Opinión
Francia: racismo fuera y dentro

El neocolonialismo hacia los países africanos y la estigmatización de las poblaciones migradas como resultado de este neocolonialismo, forman parte de un mismo sistema.
French Ministry of Defense Barkhane
Retirada de las tropas francesa de Burkina Faso. Foto: French Ministry of Defense
5 sep 2023 06:22

En los últimos años hemos podido ver cómo nos llegaban noticias provenientes del país galo marcadas por las tensiones entre sociedad y Estado a partir de diferentes movilizaciones de amplio calado: chalecos amarillos, transportistas, pensionistas, etc. Hay que decir que la cultura de protesta en Francia tiende a ofrecer un tipo de enfrentamiento en el que quienes protestan llevan a otro nivel sus acciones —al menos en comparación con España), pero sobre todo en el que la fuerza policial es especialmente violenta a la hora de controlar o reprimir las protestas. De ahí que hayamos podido ver en todo este tiempo videos muy violentos de los choques que, desde el contexto español, resultan cuanto menos llamativos.

La última expresión de estas tensiones de protesta la hemos visto los últimos meses después de que un policía cometiera un nuevo asesinato racista contra Nahel, un joven racializado desarmado, tras dispararle durante un procedimiento policial cuando estaba en un coche. Este acto prendió nuevamente la mecha de una juventud racializada y migrante trabajadora agotada por el cerco policial con el que viven, por las condiciones materiales nefastas a las que están empujados y por el señalamiento constante de la institucionalidad y la sociedad blanco-francesa en su conjunto como chivo expiatorio de sus problemas, despropiando a todas estas personas de su condición identitaria francesa y estableciendo una correlación entre la blanquitud y la “francesidad” o, lo que es lo mismo, entre la racialidad en negativo y la extranjeridad/peligrosidad. Solo se es francés si eres una persona blanca/atea/cristiana bajo una cárcel identitaria esencialista racial que desecha todo lo demás.

Este señalamiento institucional se ha vuelto con los años, y a partir de nuevas leyes, un proceso cada vez más explícito. Un punto de inflexión fue la denominada “ley contra el separatismo islamista”, que sigue en la línea ya trazada del control de las mezquitas, o la prohibición del velo en espacios públicos, entre otras normativas que coartan la libertad de estas personas. Hoy nos encontramos con el anuncio de la prohibición de las “abayas” en las escuelas públicas, que vienen a ser túnicas vinculadas a las culturas islámicas. Estas son en última instancia prendas que no se reducen a simbologías religiosas, sino que ostentan un carácter cultural en el que no se limita su uso meramente a personas practicantes de diferentes confesiones musulmanas. Por el contrario, es una prenda que puede encontrarse en diferentes culturas y religiones de distintas formas.

La persecución de la población musulmana dentro del territorio francés se recrudece desde los marcos legales, fortaleciendo el racismo estructural contra colectivos que acaparan los peores indicadores de acceso a derechos políticos, económicos, sociales y culturales

Se normalizó hace tiempo el control de los cuerpos de las mujeres migrantes bajo la excusa de la defensa de las propias mujeres y la ceguera del feminismo blanco liberal. Mujeres blancas burguesas que aceptan premisas y discursos que señalan y violentan al resto de mujeres, asumen la infantilización de las “otras” mujeres y por lo tanto su tutelaje como un bien mayor a la vez que señalan a los hombres inmigrantes como sujetos en esencia violentos y naturalmente violadores.

Todas estas prohibiciones se producen además sin que se dé un ejercicio de pedagogía de los significados de estas prendas o de sus cargas simbólicas al conjunto de la sociedad. Y sobre todo sin que se permita a las poblaciones señaladas tener capacidad de decisión sobre las mismas, así como silenciando todo lo que tengan que decir sobre ello mediáticamente. Esto facilita que en términos generales el conjunto de la sociedad receptora de estos mensajes asuma sin una actitud crítica este tipo de normativas y políticas públicas. Por qué no vamos a negarlo, en general somos amplios desconocedores de todo lo que tiene que ver con las culturas islámicas y con la religión musulmana, pero nos permitimos validar las prohibiciones y legislaciones que van dirigidas directamente sobre ese conjunto de la población.

La persecución de la población musulmana racializada dentro del territorio francés se recrudece desde los marcos legales fortaleciendo la islamofobia y el racismo estructural contra unos colectivos que precisamente acaparan los peores indicadores de acceso a derechos políticos, económicos, sociales y culturales. Este marco de señalamiento ha recrudecido la violencia explícita y directa contra estás personas, especialmente las mujeres, y está fortaleciendo el terrorismo supremacista blanco, que cada vez más se ve legitimado por las retóricas políticas de los gobernantes. No obstante, el terrorismo de ultraderecha supremacista ha pasado a ser una de las principales amenazas del país.

