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Pueblos originarios
Moira Millán: “Europa quiere que vengan chamanes y traigan la sabiduría que les queda, eso es extractivismo”
Los kilómetros que la activista mapuche Moira Millán, (El Maitén, Argentina, 1970), ha recorrido en sus años de vida excede lo imaginable para la mayoría de personas. Su activismo le ha llevado por todo el mundo para conocer y hermanarse con los pueblos originarios en resistencia, pero también a dar a conocer al norte global sus luchas y las consecuencias del sistema colonial que aún vertebra las políticas europeas y occidentales.
Medio ambiente
Sistema penal Ecocidio, un nuevo delito para un crimen global
La activista del movimiento de recuperación de las tierras ancestrales indígenas visita Granada en su gira europea y hablamos con ella sobre terricidio, represión, chamanismo y sus orígenes en la implicación política. A pesar de que no fue hasta los 18 años en los que la activista se dio cuenta de que formaba parte del pueblo mapuche, “Mis padres eran evangélicos y nunca jamás nos dijeron que éramos mapuches. Ahora me río porque digo: me miraba al espejo y evidentemente alemana no era, lo que veía era mi rostro indígena esculpido por la tierra milenaria”.
”Europa no termina su coloniaje“
Ese deambular por el mundo con paso firme le ha llevado este verano a recorrer Europa para informar y buscar apoyos contra los terricidios que ocurren en Argentina y otros territorios habitados por pueblos originarios de Abya Yala. En este contexto, Millán visitó a principios de septiembre el espacio La Colectiva en Granada. El terricidio según el movimiento de mujeres indígenas por el buen vivir, colectivo donde milita Millán, es el “asesinato no solo de los ecosistemas tangibles y de los pueblos que lo habitan, sino también al asesinato de todas las fuerzas que regulan la vida en la tierra”. Estos crímenes ecológicos están cometidos en su mayoría de casos por empresas multinacionales y actualmente lo que más preocupan a las activistas por la tierra es “la avanzada de las petroleras sobre el mar” según nos comenta en el encuentro. Las petroleras, a manos de grandes capitales, se están instalando en “toda la costa atlántica hasta el sur de la Patagonia”, expone Millán.
Este proceso “va a afectar a la vida marítima”, especialmente a las ballenas que habitan la zona donde reside la activista, la provincia de Chubut.
“En este momento hay una arremetida contra los pueblos telúricos que luchan por la tierra y las mujeres somos las principales víctimas”, Moira habla sobre la represión que sufren las mujeres de los pueblos originarios que luchan contra el régimen decolonial y la destrucción de sus territorios. La activista cree que actualmente se vive un repunte en esa persecución, que ha sido constante. Prueba de ello es la reciente detención de la activista mapuche Yessica Bonnefoi Carriqueo Antimil, encarcelada hace un mes por Policía de Seguridad Aeroportuaria de Bariloche en Argentina. Millán insiste en que no se trata de una persecución sola contra el pueblo mapuche, ya que “Es una situación de todos los pueblos indígenas que estamos luchando contra el terricidio” y añade que “hay orden de captura contra un montón de hermanos y hermanas que están luchando contra el litio”.
”Es una ingenuidad pensar que este mismo sistema, que es el mentor de la muerte, nos traiga la salvación”
Las agresiones constantes a la tierra tiene un impacto específico en las mujeres, según comenta: “Los estragos del cambio climático lo llevamos nosotras al hombro en nuestros cuerpos territorios”. Por ello las mujeres indígenas son las que se encuentran al frente de las luchas por el territorio y contra los atentados a la tierra. Una lucha que se define por la constante asimetría, grandes corporaciones y estados contra una colectividad de personas. A pesar de los años implicadas en estas situaciones desproporcionadas, Moira no pierde el ánimo de resistir frente al terricidio porque cree que “Esta lucha no se va a ganar de manera aislada, no vamos a poder solos en los territorios. Necesitamos entender que todas las vidas están entramadas”.
El terricidio hunde sus raíces en el sistema colonial, reivindica la activista en su viaje europeo que comenta tiene como objetivo“sobre todo vincular el hacer de las empresas de esta Europa que no termina su coloniaje” y añade que el sistema colonial “habita en las memorias y las prácticas del poder”. Desde Granada critica las medidas europeas contra el cambio climático, crítica que en su visita a Noruega le hablaron de las medidas de reciclaje y ecológicas del país, mientras las empresas salmoneras noruegas destrozan territorios indígenas: “Es una ingenuidad pensar que este mismo sistema, que es el mentor de la muerte, nos traiga la salvación”.
A pesar de que los libros de historia occidental nos hablan de la colonización como un proceso acabado, hay miles de ejemplos en las políticas, la cultura y la sociedad occidental que demuestran que eso no es cierto. Millán pone el foco en el chamanismo que cree que “le está haciendo mucho mal a la reciprocidad en los pueblos” y crítica que en Europa “la gente europea quiere que vengan chamanes les traigan lo que les ha quedado de sabiduría” una demanda que considera que “Es extractivismo”.