Genocidio
“A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”

Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, el gazatí Ayman Qwaider reside en Australia desde hace una década. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir del infierno de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional con el genocidio.
Ayman 1
Ayman Qwaider en Girona
29 mar 2024 06:33

Ayman (37) es de Gaza. Es profesor especializado en educación en emergencias y educación inclusiva. Estudió toda su educación primaria y secundaria en Gaza gracias a la UNRWA, fue a la universidad en la ciudad de Gaza, y en 2010 obtuvo una beca para cursar una maestría en Paz, Conflicto y Desarrollo en la Universidad de Jaume I en Castellón, a la que pudo incorporarse dos meses después de su inicio, porque el ejército israelí le negaba la salida de Gaza sin motivo alguno. “Esto es sólo una muestra de la violación de los derechos básicos de los palestinos, incluido el derecho a la educación o el de la libertad de movimiento”, indica.

Durante la entrevista se emociona al hablar de la educación. “Me veis hablar mucho de educación porque es mi pasión, es el trabajo que hago, soy un gran defensor de la protección del derecho a la educación, especialmente para los profesores que aprenden afectados por las emergencias en situaciones de crisis”.

Lleva asentado en Australia desde hace 10 años, y lucha por que su familia pueda huir del genocidio que se ha desatado en la Franja desde el 7 de octubre. Ha logrado sacar a 15 familiares. Otros 30 siguen dentro. El precio que exigen las autoridades israelíes y egipcias para salir de la Franja es excesivo, por lo que intenta obtener esta cantidad en una campaña solidaria de recaudación de fondos. En octubre, el ejército de ocupación israelí asesinó a su hermana, que también era educadora, y a sus tres sobrinos.

Ayman ha sobrevivido a dos de las cinco grandes ofensivas israelíes en Gaza. Su único motivo para salir de allí era seguir estudiando. Nos cuenta cómo ha sido la odisea para que sus familiares supervivientes pudieran evacuar Gaza, y cómo era la vida antes del 7 de octubre. Hablamos con él sobre el posicionamiento de la comunidad internacional ante la crisis en Palestina, que denomina como “causa de la humanidad”, y sobre el trauma sin precedentes que enfrenta el pueblo palestino, especialmente los niños y niñas. Aun así, el profesor reivindica que este pueblo tiene su esperanza puesta en el poder de la educación para transformar la vida, sin importar lo difícil que sea el escenario. Esta es su especialización.

Se habla de Gaza como “la mayor prisión al aire libre del mundo”, donde se está produciendo una masacre sin precedentes. ¿Cómo fue nacer y crecer allí?
Nací en el campo de refugiados de Nuseirat. Crecí durante la primera intifada (1987-1993). Toda mi vida como niño palestino ha estado marca por la guerra, inseguridades, incertidumbre, el cierre de escuelas por causa de las incursiones militares periódicas por la ocupación israelí… La vida no ha sido fácil para los palestinos en Gaza, porque la ocupación y sus políticas de destrucción han estado asfixiando la vida del pueblo durante demasiadas generaciones. La segunda intifada (2000-2005) fue también una experiencia muy brutal para los niños, porque en Palestina, específicamente en Gaza, los asentamientos israelíes separaban la Franja en pequeños trozos de tierra mediante las incursiones militares.

Recuerdo el fin de los asentamientos ilegales en Gaza. El ejército solía hacer incursiones a través de los campos de refugiados: causaban un gran pánico porque destruían las casas y muchos palestinos eran asesinados...

Recuerdo los asentamientos. Yo vivía en el centro de la Franja y mi universidad estaba en la ciudad de Gaza; el ejército de ocupación israelí cortaba Gaza en pedazos, básicamente haciendo muy difícil para nosotros movernos de la parte media de la franja de Gaza a la ciudad para recibir nuestra educación.  Recuerdo muy bien que los estudiantes, profesores y trabajadores de la zona centro teníamos que ir por la carretera de la costa, lo que suponía un desvío de media hora, y cuando llegábamos a una zona donde estaban los tanques israelíes, nos bajábamos del coche para ir a pie a nuestros puestos de trabajo o a la universidad.

