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Extremadura
Jornada de formación en homenaje a Víctor Chamorro, una oportunidad de diálogo colectivo y formación de un bloque comunitario
La figura insustituible de Víctor Chamorro sigue generando homenaje y debate y, a la vez, la proyección de su legado pugna por fraguar en iniciativas para una región plena de urgencias y necesitada de alternativas.
Retos a enfrentar
Nos enfrentamos a un sistema que no sólo es económico sino que constituye, como señalan Boltanski y Chiapello (2002), un conjunto de creencias asociadas al orden capitalista que contribuye a justificar este orden y mantenerlo, legitimando los modos de acción. Así, en nuestra región en particular se constituye un sistema de producción caracterizado por la “dependencia”, entendida como forma de dominación o modo en que se establecen relaciones estructurales que se expresan en el plano interno y externo (Cardoso y Faletto,2011). Se caracteriza por relaciones constitutivas y asimétricas con una o varias formaciones sociales que revisten situaciones de poder respecto a ellas. Estas relaciones se reproducen en cada formación en la articulación de una estructura económica, política e incluso ideológica en que cada formación social interioriza relaciones de fuerza en los aspectos económico y políticos.
Se hace precisa la revitalización y construcción de espacios comunitarios y el asociacionismo que sea capaz de enfrentar los problemas que sufrimos (precarización en la estructura de empleo, tasa de desempleo juvenil alta, tasa de riesgo de exclusión social superior al 32%)
Son varios los ejemplos que podemos poner: la abismal diferencia entre la producción de energía que exportamos y la que consumimos, los diversos planes que tratan de implantar minas de las que extraer litio u otros materiales útiles para el modelo de producción de baterías, o la falta de una red de transportes que sea capaz de vertebrar la región. Se trata, pues, de un sistema que se sustenta en la superexplotación del trabajo y la caída de precios de la fuerza de trabajo por debajo de su valor, la elevación de la intensidad del trabajo y aumento de la jornada laboral. Este sistema productivo basado en la superexplotación del trabajo, engendra un modo de circulación que se basa en el divorcio del aparato productivo de las necesidades de consumo. Como muestra de ello vemos el caso de pequeños productores con algunas variedades de productos como la cereza que no admite el mercado porque no sirve a sus intereses especulativos, como la pico colorado o costaleña (en caso de ser admitida no la pagan a más de 0,42 euros el kilo), los cuales son propietarios formales de la tierra pero no controlan su producción.
Culturas
En la muerte de Víctor Chamorro: Tinta y amistad que curan
Como señala López Sánchez (2012), las grandes potencias y capitales necesitan evitar el desarrollo de zonas dependientes para garantizarse así la venta permanente de sus productos en nuestros mercados. Lo que sí se permite en las zonas periféricas es el desarrollo de procesos productivos complementarios, con un sistema de exportación de capitales que busca consolidar economías de enclave, con el control de la explotación de recursos primarios exportados (materias primas necesarias para el desarrollo industrial, como en el caso del litio o la proliferación de zonas con instalación de placas solares) que aporta condiciones ventajosas por el bajo costo de la mano de obra. Para Prebish esta relación centro-periferia conforma una estructura económica de subordinación de zonas periféricas que se basan en varios factores:
- Desempleo estructural, generado por la incapacidad de crecimiento económico de zonas periféricas, como es el caso de nuestra región, con más de un 41% de desempleo juvenil, que supone una falta de perspectivas a nivel profesional para la población de este grupo etario que se ve obligado a emigrar de la región.
- Desequilibrio en la balanza comercial, al importar más bienes de capital que los recibidos en concepto de exportaciones.
Enfrentar el control de nuestras vidas.
Entre otras cuestiones a abordar, se analizará la posibilidad de articular redes comunitarias que sean capaz de enfrentar los planes neoliberales, que de una u otra forma, se instauran en los distintos gobiernos, pero de modo casi invariable podemos fijar en:
- Extensión de jornada laboral y disminución de salarios.
- Presión para la no sindicación en un contexto como el actual, con tasas de sindicación que, en el caso de personas en edad laboral de 25 a 39 años, a duras penas sobrepasan el 15% de trabajadores.
- Desconocimiento de contrataciones colectivas y facilidades para la contratación temporal y despidos.
- Aumento de la tasa de desocupación, como medida para aumentar el “ejército de reserva” y ejercer una presión a la baja en los salarios y condiciones laborales.
- Diversas formas de trabajo informal y precarizado.
- Privatización de fondos de pensión.
Las grandes potencias y capitales necesitan evitar el desarrollo de zonas dependientes para garantizarse así la venta permanente de sus productos en nuestros mercados
Además de ello, hemos de hacernos a un sistema capitalista que trata de controlar el espacio, percibiendo este como instrumento político intencionalmente manipulado, que, como señala Lefebvre (1976), oculta sus apariencias, sirviendo como medio y procedimiento de una organización del consumo, así como instrumento para la producción e intercambio vinculado a la reproducción de relaciones sociales de producción. De este modo, el modelo de desarrollo que tratan de imponer en nuestra región supone un uso del espacio como mercancía, con proyectos de minas de litio como el de Las Navas, que ocuparía un perímetro de unas 2580,46 hectáreas y alteraría otras 173 . Esto quiere decir que pondría en peligro el uso actual de algunas explotaciones ganaderas o agrícolas para servir a las ganancias de empresas mineras de capital extranjero.
Tareas a emprender
Existe un contexto de individualismo radical, en que se realizan representaciones del mundo que, de modo intencionado, separan aspectos económicos del tejido social y tratan de construirlo como ente autónomo (como vemos con los casos de la falta de una red trenes de calidad y los proyectos mineros y de placas solares mencionados anteriormente). Fruto de esa característica de la visión actual con un enfoque de individualismo metodológico que defiende que el individuo es autónomo y soberano, además de ser centro de análisis, se ha posibilitado el tratamiento de todas las instancias sociales y recursos naturales como mercancía.
Frente a esta visión se hace precisa la revitalización y construcción de espacios comunitarios y el asociacionismo que sea capaz de enfrentar los problemas que sufrimos (precarización en la estructura de empleo, tasa de desempleo juvenil alta, tasa de riesgo de exclusión social superior al 32%). Para ello es preciso, como señala Zavaleta Mercado, que veamos la sociedad como un bloque histórico o totalidad orgánica en que existe una simultaneidad de la base y la superestructura; por tanto la sociedad en el capitalismo es una totalidad orgánica y en este sentido hemos de ver que todos los proyectos que se tratan de implementar en la región anteriormente señalados y que tienen consecuencias negativas no se establecen de modo aislado, sino que son parte de todo un sistema capitalista que busca la acumulación de capital y por tanto requiere una respuesta colectiva a cada uno de los planes que se tratan de proyectar.