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Infancia migrante
Centro de acogida de menores migrantes del Casar de Cáceres: “Vienen a Europa huyendo de la pobreza y la desigualdad”
Las noticias y los testimonios de varios menores (o de los mal llamados “menas”) confirman el desorden en los centros de primera acogida de Madrid, especialmente en el de Hortaleza, donde muchos han denunciado la sobreexplotación de las instalaciones y la acogida de más chavales de los que permite el aforo, provocando así unas condiciones de hacinamiento pésimas para el desarrollo personal de cualquier individuo; pero ¿pasará lo mismo en otras Comunidades Autónomas?
Situado a las afueras del Casar de Cáceres (Extremadura), el centro TECUM se inauguró el 28 de mayo de 2019 y tuvo su primer ingreso el 19 de junio de ese mismo año.
Infancia migrante
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Con la autorización de Guadalupe Llera, Jefa del Servicio de protección y atención a la infancia de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, fue posible visitar las instalaciones del centro y reunirse con cinco figuras que encarnan algunos de los cargos con más responsabilidad: por una parte Paco Muñoz (psicólogo), Juan Luís Márquez (coordinador de retorno) y Sergio García Carrasco (director); y por otra parte María Jesús y Olga, técnicas del Servicio de Protección de menores. Ellas nos hablaron en profundidad del funcionamiento del centro y otras cuestiones.
¿Quién gestiona el centro y quién lo financia?
Está gestionado por la fundación Meridianos y financiado por la Junta de Extremadura. El presupuesto que se destinó en un principio fue una subvención del Gobierno Central, y posteriormente ha sido financiado por la Comunidad Autónoma de Extremadura.
¿Qué es Meridianos?
Sergio García, director del centro y coordinador de la asociación explica que Meridianos es una Entidad no lucrativa con más de 20 años de experiencia en el sector, que está formada por profesionales de la psicología, educación social y pedagogía que desarrolla proyectos en los ámbitos de la justicia juvenil, la educación la protección y el empleo. “Tenemos presencia en el ámbito nacional e internacional”, concluye.
Comunicación
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Mediante el desarrollo de diferentes programas pretendemos sensibilizar a los diferentes agentes sociales sobre la importancia de la orientación, atención, prevención, tratamiento e interacción de grupos y personas con dificultades sociales, familiares, educativas y/o laborales, para contribuir a la mejora de la sociedad en general. Nuestro propósito es generar oportunidades en los jóvenes.
¿Cuántas plazas tiene el centro?
Dispone de 26 plazas, su máximo de ocupación ha sido de 24 personas, en su totalidad jóvenes de origen magrebí procedentes de Ceuta y Melilla, ya que Extremadura se prestó voluntaria para ayudar a otras CCAA en la atención de estos chicos y chicas, afirman María Jesús y Olga.
¿Cuántas personas trabajan en el centro?
Aquí trabajan un total de 17 personas: nueve auxiliares técnicos educativos, tres educadoras, un monitor, una cocinera, un psicólogo, un coordinador de retorno y un director.
La principal razón por la que los menores deciden emprender un viaje tan duro es por la escasez de oportunidades en su país de origen, vienen a Europa huyendo de la pobreza y la desigualdad
La función del coordinador de retorno (una figura singular que no existe en todos los centros), explica Juan Luis Márquez, es la de asegurar, en la medida de lo posible y en función de su proyecto migratorio, un retorno a su país de origen con ciertas opciones de futuro, una vez cumplan la mayoría de edad. Muchas veces sus ganas de volver son nulas, nosotros solo ofrecemos esta opción a quienes nos lo solicitan, nuestra función es darles las herramientas experienciales para que los que quieran volver puedan hacerlo con todas las garantías.
¿Qué edades abarca el centro?
Ahora mismo la niña más pequeña tiene 14 años y suelen permanecer aquí hasta los 18, aunque el sistema de protección los avala hasta los 21. Aquellos que lo deseen pueden firmar un acuerdo de permanencia en el que aparecen una serie de cláusulas (relacionadas con su comportamiento y su inserción formativa o laboral) que son de obligado cumplimiento. El acuerdo tiene una validez de tres meses y si se va cumpliendo con normalidad se puede prorrogar hasta los 21, afirman María Jesús y Olga.
¿Cuáles son las circunstancias más comunes por las que los menores llegan a centros como este?
“Es difícil establecer una única causa”, manifiesta Sergio. A grandes rasgos se podría decir que la principal razón por la que los menores deciden emprender un viaje tan duro es por la escasez de oportunidades en su país de origen, vienen a Europa huyendo de la pobreza y la desigualdad.
