Elecciones Catalunya 21-D
Diario de campaña: del sentido común de los comunes al toque old school de las CUP

Segunda entrega de las crónicas de campaña del 21-D, en la que Marc Almodóvar acude a un mitin de los comuns en Nou Barris y a otro de las CUP en Vall d'Hebron.

Javier Domènech y Jean-Luc Mélenchon
Javier Domènech y Jean-Luc Mélenchon en un acto de campaña el 15 de diciembre. Foto: Catalunya en Comú Podem
Marc Almodóvar
@almotuit
18 dic 2017 12:30

Sábado 16 de diciembre. 12h. Plaza Major de Nou Barris

Nou Barris. Que de hecho son 13. Y que están, todos ellos, juntos, entre los 15 más pobres de Barcelona.

Nou Barris. Donde se gestó la victoria de Ada Colau en 2015. En todos esos barrios los comunes superaron el 30% de voto. Los barrios donde más arrasó.

Y aquí, en Nou Barris, es donde se plantan los comunes cuando tienen ganas de darse un homenaje. Lo hicieron en 2015 y han vuelto a repetir. Acto central de campaña frente a la sede del distrito. Con vecinas en chándal paseando al perro y vecinos de etiqueta casando a las nietas.

“Joven, ¿por dónde son las bodas?”, me pregunta una señora bien emperifollada. Si es con Miquel Iceta, quizás sea aquí. Si no, mire por ahí detrás.

La cosa anda un poco más apagada que entonces. Quizás porque entonces era primavera. Quizás porque entonces sonaba el runrún y ahora nos ponen a Nina Simone. Quizás porque eso de asaltar los cielos desgasta un poquitín. Por lo que sea. Suerte que los jubilados de la Marea pensionista nos mantienen entretenidos con sus cánticos. “¡Así, así, ni un paso atrás!”.

Entonces todo eran alegrías y bailoteos. Hoy se han plantado los amigos de la bici para quejarse de un plan para hacer pisos en una rambla que cae cerca de allí. Otro hombre se planta con una pancarta preguntándole a Colau que por qué han matado a 950 palomas (paloma arriba, paloma abajo) en la plaza Catalunya para montar una feria solidaria de navidad. “¡Solidaria! ¿Te das cuenta?!”, me espeta el animalista curiosamente ataviado en una chaqueta de cuero. Me da cosica preguntar si sintética.

“¿Alguien quiere una bandera?”, pregunta la Conchi. 

“Dame una”, le dice uno. “Otra pa' mí”, le dice otro.

Tranquilos, no son esteladas ni rojigualdas. Son banderas de Podemos, que tiñen la plaza de violeta. Otros, que no son Conchi, reparten unas banderas con los lemas municipalismo, feminismo y vivienda escritos. Hay unas cuantas banderas republicanas. Pocas senyeras. Ninguna estelada ni rojigualda. Pablito respira tranquilo.

La gente, como entonces, ha venido a ver a sus estrellas. “¿Ves a Ada allí arriba?”, le dice una madre a su hija. “¡Salid de en medio!”, me suelta una señora visiblemente nerviosa. “¡Guapo!”, le grita un hombre a Alberto Garzón, que sonríe coquetamente. Se oyen gritos. Es la novia, que ha tirado el ramo.

El acto empieza con 45 minutos de retraso. Y lo hace poniendo el punto de mira en Ciudadanos, el rival a batir en estas plazas. “Que no nos tiñan de naranja el barrio”, dice la regidora Janet Sanz. “¡No pasarán!”, grita más tarde Colau. Domènech habla de remontada histórica. Ya veremos dónde, porque las encuestas no apuntan eso. Y de que son la clave ante gobiernos frankenstein. Y unas chicas agitan unas llaves de cartón para simbolizarlo.

El show no parece entretener a todo el mundo, que lo deja como radio de fondo mientras abre el debate entre los colegas. Que si se tiene que pactar. Que si no se puede minusvalorar el independentismo. Que si este ha tocado techo. Que si no. Que si esto está chungo que te cagas. Que si “tela marinera” con los CDR, que son un nuevo 15M.