Recuerdo de forma nítida el fin de los asentamientos ilegales israelíes. Había uno a tres o cuatro kilómetros de donde yo vivía. El ejército solía hacer incursiones a través de los campos de refugiados: cada vez que entraban, causaban un gran pánico porque destruían las casas y muchos palestinos eran asesinados... Se escuchaban los tanques militares israelíes dejando el asentamiento, saludando y moviéndose hacia el campo de refugiados donde yo vivía. Recuerdo que estaba tan aterrorizado como tantos niños en Gaza que han experimentado lo mismo que yo experimenté. Esto es la cotidianidad de una ocupación militar, y todo esto es mucho tiempo antes de que los israelíes impusieran el bloqueo ilegal sobre Gaza en 2007.

Más tarde, en 2007 se impuso el bloqueo israelí, y Gaza empezó a ser descrita como la mayor prisión al aire libre del mundo. La gente comenzó a ver el impacto del bloqueo ilegal israelí de forma continua durante 20 años, siendo 2,5 millones de refugiados, mujeres y niños que fueron expulsados de sus hogares y pueblos en 1948 para ser sometidos a una brutal ocupación donde no se cubren las necesidades ni derechos básicos.

Cuando Palestina es la víctima apenas se informaba de ello en los medios de comunicación, sólo aparece cuando la víctima es Israel. ¿Qué te parece la forma en la que los medios occidentales cuentan lo que sucede en esta tierra?
Somos muy conscientes de que los principales medios de comunicación están tratando la causa palestina con un doble rasero desde hace muchas generaciones. Lo que hemos observado es la humanización de los asuntos israelíes y de las víctimas israelíes en detrimento de las víctimas palestinas.

Vemos cómo los medios de comunicación no abordan la raíz del problema o ‘el elefante en la habitación’ de lo que está sucediendo en Palestina. Nunca abordamos el camino de la injusticia y la igualdad, el sufrimiento de los palestinos que es básicamente la ocupación militar más larga de la historia moderna, el sistema de apartheid impuesto en cualquier lugar de Palestina.

Vemos muy bien cómo las principales organizaciones civiles están protestando en las calles, con cientos de miles de millones protestando en todas las capitales del mundo, pero no se informa mucho sobre eso. Por ejemplo, el TIJ y las principales organizaciones de derechos humanos han denunciado repetidamente la violación de los derechos del pueblo palestino, abordando las prácticas de apartheid, los asentamientos ilegales, la expansión, el robo de tierras, todas las violaciones de los derechos de los palestinos, pero, por desgracia, sólo informan cuando los palestinos deciden resistir a la ocupación. Ya sabes, se convierte en normal que los millones de palestinos de Gaza y Cisjordania sigan viviendo bajo una ocupación total en la que su vida está fragmentada en pequeños trozos de tierra aquí y allá, donde los colonos ilegales de Cisjordania llegan a las ciudades y pueblos palestinos y a los campos de refugiados, matan a tantos palestinos como quieren, sin ningún tipo de responsabilidad y con el aliento del gobierno y los ministros israelíes.

Hemos visto tal odio y lenguaje racista de los ministros políticos israelíes llamando a la eliminación de los palestinos, a destruirlos, matarlos, especialmente a la luz de lo que está sucediendo en Gaza, y trágicamente vemos que estas declaraciones políticas se han materializado, donde básicamente han convertido Gaza en una isla desierta inhabitable, donde todas las escuelas han sido destruidas, los hospitales ya no funcionan, matan de hambre a la gente, hay una constante matanza de tantos niños: 15.000 niños han sido asesinados en Gaza.

Israel fuerza la separación familiar: toda la población está siendo desplazada, la gente en Gaza está empezando a morir de hambre por inanición, falta de medicamentos... a la luz del mundo, y vemos que los principales medios de comunicación siguen diciendo “de acuerdo, este es el problema de los palestinos, ellos lo han iniciado, y tienen que atenerse a las consecuencias” sin tener en cuenta la imagen más grande del contexto.

