Obituario
Julien Terzic: apología de un cazador de neonazis

El militante anarquista y baterista de la banda Brigada Flores Magón perteneció a una generación de parisinos que se enfrentó calle por calle con la extrema derecha.
Julien Terzic
Julien Terzic alias Ranx en Paris en 1987.

Solo estuve una vez en el Saint Sauveur, aquel bar de Menilmontant, en el 20e arrondissement de París. Me llevó un amigo apasionado de aquella ciudad, de su activismo antifascista y de los Brigada Flores Magón, una banda de rock parisina que puso banda sonora a todos los black blocks de los 2000, que no fueron pocos. Si no habéis estado, el Saint Sauveur es exactamente como lo imagináis: oscuro, con las paredes abarrotadas, el váter cosido a pegatinas, y el eco del punk colándose entre las conversaciones.

Ciertamente, lo de Sauveur (salvador) no le iba mal al bar: su fundador era Julien Terzic, que ha muerto este lunes en París. Julien era el batería de los Brigada, militante anarquista e icono de aquellos chavales parisinos de los años 80, que salvaron —metafórica y literalmente— a sus barrios del fascismo. Su historia se contó en un documental de 2008 —Antifa, chasseurs de skins— de Marc-Aurèle Vecchione, que dignificó la historia de aquellos muchachos (porque muchachas, a decir verdad, pocas) que militaron la banlieue de aquellos años y que, aunque no estén en el Panteón de los hombres ilustres, hicieron mucho por París.

La banlieue de la clase trabajadora levantada en los sesenta era la casa de miles de jóvenes parisinos condenados a la precariedad

Teniendo en cuenta eso que dicen de que la historia rima, en mayo de 1980 la capital francesa celebraba una enorme manifestación contra el nazismo, tal y como la describía en su crónica de entonces El País. Las agresiones de grupos ultras organizados llevaban desde finales de los 70 sumando víctimas en las calles francesas: dos por mes en los años 77 y 78, hasta una media mensual de 15 en 1980. Setenta personas de origen argelino fueron asesinadas en sólo cinco años por los movimientos neofascistas —muchos con penetración, oh, sorpresa, en las fuerzas y cuerpos de seguridad franceses— y la violencia ultra era un problema al que muchos no se atrevían a señalar, porque señalándola, se les abrían sus propias costuras. Poco después, en 1981, el socialista Mitterrand llegaría a la presidencia francesa en coalición con el Partido Comunista llevando bajo el brazo un extenso programa de reformas sociales para gestionar un capitalismo en llamas. Nacionalizaciones, nuevas políticas sociales, y la concesión de algunos derechos laborales permitieron unos breves años de respiro, pero la Europa de Thatcher y Kohl vino a imponer sus métodos, contrarios a la fórmula francesa. Se aplicaron políticas deflacionistas que dispararon el desempleo y el coste de la vida, mientras la clase empresarial gala tomaba ventaja del recetario neoliberal y contraatacaba con fuerza contra las conquistas laborales. Mitterrand recogió cable, se deshizo de incómodas coaliciones a su izquierda —un clásico de aquellos socialistas ochenteros— y se mantuvo, eso sí, casi una década y media en el Elíseo. 

Literatura
Literatura Jérôme Leroy: “Son los hijos de antiguos comunistas, no sus padres, los que se convirtieron en fascistas”
Autor de novelas, ensayos, libros juveniles y poemarios, Jérôme Leroy publica por primera vez en español. 'El bloque' es una novela sobre el auge de la extrema derecha en la Francia de comienzos de siglo.


