Comunidad de Madrid
El vecindario de Guadalix se organiza para frenar una planta de biogás en suelo público

El miedo sobrevuela al vecindario de Guadalix de la Sierra desde hace algunos meses. Concretamente, desde que se enteraron de que el Ayuntamiento tiene la idea de ceder unas siete hectáreas de suelo público para edificar una planta de biogás que llegaría a procesar hasta 25.000 toneladas de residuos al año cuyo beneficio iría a parar a Repsol. Lo que en un primer momento parecía un proyecto orientado al uso de la energía local, más tarde se ha convertido en declaraciones contradictorias por parte del alcalde del municipio que sumen en la incertidumbre a los casi 7.000 habitantes de este pueblo y otros tantos circundantes.

José Isidro Gordito, portavoz de la Asociación Vecinal en defensa de Guadalix y la Plataforma NO a la planta de biogás en el municipio, recuerda que hace unos años ya se creó una asociación orientada a la producción de energía que aprovecharían sus socios. Esta organización cuenta con representación pública por parte del Ayuntamiento. “Pretendían crear un mercado local de la energía, que se produciría a pequeña escala para el pueblo y los asociados”, explica.

La sorpresa llegó más tarde. Este vecino de Guadalix, pueblo situado a unos 49 kilómetros de la capital, critica que “se anunció a bombo y platillo que eso tan solo sería una primera fase de lo que después culminaría con la instalación de una planta de biogás en el municipio”. El vecindario pronto se asustó. “Si lo plantean como una iniciativa particular, privada, de la que se pueden beneficiar sus integrantes es legítimo. Si resulta que para que sea rentable la instalación debe tener unas medidas inmensas en una parcela pública y procesar 25.000 toneladas de materia orgánica al año, es diferente”, añade.

Vecinas y vecinos de Tres Cantos y Colmenar se unen contra una planta de biogás que ocupará 20 hectáreas

Guillermo Martínez

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Medio ambiente Vecinas y vecinos de Tres Cantos y Colmenar se unen contra una planta de biogás que ocupará 20 hectáreas

Guillermo Martínez

Proyectada en Colmenar Viejo, la planta podría llegar a tratar hasta 150.000 toneladas de residuos orgánicos para convertirlos en energía.

Gordito también recalca que una factoría de las mismas características está planteada entre Tres Cantos y Colmenar Viejo, localidades cercanas a Guadalix, que en principio tratarán los residuos de los municipios de 30 kilómetros a la redonda. La investigación de la Asociación Vecinal les ha llevado a encontrar una solicitud del proyecto firmada por Genia Bioenergy, participada en un 40% por Repsol, en donde se recoge que sería esta última compañía la que comercializaría el 100% de la energía producida en la planta de biogás.

“Ya vemos que no estará destinada al mercado local de energía, tampoco para transformar exclusivamente los residuos del pueblo”, denuncia el vecindario

Por otra parte, incide en que una planta de tal tamaño no estaría únicamente dedicada a tratar los residuos de Gaudalix. “Ya vemos que no estará destinada al mercado local de energía, tampoco para transformar exclusivamente los residuos del pueblo, y vemos un planteamiento del Ayuntamiento en una industria en suelo público para favorecer unos intereses aparentemente privados”, resume. A pesar de los reiterados intentos por parte de El Salto de recabar la perspectiva del Consistorio, este medio no ha obtenido respuesta alguna.

Preocupados por los gases

La Plataforma NO a la planta de biogás en el municipio recalca que esta factoría traería consigo algunos problemas de emisiones de componentes orgánicos volátiles. “Son gases que se emitirían a la atmósfera en un entorno sensible, ya que estamos al lado del Parque Natural de Peñalara, en la Sierra de Guadarrama, que está dentro de la Red Natura 2000”, concretiza.

Debido a que esas 25.000 toneladas de residuos no estarían tampoco producidos por los habitantes del municipio, “el tránsito de camiones y vehículos pesados aumentaría el peligro de posibles fugas, y conllevaría un aumento de la huella de carbono, precisamente lo que en teoría se quiere evitar con la planta de biogás”, completa Gordito.

Sin solución de los partidos políticos

El miedo que siente el vecindario también viene provocado por lo que entienden como “declaraciones contradictorias” por parte del alcalde socialista, Borja Álvarez, que gobierna con el apoyo de Ciudadanos. Así lo explica el portavoz: “Mientras un día dice que ya han encargado el proyecto a una empresa externa y que sería bueno para el pueblo, por otro lado asegura que esto tan solo es una idea”.

