Consumo
Pobrecitos los pobrecitos

Es evidente la relación directa entre el abaratamiento de los productos con la precarización de nuestras vidas. La producción de bienes y servicios tienen un valor que estamos despreciando convirtiéndonos en verdugos de millones de personas y en víctimas de nosotras mismas. 

Black Friday 2
Publicidad del Black Friday en una tienda de productos deportivos Álvaro Minguito
Juan Mari Arazuri
12 dic 2017 11:45

Vivimos imbuidos por el espíritu del beneficio. No el infinito beneficio empresarial, tan reprobable en cuanto más palpable se hace la miseria por todos los rincones del planeta, sino el beneficio económico personal, ese que se lleva por delante cualquier mecanismo crítico —si es que nos queda algo de eso—, a la hora de enfrentarnos al consumo. Si es barato lo compro, y si lo puedo conseguir más barato, aún a costa de desplazamientos y molestias varias, no dudaré en hacer frente a las adversidades para conseguir mi objetivo. La oferta, el low cost, el chollo que no puedes dejar pasar, se ha convertido en el caballo de troya a través del cual llegaremos con un carro lleno de objetos inútiles y una enorme sonrisa a ser testigos de nuestra propia extinción.

El otro día hablaba en familia sobre la relación entre consumismo y explotación, a colación de unas ropas que habían comprado y que mis hijos no necesitaban. Ante el irrechazable precio que tenían unas camisetas —6 euros por unidad—, entablamos una discusión sobre las condiciones de explotación necesarias para que nosotras pudiésemos comprar a precios tan asequibles. Todos los presentes en esa discusión conocíamos la situación real de explotación laboral que sufren las personas que confeccionan esas prendas, pero un par de las reflexiones me dejaron tieso: “Es que igual sin esos dos euros se morirían de hambre”. Poco menos les hacemos un favor. Y la otra: “El mundo es así y no se puede hacer nada”.

Zara, Kiabi, Decathlon y muchas otras empresas practican la explotación laboral en todo el mundo. Sin embargo, son lugares que siempre están “a reventar” de público. Los que lo hacemos somos gente corriente, que protesta en las comidas familiares y de amigos contra la precariedad imperante pero que en busca de nuestro beneficio económico, optamos por atornillar una situación de absoluta injusticia, afectando de manera directa a otros y a nosotras mismas. Horarios de 10h a 22h, salarios de miseria, festivos abiertos, black fridays, bacanales nocturnas de consumo… y acudimos en tropel.

La oferta, el low cost, el chollo que no puedes dejar pasar, se ha convertido en el caballo de troya a través del cual llegaremos con una enorme sonrisa a ser testigos de nuestra propia extinción

En Bangladesh, por ejemplo, 223.000 personas trabajan indirectamente para Inditex. Amancio se forra con el margen comercial que obtiene y nosotras, tiramos cada seis meses ropa al contenedor porque “por esos precios, puedes comprar mucha más”. Siempre de estreno, una maravilla. Eso sí, “¡pobres mujeres que murieron sepultadas! ¡No hay derecho!".

Con la tecnología ocurre lo mismo. Para la elaboración de baterías (microelectrónica en general) se necesita coltán. Móviles; relojes que te cuentan los pasos, sirven de teléfono e informan de las horas de sueño profundo; gps, ordenadores, tabletas... Todas conocemos las condiciones en las que miles de criaturas —entre 6 y 9 años— sobreviven rascando las paredes de minas, y cuántas de ellas mueren sepultadas o viven en régimen de esclavitud. Pero, ¿cuál fue el último aparato electrónico que llevamos a arreglar a algún servicio técnico? Ninguno. Los sustituimos porque con lo que cuesta la reparación te compras uno nuevo. “Pobres niños que explotan las mafias, ¡No hay derecho!".

Lo hacemos con todo, incluidos los recursos naturales, aunque en nuestros hogares optemos por la salvación moral a través de la clasificación de residuos, concienciados con su importancia, mientras no tenemos reparo en los beneficios que nos reportan las deslocalizaciones de nuestras industrias más contaminantes a otros puntos del planeta, como no, los lugares más miserables. Todo sea por mantener unos precios asequibles. Los científicos lo tienen claro y han disparado la alarma: la sardina del Atlántico está en situación crítica y debe suspenderse su pesca para salvar a la especie. La advertencia ilustra cómo se explotan los recursos marinos hasta llevarlos al borde del precipicio. El Gobierno de España niega el aviso científico y pretende que se mantenga cierto nivel de capturas. En Mercadona, siempre lleno, la sardina está a 3,50 euros/kg. Pero los pescadores, ¿qué cobrarán por kilo? Mi frigo, entretanto, lleno de sardinas. Pobrecitos pescadores... y ¡pobrecitas sardinas!

