Guatemala
Mujeres que resisten al virus de los proyectos extractivos

Pese al entorno hostil al que se enfrentan las tres entrevistadas, Sofía, María y Gladis están decididas a continuar su lucha y hacerle a frente a las múltiples formas de violencia, al despojo, la discriminación y a un virus que no nada más lleva por nombre Covid.
Ilustración Guate La Cuerda
Ilustración de Melissa Sandoval/laCuerda.
Integrante de la Asociación Feminista La Cuerda.
24 may 2021 07:00

Sofía es de Baja Verapaz, uno de los 22 departamentos que conforman Guatemala, y donde habita principalmente población Achi, Poqomchi’ y Q’eqchi’. Ella es lideresa y defensora del territorio que la vio nacer; un lugar en disputa, en la región norte del país, en el que la presencia de empresas mineras, hidroeléctricas y de monocultivos, atenta contra la vida de la comunidad y sus bienes naturales.

La situación de vulnerabilidad, pobreza y violencia contra las mujeres que se vive en ese departamento, se ha agudizado con la pandemia provocada por la Covid-19. El 13 de marzo de 2020, se registró en Guatemala el primer caso de Covid-19, dos días después el Gobierno de Alejandro Giammattei decretó, entre otras medidas de contención, confinamiento y toque de queda.

Sofía cuenta cómo, para ella y otras mujeres de las comunidades lejanas de su departamento, en los meses más duros de la pandemia, el encierro fue algo parecido a estar entre rejas en su propia casa. “Nos sentimos encarceladas, presas en nuestras propias casas, aparte de que la falta de comida y dinero, nos matan en las comunidades y, encerradas, ¿en dónde se denunciaba? Como mujer y lideresa sentí que no me podía mover ni hablar”.

Como ya se ha evidenciado a través de diversos informes e investigaciones, en los periodos de crisis, como los que resultan de las pandemias, se agravan las desigualdades que enfrentan las mujeres. Por ejemplo, son ellas quienes corren un riesgo más elevado de ser víctimas de diferentes manifestaciones de violencia.  

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses contabilizó en los primeros tres meses de pandemia, 140 muertes violentas de mujeres asociadas a hechos criminales, en todo el país. Del total, el Ministerio Público identificó 57 casos como femicidios.

“Vivimos inseguridad, el trabajo en la casa se incrementó y estar todo el tiempo con los esposos en la casa fue muy duro para muchas”, agrega Sofía.

Con los confinamientos y toques de queda, se agudizaron las tensiones en el hogar, pero el aislamiento ha representado un peligro no solo en el entorno familiar sino a nivel comunitario; no sólo como mujeres sino también como defensoras de los bienes naturales y los territorios.

Dos Puentes y Washington son dos comunidades del municipio de Purulhá, Baja Verapaz. Muy cercanas al lugar donde habita Sofía. Desde febrero del 2020 el Comité Campesino de Desarrollo del Altiplano (CCDA), presentó una solicitud de medidas cautelares ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en favor de sus habitantes, para garantizar protección internacional.

Ambas comunidades han sufrido desalojos violentos por parte de hombres armados al servicio de finqueros y empresas extractivas. La Covid, no ha hecho más que agudizar la problemática y dejado más vulnerable a la población.

“En dos Puentes y Washington están en resistencia frente a un proyecto hidroeléctrico y una exploración minera, metieron un amparo para no ser desalojados y como no había policía, porque decían que estaban en cuarentena, los finqueros hicieron desalojos extrajudiciales, han atacado mujeres y hombres, sabiendo que no había modo de salir a pedir ayuda. Es bien difícil vivir así…”, señala Sofía.

Defender la vida ha sido una lucha constante y es un riesgo permanente

La historia de Guatemala está marcada por 36 años de guerra. “Como indican fuentes orales y escritas, la existencia de los yacimientos mineros o petroleros (o de grandes ríos para las hidroeléctricas), ya era conocida ampliamente por las dictaduras militares en la época de la guerra y el genocidio. Es decir, el interés por desalojar a las comunidades de sus territorios no obedecía solamente a la lógica de ganar dicha guerra, sino también (y posiblemente más importante), a ganar el control de dichos territorios”[i].

