar que podrían hallarse bajo los escombros.
Alerta continua de escalada
Mientras el genocidio contra Gaza continúa constante, el asesinato de 12 niños y adolescentes en la ciudad de Majdal Shams, en los Altos del Golán el pasado sábado ha tensado la situación entre Israel y Líbano, generando de nuevo la alerta de una escalada que conduzca a una confrontación abierta entre ambos países.
Las víctimas jugaban al fútbol en esta zona siria ocupada por Israel tras la Guerra de los Seis Días, en 1967, y anexionada en 1981 contra la legalidad internacional. El Estado sionista ha señalado a Hezbollah como autor del ataque, acusación que la milicia libanesa niega. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari —acusado repetidamente de mentir, por ejemplo en el caso del hospital Al Shifa— declaró que la inteligencia sionista determinaba que la autoría del ataque era de Hezbollah, anunciando consecuencias. El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, junto a otros miembros del Likud, eran expulsados ayer de los funerales de las víctimas, por parte de residentes de Majdal Shams, al grito de “racistas” y “asesinos”.
“You murderer, get out of here!”
— The Cradle (@TheCradleMedia) July 28, 2024
Syrian Druze residents of the town of Majdal Shams in the Israeli-occupied Golan Heights expel Israeli Finance Minister and other members of the Likud (Netanyahu’s party) from the funeral of the 12 youths who were killed after a missile fell on a… pic.twitter.com/UeQ4AXj6Zb
Desde el 7 de octubre, el intercambio de ataques en la frontera entre ambos países ha causado unas 450 muertes del lado libanés a manos del ejército israelí, frente a unas 40 en Israel. Mientras que Hezbollah y grupos afines estarían retirándose de algunas zonas de Siria y el Sur de Líbano ante la eventual respuesta del ejército israelí —Netanyahu, tras adelantar su regreso desde Estados Unidos, ya ha amenazado con una respuesta contundente— algunas aerolíneas como Lufthansa han anunciado restricciones o cancelaciones de sus vuelos a Líbano, ante el temor de una guerra abierta.
La comunidad internacional ha pedido contención a ambos actores: lo ha hecho la Unión Europea a través del todavía representante de exteriores Josep Borrell, rogando contención y una investigación independiente, y del mismo modo se han manifestado las Naciones Unidas. Por su parte, EE UU ha acusado a Hezbollah de estar detrás del ataque. La nueva candidata demócrata, Kamala Harris, y el ministro de asuntos exteriores de Australia, Penny Wong, generaron ayer polémica al referirse a los altos del Golán como territorio israelí, ignorando que se trata de una zona ocupada.
Genocidio
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El mismo sábado Israel atacó Líbano matando a cuatro milicianos libaneses poco después del ataque en los Altos del Golán, en un momento de alta tensión en la región. Solo días antes, el 20 de julio, bombardeaba el puerto de Hodeidah en Yemen, matando a seis personas y causando un grave incendio que estuvo activo durante días, después de que un dron lanzado por los hutíes, alcanzara por primera vez Tel Aviv, matando a un ciudadano israelí a 100 metros de la embajada estadounidense.
A este episodio se suma la creciente tensión con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, después de que este comparara esta mañana a Netanyahu con Hitler, alertando que los “genocidas”, tendrán que rendir cuentas como hicieron los nazis. Previamente, el ministro de exteriores israelí, Israel Katz, habría hecho otro paralelismo entre el dirigente turco y Sadam Hussein, tras insinuar Erdogan ante su partido que podría entrar en Israel militarmente para proteger a los palestinos.
Respaldo internacional
No parece que mientras sube la tensión en la región, Israel deba temer por el apoyo de sus aliados. Aún con la visita de Netanyahu a Estados Unidos reciente, quedan las imágenes de la ovación recibida en el Congreso estadounidense, o el respaldo incondicional dispensado tanto por Donald Trump como por Kamala Harris, los candidatos a la presidencia que competirán el próximo noviembre. No parecen suficientes para cuestionar la buena salud de las relaciones entre Israel y su principal aliado, los señalamientos de algunos representantes demócratas, por vehementes que fueran, como la presencia de la demócrata de origen palestino Rashida Tlaib, quien sostuvo durante horas un cartel con el que señalaba a Netanyahu como criminal de guerra durante su alocución en el congreso.
Así, mientras las fuerzas de seguridad estadounidenses detenían a 400 manifestantes que protestaban contra la visita del mandatario el pasado 24 de julio, en Francia, lejos de plantearse el boicot a la presencia de Israel en las Olimpiadas de París, el país doblaba el presupuesto en seguridad para proteger a la delegación israelí de un eventual ataque.
El himno de Israel fue abucheado en el Parque de los Príncipes durante el partido contra Paraguay por los Juegos Olímpicos de París 2024. Los hinchas también ondearon banderas palestinas y corearon al unísono: "¡Palestina, Palestina, Palestina!". pic.twitter.com/E4s6a4UnwD
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) July 27, 2024
Contra lo que no ha podido proteger a los representantes de Israel es contra la denuncia internacional del genocidio: los abucheos y las pitadas sonaban el pasado sábado sobre el himno de Israel, cuando su selección competía con la paraguaya. Mientras, la delegación palestina, fue recibida con vítores por parte del público durante la inauguración de los juegos el pasado viernes. Unos 350 deportistas palestinos, habrían sido asesinados durante la ofensiva israelí contra Gaza, entre ellos Mahed Abu Maraheel, el abanderado palestino en las Olimpiadas de Atlanta de 1996. Casi 30 años después, Waseem Abu Sal, abanderado de Palestina en esta ocasión, lucía una camisa bordada con una imagen de misiles cayendo sobre niños jugando al fútbol, en denuncia del genocidio. Atletas de otros países han mostrado su solidaridad, como el judoca argelino Messaoud Redouane Dris, quien se retiró de la competición para no tener que enfrentarse a un contrincante israelí.
Acuerdo entre palestinos
La semana pasada, mientras Netanyahu buscaba respaldo en Estados Unidos, Al Fatah y Hamás llegaban a un acuerdo histórico en Beijing, para garantizar el control palestino de Gaza una vez concluya la ofensiva israelí. El acuerdo de unidad nacional, firmado el pasado martes, posibilitaría un gobierno interino de reconciliación nacional, e incluye, además de a los dos partidos principales, históricos rivales, a otros 12 grupos palestinos.
El acuerdo establece un gobierno interino de unidad nacional, la elección libre de un nuevo Consejo Nacional Palestino, y una declaración de unidad frente a los actuales ataques de Israel, explicaba el histórico líder y cabeza del movimiento, Iniciativa Nacional Palestina Mustafá Bargouthi. El objetivo es también evitar que Israel pretenda aliarse con alguna facción para gobernar la Gaza de postguerra.
Israel no tardaba en condenar el acuerdo, señalar a Mahmoud Abbas, líder de Al Fatah, por cooperar con Hamás, y reafirmar su intención de controlar Gaza una vez haya suspendido la masacre. “En lugar de rechazar el terrorismo, Mahmoud Abbas abraza a los asesinos y violadores de Hamás, mostrando su verdadera cara”, denunciaba el presidente Katz en X. China, que ha facilitado el acuerdo, llamaba a través de su presidente Xi Jinping a una conferencia de paz internacional.