Anarquismo
Malatesta y el antiparlamentarismo: ¿por qué no votan los anarquistas?

Uno de los referentes anarquistas italianos de finales del siglo XIX y principios del XX, como es Malatesta, muestra el porqué de esa oposición activa mantenida desde las posturas ácratas frente a las elecciones institucionales.
Errico Malatesta
Errico Malatesta hacia 1890
Graduada en Filosofía y Periodismo. Magíster en Crítica y Argumentación Filosófica.
22 mar 2023 09:27

En cuanto se acerca un periodo electoral, ya sea estatal, autonómico o municipal, siempre hay un sector de la izquierda militante que saca a relucir lemas antiparlamentarios y/o carteles llamando a una abstención activa. Esta recurrente situación no deja de generar muchas tensiones entre los diferentes colectivos socialistas, lo que ya lleva ocurriendo desde que se instauró este mecanismo “democrático”. Por esto las reflexiones de Errico Malatesta en torno a esta cuestión siguen teniendo vigencia.

A finales del siglo XIX, el anarquista italiano se vio inmerso en una polémica acerca de las elecciones con Saverio Merlino, un antiguo compañero suyo. Esta discusión se desarrolló en 1897 por medio de artículos en diferentes periódicos del movimiento libertario italiano (como Il Messagero, Avanti! o L’Agitazione) en forma de debate. Se intercalaban las autorías mostrando cada cual su punto de vista, la argumentación personal y la contraargumentación pertinente. De esta manera se podría considerar como un diálogo pausado que proporciona al lector un gran abanico argumental para que llegue a sus propias conclusiones.

Este artículo se centra en la figura de Errico Malatesta y su correspondiente posición antiparlamentarista, aunque también se anima a revisar los argumentos de Merlino, puesto que señala algunos puntos interesantes para tener en cuenta.

No ceder el poder

Uno de los argumentos principales en la abstención activa es aquello de no ceder el poder, entendiendo que, al votar, se legitima el sistema que puede surgir de los resultados. Tanto si saliese algo “menos malo”, en el caso de que la gran parte de la izquierda democrática prescindiese de contribuir con su papeleta, como si no, el problema principal es que se consigue cierto sentimiento de realización de las responsabilidades. Esto es, se cumple con aquella función principal que se le atribuye al ciudadano en la democracia, su participación “activa”, entendiendo que con esto ya solo debe sentarse a ver cómo desempeñan las funciones sus representantes en el gobierno. El error al que induce esta dinámica lo señalaba también Malatesta: “Acostumbrar al pueblo a delegar en otros la conquista y la defensa de sus derechos, es el modo más seguro de dejar vía libre al arbitrio de sus gobernantes”.

Uno de los argumentos principales en la abstención activa es aquello de no ceder el poder, entendiendo que, al votar, se legitima el sistema que puede surgir de los resultados.

En esta línea, mientras se puede argumentar que es un parche “efectivo” para evitar el mal mayor, que no implica necesariamente la pasividad, sí que incluye cierta concepción de aceptación del medio de acción. Y en este caso se le opone una de las máximas ácratas que es la oposición al lema maquiavélico de que el fin justifica los medios, entendiendo que, en realidad, los medios, en cierta medida, definen el fin. En otras palabras, mientras que puede suponer un alivio momentáneo, simplemente como defensa frente a un mal mayor, vuelve a ser una contribución y fortalecimiento de esa herramienta sobre la que se basa el Estado. Es más, cuanta mayor participación electoral de la población, mayor es la legitimación de dicho sistema. Por otro lado, y en relación con esta cuestión, tampoco se garantizan los resultados deseados, puesto que se trata de una clara competición entre mayorías y minorías, y el número de personas que pueden estar de acuerdo con una opinión no la convierte necesariamente en óptima. Sobre todo, en los juegos políticos que incluyen el populismo, con su manipulación de datos y emociones, no se puede garantizar que la cantidad vaya de la mano con la calidad. Por tanto, que se imponga la mayoría no implica per se algo beneficioso para la sociedad; “el ceder de la minoría debe ser efecto de la libre voluntad, determinada por la conciencia de la necesidad; no debe ser un principio, una ley, que se aplica en todos los casos, incluso cuando no hay realmente necesidad. Y en esto consiste la diferencia entre la anarquía y un gobierno cualquiera”.

Por descontado se tiene que el anarquismo está en contra de las jerarquías que se establecen mediante el sistema actual, tanto con la monarquía como con la república, principalmente porque en ambos casos el poder queda en manos de un pequeño grupúsculo. A pesar de que la democracia significa etimológicamente que el poder es del pueblo, en su funcionamiento actual se mantiene en unas pequeñas cúpulas que son los partidos parlamentarios. Es por esta razón por la que el anarquista italiano sentencia rotundamente que lo “contrario a nuestros principios es el parlamentarismo, en todas sus formas y gradaciones. Consideramos que la lucha electoral y parlamentaria educa al parlamentarismo y termina por transformar en parlamentaristas a quienes la practican”.