A lo largo de los años, en las distintas regiones del país, los pueblos originarios han resistido de diversas maneras a los gobiernos corruptos, los militares, los finqueros y las empresas. Haciendo toma u ocupaciones pacíficas, realizando manifestaciones de denuncia, entablando procesos legales, recurriendo a las consultas comunitarias o exigiendo el cumplimiento de derechos y convenios internacionales.

En los diferentes territorios la resistencia de los pueblos ha sido una constante lucha por la defensa de la vida en sus múltiples manifestaciones. La respuesta del Estado, en contubernio con las empresas, ha sido la violencia, la persecución, los desalojos, y en el peor de los escenarios, la muerte.

Los riesgos y el impacto de resistir frente a un modelo extractivista y de despojo, también tiene efectos diferenciados para las mujeres, y conlleva una serie de particularidades para quienes han decidido ser defensoras de sus territorios. 

En octubre de 2018, Margarette May Macaulay, Comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Relatora para los Derechos de las Mujeres, manifestó que “en el contexto de discriminación contra las mujeres que subiste en Guatemala, las defensoras de derechos humanos han de desafiar los estereotipos machistas que reprueban su participación en la vida pública”. Y aseguró que “por su compromiso, se ven expuestas a actitudes misóginas, a amenazas de agresión sexual, a insultos basados en su género e incluso, a su muerte. La estigmatización y violencia contra ellas se extiende a sus familias y a sus comunidades, con claros componentes discriminatorios y racistas en el caso de las defensoras de origen indígena o afrodescendiente”.

En el departamento de Alta Verapaz, específicamente en Santa María Cahabón, María Caal es parte de la resistencia del pueblo q’eqchi’, organizada en ese municipio para hacer frente a los proyectos hidroeléctricos Oxec I, II y III. Propiedad de una de las empresas de Florentino Pérez, presidente del tan aclamado equipo de futbol, el Real Madrid, que atenta con “matar al río Cahabón”, tal y como narra María.

Antes y durante la pandemia, las mujeres en Santa María Cahabón no han dejado de resistir ni luchar, pese a que ellas y sus familias han sido perseguidas y criminalizadas.

Al igual que Sofía, María vivió los meses más duros de confinamiento, como una prisión. “Nos sentimos encarceladas, pero como resistencia no bajamos la guardia y seguimos la lucha; esta es la región de las hidroeléctricas y la mayoría en las áreas rurales no cuenta con luz. Las empresas vienen y están matando nuestro río, por eso es que luchamos”.

María es hermana de Bernardo Caal, líder q’eqchi’, quien ha sido criminalizado y condenado injustamente a 7 años y cuatros meses de prisión, por denunciar los estragos que la empresa OXEC S.A ha causado en Santa María Cahabón y el río Cahabón. Continuar su lucha y acompañar el proceso legal de su hermano en época de pandemia, representó mucho dolor para ella y su familia. “A mi familia y a mí nos duele esta pandemia también porque en el caso de mi hermano, por el confinamiento y las medidas, pasamos hasta tres meses sin comunicarnos con él y eso nos afectó mucho y nos duele el corazón”.

La Unidad de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Guatemala (UDEFEGUA), en su Informe sobre la situación de personas, comunidades y organizaciones de derechos humanos (2019-2020), resalta que los desalojos extrajudiciales, las detenciones ilegales y arbitrarias, los discursos de odio, allanamientos y asesinatos fueron los patrones de agresión más denunciados, en el 2020, contra quienes defienden derechos. Solo en los primeros 3 meses de pandemia se registraron 257 agresiones.

Durante el 2019, UDEFEGUA contabilizó 494 agresiones contra defensoras y defensores. De estas, 365 estuvieron relacionadas a difamación, denuncia judicial sin fundamento, asesinato, intimidación y amenaza verbal. En 10 de los casos se constató acoso y violencia sexual. Además, del total de agresiones registradas el año anterior a la pandemia, 146 se vincularon a personas defensoras ambientalistas y de los pueblos originarios y territorios.

Gladis Mucú, también es lideresa comunitaria de la región de las Verapaces, y cuenta cómo en su comunidad, la presencia de empresas de palma aceitera ha puesto en riesgo la vida de las personas, de los animales que habitan en el territorio y ha contaminado el agua de los ríos.