Estos son ejemplos, simples si se quiere, en los que nos reconocemos en mayor o menor medida porque el consumismo nos atañe a todas. Nuestros niveles de consumo son absolutamente desmedidos y no basta con ser conscientes, que ya sería un paso, sino que debemos descabalgarnos de esta locura, aunque no sé si queremos hacerlo. No necesitamos ni tantas cosas, ni tan baratas. La producción de bienes y servicios tienen un valor que estamos despreciando convirtiéndonos en verdugos de millones de personas y en víctimas de nosotras mismas. Es evidente la relación directa entre el abaratamiento de los productos con la precarización de nuestras vidas. Si cada vez acortamos más la vida de las cosas que utilizamos, queremos comprar más y renovar antes, y lo queremos hacer a precios más accesibles, seguiremos viviendo sobre las vidas de muchas personas. Ni qué decir tiene que llevamos más allá del límite la explotación del ecosistema del que depende nuestra supervivencia por más que, una vez al año, acudamos en bicicleta a celebrar el “día sin coches”. Parece no importarnos nada a pesar de darnos pena todo. Darnos pena no nos compromete a nada, así que... ¡pobrecitos los pobrecitos! ¡pobrecitas de nosotras!

Archivado en: Economía Hordago Consumo
Sobre este blog
Este espacio pretende dar cabida a la reflexión y al análisis en torno a los derechos sociales y laborales, desde la perspectiva de la precariedad que va invadiendo todas las esferas de nuestras vidas. La espiral, con sus dos sentidos. Por un lado el que nos hunde, desde la precariedad y el paro hacia la exclusión. Por otro lado, el inverso, el cual, desde el rescate, la creación de redes y los logros parciales nos puede llevar a una dinámica ascendente. Nuestro espacio geográfico natural es Nafarroa, lugar desde el que queremos mirar al resto del planeta de forma global.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Culturas
Opinión Macrofestivales o la romantización del hiperconsumo
No hay macrofestival ético, del mismo modo que no hay banco que piense en las personas. La forma de construir relaciones sociales, así como el lugar desde donde estas se producen son importantes.
Industria textil
Industria textil #Tirandodelhilo: la industria textil al descubierto
Comprar ropa se ha convertido en un gesto automático, pero detrás de cada prenda barata se esconde una realidad marcada por la explotación laboral, la violencia de género y el deterioro ambiental.
Airbnb
Pisos turísticos Consumo abre expedientes sancionadores a gestoras de pisos turísticos
El ministerio de Pablo Bustinduy incoa expedientes sancionadores a empresas que administran muchos pisos por prácticas comerciales desleales.
Juan
16/12/2017 10:53

Excelente artículo, excelentes y necesarias reflexiones.
Su lectura es especialmente recomendable en estas fechas de consumo enloquecido.
Gracias.

0
0
ASIER
12/12/2017 22:16

paralelamente, nuestra capacidad de satisfacer las necesidades básicas, tanto individual como colectivamente, merma alarmantemente. Antes pronto que tarde,hay que empezar a funcionar con lo que nos rodea y de manera sostenible, volver a lo básico,por que nos estamos cargando los pasos intermedios que hemos desarrollado durante miles de años, a nivel de conocimientos y tecnología,

