Sindicatos
El sindicalismo que asoma en los sectores olvidados

Experiencias como las de las trabajadoras de cuidados de Bizkaia, los ‘riders’ de Deliveroo o Las Kellys tienen un denominador común: plantillas organizadas al margen de las grandes centrales y en sectores con escasa o nula tradición sindical.

Las Kellys, en Madrid
Concentración de Las Kellys en la plaza de España de Madrid. Álvaro Minguito
22 nov 2017 06:01

En apenas unos meses, hemos sido testigos de dos triunfos laborales sonados por parte de las plantillas –el conflicto de las trabajadoras de cuidados de Bizkaia y las de Bershka en Pontevedra– y una sucesión de huelgas y protestas a lo largo y ancho del Estado español. El denominador común: trabajadores organizados al margen de los grandes sindicatos y en sectores con escasa o nula tradición sindical en tiempos modernos.

La huelga de los riders de Deliveroo en Barcelona o las protestas de las limpiadoras de hoteles bajo el paraguas de Las Kellys han aparecido como pequeños brotes verdes en un escenario de creciente desmovilización frente a una precariedad laboral igualmente en aumento. Han surgido, además, de los lugares más insospechados, aquellos que son ignorados y hasta despreciados por los grandes sindicatos.

olvidados por CC OO y UGT

Si hay un sector donde la precariedad y la conflictividad laboral han seguido caminos inversamente proporcionales en los últimos años, este es la hostelería. Telepizza, fundada en 1989 y hoy una de las principales empresas en este sector, no vivió su primera huelga hasta 2015, en Zaragoza, tras el atropello de uno de los repartidores. A pesar de no contar con el apoyo de CC OO y UGT, cerca de un tercio de la plantilla secundó el paro y hoy existe un notable grado de organización entre los trabajadores de la empresa en la ciudad aragonesa.

“El espacio del sindicato alternativo es precisamente pelear por empezar a organizar a todos estos sectores que CC OO y UGT no organiza”, declara Asier, miembro de la sección sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Telepizza Zaragoza, que fue despedido tras participar en la huelga general del 2010 y posteriormente readmitido, tras un conflicto sindical.

“Hubo este conflicto en 2010 y hemos estado durante años intentando que los trabajadores aprendieran de las mejores tradiciones de la clase obrera, con asambleas, concentraciones y un programa que peleaba realmente contra la pérdida laboral, lo que permite organizar a más trabajadores, que son los que no quiere organizar, los que se niega a organizar, CC OO y UGT”, añade Asier.

Eso fue lo que percibió Felipe, un extrabajador de la empresa de envíos a domicilio de comida Deliveroo, cuyos empleados comenzaron a organizarse para reivindicar la mejora de sus condiciones laborales a comienzos de este año en Barcelona. “No nos intentamos acercar a CC OO y UGT porque tienen un discurso bastante similar al de las empresas, como que 'no somos trabajadores, no somos empleados, somos autónomos'. Se meten en el mismo juego discursivo y de ahí es difícil sacarles”, declara Felipe.

vulnerabilidad de lo alternativo

Finalmente los riders de Deliveroo optaron por apoyarse en la Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC), donde formaron una sección sindical propia. La huelga que llevaron a cabo el 2 de julio fue un hito, convocada desde una organización de base y la primera en una empresa del llamado sector de la 'economía colaborativa'. Los resultados, sin embargo, fueron menos alentadores. Ninguna de las reivindicaciones fue aceptada por la empresa y la mayoría de los involucrados, según Felipe, fueron “barridos” por Deliveroo, demostrando la vulnerabilidad del sindicalismo alternativo en este contexto.

Las Kellys han sido, quizás, la propuesta más visible últimamente dentro de este sindicalismo alternativo en ciernes, en un sector donde la represión contra las trabajadoras organizadas viene de lejos. Desde que, a finales del año pasado, un grupo de trabajadoras de la limpieza hotelera de todo el Estado se presentaron oficialmente como Las Kellys, su red no ha hecho más que crecer. Con la lucha contra la externalización como bandera, lo que les ha enfrentado en varias ocasiones a UGT y CC OO, su crecimiento está siendo obstaculizado por el sentimiento que ha imperado durante décadas en el sector: el miedo.