Es muy importante mencionar que los palestinos, desde la perspectiva de los principales medios de comunicación, no tienen derecho a contextualizar su historia, su narrativa, sólo se les muestra reaccionando a lo que está sucediendo. Nosotros sí tenemos derecho a contextualizar nuestra historia. Queremos vivir en paz, con dignidad y libertad, como cualquier otro pueblo del mundo, sin sufrimiento. Creo que Israel debe comportarse como un Estado, como cualquier otro Estado del mundo, sin prácticas de apartheid, sin ocupación y respetando los derechos de las personas, la autodeterminación y dándoles libertad. Así que, por desgracia, los principales medios de comunicación son cómplices hasta la saciedad e institucionalizan las injusticias que sufren los palestinos.

Los principales medios de comunicación no respetan la inteligencia de su propio pueblo y les dicen mentiras, y luego la generación joven va a las redes sociales para encontrar historias alternativas, para escuchar a la gente

Vemos que los medios de comunicación, cada vez que hablamos del Ministerio de Sanidad en Gaza, dicen que Hamás dirige el Ministerio de Sanidad, que Hamás dirige la educación, que Hamás dirige... eso no es cierto. Es entonces cuando vemos que los principales medios de comunicación no respetan la inteligencia de su propio pueblo [la sociedad occidental] y les dicen mentiras, y luego la generación joven va a las redes sociales para encontrar historias alternativas para escuchar a la gente, las víctimas que están siendo brutalizadas en Gaza, cubriendo su genocidio y la guerra en tiempo real en la televisión... Así que estas fotos e imágenes no son cubiertas en los principales medios de comunicación, siguen contribuyendo a engañar al público cuando se trata de la ocupación israelí en Palestina, que ha estado sucediendo durante tantas décadas.

¿Cómo es la situación actual con tu familia?
Yo vivo en Australia desde hace 10 años. Hasta ahora hemos conseguido sacar a 11 miembros de mi familia: mi madre, mis hermanos y su familia… pero 30 familiares siguen dentro de la Franja.

Mi madre se fue después de 50 días de esta guerra genocida y está ahora con nosotros, solicité para ellos un visado de turista para poder evacuarlos. Pero la situación sobre el terreno es nefasta como para poder marcharse. Tuvimos un ayudante del ministro australiano de Asuntos Exteriores para evacuar a mi madre y a mi cuñada, a los niños... pero por desgracia, debido a la burocracia tienes que pedir muchos permisos a las autoridades israelíes, a las autoridades egipcias... no ha sido fácil para ellos salir de Gaza, y tristemente siguen allí después de 166 días de esta guerra genocida.

¿Cómo ha sido el proceso para que tu familia consiguiera evacuar Gaza?
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Australia ha permitido una vía de escape para que los palestinos de Gaza e Israel, así como parte del Líbano, puedan solicitar este ‘visado de Visitante’, y básicamente lo solicitamos para cada miembro de la familia. Luego, el departamento de asuntos australianos coordinó su salida de Gaza, es decir, comunicaron sus nombres a las autoridades israelíes y a las egipcias, y se organizaron para reunirse en la frontera, y proceder a la evacuación de El Cairo a Australia. En algunos casos han tenido éxito, en otros casos debido a la burocracia (la aprobación de las autoridades israelíes y egipcias), no fueron capaces de ayudar al resto de nuestras familias.

Antes de la situación actual [el genocidio] en Gaza, había dos principales fronteras de cruce para que los pasajeros puedan salir de la Franja. Un ‘punto de control’ a través de Israel, y el otro es el cruce de Rafah. Debido al bloqueo constante sobre Gaza, no ha sido fácil para los palestinos salir, así que por ejemplo si los palestinos querían viajar al mundo exterior, tienen que solicitar un permiso a los israelíes, tienen que hacer todas las comprobaciones de seguridad, tienen que interrogarte como me pasó a mí, y luego obtienes el permiso para salir de Gaza, obligatorio para todo el mundo.