En estos momentos, los afectados se han organizado para intentar hacer presión y poder examinar con sus abogados ese supuesto acuerdo al que solo a veces se refiere el regidor. “Se supone que las Administraciones públicas deben ser transparentes, pero nosotros ese escrito todavía no lo hemos podido ver”, se queja el mismo Gordito. Su lucha ha ido más allá de la concienciación social. El PP, en la oposición junto con Vox, se puso en contacto con la Plataforma. El colectivo decidió remitir cartas a todas las formaciones políticas del Consistorio antes de reunirse con ellos. “La respuesta de Vox fue una absoluta falta de respeto. Nos decían que no éramos nadie con unas ínfulas de grandeza increíbles”, denuncia el portavoz.

El portavoz vecinal asegura que desde el Consistorio defienden la planta de biogás para eliminar los vertidos ilegales de purines que existen en la zona

Sus encuentros en el Ayuntamiento tampoco han sido demasiado fructíferos. El portavoz vecinal asegura que desde el Consistorio defienden la planta de biogás para eliminar los vertidos ilegales de purines que existen en la zona. “Es un sinsentido total. En lugar de hacer cumplir la ley a los empresarios que no gestionan bien esos purines, hacemos una planta para eliminar los residuos”, opina.

Objetivo: informar a los perjudicados

Su postura está en la no politización partidista del colectivo, aunque son conscientes de que su lucha es política. En este sentido, han apostado mucho más por la unión y organización social, ya que critican que desde el Ayuntamiento tampoco les han informado en ningún momento. El colectivo ya ha celebrado tres asambleas abiertas a las que cada vez han acudido más vecinos. Unas 200 personas se han sumado a la Asociación desde entonces.

Con las donaciones particulares de cada uno han realizado folletos que no dejan de repartir por la localidad, pero no solo en Gaudalix, sino también el Soto del Real y Miraflores, municipios que también podrían verse afectados por la planta de biogás. “Cualquier vecino con el que hablas no ve con buenos ojos la factoría. No estamos en contra de la producción de biometano como tal, pero sí de que se hagan así las cosas. Al final van a conseguir que la solución sea más perjudicial que positivo el beneficio”, comenta el propio Gordito.

Desde la Plataforma sostienen que verían con buenos ojos una factoría de metanización para generar energía que ayudara a gestionar la materia orgánica del pueblo. “Si montan una industria en suelo público, con recursos públicos, y los beneficios son privados... Lo que hacen es una industria a gran escala”, subraya. Tampoco conocen la ubicación exacta de la planta. Según sus cálculos, podría erigirse en una parcela de unas siete hectáreas.

Irse al campo para no salir de casa

La urbanización Los Pinarejos, situada en el término municipal de Miraflores de la Sierra, sería el núcleo poblacional más cercano a la planta proyectada. Marta Palacio vive allí, a 1,2 kilómetros de la futura factoría. “Yo me enteré de esto hace un mes y medio porque un vecino de Guadalix se acercó a hablar con los vecinos”, introduce. Tras conocer el proyecto, varios vecinos de Miraflores se acercaron a su Ayuntamiento, gobernado por Luis Guadalix, del PP. “Nos dijeron que sabían de la existencia de esta planta de biogás y que en principio no les parecía mal”, comenta con algo de rabia Palacio.

Esta vecina de Miraflores será una de las mayores perjudicadas por la factoría: “Te vienes a vivir a una zona apartada de la ciudad, en el campo, y de repente te encuentras que a lo mejor no puedes salir a la calle por el olor horrible que saldrá de la planta”. Asimismo, recalca que el precio de su vivienda se devaluará. Según sus datos, las casas en la zona van de los 500.000 a los 600.000 euros. “Imagina la inversión que hemos hecho para que ahora nos pongan una planta de biogás al lado de casa”, se queja.

La cuestión de la salud también es algo que preocupa a Palacio. “La mayor parte de la gente que vive aquí son familias jóvenes con niños pequeños. No queremos estar respirando partículas tóxicas lo que nos queda de vida”, reivindica. Por ahora, tanto ella como otros afectados intentan hacer músculo para revertir la situación. “Esperemos poderlo parar desde la calle. El alcalde de Guadalix ha dicho que esto está en vías de estudio y que hará una consulta popular, pero yo no me lo creo en absoluto. Ojalá que así lo haga y escuche el sentir de la gente, que está totalmente en contra”, finaliza la vecina de Los Pinarejos.