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Portugal
La extrema derecha pone en el punto de mira a las comunidades gitanas de Portugal
El pueblo gitano, disperso por todo el mundo, lo componen unas 14 millones de personas, según fuentes oficiales. Las teorías sobre sus orígenes son muy diversas, aunque distintos estudios coinciden en situarlo al noroeste de la India, en la zona fronteriza con Pakistán. Las razones de su diáspora, especialmente hacia el oeste, siguen siendo a día de hoy una incógnita, pero son muchos los historiadores que relacionan este hecho con la expansión del Islam en la zona.
Los primeros documentos que hablan de la situación de la comunidad gitana en la Península Ibérica, fechan del sigo XV y en ellos ya se describe al pueblo gitano como un pueblo huído y en ruta constante. Este es un hecho que se ha ido repitiendo durante los últimos siglos ya que, perseguidos por su condición, han sido constantemente estigmatizados hasta llegar a nuestros días, dónde en muchos países siguen siendo constantemente objeto de discriminación, apartándolos de la sociedad y hacinándolos en lugares dónde permanezcan invisibles para el resto.
Hay aproximadamente unos 50.000 gitanos viviendo en Portugal y alrededor del 40% de ellos están establecidos en campamentos chabolistas, situados en la periferia de las ciudades, que no cuentan con los servicios más básicos
A día de hoy, según las principales instituciones y organizaciones humanitarias, hay aproximadamente unos 50.000 gitanos viviendo en Portugal y alrededor del 40% de ellos están establecidos en campamentos chabolistas. Estos campamentos situados en la periferia de las ciudades, no cuentan con los servicios más básicos para poder vivir en ellos y la basura se amontona en las calles, dónde es común encontrar animales como ratas o incluso serpientes, que ponen claramente en riesgo la salud de quienes viven en estos poblados.
En vistas a esta situación, un estudio llevado a cabo en los últimos años, por parte del Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa, concluyó que Portugal sigue vulnerando el derecho a una vivienda digna de la comunidad gitana.
“¿Porqué desde la Cámara Municipal les proponen hacer un curso de inglés? Estas personas lo primero que necesitan es cubrir sus necesidades más básicas. No tienen agua corriente, ni electricidad y los niños no pueden ducharse por la mañana antes de ir al colegio. Eso son los problemas reales de estas comunidades”, cuenta Prudencio, presidente de AMEC y mediador entre los residentes gitanos y las instituciones de Beja.
AMEC es una asociación que se encarga de intentar mejorar la situación de los campamentos y poblados gitanos de la zona de Alentejo. La iniciativa la propuso Prudencio, actual presidente de la asociación y también gitano, quien después de estar trabajando durante muchos años como mediador para la Cámara Municipal de Beja y las comunidades gitanas de la zona, optó por un trato mucho más directo y con soluciones reales para estos colectivos marginalizados.
La última iniciativa que ha conseguido aprobar la asociación, es algo tan básico como la instalación de unos baños públicos en el campamento de chabolas de las afueras de Beja. Ahora, será tarea del ayuntamiento involucrarse y hacer llegar el agua y la luz hasta la zona para que estos baños funcionen correctamente.
Y es que la situación en estos campamentos es realmente de abandono institucional extremo. Mientras algunos niños juegan entre las calles llenas de basura, otros trabajan, ayudando a sus familias, cortando leña para poder encender un fuego y calentarse por la noche.
En una de estas chabolas de chapa y madera vive Mónica, una niña de 18 años que sufre de una discapacidad intelectual severa, que le impide comunicarse de manera correcta y que necesita los cuidados de su padre, Manuel Antonio, las 24 horas del día.
“Esta niña no puede vivir aquí, necesita de unos cuidados especiales y si no toma todos sus medicamentos sufre convulsiones. Intento estar siempre a su lado, pero la situación es insostenible, quiero sacarla de aquí lo antes posible”, dice Manuel Antonio, afectado por la situación de su hija.
Esta visible situación de desamparo choca con el discurso de algunos partidos políticos como el ultraderechista Chega! liderado por André Ventura, que ha puesto el punto de mira en estas comunidades gitanas, acusándolas de aprovecharse del sistema y vivir acomodadamente a costa de los demás.
En un país castigado por la situación económica, el discurso populista y xenófobo de un partido de extrema derecha como Chega!, con una especial obsesión por las comunidades gitanas, ha calado en buena parte de la población
Un discurso que ha convencido a los ciudadanos de los municipios donde hay más presencia de comunidades gitanas como Moura y Beja, donde los representantes de Chega! han obtenido una gran cantidad de votos. Además, en las pasadas elecciones del día 30 de enero, el partido consiguió los mejores resultados de su historia, situándose como tercera fuerza política, solo por detrás del Partido Socialista y el Partido Social Demócrata.
Chega! es un partido de extrema derecha muy consciente de su papel actual en la política portuguesa y del recorrido que pueden tener. Con un discurso muy parecido al de VOX, ha visto en Portugal, que hasta hace pocos años era uno de los pocos países europeos sin representantes de partidos de este calado en el Parlamento, una oportunidad para asentarse como un partido más y hacer llegar su mensaje a los ciudadanos.
Y es que si analizamos su recorrido, se puede decir que su ascenso ha sido meteórico y ha pasado del 1,29% a situarse por encima del 7% en porcentaje de votos en apenas dos años. Parece que en un país castigado por la situación económica y la mala gestión de la pandemia, el discurso populista y xenófobo de un partido de extrema derecha como Chega! con una especial obsesión por las comunidades gitanas, ha calado en buena parte de la población, tal y como ya ha sucedido en muchos otros países europeos.