Después del 7 de octubre esta frontera ha sido cerrada, nadie es capaz de salir por ahí. Ahora, desde el lado egipcio, la frontera de Rafah es la única frontera abierta y por desgracia, el movimiento a través de la frontera ha sido extremadamente inhumano, difícil, y desafiante para los palestinos. Estamos hablando de una frontera que realmente no proporciona ningún estándar mínimo básico para la humanidad. Los palestinos tienen que pagar durante el camino unos 5.000 dólares estadounidenses para poder salir. Y si estamos hablando de una familia de cuatro, podemos hablar de 30.000, 40.000, 60.000 dólares.

Según una investigación de The Guardian, actualmente el precio para salir de Gaza ronda unos 10.000 dólares por persona. Una cantidad excesiva para sobrevivir a las bombas.
Exactamente. En lugar de facilitar la salida de la gente, la hacen incluso extremadamente difícil. Lo que ocurre no tiene precedentes en la historia de la humanidad, la gente está sobreviviendo a una guerra genocida, donde están siendo desplazados, bombardeados, muriendo de hambre, de deshidratación, por falta de medicación… y además se les pide esta cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza. Es inmoral, es inhumano y es repugnante, para ser honesto.

Gaza es el único lugar del mundo en el que tienes que pagar para entrar y ver a tu familia y donde naciste, y también tienes que pagar cuando sales; es como si pagaras para entrar y para salir del infierno

Este negocio no es nuevo. Human Rights Watch afirma que ya en 2022 recogieron testimonios sobre funcionarios egipcios que extorsionaban a palestinos para permitirles salir por Rafah mediante el pago de grandes cantidades de dinero. Se hace negocio de la ocupación y de la desesperación de los palestinos.
Así es. Recuerdo que en 2022, hace dos años, viajé de Gaza a Australia, por primera vez desde 2014. Tuve que pagar las tasas de coordinación de recogida, en ese momento fueron 650 dólares por persona, y creo que alrededor de 250 para los niños. El convoy que estaba con nosotros llevaba a 200 personas, y estos millones de dólares fueron a los bolsillos egipcios sin ninguna razón, solo para permitir básicamente a los palestinos ir a ver a sus familias. Gaza es el único lugar del mundo en el que tienes que pagar para entrar y ver a tu familia y donde naciste, y también tienes que pagar cuando sales; es como si pagaras para entrar y para salir del infierno, y también el proceso de pensar en ir a Gaza es un infierno en sí mismo. Es una vergüenza para el mundo que esto ocurra.

Ayman, quiero destacar tu profesión. Eres especialista en Educación en Situaciones de Emergencia (EiE) y educación inclusiva. Te has ocupado de los traumas infantiles en Gaza. Has estado trabajando allí con Islamic Relief Worldwide. Cuéntanos más sobre tu vocación y experiencia.
Trabajé por primera vez para esta organización humanitaria internacional. Nuestro trabajo consistía en ayudar a los niños de Gaza que están expuestos a un trauma constante, que perdieron a sus padres, familiares… Así que nuestros proyectos se organizaban en torno al apoyo social a los niños de Gaza a través de la participación en diversas actividades recreativas, de curación del trauma para ellos, y por supuesto para su propia familia. En la escuela hubo un programa en el que intervenimos para proporcionar apoyo psicosocial. Cuando estaba en Gaza, fundamos una iniciativa llamada “los niños de Gaza”, que tenía como objetivo proporcionar una sensación de alivio, permitir que los niños sigan viviendo como niños, y que la ocupación no les arrebate la infancia. Mitigar y aliviar su situación, dentro de lo posible.

Desgraciadamente, esta iniciativa, como tantas otras en Gaza, se ha detenido a causa de la guerra genocida. Es importante mencionar que la mayor parte del trabajo que solíamos hacer era en realidad en el campo de refugiados, áreas que a las que a veces nadie solía llegar. Cuando estaba en Gaza, llevábamos el proyector, el equipo de sonido y las películas, y también viajábamos desde una biblioteca local del norte hasta otra en la parte sur de Gaza.

