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Salud
Adela Recio (El Parto es Nuestro): “A las mujeres se les dice que estén felices por tener un niño sano sin valorar su salud”
El 28 de febrero, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de Naciones Unidas dictó una sentencia histórica: por primera vez, un organismo internacional condenaba al Estado español por violencia obstétrica. Pasado un año de aquel dictamen, la víctima no ha sido indemnizada y tampoco se han puesto en marcha las recomendaciones de la CEDAW a fin de respetar los derechos de las madres en la atención obstétrica y mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva de acuerdo con el respeto de las decisiones y los derechos de las mujeres.
Según explica la fundación Medicina Fetal Barcelona, desde que la atención al parto se trasladó del hogar a los centros de salud, a mediados del siglo XX, disminuyó drásticamente la mortalidad materna y de los recién nacidos. Sin embargo, la atención hospitalaria ha dado lugar a una elevada medicalización de la asistencia e instrumentalización del parto, como vienen denunciando organizaciones como El Parto es Nuestro. Este proceso de excesiva instrumentalización de los partos ha derivado, entre otras cuestiones, en la reducción de la autonomía y la privacidad de las madres, la falta de petición de consentimiento a las mujeres para procedimientos arriesgados y dolorosos o la introducción de medicamentos peligrosos para la salud de los bebés y las mujeres para la inducción del parto, con graves resultados psicológicos.
En 1999, el exdirector de Salud Materno Infantil de la OMS, Mardsen Wagner, aseguró que el índice de episiotomías en España “constituye un escándalo y una tragedia”. Desde que Wagner hizo esa declaración, las tasas han disminuido de forma importante. Sin embargo, una media del 42% en el Sistema Nacional de Salud sigue siendo muy abultada e injustificada. En lo relativo a las cesáreas, en el año 2019, según datos del INE, España duplicaba el número de partos por cesárea recomendados por la OMS. Lo que más preocupa es la falta de petición de consentimiento a las mujeres en los partos, todo ello en lo concerniente a las numerosas y excesivas intervenciones que se realizan. En este sentido, de acuerdo con la abogada que llevó el caso al Comité CEDAW, Francisca Fernández Guillén, la evidencia científica dice que las episiotomías no reportan los beneficios que se les atribuían hace más de 30 años, ya que no evitan desgarros ni ayudan al bebé.
Sobre todo esto se pronuncia Adela Recio Alcaide (Madrid, 1978), experta en violencia obstétrica e integrante de la asociación El Parto es Nuestro, una organización que reivindica los derechos de las mujeres en el parto e intenta visibilizar las distintas formas de violencia obstétrica que se producen en los paritorios españoles.
¿Qué se entiende por violencia obstétrica? ¿Cuándo se empezó a utilizar este término de manera frecuente?
El maltrato, abuso o violencia contra la mujer durante la atención al embarazo, parto y puerperio y en otros servicios de salud reproductiva. Este maltrato puede tener su origen en la omisión de la obtención del consentimiento informado, en la omisión de atención respetuosa y de calidad, o en prácticas médicas no respaldadas por la mejor evidencia científica disponible.
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En los últimos años, diversos organismos internacionales han reconocido el maltrato y abuso durante el parto o violencia obstétrica. En este sentido, como principal organización de las Naciones Unidas en el ámbito de la salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2015 una declaración sobre la Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato durante la atención del parto en centros de salud. Igualmente, en junio de 2019 la violencia obstétrica fue reconocida y denunciada por Naciones Unidas en el Informe acerca de un enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia con la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias.
En tercer lugar, el ya mencionado Dictamen del Comité CEDAW, condenando a España por violencia obstétrica, reconoció esta forma de maltrato contra las mujeres. Por último, el 21 de enero de este año, el Parlamento Europeo consideró en su Resolución sobre la Estrategia de la Unión para la Igualdad de Género que “la violencia de género en el ámbito sanitario, por ejemplo, la violencia obstétrica y ginecológica, es una forma de violencia que sólo ha salido luz en los últimos años”.
Hace casi un año, la CEDAW condenaba a España a indemnizar a una víctima de violencia obstétrica y a seguir recomendaciones para mejorar la atención al parto. ¿Por qué fue tan importante la Decisión de la CEDAW del 28 de febrero de 2020?
