Referéndum del 1 de octubre
Giro constituyente frente a la involución democrática

La situación abierta en Catalunya impone abrir un proceso constituyente que ponga a debate la forma de Estado y el contenido social del mismo.

Montserrat Galcerán

Catedrática de filosofía.

26 sep 2017 10:11

Estamos a menos de una semana del referéndum del 1 de octubre en Catalunya que, se celebre o no y sea o no un referéndum o una movilización, va a marcar un antes y un después en la estructura del Estado a la cual no somos indiferentes el resto de la ciudadanía.

En primer lugar porque los últimos acontecimientos, así como la respuesta judicial y represiva amenazan con retrotraer nuestros derechos y libertades a épocas anteriores. En el clima de derechización progresiva visible en otros países europeos de nuestro entorno, ¿por qué no pensar que estamos en una deriva hacia una mayor derechización, que seguiría a la merma de derechos sociales y a la precarización que han impuesto las políticas neoliberales?

En este momento el conflicto se centra básicamente en la “cuestión nacional” pero podría ampliarse a los conflictos sociales que siempre, querámoslo o no, van ligados a los nacionales. Si las medidas funcionan, ¿desaparecerán inmediatamente después del 1-O o se mantendrán hasta que la situación en Catalunya esté completamente pacificada?, ¿recobrará la Generalitat las competencias perdidas o entraremos en una fase de dilatación del conflicto en espera de que las gentes se cansen de las movilizaciones y vuelvan a sus casas?, ¿dudará el Gobierno del PP en utilizar esos mismos medios ante conflictos de orden social donde pudiera haber desobediencia institucional por parte de otras instituciones?

Todas esas preguntas, de respuesta incierta, nos avisan de que podemos estar ante un giro de restricciones democráticas por parte de un Gobierno en minoría que usará todas las armas a su alcance para mantenerse en el poder.

No estamos siendo conscientes de este envite. A los ciudadanos de Madrid como a tantos de otras partes de España, el tema catalán les pilla a contrapié. La independencia suena a algo exótico a principios del siglo XXI. Parece que cualquier población debería tener derecho a hacer un referéndum “dentro de la ley” pero como la ley o la Constitución no lo permiten, muchos conciudadanos se quedan tranquilos con el argumento de que “las leyes están para cumplirlas”.

Deberíamos ser capaces de entender que instituciones reforzadas de autonomía en Catalunya y en otras partes del país no es una medida que atente contra los derechos de la población del resto de España

Que eso lo diga un Gobierno que se caracteriza por hacer la ley a su medida es especialmente sangrante. Pero retrocedamos un poco.

El derecho de autodeterminación, que ampararía la realización de un referéndum, estaba incluido en todos los programas de la izquierda durante el anti-franquismo y es un derecho colectivo ampliamente reconocido. Derecho de autodeterminación no sólo en el caso de las antiguas colonias sino en el de territorios anexionados en épocas pretéritas; un caso paradigmático sería Irlanda. Las nacionalidades históricas españolas tales como País Vasco, Catalunya o Galicia entrarían en esa categoría, incluso posiblemente una región tradicionalmente maltratada como Andalucía.

Pues bien, en las negociaciones pactadas que dieron lugar a la Constitución, ese derecho no se incluyó. Podría haberse hecho pero no se hizo, invocando para ello la premura de sancionar una Constitución que diera por finalizada la Transición y proporcionara cierta estabilidad. Desde entonces han pasado casi 40 años y el tema no se ha resuelto. Acudir ahora a que la Constitución no lo reconoce es una obviedad, pero hay que preguntarse por qué. Y la respuesta está en las transacciones y debilidades de la Transición, no en que de suyo sea inconstitucional.

La otra crítica suele ser que antes de convocar un referéndum unilateral hay que buscar un cambio en la Constitución. Aparentemente la objeción es correcta pero también aquí no tiene en cuenta la relación de fuerzas. Si la mayoría de la Cámara se niega reiteradamente a esta reforma, es imposible que salga adelante. Y eso no es debido a que la Constitución no pueda reformarse. La prueba la tenemos en la reforma del artículo 135 que se aprobó en pleno verano y a marchas forzadas. La cuestión es que la estructura territorial es un tema complicado, que los grandes partidos del régimen están de acuerdo en no tocar. Sin el concurso de alguno de ellos es imposible sacarlo adelante.

Ese bloqueo ha producido un efecto indeseado, el de que una mayoría de la población catalana se despegue cada vez más de un Estado al que no ve capaz de enfrentar un problema que para ellos es capital: la necesidad de aumentar las competencias de un gobierno autonómico que ha sido hábil en cargar sobre la Administración central todas sus deficiencias.

Verdad o mentira, los ciudadanos catalanes están convencidos de que si los trenes son un desastre es porque Renfe no se ocupa de ellos, que si el corredor del Mediterráneo no avanza es porque desde Madrid se bloquea, que si hay recortes es porque el Gobierno central y el Parlamento, donde los nacionalistas están en minoría, se lo imponen. En fin, que si en este país hay una monarquía borbónica es porque las oligarquías nacionales, incluidas las catalanas, muchas de ellas de origen franquista, la sostienen. La república, aunque reducida a Catalunya, les parece una solución mejor que el régimen actual.

A ello se une un giro oportunista de la derecha catalana que intenta hacer olvidar de ese modo sus corruptelas y su dominio indiscutido durante los últimos veinte años. El PdCat, antigua Convergència, pretende que su adhesión al nacionalismo haga olvidar su ejercicio del poder en beneficio exclusivo. Su desplome no beneficia a la derecha, porque no hay otra derecha catalana, ni tampoco a una derecha españolista como Ciudadanos, –el PP es irrelevante en Catalunya– sino que aumenta la brecha entre aquella parte de la población que se alinea en la defensa de sus instituciones propias, una mayoría de catalanes y catalanas, y aquella otra que sigue a las Instituciones del Estado y del Gobierno central, una mayoría de españoles del resto de la península.