Una de las actividades consistía en ver películas y tener un coloquio, donde solíamos preguntarles a los niños cuáles eran sus sueños o esperanzas. Solo en determinadas ocasiones, cuando la ocupación israelí causaba mucho sufrimiento, no me atrevía a darles ese espacio donde explorasen en su interior y compartieran sus ambiciones de futuro, porque la realidad que vivíamos era demasiado dolorosa.

El sufrimiento que hemos estado experimentando en Gaza no tiene precedentes en la historia moderna. Es una destrucción intencionada del conocimiento que los palestinos hemos estado construyendo a lo largo de tantas generaciones

Sobrevivir es la cuestión que prima en Gaza, por lo que quizás muchos niños no imaginan su futuro ni sus sueños, porque ni siquiera tienen tiempo o un espacio seguro para hacerlo.
No, por desgracia. Organizaciones de ayuda humanitaria como por ejemplo el Consejo Noruego para los Refugiados, hablan sobre el trauma que pasan los niños palestinos. La gente habla de trastorno de estrés postraumático (PTSD) pero los niños en Gaza ni siquiera han pasado por eso, viven en un trauma constante insoportable. Ahora, con la guerra genocida en curso, uno de cada tres niños está diagnosticado con este trastorno de estrés postraumático. El trabajo de la reconstrucción en Gaza será inmenso si la guerra termina (esto es, si Israel no se apodera de la tierra). Cuando hablo de la reconstrucción, es de lo material en sí —escuelas, universidades, hospitales…— y también la reconstrucción de la humanidad, del estado psicosocial de los niños.

El sufrimiento que hemos estado experimentando en Gaza no tiene precedentes en la historia moderna. Es una destrucción intencionada del conocimiento sistemático que los palestinos hemos estado construyendo a lo largo de tantas generaciones. Hemos visto cómo se asesina a lo mejor de nuestra comunidad: médicos, artistas, maestros, periodistas, trabajadores humanitarios, trabajadores de la ONU.... Así que esta guerra es contra los niños, contra la historia palestina, contra el conocimiento palestino, es una guerra contra la existencia de los palestinos.

Se dice que es el genocidio con más pruebas y el más negado.
Sí, absolutamente. Esa es la hipocresía de la comunidad internacional y de los líderes mundiales. Básicamente tenemos a toda la población civil informando de la muerte, de la guerra y de que los están matando. Están en directo en la televisión, nos envían vídeos, si pulsas sobre el hashtag guerra o guerra genocida en Gaza, serás ‘bombardeado’ con tantas imágenes en bruto de destrucción de la humanidad, destrucción de niños, padres, hogares, escuelas, hospitales, universidades, laboratorios, bibliotecas, centros culturales, hospitales...

Está muy bien documentado en una escala mayor: Sudáfrica ha proporcionado alrededor de 85 páginas detalladas de pruebas de las atrocidades israelíes. No puede ser más obvio que en Gaza está sucediendo un genocidio. Pero vemos que las instituciones gubernamentales todavía dudan en llamarlo genocidio, no sé a qué están esperando. No tengo ni idea de por qué ven cómo cientos de palestinos mueren cada día y no actúan en consecuencia.

Los gobiernos occidentales actúan con complicidad con Israel, yendo en contra de las medidas cautelares del Tribunal Internacional de Justicia para prevenir los actos genocidas en Gaza. Un claro ejemplo es el cese de la financiación a UNRWA. Recordemos que en el Derecho Internacional, es obligación para todos los Estados firmantes de la Convención para el Genocidio, la prevención y la sanción de este delito. ¿Cómo es posible que Occidente participe en este castigo colectivo hacia los palestinos?
En primer lugar, es importante mencionar que los gobiernos del mundo han decidido cortar la financiación de la UNRWA basada en una alegación sobre la colaboración de siete miembros de la UNRWA en el ataque del 7 de octubre que no ha sido probada ni verificada, es absolutamente vergonzoso. Incluso si asumimos que participaron, no tienen derecho a cortar la ayuda humanitaria para la gente. ¿Les da derecho a cortar la leche, la harina, los alimentos de la mayoría de la población refugiada, de los niños? ¿Aceptarían esto para sus propios hijos? Aquí vemos la hipocresía del mundo.

