Feminismos
Mar Gallego: “Me gustaría un feminismo rural, de calle, de verbenas, de vecinas y a la fresquita”

“Combato la ‘andaluzofobia’ principalmente aportando estas miradas, tanto al proyecto como a mis trabajos como periodista o tallerista. Politizando la alegría”

Mar Gallego, contraportada Andalucía n.6
Mar Gallego, impulsora del proyecto “Feminismo andaluz y otras prendas que tú no veías”.
20 feb 2018 17:30

Desde los patios de Chiclana a la fresquita hasta las conferencias en aulas magnas, Mar Gallego es la impulsora del manifiesto Como vaya yo y lo encuentre… y del proyecto “Feminismo andaluz y otras prendas que tú no veías”. Escribe en Pikara Magazine, traduce por “poderío” el manido empoderamiento, categoriza el “miralá cara a cara” al nivel del semita panim el panim, reivindica los pipazos con las amigas, la semiótica de resistencia de las mal llamadas “folkróricas”, la noción de comunidad en el materialista “poquito de hierbabuena” y en el periférico locus enuntiationis de “a la fresquita”. Resignifica a nuestras abuelas enlutadas, resabiás, currantes, cuidadoras, las cinco patas de la cultura andaluza, las alegrías en las fatiguitas y el ritmo maravilloso de nuestros acentos en la rapidez del habla y la calle. Sabe politizar la alegría, hacerla supervivencia.

¿Y tú de quién eres?
De Antonia, una mujer chiclanera que creció en un patio de vecinas en los que vivían familias enteras en una habitación. Un ejemplo de cómo la pobreza ha afectado a las mujeres andaluzas. Detrás de la figura de las madres hay todo un universo político de valores para la construcción de un mundo con menos egos, más ternura, más comunidad… También soy de Manué. Mi padre ha sido un gran maestro en mi vida. Me ha enseñado el arte de la alegría y es el ejemplo más cercano de cambio de roles que he vivido.

¿Qué nos puedes contar del proyecto Feminismo Andaluz?
El proyecto nace en 2012 cuando me falta ‘algo’ para contextualizar sentimientos de inferioridad que tengo. En 2016 me digo: “¡Coño, es que esto no es lo mismo!”. Fui consciente de que mi tierra tenía una mirada que era otra cosa y que no podía ser analizada desde un discurso extranjero. Dos ejemplos, la fiesta como resistencia política, creatividad, un derecho a hablar —el carnaval de Cádiz— y el hecho de que las mujeres andaluzas de clase pobre trabajaron y trabajan fuera de casa y que los feminismos hegemónicos no podían representarlas del todo. Ellas no solo se han ocupado del ámbito privado. El feminismo es clave para contextualizar la situación de la pobreza de las mujeres y entender que existen discursos que la justifican. Porque, si no contextualizamos, es revictimizante. Y poderío tenemos, claro.

¿Qué tiene que ver el proyecto con otros feminismos? ¿Y con los decoloniales?
El proyecto bebe de muchos feminismos, pero me gustaría situarlo más en lo local, lo provinciano. Un feminismo rural, de calle, de verbenas, de vecinas y a la fresquita. También del decolonial. Pero siendo conscientes de los privilegios por pertenecer a un estado considerado europeo. Aunque seamos las personas andaluzas las que trabajemos en la vendimia en Francia. Ramón Grosfoguel afirma que aquí empezaron las estrategias de persecución de la diferencia que luego se exportarían contra los pueblos indígenas. Lo ocurrido contra la población de judíos y musulmanes en la conquista de al-Andalus representa el primero de los cuatro epistemicidios más importantes de la historia. Esto implica una conspiración de invisibilidad —expresión de Alejandra Pizarnik— contra el pueblo andaluz y su conocimiento.

Hablas de la “Generación Susurro”. ¿Qué es esa generación?
Es esa generación andaluza de clase obrera, en la que me incluyo, que tuvo el primer título académico de su historia familiar, pero que se ha criado entre los susurros de “¿qué vamos a comer mañana?”. Vive entre dos mundos, se ve obligada a elegir entre tener raíces o tener alas. Es prima hermana de la pobreza, pero que no la reconoce muchas veces.

¿Qué es para ti la ‘andaluzofobia’? ¿Cómo la combates?
Este fue un término que aportó Ana Burgos, una activista feminista y antropóloga onubense. Es un proceso de desempoderamiento histórico y deposición de autoestima que ha sufrido durante siglos el pueblo andaluz y que nos lleva, por ejemplo, a disimular nuestro acento cuando no estamos en nuestra tierra. La combato principalmente aportando estas miradas, tanto al proyecto como a mis trabajos como periodista o tallerista. Politizando la alegría.

Archivado en: Feminismos
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Reino Unido
Reino Unido La decisión del Supremo de Reino Unido da alas a la transfobia en un contexto antiderechos trans
Los términos “mujer” y “sexo” en la Ley de Igualdad se refieren únicamente a la mujer biológica y al sexo biológico, pese a que esta especificación no aparezca de forma literal en el texto.
Galicia
Galicia Cuidar sin derechos: la lucha de las trabajadoras en las residencias privadas de Galicia salta a la huelga
Sin tiempo ni medios para ofrecer unos cuidados adecuados, alertan de una situación insostenible en los centros y denuncian la privatización de un servicio a costa del bienestar de las personas mayores y dependientes.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.

Últimas

Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Opinión
Opinión IA: un proyecto tecnosupremacista
La pregunta que me hice hace algunos años fue: ¿Por qué existe un evidente interés en “crear la cuestión de la IA”, cuando las tecnologías y las lógicas que la componen están ya operativas desde hace años?
Más noticias
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Galicia
Galicia Más de 200 colectivos exigen transparencia sobre la mina Doade y piden la intervención del Parlamento Europeo
Organizaciones de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, exigen a Bruselas acceso a la documentación sobre la explotación prevista, denunciando opacidad, privilegios empresariales y riesgo ambiental en zonas protegidas de Galicia.

Recomendadas

Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.