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Recortes
Las Escuelas de Idiomas del País Valencià arrancan con protestas y estudiantes sin plazas
Es septiembre y las aulas de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) en el País Valencià vuelven a abrir sus puertas, pero el descontento no ha dejado de estar presente en los centros. Lejos de resolverse, la crisis que estalló en mayo por los recortes educativos sigue vigente en el inicio de un nuevo curso. El personal docente, el alumnado y los sindicatos han salido una vez más a la calle en nuevas concentraciones que han tenido lugar el pasado 13 de septiembre. En las protestas, desde Dénia, Elche, Alicante y València, la comunidad educativa ha exigido al conseller de Educación, José Antonio Rovira, que cumpla con su palabra y restituya los grupos eliminados.
Educación
Recortes Clamor en las escuelas de idiomas del País Valencià contra los recortes
Lo que comenzó como un ajuste presupuestario ha dejado a miles de estudiantes fuera del sistema educativo y ha precarizado aún más la situación de los docentes. “Si hay más matriculados, habrá más clases, pero los valencianos no pagarán unidades vacías”, prometía el conseller José Antonio Rovira en primavera. La problemática ha adquirido mayor gravedad tras el inicio del curso académico, que ha evidenciado la magnitud de los efectos negativos sobre la oferta educativa, algo que ya pronosticaba tanto el profesorado como el alumnado en las protestas de mayo.
Los efectos de los recortes se han hecho palpables. 8.000 estudiantes se han quedado sin plaza tras el primer período de matrícula
Con el inicio del curso académico, los efectos de los recortes —a los que se han sumado los problemas administrativos con la gestión online de la matrícula— se han hecho más palpables. Las cifras de solicitudes en el primer período de matrícula han mostrado la insuficiencia en la oferta educativa que enfrentan las Escuelas Oficiales de Idiomas del País Valencià. La situación ha escalado hasta el punto de que, según las últimas cifras proporcionadas por el Sindicat de treballadors i treballadores de l'ensenyament del País Valencià (STEPV), 8.000 estudiantes se han quedado sin plaza tras el primer período de matrícula.
Según los datos extraídos por el sindicato docente, en el caso del español, más de 4.000 alumnos no han conseguido plaza en el primer periodo en ninguna escuela del País Valencià. Otra de las lenguas más afectadas ha sido el euskera, que solo se ofrece en formato online. Los dos únicos grupos de nivel 1A2 están completamente llenos —con 40 estudiantes cada uno— mientras que cerca de 80 personas han sido rechazadas por falta de plazas. La situación es similar en otros idiomas como polaco, finés, neerlandés y romanés, donde los niveles iniciales han sido eliminados sin justificación previa. En cuanto al árabe, uno de los idiomas más afectados por los recortes, los niveles intermedios y avanzados han sido eliminados en casi todas las EOI, lo que ha obligado a los estudiantes a renunciar a continuar sus estudios o a desplazarse a otras localidades donde los cursos siguen disponibles.
Educación pública
Recortes El PP elimina la enseñanza presencial de euskera en el País Valencià en plena campaña electoral vasca
Por otro lado, la integración de niveles en un mismo grupo ha sido otra de las soluciones temporales impuestas por la Conselleria que no ha convencido a los educadores. En lenguas como el griego moderno, la fusión de los niveles B1 y B2 en un solo grupo ha demostrado ser ineficaz, ya que limita la atención individual y disminuye la calidad del aprendizaje. Un problema similar ocurre en la EOI de Utiel, donde los niveles B1 y B2 de valenciano también se han integrado, afectando la calidad educativa y la capacidad de los alumnos para progresar adecuadamente.
Las consecuencias de estos recortes han generado un impacto negativo no solo en los estudiantes, sino también en los docentes. Se estima que 60 docentes han visto rescindidos sus contratos en las EOI. Una crisis educativa a la que se le suma la denuncia del STEPV de la sobrecarga de trabajo para el personal docente que “debe asumir la responsabilidad de grupos que exceden el tamaño adecuado para una enseñanza efectiva”.
“Este 'ajuste' ha afectado incluso a profesores funcionarios de carrera, quienes en principio deberían haber tenido asegurado su puesto”, manifiesta Javier González Zurita, responsable de UGT de Educación Pública en el País Valencià
Hasta hace poco más de una semana, gran parte del funcionariado de carrera, listo para impartir sus clases, seguía esperando que la Conselleria le asignara un destino definitivo. Esto dejaba a los centros educativos con personal insuficiente para cubrir la demanda y agravaba la precariedad laboral en el sector. “Este ajuste ha afectado incluso a profesores funcionarios de carrera, quienes en principio deberían haber tenido asegurado su puesto”, manifiesta Javier González Zurita, responsable de UGT de Educación Pública en el País Valencià. Tal y como ha aclarado González la situación se ha logrado resolver tras semanas de ajustes e insistencia al gobierno valenciano. “Finalmente, conseguimos que configuraran las plazas para que todas las personas tuvieran el destino que más les interesa”, explica, aunque también señala que la problemática no es exclusiva de las EOI, sino que forma parte de un “recorte encubierto” más amplio en el sistema educativo valenciano.