La cuestión principal es que estos gobiernos tomaron la rápida decisión racista de cortar los alimentos y suministros de la única organización de ayuda humanitaria que proporciona alivio a los niños que están sobreviviendo a la guerra genocida en Gaza. Esta decisión es un castigo colectivo. Cuando los gobiernos apoyan diplomáticamente a Israel, ls encubren todo el tiempo y continúan apoyando a los terroristas [el ejército de Israel], mientras los palestinos no tienen derecho a resistir a la ocupación.

Esta ocupación debe terminar ahora. Israel tiene que ser desarmado. ¿Cómo puede seguir armado? Son como un animal salvaje, sólo va a seguir bombardeando el Líbano, va a bombardear Siria, Irak, Yemen, Gaza. Honestamente, ¿qué es esto? Considero realmente importante que, si queremos un futuro que respete a los niños, un futuro que ayude a la humanidad y a la seguridad del planeta, es importante dejar de armar a Israel y abordar la causa fundamental de lo que está sucediendo en el mundo: detener el imperialismo en todas sus formas.

¿Qué opinión te suscita que los Estados occidentales estén apuntando a la ‘solución de los dos Estados’?
En primer lugar, sabemos muy bien que Israel ha declarado claramente que no habrá una ‘solución de dos Estados’, y ya es una solución ‘muerta’ desde hace mucho tiempo, incluso antes de que todo esto comenzara. Para mí es una palabra vacía de irresponsabilidad, no están haciendo lo que deberían hacer para presionar a Israel. Si querían una solución deberían haber actuado hace tiempo, deberían haber presionado a Israel sobre la solución de dos Estados, y no llevarnos a donde estamos ahora, donde los palestinos de Gaza están a punto de ser desplazados, de convertirse en refugiados por tercera vez. No sólo la crisis palestina sino la crisis regional, han tenido años y años y décadas para responder a ella, y evitar la generación perdida en Gaza, en Cisjordania y en toda Palestina.

En Gaza vemos cómo la resiliencia de los palestinos es extraordinaria. Pero sin olvidar que están lidiando con un trauma sin precedentes, que a pesar de la fortaleza, les condicionará de por vida. Como especialista en educación en situaciones de emergencia, ¿cómo convive el trauma que están sufriendo los niños con la resiliencia que muestran?
Creo que es muy importante mencionar las siete décadas de ocupación israelí. Utilizamos la educación como una forma de liberación de la ocupación. En Palestina son las personas más alfabetizadas en el mundo, tenemos el mayor número de titulares de doctorado. Todo el mundo en Gaza, por ejemplo, sabe cómo escribir bien, son muy educados, y tienen la mayor proporción de titulares de maestría. La gente siempre prospera para aprender a enseñar, para poder contribuir a la comunidad. Puedo ponerme a mí mismo como ejemplo, como alguien que nació y creció en un campo de refugiados y que recibió educación en la escuela de la UNRWA.

El trauma no tiene precedentes y necesita una respuesta sin precedentes que debe ser organizada por todos los actores para responder a la crisis de salud mental que se ha creado

Creo que la educación es el camino a seguir para lograr una solución justa, una solución pacífica, no sólo para Palestina, sino para todo el mundo. Cuando me concedieron esta beca para ir a España en 2010 la gente me preguntaba, “¿por qué vienes a estudiar la paz cuando has crecido en una zona como Gaza?” Creían que sería una bestia, pero no hemos sido creados para eso. Este es el camino y quiero ser parte de este ciclo que va a traer un cambio a nuestro propio pueblo y a toda la región, por lo que la educación ha sido una herramienta de empoderamiento para todos en el mundo, especialmente los niños. La educación es una herramienta de empoderamiento en situación de crisis de emergencia, porque sé cómo la educación es de un valor incalculable para estos niños. Es importante mencionar también que, por supuesto, el dolor, el sufrimiento y la miseria de los niños palestinos no tienen precedentes.

