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Elecciones autonómicas
El PP consigue mayoría absoluta, las izquierdas merman su representación y Cs desaparece
El líder de los populares comenzó la campaña diciendo que aspiraba a alcanzar una amplia mayoría y con el transcurso de los días —y de los sondeos— iba afianzando su apuesta por un gobierno en solitario. Incluso amenazó con repetir la convocatoria electoral si las cifras no le daban. Las encuestas, sin embargo, apuntaban a una victoria no tan abultada y Vox se veía como pieza clave, que se sumaría al gobierno para “empujar”, repitió Macarena Olona. Finalmente, no le hará falta: de 26 escaños pasa a una holgada mayoría absoluta de 58, unas cifras que antes de la anterior legislatura hubieran sido impensables para el PP de Andalucía.
Su socio de gobierno, Cs, es el peor parado en estos comicios. Ni siquiera ha conseguido el escaño que los sondeos le auguraban. El líder de los naranjas, Juan Marín, explicó en reiteradas ocasiones que los malos datos que anunciaban las encuestas se debían a que el PP se había dedicado a hacer publicidad durante la legislatura gobernada a medias, mientras que en Ciudadanos habían destinado todos sus esfuerzos a gestionar. Una tirita con la que tapaba la herida que preveía en estos comicios; una herida por la que finalmente los naranjas se han desangrado. Tanto, que Juan Marín no ha esperado ni siquiera que pase la noche electoral para comunicar que dimite de todos los cargos en su partido.
Andalucía
De 21 a cero escaños Ciudadanos se queda sin representación cuatro años después de abrir la puerta al PP en Andalucía
El PSOE no gana las elecciones. Es la segunda vez que sucede en la historia democrática de Andalucía. De los 33 escaños que en 2018 le dieron la victoria —aunque no fue suficiente para gobernar— a los 30 actuales. Juan Espadas, que se estrenaba como candidato a la presidencia de la Junta tras la pugna con Susana Díaz, ha culpado de los malos resultados a la baja participación electoral. Ha aludido a la “maquinaria de propaganda” de la Junta como una de las claves de los resultados y ha reconocido su fracaso para “movilizar al electorado”. De cara a la legislatura que se abre, ha anunciado su disposición a “hacer una oposición de Estado”.
A la izquierda del PSOE, la división de Adelante Andalucía en dos formaciones hace que la aritmética electoral perjudique a ambas. La ruptura durante la legislatura y las pullas en campaña han alejado al electorado más de izquierdas de dos candidaturas que se parecen demasiado y, sin embargo, se empeñan en evidenciar sus diferencias. De los 17 escaños que consiguieron de forma conjunta en las elecciones de diciembre de 2018, han pasado a 7 en total: 5 para Por Andalucía, y 2 para Adelante Andalucía. La candidata Inmaculada Nieto reconocía que no era un buen resultado electoral y ponía el acento en la falta de unidad. En ese sentido acusaba a la formación de Teresa Rodríguez de haber roto esa unión provocando “destrozo” en las dos formaciones. Pero aseguraba que, a partir de aquí, Por Andalucía va a trabajar por ampliar su base.
Lo cierto es que su candidatura había conseguido lo que unos meses atrás habría resultado difícil: sumar el apoyo de la ministra Yolanda Díaz y el del líder de Más País, Iñigo Errejón. Unos apoyos que, sin embargo, no han sido suficientes para ilusionar y movilizar al electorado de izquierdas que ha visto con estupor las zancadillas que las dos candidaturas —Por Andalucía y Adelante Andalucía— se han puesto, dejando inservible el pacto de no agresión que reclamaban al comenzar la campaña.
Preguntada por cómo afectarían estos resultados a la futura candidatura de la ministra Yolanda Díaz, Inmaculada Nieto ha advertido de que no se pueden hacer lecturas estatales de estos resultados.
Por su parte, la candidata de Adelante, Teresa Rodríguez, ha señalado que la representación obtenida —de dos escaños— sirve para “inaugurar la semilla del andalucismo de izquierdas” en el Parlamento andaluz.
El consuelo para los partidos de izquierda es que Vox no llega al Gobierno. A pesar de todo, la formación de ultraderecha ha aumentado su representación en el Parlamento andaluz, pasando de 12 a 14 escaños, aunque se queda por debajo de lo que anunciaban los sondeos. Cuenta con la ventaja a largo plazo de no enfrentarse al desgaste de la gestión, pudiendo realizar una oposición de máximos en su argumentario. Ahora, habrá que ver si estos resultados convencen a la candidata a la presidencia, Macarena Olona, para quedarse en Andalucía haciendo oposición o vuelve a Madrid a seguir su carrera en el hemiciclo.
Desde los corrillos de Por Andalucía apuntaba en la noche electoral a que la subida desorbitada de los populares evidencia un error de estrategia en la izquierda, al centrar gran parte de la crítica en la extrema derecha, lo que ha permitido al PP recibir el voto del miedo. Tanto que, tras una campaña de perfil bajo y con más retórica que propuestas, el único satisfecho con los resultados es el PP de Moreno Bonilla.