Opinión
Hacia una nueva cultura de la Tierra

“¿Cuánto tiempo podríamos vivir los seres humanos si el resto de los seres vivos desaparecieran?”, pregunta la profesora en clase. “Días”, dicen algunas de las alumnas. “Semanas”, dicen otras. Son muy pocas las que caen en la cuenta: segundos. “Sin la fotosíntesis no habría oxígeno en la atmósfera. Nuestra ecodependencia es tal que nuestra vida duraría apenas un minuto sin el resto de los seres vivos”, dice la profesora.
“¿Cuántas marcas de coche conocéis?”. La profesora escribe en la pizarra los 20 modelos que nombran los alumnos (más que las alumnas). “¿Cuántas especies de árboles conocéis?”. En este caso la lista queda reducida a tres.
La desconexión del alumnado con la naturaleza que nos sustenta refleja de manera directa la fantasía de emancipación que nuestra cultura ha venido construyendo. Con estos mimbres, educar en tiempos de una crisis ecológica y social como en la que hoy nos encontramos representa un reto para el profesorado que puede resultar abrumador.
La desconexión del alumnado con la naturaleza que nos sustenta refleja de manera directa la fantasía de emancipación que nuestra cultura ha venido construyendo
No solo es de vital importancia que el alumnado conozca nuestra naturaleza ecodependiente y la amenaza sobre la biodiversidad que existe actualmente, sino que es crucial que pueda darse cuenta de la emergencia climática en la que nos encontramos, del agotamiento de recursos energéticos y materiales, o de la saturación de los sumideros naturales por la contaminación de suelos, aire y aguas. Además, para conocer bien el momento civilizatorio actual, se hace necesario comprender procesos como las crisis de refugiados y el aumento de los conflictos armados conectados con el agravamiento de las desigualdades y la creciente escasez de recursos.
La labor del profesorado es crucial para la formación de las nuevas generaciones. Educar es una mediación entre el mundo y la niña; una mediación enfocada en que la niña adquiera los conocimientos y herramientas necesarias para habitar el mundo actual y el que está por venir. Cómo transmitir a nuestro alumnado las múltiples consecuencias que tiene en nuestras vidas el modelo económico depredador y desigual que rige el mundo actual es una tarea importantísima en el momento histórico en el que nos encontramos. Necesitamos que las nuevas generaciones sean conscientes de que nuestra cultura es suicida y que debemos cambiar muchos de los paradigmas que nos vienen dados.
¿Cómo dar la talla ante semejante responsabilidad? Los profesores y profesoras, además, nos encontramos la mayoría de veces saturados por las ratios, la burocracia que se nos exige y el día a día en el aula que nos deja poco tiempo a la formación o a la creación de materiales propios actualizados. Por otro lado, a veces puede resultar inquietante hablar con el alumnado de temas tan complejos por miedo a caer en el derrotismo o en el alarmismo inmovilizante.
Desde Ecologistas en Acción ponemos a disposición del profesorado de primaria y secundaria una propuesta, la Nueva Cultura de la Tierra, que asume el reto de resumir el cambio cultural que necesitamos para frenar la tendencia ecocida y de injusticia social actual. En ocasiones, la manera de abordar este giro urgente y necesario parte de temas concretos como la gestión de residuos, o hasta de corrientes filosóficas como el ecofeminismo, que pueden no entenderse si aparecen de forma aislada. Ante esta compleja abundancia, saturación o descontextualización informativa, hemos tenido el atrevimiento de querer sintetizar las cuestiones más relevantes y expresarlas en siete ideas clave. La Nueva Cultura de la Tierra no es, sin embargo, una lista de problemas y soluciones, sino un cambio de perspectiva, unas gafas nuevas con las que mirar al mundo, una herramienta para cuestionar las ideas y prácticas que nos mantienen enganchadas a esta cultura que no tiene en cuenta nuestra naturaleza ecodependiente e interdependiente
Para traducir estas ideas a propuestas que plantear en el aula hemos diseñado unos materiales educativos para diferentes niveles. Estos materiales se encuentran enmarcados dentro de la ley educativa LOMLOE tanto en los saberes que trabaja como en el enfoque competencial que plantea. La nueva ley educativa representa un modesto avance, pues introduce muchos saberes y competencias relacionados directamente con la agenda ecosocial. Sin embargo, los materiales ofertados por las principales editoriales siguen estancados en contenidos específicos, atomizados y desapegados de la realidad social y ambiental en la que nos encontramos.
Los materiales de la Nueva Cultura de la Tierra son nuestra pequeña aportación a la transformación de los cimientos culturales sobre los que levantar el futuro
Es por ello que nos parece de gran valor que el profesorado pueda contar con un material educativo ubicado en la ley vigente, y que pueda trabajar contenidos con una perspectiva ecosocial que permita profundizar en las causas y consecuencias de esta crisis, pero que también dibuje las posibles alternativas urgentes y necesarias. Y todo ello lo hace de una manera sencilla pero competencial, ajustándose a la nueva mirada educativa, con una perspectiva científica a la hora de analizar los datos y tendencias de los impactos de la acción humana sobre el planeta, y con una mirada de justicia social y ambiental para comprender las desigualdades actuales.
Cómo conectar con las preocupaciones reales de nuestros alumnos y alumnas y hacerles conscientes a su vez de la vulnerabilidad de las vidas humanas y no humanas que les rodean es una tarea compleja, pero central en ese mediar que nos corresponde al profesorado entre el alumnado y el mundo.
Los materiales de la Nueva Cultura de la Tierra son nuestra pequeña aportación a la transformación de los cimientos culturales sobre los que levantar el futuro, a buen seguro complejo e incierto, pero también repleto de oportunidades.
Relacionadas
Asturias
Las Seis de la Suiza consiguen el tercer grado penitenciario a la espera del indulto prometido por el Gobierno
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Portugal
La derecha y la extrema derecha portuguesas acuerdan una ley antimigrantes sin precedentes
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Opinión
Nunca es tarde: sobre justicia transicional y régimen colonial español en el Franquismo
Euskal Herria
La transferencia a Euskadi de los subsidios de desempleo se atasca
Incendios
El vecindario de la Cañada responsabiliza del incendio a Ayuso y denuncia la actuación de Emergencias
Grecia
Grecia muestra su peor cara ante el aumento de llegadas de personas migrantes a Creta
Torrejón de Ardoz
Torrejón clama justicia por Abderrahim un mes después de que muriera asfixiado por un policía de Madrid
Palestina
El ataque de Israel a una iglesia indigna al Gobierno francés, que sigue sin hacer nada contra el genocidio
Últimas
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Cómic
Simon Hanselmann y el arte de lo obsceno
Región de Murcia
Más de mil organizaciones piden que se castiguen los discursos de odio que incentivan las agresiones racistas
El Salto Radio
Yupanqui, la música en colectivo
Región de Murcia
Bulos y algaradas: la estrategia internacional para promocionar el supremacismo
Estados Unidos
No es una guerra de Trump contra el fentanilo, es una guerra contra los pobres
Justicia
Organizaciones civiles y de derechos humanos piden protección para el hijo menor de Juana Rivas
Francia
Francia se ensaña con los más desfavorecidos con su nueva batería de recortes
Recomendadas
Pensamiento
Nuria Romo
“Los procesos de medicalización no son neutros, se hacen sobre todo hacia las mujeres”
Comunismo
Jodi Dean
“Sin organización, los movimientos surgen y desaparecen como setas”
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!