En paralelo, el Frente Nacional de Le Pen, fundado una década atrás, en los setenta, arañaba sus primeros diputados capitalizando las consecuencias de las crisis económicas, el discurso xenófobo y antisemita, y apelando a la gloria apolillada del pasado colonial francés. Pero de eso se hablaba poco en los suburbios de París. La banlieue de la clase trabajadora levantada en los sesenta era la casa de miles de jóvenes parisinos condenados a la precariedad y a enfrentarse sin herramientas a un mundo que cambiaba demasiado deprisa y demasiado ajeno a ellas y a ellos. A su generación, en Francia, algunos la llamaron la “generación Tonton”: los adolescentes de los primeros ochenta, los niños y niñas perdidos de eso que algún ingenuo llamó el fin de la historia. Muchas y muchos eran hijos y nietos de las heridas decoloniales francesas —áfrica subsahariana, Argelia, Marruecos, Túnez— y de las migraciones europeas —yugoslavos, húngaros, portugueses—, que habían levantado junto a sus vecinos la Francia de posguerra con su trabajo, que volvían a casa cada día en eternos viajes de tren y autobús para descansar en las moles de hormigón gris a kilómetros de la Bastille. Ellos y ellas se habían convertido en la diana de los discursos racistas y también de su violencia cotidiana. 

Este sábado, Julien y los Brigada Flores Magón hubieran tocado en las fiestas populares de la Karmela de Vallekas

Fue allí, entre esos bloques, en el deambular del centro a la periferia, donde nacieron los chasseurs de skins, los cazadores de nazis de París. Reaccionando a la violencia ultra, organizándose en diferentes bandas —los Red Warriors, los Ducky Boys, los Black Dragoons— mapearon París calle a calle: mercados, estaciones de metro, parques, corredores, pasadizos, avenidas, día y noche. identificaban los símbolos de los ultras, seguían sus movimientos, localizaban sus espacios. Y les sacaban de allí. Como fuera. Sonaban a punk, a ska, a reggae, a hip hop, y en su causa común se fusionaron en un mestizaje de subculturas urbanas único en Europa. Un fenómeno que, como apuntaba en este detalladísimo artículo BigBrothaBob, fue especial por varias cosas: por su juventud y autonomía —teniendo en cuenta que se enfrentaban a militantes ultras organizados, algunos profesionales entrenados para la violencia—, por la diversidad de orígenes de sus componentes, y por el número y efectividad de sus acciones, que mantuvo a raya a la extrema derecha en París y contagió su ejemplo en otras muchas ciudades de Europa. También en Madrid o en Barcelona, bien lo sabemos, hubo quien le plantó cara a los niños bien con bomber y buenos abogados que paraban en la Plaza de los Cubos, décadas antes de que se terminasen pegándose tiros entre ellos.

No es una idealización, es un hecho. Por supuesto, en esta historia había machismo, (toneladas de machismo), violencia a mansalva y muchos episodios tristes: no se trata de alabar aquí esa fascinación mitómana de los macarras que tienen algunos cronistas, sino de poner en valor lo que significó políticamente que miles de jóvenes fueran capaces de construir una respuesta —violenta, sí— a la violencia fascista sin más recursos que ellos mismos. La historia de los Chasseurs de Skins es la de una generación que transformó una parte importante de la vida de una ciudad de millones de personas, aunque apenas saliera en los periódicos, si acaso como un ladillo en la sección de sucesos. Una generación que logró articular la autoorganización juvenil frente a todo pronóstico y que dio una identidad al movimiento antifa que marcó a varias generaciones.

Hoy, el Saint-Sauveur conserva aún los posters de los Red Warriors en la pared y el mismo espíritu de guarida militante y de reencuentro ante la incertidumbre. Su calendario está cargado de acciones de solidaridad con Palestina y de actos contra el Frente Nacional. De hecho, no hace tanto, en 2020, un grupo de extrema derecha atacó el bar y la respuesta administrativa de París fue el cierre administrativo del local. Pero son cabezones estos parisinos, y finalmente volvió a abrirse y hasta hoy, pese a las dificultades económicas, las amenazas de clausura, y la certeza de que la generación de Julien, de los Brigada Flores Magón y de los chavales y chavalas de aquellos suburbios orgullosos de sí mismos está ya más cerca de ser unos puretas que de organizar los black block. 