6
0
Sobre este blog
Este espacio pretende dar cabida a la reflexión y al análisis en torno a los derechos sociales y laborales, desde la perspectiva de la precariedad que va invadiendo todas las esferas de nuestras vidas. La espiral, con sus dos sentidos. Por un lado el que nos hunde, desde la precariedad y el paro hacia la exclusión. Por otro lado, el inverso, el cual, desde el rescate, la creación de redes y los logros parciales nos puede llevar a una dinámica ascendente. Nuestro espacio geográfico natural es Nafarroa, lugar desde el que queremos mirar al resto del planeta de forma global.
Ver todas las entradas
Altri
Economía Social Por qué Galicia no necesita Altri, o cómo la economía local y solidaria actúa de escudo
Galicia es el ejemplo más visible de lo que ocurre cuando la megaindustria se topa con un tejido productivo y social fuerte: un escudo. Las zonas despobladas corren peor suerte ante la amenaza de eólicos, solares o macrogranjas.
Genocidio
Genocidio Israel mata a 153 personas en 24 horas mientras se prepara para su lavado de cara anual en Eurovisión
Se cierra una de las semanas más mortíferas del año, en la que Israel ha bombardeado hospitales e infraestructuras civiles. La hambruna se extiende por el territorio de Gaza.
Historia
Ocio y política Puy du Fou: la historia al servicio del relato reaccionario
Mientras en España el parque se posiciona dentro de la batalla cultural de la nueva derecha, en Reino Unido la propuesta de apertura de uno nuevo abre el debate sobre los vínculos del grupo Puy du Fou con Putin y la derecha europea.
Galicia
Pensamiento La incómoda libertad de pensamiento de Castelao
Este año se cumple el 75º aniversario del fallecimiento del artista e intelectual Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. El profesor Xoan Carlos Garrido ha investigado sobre la obra de esta figura clave de la historia de Galicia.
Portugal
Elecciones Portugal: derecha para todos los gustos
Todos los sondeos dan por segura una victoria conservadora en un país en el que los buenos datos económicos contrastan con salarios estancados y alquileres por las nubes.
Abusos a la infancia
Pau Lluc “La casa no es un lugar seguro para muchos niños y niñas”
Pau Lluc (Alboraia, 1974) sufrió violencia sexual cuando era pequeña por parte de su padre. Asegura que necesitamos relatos para que la sociedad tome conciencia de que ella no es la excepción.
Rumanía
Rumanía Simion y Dan se disputan la presidencia en unas elecciones que definirán la crisis del europeísmo en el país
El ultranacionalista George Simion y el proeuropeo Nicușor Dan se enfrentan este domingo a la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Rumanía, tras la anulación de las elecciones de noviembre.
València
València El peaje de Vox para apoyar las cuentas de Mazón
La ultraderecha aprovecha la debilidad política del president para imponer más recortes en áreas como memoria democrática, emergencia climática, lengua propia o migración, entre otras.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
LGTBIAQ+
Petición Una iniciativa europea para prohibir las terapias de conversión necesita 100.000 firmas
La iniciativa ha conseguido ya casi 900.000, pero necesita llegar al millón antes de este sábado. En las últimas horas se han conseguido hasta 200.000 firmas.
La vida y ya
La vida y ya Ganas de saber más
Una de ellas dice: “Son muchos”, y se queda callada con la mirada puesta en unas piedras. Después, cuando nos alejamos del lugar, se acerca al profesor de historia. Tiene ganas de saber más.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio Del abuso de poder y protestas contra las celulosas
VV.AA.
La Asociación de Terapia Gestalt expulsa a un centro de su red y cientos de gallegos salen en protesta contra Altri y la mina de Touro
Gobierno de coalición
Reducción de jornada Yolanda Díaz apuesta todo a quebrar el ‘no’ de Junts mientras el PSOE mira de lejos
Desde el PSOE y también en Sumar aseguran que el sprint final de la negociación con Junts está a cargo de la vicepresidenta, que se muestra optimista. Los socialistas, entre la equidistancia y el interés electoral.
Comunidad de Madrid
Huertopías Ecourbanismo o cómo combatir la crisis climática en las ciudades y desde lo comunitario
En los últimos años han ido floreciendo, en su mayoría desde organizaciones de base anticapitalista, numerosos proyectos sociales basados en la agricultura urbana. Todos ellos ofrecen alternativas sostenibles y cooperativas frente al sistema actual.
Pensiones
Pensiones Europa considera que el complemento a las pensiones contra la brecha de género sigue siendo discriminatorio
La Seguridad Social asegura que los pensionistas seguirán recibiendo el plus y CCOO propone estudiar urgentemente medidas alternativas ante la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Recomendadas

Culturas
Cultura As Letras Galegas e a pregunta pendente: que tradición queremos?
Baixo o lema “De ser BIC, non así”, colectivos e persoas vinculadas á cultura tradicional galega reclamaron transparencia, coidado e participación nun proceso que, neste Día das Letras Galegas, convida á reflexión.