We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Frente al Teatro Real, en Madrid, un grupo de personas vestidas de negro oficia un funeral particular. Llevan una pancarta negra, que se transformará en sudario, en la que se puede leer: “Lomloe, RIP filosofía”. Mientras una pequeña banda acompaña musicalmente, el pensamiento crítico, la creatividad o la diversidad, encarnadas en pequeños carteles, agonizan en una performance que solo dura unos minutos antes de que caiga un chaparrón. Se trata de una elocuente crítica a cómo la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), conocida también como Ley Celaá, aborda el lugar de la filosofía en los planes de estudio. “Asistimos a este funeral con los ojos empapados en lágrimas porque nuestros queridísimos representantes han decidido acabar con el pensamiento crítico y el ejercicio de nuestras libertades”, se lamenta uno de los participantes. “El camino del saber al no saber es un camino muy largo”, cantan después. El acto —realizado con el apoyo del grupo de Teatro de la Oprimida de la Tortuga— concluye con una advertencia: “¡Sin filosofía, el aula se vacía!”.
El mensaje es frontal y refleja el cuestionamiento que el profesorado de filosofía viene haciendo desde que se conociera la propuesta curricular de la nueva ley de educación. Si bien Historia de la Filosofía vuelve a segundo de bachillerato como materia obligatoria, el profesorado denuncia que no haya contenido obligatorio en Secundaria, tal y como indicaba la Proposición No de Ley, aprobada por unanimidad en 2018. Además, hay otras dudas. “Nadie tiene muy claro cómo va a acabar pero lo que ha dicho el gobierno es que en primero y segundo de bachillerato como obligatorias serán dos horas, aunque las comunidades puedan subir. Pero si nos ponen una asignatura como obligatoria con solo dos horas en segundo ¿cómo puedes preparar para la EvAU?”, se pregunta Elisa, profesora en un instituto de Vallecas y una de las participantes en la performance.Si bien la Historia de la Filosofía vuelve a segundo de Bachillerato como materia obligatoria para todas las ramas, el profesorado denuncia que no haya contenido obligatorio en secundaria
Tras una reunión mantenida el pasado 23 de noviembre, la Plataforma en Defensa de la Filosofía en Madrid denunciaba en una nota de prensa el viernes que el representante del Ministerio de Educación, Alejandro Tiana, les habría confirmado que la ley no se va a cambiar. En la nota de prensa señalaba que, cerrado el diálogo con el Ministerio, se les invita a abordar la cuestión con las comunidades autónomas, en lo que consideran una declinación de responsabilidades. La crítica de la Plataforma se focaliza en la ausencia de enseñanzas filosóficas, como Ética, en la secundaria, mientras se introducen otras materias: “Nuestras futuras generaciones tendrán las nociones necesarias para el ‘Emprendimiento’, una materia en la que aprenderán sobre aquello que la gran mayoría de ellos nunca tendrán: una empresa. Sin embargo, no estarán tan capacitados para dilucidar si en sus trabajos, o si en sus empresas, se practica la justicia”. Una petición en change, junto a la convocatoria de una movilización estatal el próximo 18 de diciembre, integran la respuesta del profesorado.
Ya en octubre, la Red Española de Filosofía denunciaba lo que consideraba un incumpliento de compromisos y sus consecuencias: “En efecto, la presencia de la filosofía en la Educación Secundaria Obligatoria ha sido completamente laminada: no solo la comprometida asignatura de Ética ha visto rebajado su estatus a una sola hora semanal de Valores cívicos y éticos en un curso que no es el solicitado, sino que la asignatura de Filosofía de 4º de la ESO, reclamada por la REF en su documento Posibilitar la posibilidad, sorprendentemente ha desaparecido de la oferta de optativas de secundaria”, apuntaban.
Las vicisitudes de la filosofía en la ley
El lugar de la filosofía en los planes de estudio es un debate que se retrotrae en el tiempo y que emerge con cada reforma educativa. La profesora Elena S., integrante de la Plataforma por la Defensa de la Filosofía, evoca para El Salto un recorrido de esa tortuosa historia: “Teníamos mucha presencia en la antigua ley de educación con Ética, Filosofía e Historia de la filosofía. Con la L0E de Zapatero ya empezaron con Educación para la Ciudadanía”. Esta materia ya la podía dar cualquier docente, “se daba en segundo de secundaria, en tercero se cursaba valores y teníamos un par de horas o una hora a la semana”.Llega la Ley Wert: la LOMCE, la filosofía resiste como optativa en cuarto de la ESO, unas horas en primero de Bachillerato según la comunidad autónoma, e Historia de la Filosofía que pasa a estudiarse solo en Humanidades y como optativa, explica la docente. Con la LOMLOE, el gobierno recupera la obligatoriedad en Bachillerato, pero Secundaria queda afuera. Algo que Elena S. y muchos otros consideran que excluirá del estudio filosófico a todo ese alumnado cuyo itinerario educativo concluye antes de llegar al Bachillerato, convirtiendo la enseñanza de la filosofía en algo elitista.