Ello no implica, en absoluto, aferrarse a la nostalgia. Sirva de ejemplo. sin ir más lejos, el pasado fin de semana, con la manifestación antifascista en la Plaza de la República en París, el orgullo crítico en Madrid, o las banderas palestinas que han inundado Glastonbury. El antifascismo siempre estuvo ahí, el de la vecindad, el de las amigas, el de las causas pequeñas y el que nos cuida entre nosotras cuando son demasiado grandes. Allons, enfants, porque lo vamos a necesitar.

Este sábado, Julien y los Brigada Flores Magón hubieran tocado en las fiestas populares de la Karmela de Vallekas. Lamentablemente, no va a poder ser, pero estoy segura de que las marineras de Vallekas brindarán fuerte por los cazadores de París. Rest in power, Julien.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión socias
Opinión socias No me voy, estoy llegando
Que Uruguay sea hoy vanguardia en derechos sociales de América Latina tiene la firma de un presidente que durante su mandato vivía en una chacra y donaba el 90% de su sueldo a organizaciones sociales.
Uruguay
Muere Mújica Muere José Mujica: el descanso del guerrero
La muerte de Pepe Mujica hará aumentar sin duda la leyenda que rodeó durante tantos años al viejo guerrillero tupamaro convertido en presidente de Uruguay, pero no todos serán elogios.
Obituario
Obituario En memoria de Colette
Algunos apuntes vitales de la compañera de Buenaventura Durruti, Émilienne Morin, y de su hija Colette con motivo del reciente fallecimiento en Francia de esta última.
tadeusz.malinowski@gmail.com
4/7/2024 14:46

Perfecto, te quedó bordado el obituario, Irene. Te quiero. ¡Salud!

0
0
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
3/7/2024 21:08

Al fascismo no se le discute, se le destruye! Lo que más teme el poder es un pueblo autónomo y organizado horizontalmente!

0
0
Educación
Estudio Así impacta el ciberacoso en la salud mental en adolescentes
Puede perpetrarse de forma anónima o mediante cuentas falsas, ocurrir fuera del horario escolar, llegar a una audiencia más amplia y permanecer almacenado en los oscuros recovecos de la red.
Alicante
Alicante Los 25 años del Hércules C.F. en manos del constructor Enrique Ortiz
El club alicantino ha perdido parte de su identidad y su historia desde que está en manos del empresario vinculado a numerosos casos de corrupción.
Fronteras
Migraciones La patria efímera del metro
Cada día, el metro de Madrid ofrece un espacio para buscarse la vida a cientos de personas que recorren sus vagones vendiendo caramelos y pañuelos, o haciendo música entre los pasajeros.
Medios de comunicación
Kike García “El Mundo Today ha preferido el espíritu fanzinero al empresarial”
Kike García es cofundador y cara reconocible de ‘El Mundo Today’, diario satírico que cada día afronta el reto de superar en disparates a la actualidad.
La vida y ya
La vida y ya Un ciervo de carboncillo
Su dibujo había quedado fuera del concurso. Le dio rabia no haber sido capaz de entregarlo a tiempo.
Poesía
Gabriel Aresti La poesía como un martillo, instrucciones de uso
Se cumplen 50 años desde que el poeta que creía en la poesía como el arte de dar martillazos dejó de darlos en vida. 2025, en honor a Gabriel Aresti, debe ser y es, de hecho, el Año Martillo.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Asturias
Educación pública Educación en pie de guerra: crónica de la huelga que ha sacudido el final de curso en Asturias
Recursos insuficientes, sobrecarga docente y reformas sin inversión han desatado una de las mayores huelgas educativas en Asturias, con implicaciones que van más allá del curso escolar.
Antimilitarismo
Rearme La sociedad española rompe con el tabú del gasto militar… o no
La cantidad de eufemismos utilizados por los gobiernos para vender las bondades del aumento en el gasto militar es un buen termómetro para sospechar que el debate no está tan decidido como pareciera.

