Sabor a fracaso (y a extinción) en la recta final de la Cumbre del Clima de Katowice

La propuesta de acuerdo lanzada en la mañana del viernes por la presidencia de la COP24 queda muy lejos de cumplir un mínimo de compromisos con el problema del cambio climático. Las organizaciones sociales llaman a la rebelión si la comunidad internacional no afronta sus responsabilidades.

cop24 protest
Protesta este viernes en la COP24. Foto: Climate Action Network

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com

14 dic 2018 16:46

“¿Qué queremos? ¡Justicia climática! ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora!”. Con esta proclama representantes de todas las organizaciones de la sociedad civil, llegados de todo el planeta y encabezados por la Plataforma de Pueblos Indígenas, protagonizaban a mediodía de este viernes 14 de diciembre una sentada de protesta a las puertas del plenario en el que los líderes globales —con ausencias tan sonadas como las de las canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron— pretendían desatascar las negociaciones de la XXIV Conferencia de las Partes sobre el cambio climático (COP24).

La cumbre, vital para la supervivencia de la vida en un planeta que ya ha sobrepasado el grado centígrado de calentamiento respecto a los niveles preindustriales y que tenía el mandato de cerrar el reglameno de los Acuerdos de París, podría aumentar su duración, ya que estaba previsto que finalizase este viernes pero debido a la falta de acuerdos sustanciales, las negociaciones a contrarreloj de los últimos días dejaban la puerta abierta a que se extendiese al fin de semana.

El cabreo por la oportunidad perdida llegaba también de jefaturas del estado. “No estamos preparados para morir, y si continuamos con la tendencia actual no sobreviviremos. Representamos a un número de naciones que enfrentan su extinción”. Así respondían la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine, y el presidente de Maldivas, Ibrahim Mohamed Solih, a la propuesta de resolución final emitida por la presidencia de la cumbre, un texto que deja fuera las pérdidas de territorios debidas al cambio climático, ya sean islas que quedan bajo el océano o áreas territoriales que sucumben a la desertización y otros procesos degenerativos del ecosistema.

“Da sensación de hastío ver que los temas no avanzan cuando tenían que avanzar, y que dan una patada hacia adelante cuando sabemos que nos quedan doce años para reducir la emisiones a la mitad”, señala al respecto del texto Alejandro González, responsable de cambio climático de Inspiraction. “Queda claro que quedan muchas cosas pendientes”, apunta por su parte Javier Andaluz, coordinador de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, desde Katowice. Tal como denuncia González, “en un texto de 144 páginas nos hemos encontrado todo el reglamento de París y unas consideraciones de mitigación y financiación que no nos han gustado nada”.

Decepción

Uno de los puntos clave en los que la cumbre ha fracasado ha sido la no adopción de las conclusiones del último informe del Grupo de Expertos Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), que expone por un lado la necesidad de incrementar drásticamente los esfuerzos para frenar el calentamiento global y, por otro, la catastrófica situación que implicaría llegar a un aumento de 2ºC sobre los niveles preindustriales comparada con un incremento de 1,5ºC. “Es algo bastante decepcionante, porque el documento lo que hace es dejar a la mínima expresión el informe del IPCC y le quita cualquier carácter vinculante o de obligado cumplimiento”, lamenta Andaluz. Adiós a la adopción por parte de la Comunidad internacional la reducción de las gigatoneladas de CO2 equivalente a una cifra en torno a 25 o 30 gigatoneladas anuales, como pide la comunidad científica.

El llamado Diálogo de Talanoa —el proceso por el cual los países buscaban aumentar la ambición climática y sus compromisos para reducir el calentamiento— tampoco sale bien parado. “El plenario de Talanoa se ha cerrado sin una respuesta clara sobre cómo se incrementarán los compromisos de los países para cumplir los objetivos del Acuerdo de París”, denuncian desde Ecologistas en Acción. “Al igual que con el informe del IPCC, queda reducido básicamente a un párrafo”, explica Andaluz.

“A pesar de que nos quedan solo unos años para reducir a la mitad las emisiones, más allá de las conversaciones oficiales no se ha reflejado ese esfuerzo por aumentar la ambición”, añade el responsable de Inspiraction.

Sin financiación

El capítulo referido a la financiación de todo el proceso de transición ecológica que las naciones del mundo deberían adoptar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) tampoco parece que vaya a cumplir unos mínimos en Katowice. Como señala González, “sigue habiendo una cifra arbitraria para el Fondo Verde para el Clima —principal instrumento económico para la lucha contra el cambio climático— encima de la mesa, de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020, que ni siquiera se ha capitalizado ni el 10% desde 2009”. Sí ve el experto algún avance en el Fondo de Adaptación, con “cierta capacidad de mejora respecto a lo que teníamos”, aunque con “cierta confusión con el tipo de transferencia de economía que se puede hacer”.

“No queda claro cómo se van a repartir todos esos créditos de carbono que se heredaban del protocolo de Kyoto, con lo cual vuelven los mecanismos de desarrollo limpio dentro del texto de Naciones Unidas, heredados de los mecanismos de desarrollo limpio que se habían definido en Kyoto pero sin evitar dobles contabilidades o que los países computen dos veces reducciones que solo se han reducido una única vez”, añade por su parte Andaluz.

El último plenario general de la COP24 está previsto para las 19 horas de este viernes. Las organizaciones sociales presentes en la cumbre han lanzado un mensaje claro: si las conclusiones finales no mejoran el documento presentado esta misma mañana y la cumbre no consigue lograr sus objetivos llamaran a la rebelión. “La frase más oída es rise up (álzate). Si la comunidad internacional, especialmente Naciones Unidas, no es capaz de afrontar este reto, nos levantaremos en exigencia de que el poder debe regresar a las personas y echar así a los grandes contaminadores, tanto países como empresas, de estos marcos de negociación”, advierte el coordinador de Ecologistas en Acción.

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