Y a falta de un candidato en Bruselas o enchironado por la Audiencia Nacional, los comunes no querían ser menos. Van y sacan por videoconferencia (la sensación de la campaña) a Naomi Klein y Varoufakis dando su apoyo a los comunes. Y lo extraño y sintomático es que tenga que venir el griego Varoufakis a ser el primero, y casi único, que lance el mensaje antirrepresivo en estas elecciones anómalas. Y reivindique el primero de octubre. De fora vingueren, que decimos en estas tierras.

De hecho, el único que habla del “bloque del 155” es Alberto Garzón y el único que menciona a los presos políticos en dos horas de acto es Pablo Iglesias. Elisenda Alamany, la número 2 y que se ha pronunciado indepe más de una vez, es la única que hace una defensa del primero de octubre. Del resto, nada.

Los comunes, en esa extraña metamorfosis que les ha llevado de ser el partido que iba a revolucionarlo todo a venderse como el garante de la centralidad, parecen estar calculándolo todo. Calculan lo que dicen aquí para no joder a los de allí. Esta es la política, nos dicen. Lo de nueva cayó por el camino, parece ser. Y es que todo para repetir un tripartit que, al parecer de Domenech, no debe ser nada frankenstein. Han superado la etapa nini (ni 155 ni DUI) para pasar a venderse como los únicos que ponen la agenda social en el centro del debate. Pena que eso lo digan otros también. Como lo de cambiar Catalunya para reformar España. También me suena haberlo oído. Eso se lo dirán a todas.

El acto se cierra escuchando a los Pulp con su Common People. “Es de sentido común”, le dice un hombre a su acompañante. Todo muy común, vaya.

Domingo 10 de diciembre. 17h. Pabellón de la Vall d'Hebron

Esto de las campañas y los actos electorales no es más que postureo ante militantes convencidos para sacarse una foto para periodistas a quienes les aburres soberanamente. Los actos apenas se publicitan. Se mandan notas a la prensa, se mandan circulares internas pa' los tuyos y avall. Y las CUP serán muy alternativos, muy antisistema y muy anticapitalistas de la muerte, pero no escapan de ello. Avisan por Twitter con 3 horas de antelación del acto central de campaña y si te pillo no me acuerdo.
Y pese a ello, el pabellón se llena.

Lo verdaderamente antisistema es que el acto empiece con casi una hora de retraso. Gracias conciliación. Ya no familiar. Con el cerebro mismo.

Por el hilo musical, cual viaje temporal, nos van poniendo canciones de Obrint Pas y Betagarri. Si se ponen un poco más nostálgicos, nos sueltan un Sarri, sarri en cero coma. Para acabar de darle un toque old school, una peña de Mallorca se han currado una pancarta de esas de tinta rotring y algodoncitos hecha a mano que acaba de darle el toque a la cosa.

La urna se convierte en el epicentro fetichista de todo el acto. Ese contenedor de plástico donde dice Albiol que su mujer (quién si no) pone la ropa sucia y donde cerca de dos millones de catalanes defendieron su derecho al voto. Y fetichistamente está ahí. Presidiendo el escenario. Que para presidir eso no hace falta hacer asamblea. Y empatar luego.

Y el amarillo. Ese color que se ha puesto de moda en este fin de año en Cataluña. Sobre todo después de que la Junta Electoral decidiera prohibirlo en las calles y el señor Pantone tiemble desde entonces. Bel Olid, la escritora feminista que va de seis por Barcelona, se ha teñido de amarillo cantón el pelo. No sabemos si es un homenaje a los Jordis o un guiño a los ilustres Piolines de la benemérita. Suponemos lo primero, pero, francamente, parece lo segundo.

A por ellos. Oe. A por los machirulos. Oe: “Nuestra constitución no estará escrita por siete machos blancos, lo van a hacer los excluidos, las moras, los sin techo, las trans...”, arenga. 

