En saco roto (textos de ficción)
Cloro

Cuando lo comunicaron en casa, obtuvieron la respuesta prevista: competir no era obligatorio; si querían, podían dejarlo.
Javier de Frutos
5 mar 2023 06:00

Las tardes de los martes y los jueves iban a natación. El camino desde el colegio hasta la piscina era un sendero sin nombre entre descampados y solares. Solo al final del recorrido aparecía un momento de emoción: el puente que cruzaba la autopista. Entonces, los dos hermanos jugaban a tratar de pasar aquel puente como si los coches que circulaban por debajo fueran flechas lanzadas por un enemigo imaginario. No era fácil cruzar esquivando aquellos automóviles con prisas por llegar a casa. No era fácil elegir el momento preciso para correr, para detenerse y para volver a correr. En todo caso, una vez llegados al otro lado del puente, los hermanos siempre discutían sobre si un coche —una flecha— había impactado en uno de ellos o no. No se ponían nunca de acuerdo y continuaban el camino para no llegar tarde.

Odiaban la piscina con moderación. Dicho de otro modo: sabían que era un peaje obligatorio porque era un deporte muy completo y era muy bueno tener seguridad en el agua. O al menos eso les habían dicho sus padres. Nadaban despacio, pero con buen estilo. Contaban cada minuto desde que entraban en el pabellón acristalado con olor a cloro hasta que lo abandonaban para refugiarse en el vestuario y en el bocadillo envuelto en papel aluminio. Cuarenta y cinco minutos: largos libres de calentamiento y luego diez a crol, diez a braza, diez a espalda e incluso dos a mariposa. “Más que mariposas parecéis polillas”, dijo una vez uno de los monitores… y nadie se rio. Diez respiraciones y vuelta a empezar. Diez a crol, diez a braza, diez a espalda, dos a mariposa.

Pasaban los años y allí seguían: esquivando los coches que pasaban bajo el puente, esquivando a los nadadores más veloces y esquivando los comentarios del vestuario. Los coches cada vez eran más numerosos, los nadadores cada vez más rápidos y los comentarios escondían una malicia que a veces no sabían descifrar

¿Cuándo terminaría aquella disciplina de los martes y jueves? No estaban seguros. Pasaban los años y allí seguían: esquivando los coches que pasaban bajo el puente, esquivando a los nadadores más veloces y esquivando los comentarios del vestuario. Los coches cada vez eran más numerosos, los nadadores cada vez más rápidos y los comentarios escondían una malicia que a veces no sabían descifrar. Los hermanos siempre estaban juntos y esa cercanía, esa unión, también concitaba bromas alargadas, sombras que nadaban entre ellos y el olor del cloro.

Siguieron pasando los años y el cloro adquirió un nuevo significado. Se convirtió en un elemento de la tabla periódica. Hidrógeno, litio, sodio, potasio. Y casi al final de aquella retahíla resonaban con fuerza el flúor, el cloro, el bromo, el yodo y el astato. Mientras nadaban de espalda tratando de no perder la línea recta, repetían aquella cantinela. Y, en alguna tarde de invierno difícil de olvidar, crol, braza, espalda y mariposa parecían también elementos de una tabla periódica. Y flúor, cloro, bromo, yodo y astato, los nuevos estilos natatorios que había traído al sur del continente aquel bendito campeonato de natación que nos situó en las puertas de la modernidad.

Cada historia tiene su pequeña historia. Aquellos campeonatos acuáticos retransmitidos por televisión volvieron populares los deportes de la piscina. Unos meses después de su celebración, cuando en septiembre llegó el periodo de las inscripciones, una estupenda fila daba la vuelta al recinto. Se había producido el milagro que lo popular. Cientos de niños querían nadar a gran velocidad, jugar al waterpolo e incluso saltar del trampolín. Los hermanos respiraron aliviados, sonrieron y dejaron que los acontecimientos se precipitasen. Como eran alumnos con una consolidada trayectoria, alguien tuvo la idea de facilitarles la inscripción. Fue un contratiempo menor. Su buen estilo los situó en el grupo más avanzado: nivel cuatro. Después de aquel nivel comenzaba el curso de iniciación a la competición.

Duraron dos semanas, tal vez tres. Los dos hermanos, con su buen estilo y su ritmo lento, dificultaban el avance de los que estaban ansiosos por competir. Por fin llegó el día que aún hoy no han olvidado. Un jueves de octubre, el monitor, al término de la clase, les comunicó que la semana siguiente estarían en iniciación a la competición. No dieron saltos de alegría para no resbalar. Agradecieron la información y se retiraron. Sabían que era su último día en la piscina. En efecto, cuando lo comunicaron en casa, obtuvieron la respuesta prevista: competir no era obligatorio; si querían, podían dejarlo.