Feminismos
La Emma Goldman nietzscheana: ¿un oxímoron para el feminismo?
La profundidad de las ideas nietzscheanas posibilita su influencia en figuras tan aparentemente contrarias como puede ser la anarcofeminista E. Goldman

Es más, en torno al asunto del poder, plantea unos interrogantes clave: “Si no aspiramos al poder, ¿por qué ayudar a quienes aspiran a él? Si no sabemos qué hacer con el poder, ¿qué harían los demás, sino ejercerlo en contra del pueblo?”. Retomando la cuestión de la representatividad, Malatesta defiende que los obreros no deben habituarse a delegar en otros sus intereses, sino que, al contrario, por medio de asociaciones de todo género, deberían practicar la regulación de sus propios asuntos. Esto tiene, sobre todo, una finalidad prospectiva, dado que entiende —y eso que en la época de la elaboración de estos artículos no había acontecido todavía la dictadura bolchevique— que, con esto, “cuando llegue la revolución nos negaremos a reconocer los nuevos gobiernos que traten de implantarse, no queremos darle a ninguno un mandato legislativo”, lo que necesariamente —observa— tiene que pasar por “que el pueblo tenga repugnancia a las elecciones, se niegue a delegar en otros la organización del nuevo estado de cosas, y que, más bien, se encuentre en la necesidad de actuar por sí mismo”.

Cabe matizar, en el intento de evitar malinterpretaciones, que cuando Errico Malatesta hace hincapié en la actuación del pueblo por sí mismo no se refiere a un individualismo que equivaldría a la máxima hobbesiana del estado de naturaleza, en el que cada hombre persigue intereses egoístas, pisando indiscriminadamente a los demás, sino, más bien, en la asociación comunitaria, sin personalismos. Contemplando también las críticas y señalaciones de utópico, se muestra tajante, por un lado, aceptando las imperfecciones que puede tener el ser humano en la sociedad actual, pero también defendiendo que las condiciones necesarias para la anarquía “están ya en los instintos sociales de los hombres [y mujeres] modernos”. Es decir, asume que el hombre no es un ser de luz, resolviendo que

“como remedio contra las malas tendencias de algunos y contra los intereses creados de otros no es un gobierno cualquiera, que al estar compuesto de hombres no puede sino inclinar la balanza de la parte de los intereses y de los gustos de quien está en el gobierno sino la libertad, que, cuando tiene por base la igualdad de condiciones, es la gran armonizadora de las relaciones humanas”.

En esta línea, viene su concepción personal de que “por la fuerza la anarquía no se hace: la fuerza puede y debe servir para abatir los obstáculos materiales, para poner al pueblo en condiciones de elegir libremente cómo quiere vivir, pero más no se puede hacer”. Una mezcla bastante peculiar entre idealismo y realismo.

Se razona principalmente (en esta discusión concreta desde la figura de Merlino) “como hacen los conservadores”; es decir, se “pone ante todo los inconvenientes, todos los conflictos posibles de la vida social y se sirve de ellos para calificar de imposibles y absurdos nuestros ideales, olvidando sin embargo decirnos cómo se reparan estos inconvenientes y estos conflictos en su sistema”. Se puede llegar a temer una guerra civil, o emplear este miedo como apaciguante de las masas, recurriendo de nuevo al mal menor; “¿pero qué es un régimen autoritario sino un estado de guerra en que una de las partes ha sido vencida y se encuentra sujeta?”.

Malatesta defiende que los obreros no deben habituarse a delegar en otros sus intereses, sino que, al contrario, por medio de asociaciones de todo género, deberían practicar la regulación de sus propios asuntos

El anarquismo no es de ninguna manera, especialmente en su comienzo, Arcadia o Eldorado, ningún libertario sostendría semejante afirmación: “Habrá por supuesto problemas y dificultades inherentes a la imperfección y al desacuerdo de los hombres; pero si hay una probabilidad de que los males sean menores que en cualquier régimen autoritario, esto me basta para ser anarquista”. Y así, Malatesta termina dictaminando que:

“El bienestar y la libertad de todos, la abolición de la tiranía y de la esclavitud no se pueden obtener sino cuando los hombres [y las mujeres] se esfuercen por armonizar sus intereses y se plieguen voluntariamente a las necesidades sociales. Y yo creo que, abolida la propiedad individual y el gobierno, está destruida la posibilidad de explotar y oprimir a los demás bajo la égida de las leyes y de la fuerza social, los hombres tendrán interés, y por tanto voluntad, de resolver los posibles conflictos pacíficamente, sin recurrir a la fuerza. Si esto no ocurriese, evidentemente la anarquía sería imposible; pero serían también imposibles la paz y la libertad”.

