Crisis climática
Demandan a ING por su apoyo financiero a la industria de los combustibles fósiles

Nuevo juicio climático en los Países Bajos, esta vez contra ING. Milieudefensie-Amigos de la Tierra, organización con sede en Ámsterdam y dedicada a la defensa del clima y el medio ambiente, ha presentado una demanda contra el gigante bancario al considerar que no está cumpliendo la ley neerlandesa en materia de lucha contra la crisis climática.
Con una huella climática estimada por los demandantes en al menos 61 megatoneladas —una cifra similar a las de un país como Suecia—, ING está acusada de incumplir con su “deber de diligencia”, esto es, no crear peligros que puedan provocar daños evitables, tal como recoge el ordenamiento jurídico de los Países Bajos.
ING es la mayor entidad bancaria de los Países Bajos y, según Milieudefensie, “invierte más dinero en empresas contaminantes que todos los demás bancos holandeses”, un montante que supone decenas de miles de millones invertidos en compañías dedicadas a la extracción y explotación de carbón, gas o petróleo, además de multinacionales e industrias sin planes climáticos de descarbonización reales.
Banquero fósil
“Al apoyar a los principales contaminadores, ING contribuye al peligroso cambio climático en todo el mundo”, denuncian desde la ONG, razón por la cual exigen al grupo bancario que reduzca sus emisiones a prácticamente la mitad en 2030 respecto a las de 2019. En concreto, un 48% las de dióxido de carbono (CO2) y un 43% las de CO2 equivalente, una medida que incluye la totalidad de gases de efecto invernadero. Con ello el colectivo busca que el banco se alinee con los objetivos del Acuerdo de París y no sobrepasar los 1,5ºC de incremento global de temperatura respecto a los niveles preindustriales.
El director de la ONG, Donald Pols, ha calificado a ING en rueda de prensa como “el banquero de la crisis climática”, pues sus datos señalan que “el 99 % de las emisiones de ING provienen de préstamos y colaboraciones con empresas contaminantes”.
La petición de Milieudefensie pide además a ING que exija “a todas las grandes empresas con las que trabaja un buen plan climático que esté en consonancia con el Acuerdo climático de París”. “Si dicho plan no es lo suficientemente bueno en el plazo de un año o si la empresa no lo implementa correctamente, ING deberá rescindir la asociación con la empresa”, añade.
En el caso de las dedicadas a los combustibles fósiles, las exigencias de la ONG son más estriuctas: “La ciencia es clara. No hay futuro para el petróleo, el gas y el carbón. Por eso es imperativo que ING exija a sus clientes contaminantes que dejen de expandir el petróleo, el gas y el carbón”. El equipo demandante añade que, de no elaborar dichas entidades un buen plan de eliminación progresivas de sus actividades respecto al gas y al petróleo, ING deberá rescindir inmediatamente la asociación.
Litigios climáticos estratratégicos
No es la primera vez que Milieudefensie demanda a una empresa por cuestiones climáticas. En mayo de 2021, en una histórica sentencia, Shell fue declarada por un tribunal de La Haya culpable del cambio climático, obligándola a reducir su emisiones en un 45% para el año 2030. Aquel fallo, impulsado por siete entidades, entre ellas Milieudefensie, y 17.379 coquerellantes, puede ayudar a la demanda presentadas este 22 de enero, pues supuso la creación de jurisprudencia de cara a los llamados litigios climáticos estratégicos.“El fallo del juez en el Caso Climático contra Shell fue claro: las grandes empresas tienen la responsabilidad de alinear sus políticas con el acuerdo climático de París. Esto significa que deben hacer todo lo posible para limitar el calentamiento global a 1,5°C, a fin de evitar las peores consecuencias de la crisis climática”, apuntan desde la ONG.
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