“Hay mucho miedo, hay listas negras, represalias... si no pasas por lo que ellos te dicen te dan los peores trabajos”, declara Ángela Muñoz, miembro del colectivo en Madrid. “Este trabajo siempre ha sido duro y el abuso de autoridad ha existido siempre. Los recortes y la discriminación siempre ha empezado por ahí, somos mujeres”.

Nuevos sectores, viejo sindicalismo

Desde las trabajadoras de Bershka en Pontevedra hasta los riders de Deliveroo en Barcelona, el denominador común es un regreso a las viejas estrategias del sindicalismo en sectores hasta el momento inexplorados, con huelgas indefinidas y las asambleas de base. Las experiencias de los últimos meses son, en cualquier caso, muy dispares entre sí.

Las más exitosas para las trabajadoras, en Bershka Pontevedra y en el sector de los cuidados en Bizkaia, lograron sus objetivos tras sendas huelgas indefinidas inéditas en sus sectores de la mano de los sindicatos Confederación Intersindical Galega (CIG) y Eusko Langileen Alkartasuna (ELA), respectivamente. El intento de autoorganización de los trabajadores de Deliveroo en Barcelona dejó un sabor más amargo.

“Yo no esperaba ver a gente que había estado en situaciones peligrosas, que había comido mierda por Deliveroo, estando bajo la lluvia trabajando, y que, sin embargo, estaban defendiendo a la empresa”, declara Felipe cuatro meses después de la huelga. “Hay futuro, porque gente he visto que ha demostrado cómo salir adelante con este tipo de iniciativas, pero luego hay un montón de borregos y sumisos de la empresa con mucho miedo y eso me decepcionó bastante”.

“No existe un nuevo sujeto trabajador”, concluye Asier, de CGT. “Los trabajadores que existen de nuevos sectores siguen siendo la misma clase obrera de siempre, no es algo por fuera de la clase obrera. Lo que existe es un espacio formado por trabajadores que los sindicatos se niegan a organizar”.

En definitiva, los nuevos sectores abiertos a la conflictividad laboral no ofrecen un panorama muy distinto al de escenarios más clásicos de lucha sindical, donde también estamos viendo conflictos en los últimos años como en la estiba o la minería. La principal diferencia es la escasa implantación de los grandes sindicatos, lo que deja un espacio abierto a experiencias alternativas de organización y acción como las que han tenido lugar en estos últimos meses.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Laboral Los sindicatos marcan desde Euskal Herria el rumbo de las mejoras laborales en España
Los sindicatos piden a Yolanda Díaz impulsar un Salario Mínimo Interprofesional propio, avances en la negociación colectiva territorial y presionan para la reducción de la jornada laboral.
País Valenciano
Laboral Seis trabajadores despedidos tras convocar elecciones sindicales luchan en los tribunales por su readmisión
Los empleados de Qatium, una de las ramas de Aguas de Valencia, fueron despedidos de un día para otro tras el preaviso de elecciones. Consideran que se trata de represión sindical y piden el despido nulo.
Laboral
Laboral CCOO denuncia que Glovo no ha cumplido sus promesas (y obligación) de hacer trabajadores a sus riders
El sindicato vigila cada paso de la empresa seis meses después de la ‘ley Riders’ y denuncia en Aragón y Navarra la cesión ilegal de trabajadores con “empresas paralelas”.
Elbarruso
25/11/2017 13:44

De acuerdo con los dos últimos comentarios , os recomendaría escuchar “trabajadores en lucha“ en radio rebelde republicana, todas las semanas hablan delegados de sus problemas en diferentes sectores.
En mi opinión creo que los grandes sindicatos podrían hacer más e incluyo a CGT que como las demás coge buenas subvenciones del estado, pero por otra parte nos pensamos que los sindicatos son un ente puesto hay por arte de magia y no es así puesto que les ponemos nosotros votando a los delegados en las empresas donde haya representación sindical. Si en una empresa de 1000 trabajadores hay 30 delegados de diferentes sindicatos, Nadie nos puede hacer creer que la fuerza mayor la tienen estos, hay que tener claro que la unión y la lucha de los trabajadores si puede muchas veces con empresas grandes no va a poder con unos sindicalistas adoctrinados. Aquí entra la responsabilidad de los trabajadores que en muchos casos no se implican en la lucha de sus derechos y que sólo esperan de los sindicatos que les saquen las castañas del fuego sin que ellos tengan que mover un pelo, un error muy común entre los trabajadores.