Es de lo poco que anima al público, que parece estar más bien analizando y juzgando lo que se dice que no preparado para montar la foto a la tele. De hecho, mucha sobriedad entre el público. Aplausos controlados, pocos gritos, a los sumo algún puño alzado. Curiosamente aquí es donde menos banderas se ven. Un par de esteladas. Alguna arcoíris. Alguna antifa. Poca cosa más. Solo se rompe esa sobriedad cuando saltan al escenario las rockstars Anna Gabriel y David Fernàndez. Entonces sí. La gente se alza.

“Qué largas se nos hacen las dictaduras”, señala la primera. “Hemos dejado de ser súbditos”, apunta el segundo. Alguna hostia a los comunes y sobre todo a algunas declaraciones recientes de los podemitas: “El 15M salió para tumbar el régimen del 78, no para apuntalarlo”, espeta David. El cabeza de lista, Carles Riera, no levanta tanto ánimo. “Ocuparemos de nuevo el Parlament”, suelta antes de garantizarnos que “no volveremos al procesismo” y que “solo hay socialismo con la república”.

Francamente. Suena bien. Pero, tristemente, parece apelar a un unicornio. La república y el proceso constituyente parecen un unicornio en boca de unas CUP que son las únicas que hablan de él. Visto lo visto parece que van a remar mucho contra marea si esperan defender aquello que se nos proclamó pero nadie se creyó lo suficiente como para defenderlo. Y ahora estamos en esta casilla cero de salida tras la multaca de la banca del 155. Y las CUP, otra vez, a liarla en el Parlament.

El acto se acaba. La gente sale. Y en la puerta, un chavalillo vendiendo latas de Finkbrau “a un euro” al lado de un puretilla que vende chapas, banderas y, ahora, lazos amarillos. Todo muy old school.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Catalunya
El pleno de investidura del nuevo gobierno catalán sigue en el limbo
El president del Parlament, Roger Torrent, condiciona la celebración del pleno de investidura a que “haya garantías para Puigdemont” y que se pueda formar gobierno.
Independencia de Catalunya
El aliento y la tensión de la calle, ahora sobre ERC

El 30 de enero, con su fallida investidura y las tensiones dentro y fuera del Parlament, se suma a la larga lista de días a recordar en el proceso independentista catalán.

Catalunya
El Consejo de Estado avala la investidura de Puigdemont
El Consejo de Estado frena la iniciativa del Gobierno de impedir la investidura de Carles Puigdemont argumentando que en este momento no hay fundamentos para impugnarla ante el Tribunal Constitucional.
Karlos M.
19/12/2017 0:45

Ya sé o me imagino que en "El Salto" escribe gente diversa, pero no me esperaba este "nivelazo". Para leer estas chorradas, mejor me voy a la cama. Un poco de ironía, vale, pero tanta tontería en un artículo... A cascarla!

6
1
#5116
18/12/2017 21:36

No es cierto que la CUP anunciase tres horas antes por tuiter el acto central, hacía días que se sabía.

7
0
#5158
19/12/2017 16:40

No dejes que la realidad te estropee una entrada de blog

5
0
Fernando Llorente Ar
18/12/2017 14:57

El original del periodismo posmo-yavengodevuelta ya era triste. La copia, este copia, es patética.

16
3
#5077
18/12/2017 14:25

Y la fiesta la pagan los M.M. (Maraino y Montoro) con tú dinero y el mío. Nivelazo !

2
5
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Antifascismo
Antifascismo en Roma 25 de Abril, día de ‘La Liberazione’
El movimiento antifascista celebra el fin de la ocupación nazi con una demostración de poder en las calles de Roma.
Más noticias
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
El Salto Twitch
El Salto Twitch La Catana 2x06, comunicación política y campaña
Nos preguntamos cómo la carta de Pedro Sánchez atraviesa un momento político y electoral que se estira desde las generales, pasando por elecciones gallegas y vascas, para cristalizar en unas catalanas y europeas que van a marcar nuestro imaginario.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).