Un profesorado preso de los vaivenes
Al debate sobre los contenidos, los cursos, o la obligatoriedad y optatividad de la materia subyace otra casuística central: las condiciones laborales del profesorado. La hora de valores éticos, por ejemplo, explica Elena S., puede darla profesorado no especializado. A eso se suma la caída de la optativa de Filosofía en la oferta de cuarto. Pese a recuperar espacio en Bachillerato, es mucho más numeroso el alumnado que cursa la etapa obligatoria por lo que la reducción de horas en esta parte del ciclo formativo afectará al profesorado.
Según el profesor y preparador de oposiciones Andrés Richart, esta reducción de horas afectará principalmente a la interinidad. “En la Comunidad Valenciana, donde yo trabajo, por ejemplo, en los últimos años ha entrado mucha gente por bolsa extraordinaria, ofertándose las plazas como difícil cobertura, lo cual ha permitido a mucha gente trabajar y consolidarse en la bolsa sin haber opositado”.
Tras años de “vacas gordas”, motivados por la expansión del profesorado para responder a la emergencia de la pandemia, pero también por un largo tiempo en el que no hubo grandes oposiciones, la reducción de horas puede suponer que interinas e interinos pierdan su trabajo y que incluso docentes consolidados tengan que cambiar de centro por no sumar horas suficientes tras la reducción. Para Richart, es paradójico que una materia como valores éticos quede reducida a una hora como materia espejo de Religión, ligando su suerte a la enseñanza religiosa, considerando fundamental que la ética tenga su propio espacio en el curriculum educativo.
La importancia de la filosofía
Más allá de las consecuencias para el profesorado, preocupa la concepción de la educación que implica apartar la filosofía de secundaria. En los últimos sábados, la Plataforma viene celebrando en Madrid otras formas de protesta, entre ellas sacar las clases a la calle. María Muñoz ha participado en esta iniciativa: la semana pasada salieron entre el frío y la lluvia a visibilizar la filosofía en el Parque del Retiro. Muñoz tiene la sensación de que la filosofía en particular y la educación secundaria en general no son temas que preocupen mucho en la sociedad.
El hecho de que en esta etapa el alumnado sea adolescente, atravesando “unos años complicados” que a veces convierten la experiencia en la clase en un ejercicio de “supervivencia”, junto a la pérdida de interés de padres y madres en el centro y la formación a medida que se avanza en el itinerario educativo, hacen que “el instituto se configure casi como un espacio de reclusión y de tener bajo control a esta parte de la ciudadanía”, a veces alcanza, ironiza Muñoz, con que “no la líen mucho: mientras nosotras hagamos nuestro trabajo y las cosas estén bajo control pues tampoco parece que lo que enseñemos o no sea importante”.
“Siempre explico en las primeras semanas que la filosofía es una forma de ver las cosas de una manera que no habían visto nunca: a nivel personal también implica relativizar los problemas, ver los problemas desde otro punto de vista”
Para esta docente, que la filosofía pierda espacio a favor de materias como Emprendimiento es algo absolutamente ideológico: “Tiene mucho que ver con la lógica neoliberal de poner todo el peso de la responsabilidad de la propia vida en el individuo, dejar de lado los condicionamientos sociales, la promesa de que todo es posible si te esfuerzas, de que tu propia vida está en tus manos”. Una propuesta que considera contraproducente, trabajando además como trabaja en un instituto del sur de Madrid. Frente a esta lógica, no es que Muñoz considere que el estudio de la Filosofía pueda ser la panacea contra la frustración o la epidemia de salud mental que enfrenta la adolescencia, pero sí piensa que quizás pueda ser un alivio: “Siempre explico en las primeras semanas que la filosofía es una forma de ver las cosas de manera que no habían visto nunca: a nivel personal también implica relativizar los problemas, ver los problemas desde otro punto de vista”. Autonomía para afrontar las situación y liberarse de cargas impuestas desde afuera, para eso también puede ayudar la disciplina, considera Muñoz.