http://elbarruso.simplesite.com/

0
0
MariLoli
23/11/2017 12:47

Me parece interesante el artículo, aunque creo que se ha pasado por alto algo importante. Una de las características de los nuevos movimientos sindicales que está habiendo es que las protagonistas son mujeres: Bershka, Kellys, Telemarketing, cuidadoras... En medio de la crisis de sindicalismo que vivimos las que están saliendo a dar la cara están siendo las grandes olvidadas por los sindicatos tradicionales.
Un saludo!

4
0
#3611
23/11/2017 10:01

No es muy bueno el artículo. Lo siento. la CGT no quiere ser otra cosa que CC.OO en versión moderna. Por eso se dedica a las elecciones sindicales en las grandes empresas. Y a la poítica en Catalunya. Política indepe, eso sí.
Claro, de la CNT ni se habla en el artículo. Vaya periodismo.

0
1
José Martínez Carmona
23/11/2017 9:57

Pienso que los nuevos sectores no romperán con el viejo sindicalismo hasta que no impongan lo que las cúpulas del viejo sindicalismo se dejaron arrancar para instalarse en el paripé de las huelgas generales seguidas de negociaciones verticales en las que gobierno, patronal y cúpulas sindicales religiosamente subvencionadas) interpretan su papel de "malos y buenos" que todos conocemos hata la náusea.
Se declararon ilegales, con el visto bueno del viejo sindicalismo, en aras de la "CONSERVACIÓN DE LA PAZ SOCIAL", las huelgas políticas, las solidarias o de apoyo y las novatorias (es decir, las que pretendan acabar con convenios impuestos a la trágala). En realidad, de manera deliberada, la ilegalidad de la huelga política y solidaria despoja a los trabajadores de su carácter de clase manteniéndolos atados y bien atados.

2
0
José Martínez Carmona
22/11/2017 21:39

El sindicalismo alternativo no conseguirá romper el cerco del sistema hasta que no se recupere las acciones solidarias y se rompan los marcos empresariales y el gremialismo sectorial, es decir sin que la clase trabajadora recupere la conciencia de clase frente a la clase que la explota.

2
0
Asturias
Educación pública Educación en pie de guerra: crónica de la huelga que ha sacudido el final de curso en Asturias
Recursos insuficientes, sobrecarga docente y reformas sin inversión han desatado una de las mayores huelgas educativas en Asturias, con implicaciones que van más allá del curso escolar.
Antimilitarismo
Rearme La sociedad española rompe con el tabú del gasto militar… o no
La cantidad de eufemismos utilizados por los gobiernos para vender las bondades del aumento en el gasto militar es un buen termómetro para sospechar que el debate no está tan decidido como pareciera.
Pensamiento
Pensamiento Jason W. Moore: “La crisis climática es una lucha de clases”
El autor de 'La gran implosión' y 'El Capitalismo en la trama de la vida' critica “el ecologismo de los ricos” y propone una vuelta a la centralidad del trabajo como solución a la actual crisis climática.
Palestina
Genocidio Más de 100 gazatíes asesinados cuando iban a recoger alimentos de la ONG apoyada por Israel
La Fundación Humanitaria de Gaza comenzó a operar en la Franja el 27 de mayo y desde ese día los bombardeos del ejército sionista han acabado con la vida de 115 palestinos y palestinas que iban a por víveres.
Análisis
Estados Unidos Musk, Trump y las líneas de fractura en el trumpismo
Detrás de la bronca entre Trump y Musk se encuentra la realidad de que el primero tiene el arma por la empuñadura y el segundo la puerta de salida de EEUU abierta de par en par. La motosierra de los anarco-capitalistas se gripa.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Economía social y solidaria
Economía social La Pantera Rossa, 15 años pintando el mundo de su color en Zaragoza
El Centro Social Librería La Pantera Rossa de Zaragoza enfrenta deudas históricas con una campaña colectiva que busca mantener viva la cultura independiente y el activismo social.
València
València La Generalitat usa la ley de transparencia para denegar el acceso a las imágenes de Mazón llegando al Cecopi
Compromís ha presentado un recurso al TSJCV en el que exige a la Generalitat que revele si conserva las grabaciones de los accesos a L'Eliana que se niega a facilitar.
Cantabria
Piquetes y barricadas La huelga del metal sacude Cantabria con 22.000 trabajadores convocados y un 90% de seguimiento
Piden recuperar el poder adquisitivo y se enfrentan a una patronal que lanza discursos incendiarios en medios. Un huelguista ha sido detenido en lo que el PCPE califica de acto “represivo”.