En primer lugar, es la primera vez que la CEDAW realiza un Dictamen condenando a un Estado por violencia obstétrica. Además, aunque pueda parecer lo contrario, lo que le sucedió a la mujer de este caso, no es excepcional. A lo largo de los años, El Parto es Nuestro ha recibido infinidad de testimonios en los que las mujeres relataban prácticas muy similares a las de este caso. Por último, además del reconocimiento que significa esta decisión para las víctimas de violencia obstétrica, nos parecen muy importantes las recomendaciones que se realizan en ella, especialmente las relativas a la capacitación de los trabajadores de salud, jueces y personal encargado de velar por el cumplimiento de la ley.
El Gobierno nos ha trasladado su intención de incluir medidas para la prevención y erradicación de la violencia obstétrica en una modificación de la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva
Después de casi un año desde la emisión de la decisión de la ONU condenando a España, ¿consideras que el Estado español ha implementado medidas para seguir las recomendaciones de Naciones Unidas?
El Gobierno nos ha trasladado su intención de incluir medidas para la prevención y erradicación de la violencia obstétrica en una modificación de la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. El Gobierno muestra públicamente en los medios además de su intención de realizar un estudio sobre violencia obstétrica e incluirla en la Estrategia Nacional contra las violencias machistas.
¿Cuáles fueron las principales recomendaciones de la CEDAW a España en la Decisión?
La CEDAW pide a España garantizar el derecho a una maternidad sin riesgo y el acceso de todas las mujeres a una atención obstétrica adecuada, garantizar la autonomía de la mujer y su capacidad para tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva requiriendo su consentimiento libre, previo e informado en todos los tratamientos invasivos durante la atención del parto. Además, recomienda realizar estudios sobre la violencia obstétrica y proporcionar capacitación profesional adecuada en materia de derechos de salud reproductiva de la mujer a los trabajadores obstétricos, otros trabajadores de la salud, personal judicial y al personal encargado de velar por el cumplimiento de la ley.
En los últimos años, el maltrato y la violencia contra las mujeres experimentados durante la atención del parto en las instituciones sanitarias han generado gran interés a nivel mundial debido a los numerosos testimonios
¿Consideras que la población está suficientemente informada sobre la violencia obstétrica y sus graves consecuencias? ¿Y las madres?
La falta de concienciación y formación es general. Sin embargo, en los últimos años, el maltrato y la violencia contra las mujeres experimentados durante la atención del parto en las instituciones sanitarias, han generado gran interés a nivel mundial debido, entre otras cosas, a los numerosos testimonios publicados por mujeres y organizaciones de mujeres en los medios sociales. Y, como hemos visto, desde hace unos años las instituciones internacionales están reaccionando.
¿Cómo se representan las distintas formas de violencia obstétrica hacia las mujeres en los partos?
Este maltrato puede tener su origen en la omisión de la obtención del consentimiento informado, en la omisión de atención respetuosa y de calidad o en prácticas médicas no respaldadas por la mejor evidencia científica disponible. Las tres cuestiones que caracterizan el maltrato o abuso durante el parto, o violencia obstétrica son la falta de autonomía de las mujeres durante el parto —o la privación de su derecho al consentimiento informado, o la negación de la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propios procesos reproductivos—; el uso excesivo o rutinario de determinadas prácticas médicas —por ejemplo: cesáreas, inducciones o episiotomías— no respaldadas por la evidencia científica disponible; y las consecuencias que estas intervenciones tienen en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y en otros ámbitos de su salud en general.
¿Crees que los profesionales de la atención ginecológica y obstétrica emplean de forma habitual estereotipos de género frente a las mujeres en los partos?
Así lo reconocen la Relatora de la ONU y el Consejo de Europa. La Relatora de la ONU reconoce varias causas profundas del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva. En primer lugar, las condiciones y limitaciones de los sistemas de salud como causas estructurales de la violencia obstétrica. En segundo lugar, leyes y prácticas discriminatorias y nocivos estereotipos de género. Estos estereotipos se manifiestan en el ámbito de la salud reproductiva en lo concerniente a la competencia de las mujeres para adoptar decisiones, el papel natural de la mujer en la sociedad y la maternidad limitan la autonomía y la acción individual de la mujer.
Además, los estereotipos surgen de sólidas convicciones religiosas, sociales y culturales y de las ideas sobre la sexualidad, el embarazo y la maternidad, y se justifican con la creencia de que el parto es un acontecimiento que exige el sufrimiento de la mujer. A las mujeres se les dice que estén felices por tener un niño sano, sin valorar en ningún momento su salud física ni su equilibrio emocional. En tercer lugar, la Relatora hacía referencia a la dinámica del poder y al abuso de la doctrina de la necesidad médica.
Por otra parte, el Consejo de Europa reconocía en su Resolución que “este tipo de violencia refleja una cultura patriarcal que aún domina en la sociedad, incluyendo el campo de la medicina”.