Nuestros chicos se benefician de los mismos recursos socio comunitarios que el resto de la población general, es decir, utilizan, como todos, la atención primaria para el seguimiento de su salud y los recursos formativos y laborales normalizados
No obstante, TECUM, es un centro de segunda acogida, es decir, los menores que residen aquí han estado acogidos, previamente, en otros centros. En el momento del ingreso el menor es acogido por el equipo educativo y técnico, desde ese momento iniciamos los trámites médicos y educativos. Se realiza una evaluación inicial a todos los niveles (social, psicológico, salud, formación) y se establece un plan de intervención basado en las necesidades detectadas, para ello se tienen en cuenta tanto las motivaciones como las potencialidades de cada menor, esgrime Sergio.
¿Cómo es el día a día de los chicos y qué relación tienen con su entorno?
Los chavales se levantan por la mañana y acuden al instituto de la zona en transporte escolar, 8 están cursando en el de Casar de Cáceres y 10 en Cáceres. Después comen en el centro, hacen sus responsabilidades domésticas y tienen su tiempo de ocio y de estudios como cualquier niño, afirma Paco. Pueden salir siempre que quieran y para ello tenemos dos coches a su disposición, bicicletas y patines, la única limitación es acudir a las comidas y las cenas y dormir en su habitación.
“Están muy integrados con el resto de compañeros de clase y no han sufrido ningún incidente más allá de algún comentario fuera de lugar en el autobús que los lleva al instituto. Es más, incluso sus tutores nos felicitan por su buena aptitud”, dice Juan Luis.
Los chicos viven su cultura de forma natural y participan de la cultura local. Estos encuentros son fundamentales para conocernos y comprendernos, es la mejor forma de derribar ideas preconcebidas
Paco añade que han procurado que no haya una ocupación masiva, “los chicos están repartidos con el objetivo de forzar su integración y de no crear guetos dentro del propio centro educativo”. Para ellos, la situación del Covid ha sido un freno en su proceso de integración en la comunidad, ya que muchos participaban activamente en la banda de música del pueblo, iban a clase de pintura, jugaban en el equipo de fútbol, hacían atletismo, “es una pena”, lamentan.
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La Junta de Andalucía cierra El Cobre, el único centro de carácter público de la ciudad que atendía a menores migrantes no acompañados. La Junta asegura que el cierre es provisional y para su rehabilitación pero Comisiones Obreras denuncia que no hay ni fecha de reapertura ni calendario o presupuesto para las obras.
Los chicos viven su cultura de forma natural y participan de la cultura local. Estos encuentros son fundamentales para conocernos y comprendernos, es la mejor forma de derribar ideas preconcebidas. Queremos destacar la gran acogida y apoyo por parte del Ayuntamiento de Casar de Cáceres, y de los habitantes del municipio, que ha sido un elemento clave para el éxito del proyecto.
¿Qué funciones cumple la figura del “menor mentor”?
Escogemos a una serie de menores que tienen unas aptitudes prosociales que destacan con respecto al grupo, el objetivo es que hagan de modelo de correcta conducta con respecto al resto y que sirvan de nexo entre el equipo y resto de residentes.
¿Existen convenios con otras instituciones públicas o privadas de cara a la inserción futura de estos menores en la sociedad?
Nuestros chicos se benefician de los mismos recursos socio comunitarios que el resto de la población general, es decir, utilizan, como todos, la atención primaria para el seguimiento de su salud y los recursos formativos y laborales normalizados (SEXPE, formación para el empleo, educación primaria y segundaria). Además de ello contamos con talleres prelaborales propios de agricultura ecológica y mantenimiento de edificios en los que son inscritos si cumplen con los criterios fijados.
Es peligroso, además de falso, establecer relaciones entre migración y delincuencia (...) Los menores que llegan a nuestro territorio vienen con la idea de tener una vida digna
También, por supuesto, se benefician de otros programas que entidades sociales llevan a cabo. Hay una labor constante de búsqueda, por parte de nuestros técnicos y en conjunto con los propios menores con el objetivo de fomentar su autonomía y que adquieran las competencias que se les van a exigir en el futuro a la hora de su inserción sociolaboral, sostiene Sergio.
¿Existen antecedentes de menores que hayan cometido algún delito mientras estaban ingresados en este centro?
“No, y es peligroso, además de falso, establecer relaciones entre migración y delincuencia”, esgrime Sergio. Los menores que llegan a nuestro territorio vienen con la idea de tener una vida digna, los delitos forman parte de la marginalidad y el rechazo social, y en cualquier caso son muy minoritarios como puede ser en otros colectivos.
Los supuestos privilegios asistenciales son, también, inexistentes. Ni “paguitas” ni nada que se le aproxime. Como norma general, y atendiendo el global de políticas al respecto en las diferentes comunidades autónomas, no hay ninguna prestación económica mientras los niños y niñas acogidos sean menores. Con la mayoría de edad, lo más frecuente es que se les pueda asignar la Renta Mínima para personas en situación de vulnerabilidad acorde a cada regulación autonómica, aplicando un adelanto en los requisitos relativos a la edad (habitualmente establecido entre los 25 y los 30 años), y con un montante entre los 400 y los 700 euros que se encuentra sujeto, exactamente igual que en el caso de los ciudadanos españoles, a estrictos requisitos formales.