En la ideología libertaria se juega mucho con estos silogismos, con la búsqueda del mejor mundo posible, razonando que, si es factible establecer una comunidad en la que reine la libertad, suprimiendo los principales motivos de conflicto que, a su vez, termina fomentando mayor armonía social, que si esto es deseable y que estas condiciones y dinámicas son una encarnación del anarquismo, entonces la anarquía es la solución. Y si, en cambio, no es posible, entonces es que los propios atributos universalmente considerados como positivos y atribuidos al anarquismo son, a su vez, también imposibles. “La anarquía es, en un cierto sentido, el sistema experimental aplicado al arte de vivir civilmente”; entendiendo civil como parte de una comunidad y no propiamente ciudadano de un Estado.

Con todo lo expuesto, en resumidas cuentas, Malatesta señala una clara dicotomía, una incompatibilidad entre el parlamentarismo de cualquier tipo de Estado y la anarquía; “la diferencia sustancial es esta: autoridad o libertad; coacción o consentimiento; obligatoriedad o (perdónense los neologismos) voluntariedad”.

En conclusión, ¿por qué los anarquistas no votan? La respuesta clara de Errico Malatesta es que:

“El «derecho» electoral es el derecho de renuncia a los propios derechos y por tanto es contrario a nuestra finalidad; queremos que el pueblo se habitúe a combatir y a vencer directamente, con las propias fuerzas.

Se ha dicho que el derecho electoral es el derecho a elegir el propio patrón. En realidad, no es ni siquiera esto: es el derecho de competir por una parte mínima en la lista de una partecita del propio patrón y luego creerse soberano.

Nosotros que queremos que el pueblo sea soberano de verdad, tenemos el máximo interés en impedir que éste tome en serio una soberanía de mentirijillas y se conforme”.

Anarquismo
Emma Goldman: antimilitarismo y revolución
El antimilitarismo, como denuncia de los intereses que esconde el poder tras los conflictos bélicos, no convierte todo uso de la violencia en ilegítimo.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Andalucía
Andalucía María Jesús Montero, dispuesta a protagonizar el proyecto de reforzar el PSOE para las elecciones andaluzas
La ministra de Hacienda y vicepresidenta primera ha anunciado que se presentará a las primarias del PSOE-A para sacar a la formación regional de la crisis en la que se encuentra de cara a las elecciones en la comunidad en 2026
Opinión
Ascenso de la derecha Donald Trump, Javier Milei, Giorgia Meloni… en el Jardín del Profeta
Una amiga norteamericana me envía unas palabras muy sentidas sobre la última elección a la Casa Blanca en los Estados Unidos. Acompañan sus líneas un poema de Khalil Gibran, sacado de su obra “El jardín del profeta”, publicada en 1933, como continuac
Estados Unidos
Estados Unidos Directo | Trump será el presidente 47 de la historia de Estados Unidos
Sigue los resultados de las elecciones en Estados Unidos con El Salto Diario. Kamala Harris tratará de evitar un nuevo mandato del candidato republicano Donald Trump.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP solo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo no es una de ellas.
Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en ‘Excomunistas’ la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.

Últimas

China
Pulsos bajo el cielo Beijing rave: amor, unidad y respeto
Exploramos los entornos de la música electrónica underground en Beijing, donde los jóvenes siguen creando espacios y nuevas formas de relacionarse y entenderse
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Opinión
Derecho a la vivienda Cuando el cuñao eres tú: cinco bulos progresistas sobre la crisis de la vivienda
Ni la compraventa de vivienda la protagonizan los fondos ni las zonas tensionadas bajan los alquileres ni el PP es el único que no las aplica.
Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Carmen Fernández Gálvez: “El origen de la creatividad está en la naturaleza”
Carmen Fernández Gálvez (1979) nace en Vélez Málaga. Como mujer inquieta y curiosa decide realizar estudios de psicología. Su pasión por la cosmética natural y los remedios vegetales comenzó años más tarde.

Recomendadas

Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.
Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.
Sareb
Derecho a la vivienda Civio lleva a la Justicia a la Sareb para que revele cómo malvendió 10.000 viviendas protegidas
La Fundación Civio presenta un recurso contra el ‘banco malo’ por negar el derecho al acceso a la información sobre los compradores y el precio al que fueron vendidas 9.400 viviendas de protección pública.
Brasil
Ana Carolina Lourenço y Fabiana Pinto “Organizar la imaginación es la lucha de nuestro tiempo”
En la vanguardia de los movimientos que plantaron cara a la extrema derecha bolsonarista, las mujeres negras cuentan con una largo recorrido en la disputa política brasileña. Un libro recoge su genealogía y sus miradas para el futuro.