Últimas

Hazlo Posible
Hazlo posible Un año de investigaciones en El Salto: más impacto y visitas que nunca
En el último año El Salto ha publicado decenas de trabajos de investigación, con más impacto y visitas que nunca: desde la exclusiva de los festivales de KKR a la foto manipulada de Mazón, pasando por los agentes infiltrados en colectivos sociales.
Palestina
Genocidio Más de 100 gazatíes asesinados cuando iban a recoger alimentos de la ONG apoyada por Israel
La Fundación Humanitaria de Gaza comenzó a operar en la Franja el 27 de mayo y desde ese día los bombardeos del ejército sionista han acabado con la vida de 115 palestinos y palestinas que iban a por víveres.
Análisis
Estados Unidos Musk, Trump y las líneas de fractura en el trumpismo
Detrás de la bronca entre Trump y Musk se encuentra la realidad de que el primero tiene el arma por la empuñadura y el segundo la puerta de salida de EEUU abierta de par en par. La motosierra de los anarco-capitalistas se gripa.
València
València La Generalitat usa la ley de transparencia para denegar el acceso a las imágenes de Mazón llegando al Cecopi
Compromís ha presentado un recurso al TSJCV en el que exige a la Generalitat que revele si conserva las grabaciones de los accesos a L'Eliana que se niega a facilitar.
Cantabria
Piquetes y barricadas La huelga del metal sacude Cantabria con 22.000 trabajadores convocados y un 90% de seguimiento
Piden recuperar el poder adquisitivo y se enfrentan a una patronal que lanza discursos incendiarios en medios. Un huelguista ha sido detenido en lo que el PCPE califica de acto “represivo”.
Partidos políticos
Partidos políticos Los satélites de Sumar activan la “operación Bustinduy”
El ministro de Derechos Sociales es el elegido por muchos dentro de la coalición electoral para sustituir a Yolanda Díaz, a quien dan por amortizada. Ya cuenta con apoyo simbólico de Mas Madrid, IU y los ‘comuns’.
Más noticias
Economía social y solidaria
Economía Social 30 años de REAS: un camino de lucha social y política por la sostenibilidad de la vida frente al capital
La Red de Economía Alternativa y Solidaria ha llegado a gestionar 1.300 millones de euros anuales bajo los criterios de la economía social y solidaria. Uno de sus fundadores y dos jóvenes activistas ponen voz a los logros y aspiraciones de la red.
Argentina
Argentina Diez años de Ni Una Menos, el movimiento que desbordó el feminismo para hacerlo enorme
El 3 de junio de 2015 se produjo la primera convocaría de Ni Una Menos en Argentina. El llamamiento contra la violencia machista traspasó el nicho feminista y la respuesta fue masiva. Hoy, se enfrenta a las políticas reaccionarias de Milei.

Recomendadas

Pensamiento
Pensamiento Jason W. Moore: “La crisis climática es una lucha de clases”
El autor de 'La gran implosión' y 'El Capitalismo en la trama de la vida' critica “el ecologismo de los ricos” y propone una vuelta a la centralidad del trabajo como solución a la actual crisis climática.
Economía social y solidaria
Economía social La Pantera Rossa, 15 años pintando el mundo de su color en Zaragoza
El Centro Social Librería La Pantera Rossa de Zaragoza enfrenta deudas históricas con una campaña colectiva que busca mantener viva la cultura independiente y el activismo social.
Racismo
Racismo Gitanas a Escena: “Nuestra Lisístrata Montoya lucha contra el racismo”
Coco Reyes (directora y actriz) y Susana Muñoz (actriz) invitan a acudir al Teatro Bellas Artes de Madrid a ver su apropiación del mito feminista de la Grecia clásica escenificado por ocho mujeres gitanas.
Palestina
Shahd Abusalama “La Shoah se ha convertido en un arma ideológica de la que se ha abusado”
Afincada en Barcelona, la familia Abusalama, de origen gazatí, lidia con el horror diario pegada a un móvil, mientras espera noticias de los familiares que aún quedan en el enclave palestino.