No es la única de las problemáticas que ha afectado a la plantilla de docentes. Algunas plazas a tiempo parcial no han sido publicadas ni adjudicadas, pese a que tal y como aseguran desde STEPV, la Conselleria tenía conocimiento de esta necesidad desde el mes de julio, cuando se aprobó el “forecast” de los centros.
Una lucha por un sistema educativo inclusivo y de calidad
La situación actual de las EOI en el País Valencià viene derivada de una serie de medidas de austeridad tomadas por la Conselleria de Educación. Los recortes, que afectaron aproximadamente a 244 grupos y resultaron en la eliminación de 8.450 plazas, así como en la pérdida de 61 docentes, han desencadenado una crisis dentro de este sector educativo.
El clima de indignación ya se sentía en el aire cuando personal docente, alumnado y sindicatos comenzaron a movilizarse ante los primeros anuncios de recortes. Desde mayo, diversas concentraciones y protestas se han organizado por toda la Comunidad Valenciana, con el lema “Aprender idiomas es una necesidad, no un privilegio”. Las manifestaciones también han sido un grito de alarma contra lo que se percibe como una tendencia hacia la privatización encubierta de la educación pública y un debilitamiento del acceso igualitario a la formación.
Para el profesorado, la reducción de oferta formativa es un ataque directo al derecho a la educación recogido en la Constitución Española
El conflicto de las EOI es solo una parte del problema mayor que enfrenta la educación pública en el País Valencià. Lo que está en juego no son solo números, sino el futuro de un sistema que hasta ahora garantizaba el acceso a la enseñanza de idiomas de forma inclusiva y equitativa. Para el profesorado, la reducción de oferta formativa es un ataque directo al derecho a la educación recogido en la Constitución Española. En un contexto en el que los centros de idiomas no solo cumplen una función académica, sino también social, permitiendo a muchas personas el acceso a un entorno cultural más amplio y a oportunidades que de otra manera les serían inaccesibles.
En este contexto, el profesorado y los sindicatos destacan que los recortes atentan contra la diversidad lingüística, un pilar de la identidad cultural del País Valencià. Idiomas como el euskera, el árabe y el griego corren el riesgo de desaparecer de las aulas si no se revierte la tendencia actual. Además, la eliminación de niveles iniciales en lenguas como polaco, neerlandés y finés significa que muchos estudiantes interesados se ven obligados a abandonar su formación por completo.
Con la eliminación de grupos, la posibilidad de que inmigrantes y refugiados aprendan el idioma local se ve limitada, lo que puede dificultar su inclusión y participación en la sociedad
Las consecuencias de los recortes también afectan a la integración social, particularmente en el caso de los estudiantes de español como lengua extranjera. Con la eliminación de grupos, la posibilidad de que inmigrantes y refugiados aprendan el idioma local se ve limitada, lo que puede dificultar su inclusión y participación en la sociedad.
“Ningún estudiante sin plaza”
Ante esta situación, el malestar sigue en aumento. Los sindicatos han confirmado que continuarán las movilizaciones contra los recortes del gobierno de Mazón, que incluyen la lucha contra el despido de profesorado y el cierre de grupos en las EOI. El pasado viernes 13 de septiembre, la comunidad educativa volvió a concentrarse con un lema claro: “Ningún estudiante sin plaza”. Las pancartas que ondeaban en mayo siguen siendo las mismas, pero la frustración ha crecido. La nueva concentración ha coincidido con el inicio del segundo período de matrícula, que culmina el 20 de septiembre con la adjudicación de las últimas plazas disponibles. Sin embargo, la comunidad educativa teme que la solución sea insuficiente para cubrir la alta demanda.
El conflicto en torno a las EOI en el País Valencià sigue siendo un asunto de suma relevancia en el panorama educativo autonómico. A pesar de las promesas iniciales de la Conselleria, el inicio del curso ha demostrado que los problemas persisten y que las soluciones, si llegan, lo harán demasiado tarde para muchos estudiantes. Con la educación pública en el punto de mira, las escuelas de idiomas continúan su lucha por mantener un sistema inclusivo, diverso y de calidad que garantice el acceso a la enseñanza de idiomas a todos los ciudadanos del País Valencià.