Lo dejaron sin remordimientos. Y aún hoy, muchos años después, disfrutan nadando con deliberada lentitud. Alguna vez, al nadar de espalda, repiten: flúor, cloro, bromo, yodo y astato.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Basalto
Y entonces, como si aquella situación solo pudiera resolverse con un gesto que le pusiera fin, él alzó poco a poco la mano derecha y, señalando con el dedo índice el dibujo de la roca con forma de rostro, dijo: “Basalto”.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Viajante
Solo en el último catálogo surgía la esperada sorpresa, el objeto de edición limitada que ofrecía a personas de confianza, a quienes le unía un nexo, decía, más allá del mero vínculo comercial.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Un grano de arroz
Cuando acabó con el dibujo en uno de los lados, giró el grano de arroz y ejecutó dos movimientos muy rápidos como si no quisiera perder la inspiración.
Gasto militar
Industria militar Europa y su alternativa a Trump: aumentar el gasto militar
La Comisión Europea anuncia el aumento del gasto militar en 800.000 millones de euros. "Estamos en una era de rearme”, dice la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen.
Granada
8 de marzo Diez mujeres que dan la cara por Granada
Marta, Roxana, Margarita, Olalla, Silvia, Lola, Saskia, Laura, Loli y Bethlehem son las voces visibles de algunas de las muchas luchas sociales, medioambientales y en defensa de los derechos humanos que se libran en Granada
8 de marzo
Mapa del 8M Mapa | El 8M se acerca a las mil convocatorias
La jornada del miércoles cerró con un total de 935 convocatorias. Las autoras del mapa detectan cómo algunos colectivos se disuelven y las instituciones absorben parte de los actos.
Arte
Arte La reivindicación de María Magdalena como acto político, poético y social de la artista Marina Vargas
‘Revelaciones’ es la exposición más grande de la artista granadina Marina Vargas, una de las representantes más relevantes del arte español, que combate la invisibilidad de las mujeres.

Últimas

República Democrática del Congo
África Claves para entender la guerra en la República Democrática del Congo, más allá de sus recursos
El análisis de este conflicto se ha centrado en la avaricia de estos actores armados ante las riquezas congolesas, obviando e invisibilizando el resto de cuestiones en la génesis de este complejo conflicto.
Opinión
Opinión La liberación según Margaret Thatcher
El debate sobre el velo no es un debate sobre el velo sino un ejercicio de poder, un abuso del mismo, una demostración de quién manda aquí, de quién tiene derecho a opinar sobre todo y quién no tiene derecho a hablar.
Opinión
Defensa del territorio La indefensión ante el caos de un territorio en lucha
Araba enfrenta la tormenta perfecta de las renovables con un modelo que prioriza el beneficio económico sobre la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar Trump no reconoce el esfuerzo en gasto militar que sí han hecho Europa y Canadá
Los socios europeos de la OTAN y Canadá no han dejado de elevar su gasto militar, gastando ahora un 70% más que hace una década.
Fronteras
Fronteras PSOE y Junts no tienen los números para su acuerdo de gestión policial de la migración en Catalunya
Junts pretende asociar la concesión de permisos al conocimiento del catalán, algo que no aparece explícitamente en el acuerdo. El entendimiento para la cesión de competencias en materia de fronteras tiene por delante un tortuoso recorrido.
Carlos Mazón
València Nubarrones a la vista en el horizonte de Carlos Mazón
La instrucción judicial de la jueza de Catarroja, la presión popular en la calle y el ruido interno hostigan al president de la Generalitat.

Recomendadas

Culturas
Sandra Cendal “No miramos lo que hacen las grandes editoriales porque no jugamos en esa liga”
La editora de Continta me tienes habla de los diez años de la colección ‘(h)amor’, de consolidarse como editorial desde los márgenes y del “tsunami” que viene de la mano del fascismo.
Música
Jaume Sisa “Llegar a ser tú la obra de arte es el ideal más bello que pueda existir”
Asegura que hace mucho tiempo que decidió no celebrar nada, pero el cantautor galáctico Jaume Sisa está de cumpleaños: su disco ‘Qualsevol nit pot sortir el sol’ ha alcanzado el medio siglo.
Madrid
Madrid Inquilinas despliegan decenas de piquetes para ampliar la lucha antirrentista e impulsar huelgas de alquileres
Estos grupos agitativos territoriales, que se mantendrán a lo largo de los próximos meses, se han distribuido por distritos y barrios de Madrid como Villaverde, Lucero, Vallecas o Leganés.