Una ultraderecha que ha conseguido ir imponiendo su agenda, una agenda cada vez más asimilada desde diferentes sectores de la derecha y la socialdemocracia francesa. Así como desde una izquierda nacionalista afín a la ideología de la blanquitud que bajo la excusa del laicismo ha puesto en el punto de mira a las poblaciones racializadas principalmente musulmanas. Cómo en España, Francia también cuenta con su izquierda racista. No por nada, las encuestas han llegado a señalar que el 67% de la población francesa está preocupada por el reemplazo poblacional alineándose con las tesis supremacistas de la Teoría de la Sustitución.

Son las poblaciones originarias de las excolonias francesas quienes precisamente se ven más condicionadas y sometidos por marcos legales y simbólicos que las señalan

Son las poblaciones originarias de las excolonias francesas quienes se ven más condicionadas y sometidas por estos nuevos marcos legales y simbólicos que las señalan, las estigmatizan y en última instancia las privan de derechos. Porque el racismo nacional no se entiende sin su relación colonial y de continua subordinación neocolonial.

Esta relación neocolonial que perdura, y que se explica en parte desde los llamados pactos coloniales que vinieron con las independencias, en los últimos años ha venido a ponerse en cuestión desde diferentes países del continente africano poniendo en aviso a la antigua metrópoli. Ahí es donde nos encontramos ahora con la coyuntura en el Sahel, con la reacción de Mali en un primer momento, seguido de Burkina Faso y actualmente de Níger.

En el 2011 Francia lideró y promovió junto con Estados Unidos la intervención de la OTAN en la guerra de Libia provocando la muerte de Gadafi. Aquel que había sido un socio estratégico y comercial en el pasado (recordemos al condenado Sarkozy por recibir dinero de Libia) y que tenía controladas tanto la inmigración como la posibilidad de levantamientos de grupos terroristas en la región. En este proceso se armó a decenas de milicias que posteriormente terminaron en Mali con una capacidad armamentística y unos territorios cada vez más amplios, elementos descontrolados que propiciaron el fortalecimiento de toda esa fuerza terrorista. Justificaba así el país de la “Libertad, la Igualdad y la Fraternidad” operaciones militares como la Operación Barkhane y una nueva etapa de presencia militar francesa en la región en Mali, Burkina Faso o el Níger.

Los años sin los logros prometidos, el resurgir de una juventud cada vez más preparada pero con nulas salidas laborales y con una conciencia anticolonial histórica forzó que los golpes militares sucedidos en Mali (por doble partida) y posteriormente en Burkina Faso demandaran la salidas de Francia de sus territorios a nivel militar pero también en términos de las dependencias económicas a través del Franco CFA, las reservas de divisas de estos países en manos de París y el fin del expolio de sus recursos naturales. La ola se expandió hasta Níger.

Pero Francia no se puede permitir tal situación. Sus más de 60 centrales nucleares —de cuya energía Francia depende en un 80%— funcionan con uranio importado, procediendo de Níger casi un tercio del total. Ante esta realidad París no solo está buscando iniciar una guerra en la que defender sus intereses a partir de terceros. Sino que se niega a retirar sus tropas y a su embajador de este país como ha solicitado Níger.

Quizás la población francesa no es consciente o no dimensiona las consecuencias a nivel migratorio que tendría una intervención militar en Níger. O simplemente les da igual. Así, Francia convive perfectamente con una relación neocolonial con los países africanos a la vez que legisla sobre los cuerpos de muchas de estas personas que se ven obligadas a migrar a las (no tan) antiguas metrópolis minando sus derechos, señalándoles y poniéndoles en la diana de los discursos que limitan sus posibilidades de disfrutar de una vida digna. De esta forma, opera un reajuste y configuración constante del racismo en función de sus intereses en un plano nacional e internacional, que vienen a ser similares a los intereses de un pasado no tan lejano.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Francia
Colonialismo Francia y su puño de hierro en sus territorios de ultramar
La Francia de ultramar está formada por 12 territorios.Cada región tiene su historia, su cultura y su población. Aquello que comparten es “un pasado colonial y un presente que lleva las cicatrices de ese pasado
El Salto Radio
El Salto Radio Desarmar el colapso
Para el regreso en esta vigésima temporada de Señales de Humo buscamos las razones para seguir haciendo radio en el movimiento del país vecino “Les Soulèvements de la Terre”.
Francia
Francia El incierto futuro del Frente Popular ante el ‘trifachito francés’ de Macron, Barnier y Le Pen
Tras la composición del Ejecutivo más derechista desde 2012, la alianza de izquierdas aparece como la oposición más clara. Pero esta sigue haciendo frente a la falta de un líder consensual y al riesgo de la división y la desmovilización ciudadana.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Más noticias
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.