Últimas

Hazlo Posible
Hazlo posible Un año de investigaciones en El Salto: más impacto y visitas que nunca
En el último año El Salto ha publicado decenas de trabajos de investigación, con más impacto y visitas que nunca: desde la exclusiva de los festivales de KKR a la foto manipulada de Mazón, pasando por los agentes infiltrados en colectivos sociales.
Partidos políticos
Partidos políticos Los satélites de Sumar activan la “operación Bustinduy”
El ministro de Derechos Sociales es el elegido por muchos dentro de la coalición electoral para sustituir a Yolanda Díaz, a quien dan por amortizada. Ya cuenta con apoyo simbólico de Mas Madrid, IU y los ‘comuns’.
Economía social y solidaria
Economía Social 30 años de REAS: un camino de lucha social y política por la sostenibilidad de la vida frente al capital
La Red de Economía Alternativa y Solidaria ha llegado a gestionar 1.300 millones de euros anuales bajo los criterios de la economía social y solidaria. Uno de sus fundadores y dos jóvenes activistas ponen voz a los logros y aspiraciones de la red.
Argentina
Argentina Diez años de Ni Una Menos, el movimiento que desbordó el feminismo para hacerlo enorme
El 3 de junio de 2015 se produjo la primera convocaría de Ni Una Menos en Argentina. El llamamiento contra la violencia machista traspasó el nicho feminista y la respuesta fue masiva. Hoy, se enfrenta a las políticas reaccionarias de Milei.
Galicia
Análisis Una casualidad, una respuesta masiva y un debate incómodo: la sentencia de Samuel Luiz en contexto
El 22 de mayo, el TSXG ratificaba el veredicto del jurado popular y reconocía que el asesinato de Samuel Luiz fue un crimen motivado por LGTBIfobia. El caso ha supuesto una movilización sin precedentes.
Más noticias
Explotación laboral
Explotación Dos detenidos en La Vera por explotar a migrantes nepalíes
Ciudadanos nepalíes eran obligados a trabajar sin contrato ni condiciones mínimas en fincas agrícolas extremeñas.
Madrid
Desahucios La Comunidad de Madrid desahucia a una persona con discapacidad y postrada en una cama
José Luis Alcalá Nuño tiene una discapacidad del 52% y vivía en una casa adjudicada a su madre por la Agencia de Vivienda Social (antiguo IVIMA).

Recomendadas

Racismo
Racismo Gitanas a Escena: “Nuestra Lisístrata Montoya lucha contra el racismo”
Coco Reyes (directora y actriz) y Susana Muñoz (actriz) invitan a acudir al Teatro Bellas Artes de Madrid a ver su apropiación del mito feminista de la Grecia clásica escenificado por ocho mujeres gitanas.
Palestina
Shahd Abusalama “La Shoah se ha convertido en un arma ideológica de la que se ha abusado”
Afincada en Barcelona, la familia Abusalama, de origen gazatí, lidia con el horror diario pegada a un móvil, mientras espera noticias de los familiares que aún quedan en el enclave palestino.
Galicia
Galicia Dimite el conselleiro do Mar de la Xunta tras ser denunciado por agresión sexual
Alfonso Villares deja su cargo tras ser notificado por el TSXG de su implicación en una investigación por presunta agresión sexual, iniciada a raíz de una denuncia presentada por la presentadora Paloma Lago.
Argentina
Extrema derecha El Gobierno de Milei se ensaña con la población mapuche en una nueva ‘Conquista del Desierto’
El ejecutivo de extrema derecha acusa a las comunidades mapuche de “terroristas”, elimina la protección legal de sus territorios y activa un nuevo ciclo de persecución.