Como ciudadanos y ciudadanas de Madrid, ¿en qué nos beneficia la intransigencia del Gobierno de Mariano Rajoy?

Con lo que la divergencia es manifiesta: el PP que gobierna en el Estado es minoría en Catalunya, ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) que tiene allí gran predicamento y que es tan republicana como nacionalista, no existe en el resto. La CUP tampoco se parece a Podemos. A excepción de los socialistas, y cada vez menos, no hay ningún partido fuerte en el conjunto del Estado que lo sea también en Catalunya y a la inversa, lo que acentúa su diferencia e incrementa el enfrentamiento. Sin embargo deberíamos ser capaces de romper esa dinámica y entender que generar instituciones reforzadas de autonomía en Catalunya y en otras partes del país no es una medida que atente contra los derechos de la población del resto de España. Si va acompañada de medidas democratizadoras puede incluso ser un acicate para transformaciones más amplias.

Desde Madrid todo esto puede parecer una locura colectiva pero no lo es menos que la de tantos conciudadanos que consideran que debemos hacer piña con el Gobierno simplemente porque Madrid es la capital del Estado y la sede del Gobierno.

Como ciudadanos y ciudadanas de Madrid, ¿en qué nos beneficia la intransigencia del Gobierno de Mariano Rajoy?, ¿por qué no han abordado nuestros políticos la situación en los muchos años desde la aprobación de la Constitución y en los últimos más de diez desde la aprobación por referéndum en Catalunya de la reforma del Estatuto?, ¿acaso piensan que los tres millones de catalanes y catalanas que se están movilizando en las calles van a desaparecer después del 1-0?, ¿por qué debemos alinearnos con la defensa de una postura intransigente que no tiene en cuenta los derechos individuales y colectivos de una parte importante de la población y celebrar las medidas restrictivas en curso?

Se dice también que en Catalunya los ciudadanos y ciudadanas que no están conformes con el programa nacionalista están silenciados y amordazados. Tal vez sea así pero también en el resto de España la minoría republicana está silenciada y amordazada con el agravante de que el debate sobre la forma de Estado nunca se puso sobre la mesa. ¡Parece que ha llegado el momento de hacerlo!

Es tiempo de que los ciudadanos y ciudadanas de Madrid y otras zonas del Estado dejemos de ser espectadores e intervengamos en el sentido de exigir más democracia y no menos. Se impone abrir un proceso constituyente que ponga a debate la forma de Estado y el contenido social del mismo. Lo peor que podría pasarnos es que estas medidas coyunturales se transformaran en duraderas y se generalizara el uso de medidas intervencionistas para acallar cualquier desobediencia. Y que, por reacción, una parte de la población española defendiera posiciones autoritarias por miedo a la crisis y al caos. No nos lo podemos permitir, especialmente en un momento en que enfrentamos una fuerte derechización de otros países europeos y una más que previsible continuación de una crisis que lleva más de diez años. Se impone un giro constituyente frente a la involución democrática.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Libertades
Libertades La sentencia contra Dani Gallardo ubica los altercados en una zona distinta al registro gráfico
Testimonios y vídeos publicados en redes sociales la noche en que Gallardo fue detenido desmontan la versión reflejada en la resolución condenatoria.
Procés
Represión Hasta cuatro años de prisión por manifestarse a favor de la amnistía en 2019
Llega el juicio para tres activistas que se manifestaron en Madrid a favor de la amnistía en 2019, detenidos mientras se dirigían a su casa y con el único testimonio acusatorio de la policía.
matriouska
28/9/2017 22:22

Esta claro que lo que está aconteciendo en Catalunya es muy importante y supone una profundísima grieta para el R78. Independientemente de lo que ocurra el 1-O (y puede pasar de todo, teniendo en cuenta la amplia movilización de la sociedad Catalana y la previsible respuesta de un Gobierno "ultra-centrista"), a partir del día siguiente se abrirá una oportunidad inmejorable para comenzar un proceso constituyente...Espero que esta vez sepamos aprovecharlo

1
0
Enrique
27/9/2017 18:04

El artículo estaría bien si no incluyera ciertas falsedades históricas. Estoy de acuerdo en que hace falta un proceso constituyente y en que existe una deriva autoritaria preocupante del estado español, pero Cataluña y el País Vasco no entran ni remotamente en los casos que se reconocen para aplicar el derecho de autodeterminación. Y en ninguno de los dos casos se produjo tal anexión histórica. Eso es una falsedad y no es necesario acudir a falsedades históricas, para más inri nacionalistas, para justificar un referéndum: el referéndum debe pactarse políticamente porque lo desea la población, no debe exigirse como un derecho a partir de tergiversar el derecho internacional y apoyándose en falacias nacionalistas.

2
1
Salyana
27/9/2017 10:19

Qué pena no poder hacer llegar este artículo a muchísima gente... pero, hacerlo llegar adentro... o mejor, hacer posible que, autónomamente, muchísima gente hiciera suyo su contenido y se pusiera en pie.

1
0
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Antifascismo
Manifestación antifascista en Roma Manifestación antifascista en Roma
El movimiento antifascista celebra el fin de la ocupación nazi con una demostración de poder en las calles de Roma.
Más noticias
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
El Salto Twitch
El Salto Twitch La Catana 2x06, comunicación política y campaña
Nos preguntamos cómo la carta de Pedro Sánchez atraviesa un momento político y electoral que se estira desde las generales, pasando por elecciones gallegas y vascas, para cristalizar en unas catalanas y europeas que van a marcar nuestro imaginario.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).