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¿Es difícil para las madres decidir libremente frente al criterio del obstetra en el momento de la planificación de su parto?
De eso trata todo esto.
¿Cuáles son, según tu criterio, los pasos que hay que dar para mejorar esta situación?
Creo que la Relatora ha sido muy acertada y concreta en sus recomendaciones a los Estados. Se trata de afrontar problemas estructurales en los sistemas de salud. Primero, proporcionando una educación y formación adecuada a los profesionales sobre los derechos de las mujeres, pero también afrontando la falta de personal cualificado, garantizando la aplicación adecuada del requisito de obtención del consentimiento informado, respetando la autonomía de la mujer, supervisando los centros de salud y recopilando anualmente datos sobre el porcentaje de cesáreas, partos vaginales, episiotomías y otros servicios de salud reproductiva. También garantizando la investigación de las denuncias de maltrato y violencia contra las mujeres durante la atención del parto, sensibilizando a los abogados, los jueces y los ciudadanos y revisando las leyes que prohíben todas las formas de maltrato y violencia contra la mujer, incluida la violencia psicológica, durante el embarazo y la atención del parto y otros servicios de salud reproductiva.
En el caso concreto de España cabe añadir que todas estas acciones deben hacerse extensivas a la sanidad privada, que es donde más intervenciones sin justificación médica se realizan y que es prioritaria la inclusión de las recomendaciones de la Estrategia de Atención al Parto Normal al completo en los protocolos de todos los hospitales y en los planes de salud autonómicos.
¿Por qué crees que en España se realiza un número tan elevado de partos instrumentales? ¿Es uno de los países donde más partos de este tipo se realizan? ¿Cuál es la situación de la violencia obstétrica en otros países europeos, de América Latina o de África?
En España, el porcentaje de partos instrumentales está por encima del estándar recomendado, como refleja el Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud de 2012 del Ministerio de Sanidad. Como se puede apreciar, el porcentaje en el año 2012 era del 19,5%. Además, en 2015, España junto a Irlanda era el país que más partos instrumentales realiza en Europa, según el informe de Euro-Peristat.
Los “fórceps didácticos” son aquellos que se realizan sin el consentimiento de la mujer y sin que exista indicación médica
¿De qué forma este tipo de violencia puede afectar en mayor medida a mujeres de clase trabajadora, migrantes y con una alta precariedad laboral? ¿Entiende este tipo de violencia de clases sociales y de razas/etnias?
Esto es lo que sucedió en el caso de Nancy (2011) y los fórceps didácticos. Los “fórceps didácticos” son aquellos que se realizan sin el consentimiento de la mujer y sin que exista indicación médica, es decir, en partos que se desarrollan con total normalidad y sin ningún tipo de urgencia que haga necesario intervenir. La absurda razón de existir de esta práctica aberrante es, simplemente, que los estudiantes aprendan. Nancy presentaba un especial perfil de indefensión que la hacía perfecta para sufrir esta técnica durante su parto: es una mujer joven, inmigrante y carente de recursos económicos, que acudió al hospital con la única compañía de una mujer en su misma situación. Hasta en tres ocasiones diferentes estudiantes se turnaron para introducirle los fórceps, bajo las indicaciones de la tutora, que incluso tuvo que advertir a uno de ellos: “¡Cuidado, que así le rompes la cabeza!”.
No parir acompañada de una persona de su elección ha sido una de las principales quejas por parte de las mujeres que nos han llegado a la asociación El Parto es Nuestro desde que ha empezado la pandemia
Muchas mujeres son separadas de sus madres, maridos, esposas, amigas o amigos a la hora de dar a luz. ¿Qué supone para una mujer tener que enfrentarse a un parto sin compañía de sus seres queridos? ¿De qué forma es tan importante el apoyo en los partos?
No parir acompañada de una persona de su elección ha sido una de las principales quejas por parte de las mujeres que nos han llegado a la asociación El Parto es Nuestro desde que ha empezado la pandemia. Muchos hospitales han prohibido a las mujeres parir acompañadas.
No obstante, las recomendaciones de la OMS y de la Relatora de la ONU son muy claras. En esta línea, la Relatora recomienda en el Informe sobre “garantizar en la ley y en la práctica el derecho de la mujer a estar acompañada por una persona de su elección durante el parto”. La OMS, en su tercera recomendación para los cuidados durante el parto, recomienda el acompañamiento de la mujer durante el trabajo de parto y el parto por la persona de su elección. Igualmente, este organismo hace hincapié en el acompañamiento durante la pandemia en la Recomendación sobre parto y covid-19.
