Medio rural
¿Y la tierra para cuándo?

En este artículo, la autora analiza los actuales movimientos de acceso y acumulación de la tierra bajo la máxima “La tierra para quien la trabaja”.
Ocupación Tierras Andalucía
Ocupación de la finca Navacerrada, en Martín de la Jara. Archivo El Salto
Jurista
26 abr 2021 13:03

Desde hace ya mucho tiempo, a nivel global y en el mundo rural en particular, han coexistido las luchas por los derechos de las trabajadoras y trabajadores asalariados, y la lucha por el acceso a la tierra, cobrando uno u otro mayor o menor importancia en función de diversos factores del contexto histórico.

En el punto en que estamos, parece haber diversos factores propulsores de las luchas por los derechos laborales.

En la última década, el trabajo asalariado en el mundo rural ha ascendido en casi 80.000 personas, mientras que el trabajo autónomo ha bajado en, aproximadamente, 60.000. En 2008, las personas asalariadas superaron a las autónomas, año a partir del cual las primeras han seguido una tendencia creciente, al contrario que las segundas. Hay cada vez más personas trabajando para otras en el campo, más personas que se ven beneficiadas por las victorias de las luchas sindicales.

¿Este aumento progresivo del proletariado rural, con los demás elementos del contexto presente, podrá restar espacio a la preocupación por el acceso a la tierra?

La correlación de fuerzas en las pugnas por la distribución de la tierra no es la mejor. Ahora las explotaciones de menos de cinco hectáreas superan ligeramente la mitad del total de explotaciones; la mediana explotación (entre 5 y 70 hectáreas), alrededor del 40%; la gran explotación (entre 70 y 500 hectáreas), algo menos del 10% y la propiedad latifundista, el 0,44%. Sin embargo, la superficie cultivable de cada grupo de explotaciones es, respectivamente, del 4,35%, 32%, 46% y 17,6%. El socialcomunismo ha llegado a España.

No hay que dedicar demasiadas horas de estudio para sacar conclusiones en lo que a acumulación desigual de la tierra se refiere. Mas del 60% de las explotaciones son pequeñas y medianas, pero la superficie cultivable que abarcan queda lejos de la mitad del total. Esta acumulación no es estática, sino que sigue una tendencia creciente. Por ejemplo, entre 1999 y 2009 ha aumentado en un 18% la media del tamaño de las explotaciones, y este incremento se ha concentrado entre las explotaciones de tamaño medio-grande. Laissez faire, laissez passer (dejen hacer, dejen pasar).

Esta distribución no refleja facilidades para acceder a la tierra, ni que el camino para lograrlo tenga pocos obstáculos. Este escenario nos sitúa bastante lejos de la accesibilidad de muchos medios de producción, de la soberanía alimentaria, de la autonomía, y de la libertad, al fin y al cabo.

No tenemos aún muchas respuestas, pero podemos preguntarnos qué objetivos queremos seguir y de qué modo. Como preguntarnos qué prioridad queremos darle a la lucha por el acceso a a tierra, o para qué hacer hacerla accesible a todas las personas, ¿para comer?, ¿para producir y vender? O de qué modo queremos hacerlo. ¿Mediante la pequeña propiedad privada, los autónomos del campo? Desde luego, esta opción es la que se presenta como más imaginable en se conversaciones cotidianas, por ser la que ya hay, porque contener suele ser más sencillo que reconfigurar. Es también la que buena parte de la izquierda reivindica, lo que resulta comprensible frente a la acelerada pérdida de pequeñas propiedades. Pero dice mucho del ciclo histórico que vivimos el que las formas de propiedad colectiva, comunal, tengan una presencia débil en el imaginario de la mayoría de las personas y el que tampoco tengamos pocas organizaciones y movimientos de referencia en este ámbito.

Por todo esto, quizá sea este un buen momento para plantearnos qué papel queremos que tenga la lucha por el acceso a la tierra a día de hoy, y no hay pocas experiencias donde podemos mirar para encontrar luz. En este sentido, el movimiento Liberación de la Madre Tierra del pueblo nasa en el norte del Cauca, Colombia, es un actual y alentador ejemplo. Entre 2015 y 2020 liberaron 4.000 hectáreas de tierra, de todas las que han sido desposeídos por grandes propietarios, desde la colonización hispana hasta los tiempos presentes, que han convertido sus campos en mares de monocultivos que no sirven para satisfacer las necesidades de la población de estas zonas. Es una mínima parte del total, pero supone un importante síntoma de la viveza de este movimiento y de la profunda organización que este pueblo ha desarrollado y continúa desarrollando. Y junto con esto, otras tantas experiencias de otras partes del mundo y de otros momentos históricos.

La historia no se para aunque algunos movimientos sí lo hagan. Las fuerzas contrapuestas, con intereses antagónicos, siguen tensando hacia un lado u otro, con más o menos conciencia, pero tensan. Y el incremento progresivo de asalariados en el campo provoca, naturalmente, una mayor presencia de las luchas laborales, lo que aunque no conlleve persé un riesgo para las luchas por el acceso a la tierra, sí les afecta. También les afecta, aunque negativamente, la creciente acumulación de tierra en cada vez menos manos. Y el que estos efectos vayan en una u otra dirección, tendrá mucho que ver con las respuestas organizadas que seamos capaces de construir.

Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ocupación de tierras
Riesgo de desalojo Otxantegi Herri Lurra llama a defender las tierras contra la especulación de Amenabar en Berango
La familia Aguirre-Lipperheide quiere vender la superficie de 8 hectáreas de tierra agrícola a la constructora para que construya pisos por valor de 30 millones.
Marinaleda
Andalucía Marinaleda, del latifundio público a la tierra colectiva
Sobre las ocho cooperativas de El Humoso pesa una orden de desalojo al no ejecutarse la compra por parte del Ayuntamiento. El precio de venta podría quedar entre 3,5 y 4 millones, para los que contarían con el respaldo de la banca ética.
Ocupación de tierras
El SAT anuncia que volverá a Somonte
Los jornaleros que desde octubre habían vuelto a ocupar y trabajar las tierras de Somonte, en Palma del Rio, fueron desalojados la pasada jornada por la Guardia Civil.
Sobre este blog
Realidades jurídicas, sociales y económicas desde una perspectiva transformadora. Coordinado por Autonomía Sur Cooperativa Andaluza.
Ver todas las entradas
Gobierno de coalición
PSOE-Sumar El Gobierno toma nota de la presión social y cambia su discurso sobre vivienda
En la semana en que los sindicatos anunciaron la histórica manifestación estatal del próximo 5A, la ministra Isabel Rodríguez sube el tono.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.

Últimas

Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.