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Energía nuclear
¿Un reactor “mágico” abortado por los ecologistas? I
Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.
Invitado a varios programas de televisión (BFM, Cnews, etc.), un tal Fabien Bouglé consigue engañar tanto a los telespectadores como a los periodistas (la mayoría de los cuales desconocen totalmente la energía nuclear) con una serie de disparates, a cual más descomunal. He aquí algunas aclaraciones.
Los reactores “devoradores de residuos nucleares” no existen
El zalamero Bouglé deja atónitos y estupefactos a sus ignorantes interlocutores al hablar de reactores “devoradores de residuos” que ya habrían resuelto el problema de los residuos radiactivos si un infame lobby verde, “traidor de Francia a Alemania” (¡sic!), no hubiera “impedido” la llegada de tales reactores.
Así que, igual que se tira un tronco por una chimenea, basta con meter los residuos radiactivos producidos por las centrales actuales en un reactor “mágico” para que los residuos desaparezcan.
El Sr. Bouglé revela por fin su “secreto”: los llamados reactores “devoradores de residuos” son simplemente... reactores reproductores: ¡un tipo de reactor que la industria nuclear mundial no ha conseguido poner en marcha desde hace 70 años, como Superphénix en Francia! Y aunque funcionara, no eliminaría en absoluto los residuos radiactivos. Es más, menos del 1% del combustible nuclear (el residuo más radiactivo) podría teóricamente ver reducida su vida útil, ¡pero sin desaparecer y volviéndose aún más radiactivo! En la industria nuclear, como en todas partes, no hay milagros.
Es más, menos del 1% del combustible nuclear (el residuo más radiactivo) podría teóricamente ver reducida su vida útil, ¡pero sin desaparecer y volviéndose aún más radiactivo! En la industria nuclear, como en todas partes, no hay milagros.
El proyecto Astrid no iba “camino del éxito” ni fue “adquirido por Bill Gates”
A pesar de su bonito nombre, el proyecto del reactor Astrid no era más que un pequeño Superphénix: un reactor reproductor refrigerado por sodio. Fíjese en el “progreso”: 40 años después del lanzamiento de Superphénix (con una potencia de 1240 MW), la CEA quería hacer otro intento con un reactor la mitad de potente (600 MW), antes de renunciar por completo.
También hay que decir que los demás países nuclearizados se han quedado por el camino: el reactor rápido japonés Monju se cerró definitivamente tras innumerables fallos, un terrible incendio y fugas de sodio; el reactor rápido alemán Kalkar nunca se puso en marcha; y Estados Unidos ha abandonado el sector. Sólo Rusia ha conseguido mantener su BN800 cojeando... pero no ha logrado ninguno de los milagros esperados (producir “más material fisible del que consume”, “comerse” los residuos radiactivos y otras tonterías).
En cuanto a Bill Gates, es uno de los zozosos que, en los últimos años, han estado anunciando diversos tipos de reactores milagrosos, siempre con la pretensión de poder producir electricidad de forma “barata, segura y con pocos residuos” (bla, bla, bla). Desde 2006, Bill Gates y su empresa Terrapower han intentado primero hacer funcionar un reactor de “ondas viajeras”, y después uno de “sales fundidas”, ambos abandonados tras derrochar miles de millones. Ahora Gates sueña con desarrollar... un reactor de neutrones rápidos refrigerado por sodio: un regreso a Superphénix y 70 años de fracasos para la industria nuclear mundial...
Desde 2006, Bill Gates y su empresa Terrapower han intentado primero hacer funcionar un reactor de “ondas viajeras”, y después uno de “sales fundidas”, ambos abandonados tras derrochar miles de millones. Ahora Gates sueña con desarrollar... un reactor de neutrones rápidos refrigerado por sodio: un regreso a Superphénix y 70 años de fracasos para la industria nuclear mundial...
Los males de la energía nuclear francesa son causados por... ¡la energía nuclear francesa!
-Los “asquerosos ecologistas antinucleares” y los supuestos “traidores a sueldo de Alemania” denunciados por el inspector Bouglé no tienen nada que ver con los desastres de la energía nuclear francesa: ¡Edf, Areva (ahora Orano) y el CEA lo están haciendo muy bien por su cuenta! Por ejemplo:
-Desastres industriales y financieros en los emplazamientos EPR de Finlandia, Flamanville e Inglaterra: de 15 a 20 años (en lugar de 4 y medio) para construir un reactor que cuesta 20.000 millones en lugar de 3.000 millones, y con graves defectos.
-El escándalo sin precedentes de los miles de piezas defectuosas (incluida la famosa vasija del reactor EPR de Flamanville) fabricadas por Areva en sus centrales de Le Creusot.
-Los fracasos catastróficos y ruinosos de los reactores de Iter (fusión) y RJH.
-El asunto de la corrosión bajo tensión (hasta 32 reactores de 56 parados al mismo tiempo en 2022)
-Etc.
Sigue en la segunda parte.
Traducción de Raúl Sánchez Saura.