Eres Estadista del Estado, ¿Se sabe a nivel de cifras, ¿cuáles son las principales consecuencias a nivel físico y psicológico para la madre? ¿Cuántas madres se quedan, por ejemplo, con incontinencia urinaria y lesiones?
No conozco estadísticas oficiales tan concretas, pero sí hay algunos datos sobre atención perinatal en el Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud de 2012 o en el informe Atención perinatal en España: Análisis de los recursos físicos, humanos, actividad y calidad de los servicios hospitalarios, 2010-2018 publicado por Sanidad en enero de 2021.
¿Quién maneja habitualmente estos datos? ¿No crees que sería crucial que estos datos fueran accesibles a todo el mundo?
La recopilación y publicación anual a nivel de centro hospitalario, público o privado, de datos sobre el porcentaje de cesáreas, partos vaginales, episiotomías, partos instrumentales y otros servicios de salud reproductiva es algo que la asociación El Parto es Nuestro lleva años solicitando, en consonancia con las recomendaciones de múltiples organismos como Naciones Unidas (párrafos 77 y 81 f del Informe de la Relatora), Ministerio de Sanidad (Reflexiones VIII y X del Informe sobre la Atención al Parto y Nacimiento en el Sistema Nacional de Salud), el Consejo de Europa (Recomendación 8.2 de la Resolución del Consejo de Europa sobre violencia obstétrica y ginecológica), el Comité CEDAW (Dictamen CEDAW/C/75/D/128/2018) y la OMS (Declaración de la OMS sobre Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato durante la atención del parto; Recomendación general sobre la disponibilidad pública a nivel de hospital de indicadores de la atención al parto, ahí aparecen los porcentajes de cesáreas, realizada en la declaración de la OMS “Appropiate technology for birth” publicada en The Lancet, 1985).
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Hace casi seis años una conocida fue a dar a luz al hospital Clínico Valencia.
Emigrante, ya con nacionalidad, acompañada de vecinas o amigas.
Hasta tres veces en dos días fue enviada a su casa. Finalmente cuarta vez en emergencia y ambulancia después de verla en su casa dos ginecólogos, al llegar al hospital, la recibe su ginecóloga, empieza a "regalarla", la va a enviar a su casa y le dice "la ambulancia la vas a pagar tú".
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Hoy aún no es capaz de hablar del parto.
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Sola, latina, y sin marido.
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https://vimeo.com/68196686
Un video inspirado en el libro "Por un nacimiento sin violencia"
El autor fue un médico francés, Laboyer, que se ha interesó por disminuir en el niño el trauma del nacimiento. Laboyer plantea ¿quien ha pensadoen evitarle al niño la tortura de su primer contacto con el mundo? La hiriente luz, los agudos sonidos, la brusca entrada del aire en los pulmones, el vértigo, el frío, el contacto con la ropa o telas e incluso con metales (cuando lo que necesita es el contacto de todo su cuerpo con el cuerpo de la madre)... todos estos son suplicios innecesarios de un sistema sanitario opresivo, ideado desde el poder. Apartar al niño de la madre, con la excusa de medirle y pesarle, etc. es lo que de hecho puede asegurar enfermedades, inmunodeficiencias o o trastornos psicológicos en el futuro. Aplicarle liquidos médicos en los ojos abiertos a la fuerza es directamente una tortura propia de sádicos.
En su obra el doctor Laboyer sugiere un nuevo método para ayudar al niño a nacer disminuyéndo su sufrimiento. Siguiendo su sistema, a los pocos minutos del parto, el recién nacido abre los ojos, sedespereza, juega con sus manos, sonríe y se duerme placidamente.
Cuando un niño llega al mundo, lo primero que hace es llorar, ¿acaso el llanto del recién nacido no es un símbolo de dolor? Ante el llanto los asistentes: ¡llore! ¡llore! Exclama alguien; por que para ellos el llanto es símbolo de bienestar; indica que el cuerpo esta funcionando bien. Pero recordemos que el hombre no es solo un cuerpo. El llanto es la expresión del sufrimiento; sin embargo nadie se preocupa por esto y aun mas el niño es tratado casi como un objeto. Hay que hacerle una serie de procedimientos de rutina sin pensar en lo que él está sintiendo. ¿Por qué?
Supongo que tendríamos que agradecer que sigan pariendo porque sí y manteniendo vivo el cáncer que somos. Odio mi vida y ojo que soy adoptado. Nada que agradecer a mi madre.