El poder, las armas y el dinero de las empresas de palma, no han sido un impedimento para que las mujeres se enfrentaran al monstruo del monocultivo, ni antes ni durante la pandemia. “El Covid nos asustó, pero no nos paralizó”, dice orgullosa y fuerte Gladis.

Ella enfatiza que “seguimos luchando y no nos paralizamos”, sobre todo, cuando con indignación, señala cómo durante los primeros meses de pandemia “la gente salía y a veces cuando venía con su carga de leña, piña o mazorca, la policía por el toque de queda anduvo detrás de las personas. Mucha gente fue detenida por trabajar, mientras las empresas de palma, aunque no se podía circular, siguieron trabajando”.

Sofía, María y Gladis son tres mujeres indígenas que coinciden al señalar que luchan y están dispuestas a dar la vida por sus territorios, porque están convencidas de que “defender los ríos, los bosques y la madre tierra, es lo único que nos va a garantizar la vida a nosotras, a nuestras familias y nuestras comunidades”.

Actualmente, los casos por Covid en el país siguen en aumento y no se vislumbran condiciones adecuadas para atender y disminuir el número de contagios. Al mismo tiempo, según el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, derivado de la pandemia más de 1.200.000 personas se sumarán a las 8.5 millones que ya vivían en condiciones de pobreza antes de la emergencia; y cerca de 100 mil se desplazarán de pobreza no extrema a pobreza extrema. Es ante este contexto que resulta fundamental para las comunidades y los pueblos originarios, defender los bienes naturales porque esto significa defender su fuente de vida.

Aunado a esto, en Guatemala se comprueba que es un riesgo ser mujer, y el riesgo aumenta cuando, además, se es indígena, lideresa y defensora de los territorios.

Pese al entorno hostil que enfrentan las tres entrevistadas, ellas están decididas a continuar su lucha y hacerle a frente a las múltiples formas de violencia, al despojo, la discriminación y a un virus que no nada más lleva por nombre Covid.

[i] Moreno, Sonia Elizabeth y Salvadó C. (2017). Industrias y proyectos extractivos en Guatemala. Una mirada global. AVANCSO.

Archivado en: Guatemala
Sobre este blog
El Blog de Pueblos - Es una apuesta por la solidaridad que ofrece una mirada crítica sobre las diferentes realidades sociales, políticas, económicas y culturales del mundo.Queremos visibilizar la diversidad de colectivos y movimientos sociales del Estado Español y de otras partes del mundo, así como sus luchas, sobre todo en aquellos lugares y momentos históricos donde la voz y la palabra son negadas. Este Blog, impulsado por la asociación Paz con Dignidad, es un instrumento de comunicación para fortalecer e impulsar nexos entre organizaciones del Norte y del Sur que trabajan en procesos de transformación social.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Guatemala
Guatemala Mirtala Hernández: “Mi hermana desapareció en 1982, hasta 2023 no ha arrancado el juicio”
Esta defensora de derechos humanos busca justicia para su hermana, Luz Leticia, quien fue detenida y desaparecida por un operativo militar durante el sangriento mandato del dictador Efraín Ríos Montt en Guatemala.
Centroamérica
Centroamérica De la crisis a la migración: cómo el cambio climático afecta al Corredor Seco de Guatemala
La prolongada sequía, las lluvias erráticas y el aumento de las temperaturas ponen en riesgo la viabilidad de la agricultura, sustento principal para muchas familias.
Centroamérica
Autoritarsmo El retorno a la autocracia en Centroamérica
Se pensaba que las autocracias clásicas habían desaparecido en la región, pero esa sombra vuelve con Ortega en Nicaragua y Bukele en El Salvador.
Sobre este blog
El Blog de Pueblos - Es una apuesta por la solidaridad que ofrece una mirada crítica sobre las diferentes realidades sociales, políticas, económicas y culturales del mundo.Queremos visibilizar la diversidad de colectivos y movimientos sociales del Estado Español y de otras partes del mundo, así como sus luchas, sobre todo en aquellos lugares y momentos históricos donde la voz y la palabra son negadas. Este Blog, impulsado por la asociación Paz con Dignidad, es un instrumento de comunicación para fortalecer e impulsar nexos entre organizaciones del Norte y del Sur que trabajan en procesos de transformación social.
Ver todas las entradas
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.