El trauma no tiene precedentes y necesita una respuesta sin precedentes que debe ser organizada por todos los actores para responder a la crisis de salud mental que se ha creado, y que no es nueva, pero ahora es terriblemente preocupante incluso 10 veces más sobre 100 veces más de lo que era antes de que todo esto sucediera.

En tu opinión, todos los actores son necesarios para que la población palestina sea libre y que vivan con dignidad y derechos humanos. ¿Piensas que algún gobierno o movimiento sea más importante que otro para resolver esta situación?
Primero de todo, creo que es importante mencionar que la cuestión Palestina es una cuestión para la Humanidad, de justicia e igualdad, y para la gente oprimida alrededor del mundo. Y también es una cuestión moral que se opone a la ocupación, al apartheid y a la injusticia, y apoya el darle a los palestinos su derecho básico a sobrevivir y construir un futuro. Los palestinos tienen derecho a la libre determinación, y a vivir como cualquier nación en la tierra. A causa de esta guerra genocida en Gaza, hemos visto gobiernos que han hablado valientemente, como por ejemplo Sudáfrica o Brasil, denunciando las prácticas y políticas israelíes de colonización y ocupación contra los palestinos, eso es importante.

Desde el 7 de octubre la gente sabe muy bien por lo que los palestinos están pasando, y están apoyando a Palestina para que exista, para que resista, para que se les vea como gente normal en todo el mundo

Creo que lo más importante aquí, es el crecimiento de organizaciones civiles en todo el mundo, y hemos visto que desde el 7 de octubre la gente sabe muy bien por lo que los palestinos están pasando, y están apoyando a Palestina para que exista, para que resista, para que se les vea como gente normal en todo el mundo. Vemos cientos de miles, millones de personas protestando en todas las capitales no sólo para poner fin a la guerra, sino también para reclamar el fin del prolongado dolor histórico de los palestinos, por lo que vemos el surgimiento de las organizaciones civiles propalestinas, de las que deberíamos estar orgullosos, y que mejoran la lucha palestina hacia la liberación.

Os aseguro que nunca podrán acabar con lo que llevamos dentro, porque han hecho de todo durante siete décadas y todavía, todavía soy capaz de reunirme con vosotros aquí para esta entrevista. Vamos a seguir contando nuestra historia, y [Israel] no van a anexionarse Gaza, vamos a reconstruirla, y vamos a reconstruir la vida, y viviremos con libertad, justicia e Igualdad, porque la ocupación está mal, el apartheid está mal y la historia lo ha demostrado, y ahí de donde viene nuestra esperanza. Tenemos la esperanza de futuro para todos, palestinos incluidos.

Así que piensas que el mundo y su injusta estructura está cambiando.
Creo que sí, y debo convencerme de que está cambiando, porque si estamos experimentando un genocidio con testigos, y el mundo no está cambiando, ese es un gran problema y una gran cuestión moral humana a la que tenemos que responder. Cuando salimos a la calle vemos a gente de todo el mundo protestando, independientemente de su religión, sexo, etnia, idioma o procedencia, así sabemos que la lucha por Palestina es la lucha por la humanidad y por los oprimidos de todo el mundo, y las personas que no lo apoyan simplemente no quieren vivir en un mundo libre. Así que creo absolutamente que el mundo está cambiando y creo que es realmente importante para nosotros actuar ahora para salvar nuestra humanidad y nuestro planeta, y ser capaces de decir a nuestros nietos más tarde que estamos detrás de lo que hemos hecho hoy, y no estuvimos en silencio siendo cómplices de un genocidio y una guerra.

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