We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
España es progresista. Y cuando la mayor parte de los y las ciudadanas del país se movilizan, se vence al odio. España es pionera en derechos humanos. Esta es la España de las conquistas LGTBI, del matrimonio igualitario, del derecho al aborto, de las conquistas sociales. Esta es la España del derecho a la muerte digna. De quienes no quieren mirar atrás frente a una reacción paternalista y medieval. De quienes quieren avanzar en un camino aún por conquistar, con muchos retos que alcanzar y todo por lo que luchar. Es la España que contendrá la deriva reaccionaria en Europa. Es vanguardia antifascista.
Y frente a esa España, que cuando se moviliza en masa es mayoría, existe el parasitismo reaccionario que hoy llora. Algunos intentarán movilizar teorías de la conspiración, otros tratarán de dar un golpe blando. Hablarán de pucherazos, incluso, intentarán asaltar el Congreso. Hablarán de ilegitimad y de ETA. Berrearán y llorarán por la pérdida de un poder que creen exclusivamente suyo. Pero que lloren. Que chillen e insulten, que hablen de Txapote, que está visto que esa estrategia les ha ido de maravilla.
Hoy PP-Vox berrean y gritan, pero con cara de tontos. Porque esa es la cara que se les quedó cuando al final del escrutinio notaron el guantazo democrático con mano izquierda
Tras el 23-J el Partido Popular ha aprendido una cosa que en su día aprendió el difunto Ciudadanos: de las encuestas no se vive. Hoy, Ayuso, Moreno Bonilla, Almeida o Mañueco han sido algunos de los que han pedido que gobierne la lista más votada. Paradójicamente, ellos gobernaron y gobiernan sin ser la lista más votada. No entienden que España es un régimen parlamentario y que gobierna quien recaba más apoyos, como indica el artículo 99 de la Constitución Española. Y es por esto, entre otros, por lo que el PP no es un partido constitucionalista. Al igual que Vox, cuyo programa electoral es anticonstitucional. Un partido que ha descubierto que la voluntad popular es quien les puede situar junto al basurero de la historia. Hoy PP-Vox berrean y gritan, pero con cara de tontos. Porque esa es la cara que se les quedó cuando al final del escrutinio notaron el guantazo democrático con mano izquierda.
Pedro Sánchez es un titán. Un estratega muy inteligente que, junto a Yolanda Díaz, es el principal activo de la socialdemocracia europea. El PSOE no solo se ha mantenido en pie, sino que ha mejorado resultados frente a todo pronóstico. Y eso es gracias a Pedro Sánchez y no al parásito socioliberal que resiste y contamina desde hace décadas todas las estructuras de un partido que, con unas bonitas siglas, se convirtió en cómplice del neoliberalismo occidental. Es por eso por lo que nació la izquierda alternativa, como Podemos y, posteriormente, la coalición de Sumar.
Sumar, una coalición que ha conseguido salvar los muebles pese a las condiciones, las prisas y la apelación al voto útil del PSOE, quedándose a apenas 20 mil votos de Vox, a la espera del voto exterior. Siendo segunda fuerza en Catalunya y tercera en Madrid, por delante de la ultraderecha. Una coalición a la que le queda mucho camino por construir y donde será muy importante no hablar de su propio ombligo. Mientras el PSOE sea primera fuerza en el espectro de la izquierda, se necesitará una izquierda transformadora, de perspectiva ecosocialista, feminista y disruptora, que tire al PSOE hacia la izquierda y que tenga una visión larga de ser alternativa de gobierno.
Ahora el PP le ruega al PSOE que le dé los votos de Txapote. Cómo son las cosas. Ya no van a por el rechazo, sino a por la humillación
Ahora el PP le ruega al PSOE que le dé los votos de Txapote. Cómo son las cosas. Ya no van a por el rechazo, sino a por la humillación. PP y Vox no tienen nada que hacer. A menos que quieran dar un golpe blando. Dar un Tamayazo y comprar diputados. Así funciona el posfascismo, así funcionan los perdedores. Ahora se pasan el día nada más que llorando mientras anhelan el sueño de fusilarnos a todos. Solo hay dos posibilidades: gobierno progresista o nuevas elecciones. Pero no habrá elecciones. Se revalidará la coalición, porque quedan muchas conquistas sociales en materia de feminismo, ecologismo, antirracismo y derechos económicos – y porque nada es permanente cuando los fantasmas del miedo recorren los cielos –. Habrá gobierno. Se hará, frente a las dificultades y los insultos y criminalización de una derecha y ultraderecha antidemocrática y llorona. Pero que lloren, que las y los progresistas los miraremos entre carcajadas.
Relacionadas
Opinión
Ascenso de la derecha Donald Trump, Javier Milei, Giorgia Meloni… en el Jardín del Profeta
Estados Unidos
Estados Unidos Directo | Trump será el presidente 47 de la historia de Estados Unidos
Estados Unidos
Elecciones en EE UU Pensilvania y otros seis estados definen unas elecciones que Trump y Harris disputan al milímetro
Los estudios sobre la ultraderecha destacan 3 factores o dimensiones de riesgo: cultural, económica y social.
Aquí una revisión y un ejemplo para el caso español: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8844620