Desde Sevilla, el profesor Domingo J. Santana Cruz apunta que, lejos de los cánones actuales e inmediatos de lo que es útil o no, la filosofía posibilita “intentar pensar una manera distinta, complementaria o más rica de estar en el mundo”. A este activista le gusta emplear la metáfora de la dirección de orquesta: “El director de orquesta no toca ningún instrumento, realmente no ejecuta la partitura, sin embargo de alguna manera la coordina, la vigila, la marca, la interpreta”. Según esta metáfora, “la filosofía tiene esa especie de dirección de orquesta de todos los saberes y ciencias que están alrededor, que sí tienen una sutantividad propia pero se incardinan en un conjunto y ese conjunto es la sinfonía, la imagen del mundo, el sentido, un modo de mirar a la realidad que somos los humanos en este planeta que habitamos”.
El docente considera que estudiar valores éticos o cívicos puede ser muy necesario pero que no puede sustituir el estudio de la Ética. “Es correcto y adecuado que los menores tengan que tener una formación acerca del entorno donde vivimos: yo quiero que salgan todos los alumnos de la formación obligatoria con conocimientos sobre qué significan los derechos humanos, porque es el contrato social más presente que tenemos hoy en día de manera global”. Sí a los valores cívicos, insiste antes de recordar, que “eso no es Ética”. “La ética tiende sus raíces mucho más atrás y en una reflexión mucho más profunda que es ‘qué es el bien’, así de sencillo”. Santana Cruz considera que es central llevar la filosofía a secundaria pero también a primaria. “Todos nos preguntamos filosóficamente, desde que empezamos a lanzar preguntas al mundo, solo que hay que saber meterlas en un metodología y en una manera de mirar, de trabajar, que es el método, o los métodos con que la filosofía ha llevado adelante esas preguntas a lo largo de la historia”.
“Mi profe era un rollo, con un tono monótono. Pero yo estaba esperando todo el día a que llegara esa hora para que me desvelara lo que habían dicho Sócrates, Platón y compañía. Durante un tiempo pensé que el mérito era de la profe, pero era de los contenidos”. Carlos García, profesor de filosofía en un instituto de la sierra madrileña, considera que si el alumnado elige esta materia es porque sus contenidos les interesan. Además, añade, más allá del pensamiento crítico, la filosofía es importante por los procedimientos, el debate, la posibilidad de opinar, y por su legado cultural, algo que considera central transmitir a las nuevas generaciones.
Este docente también encuentra fundamental que haya espacio para la filosofía en secundaria pero no considera que este ámbito tenga el monopolio de los valores o el pensamiento crítico. Para García, la cuestión trasciende la misma enseñanza de la filosofía y tiene que ver con la mirada sobre la Educación: “No creo que a los 16 años el objetivo principal de la educación sea prepararte para la universidad. Es más importante facilitar al estudiante un patrimonio cultural, que incluya la filosofía y otros ámbitos del saber, como la literatura o la música. Es fundamental fomentar la lectura”. Lo más técnico y especializado, piensa este docente, debería de ir a la universidad, y si es necesario alargar los grados.
Siguiendo en una mirada más amplia, lo que teme por su parte Elena S. es que cada vez se avance más hacia un modelo neoliberal en el que la escuela pública y obligatoria sea asistencialista y se deje el pensamiento para quienes pueden permitirse entrar en la escuela concertada y privada. “Queremos llegar a los medios de comunicación, a los padres y las madres, que se enteren de lo que hay”, explica. Para la profesora estas cuestiones, pese a suscitar poco interés en las vidas estresadas de la sociedad, o en las redacciones de los medios, “son las cosas que configuran el mundo. El conocimiento por sí mismo, sin una reflexión sobre la justicia, te puede convertir en un burro cargado de ciencia”.
Relacionadas
Opinión
Opinión Oasis en directo y la melancolía
Opinión
Opinión Razones para leer a Fredric Jameson
Filosofía
Transmodernidad El último Dussel y el futuro de la Historia
“Para Richart, es paradójico que una materia como valores éticos quede reducida a una hora como materia espejo de Religión”.
Pues no, esto es falso, es desinformación. ¡Es que además es peor! Religión sigue, con las mismas horas que hasta ahora, SIN asignatura espejo. “Valores” desaparece. Es increíble cómo a “Religión” no afecta esta ley. Bueno, sí: ahora “religión” no será evaluable, no afectará la nota…
Pero de qué es lo que pasa, y por qué, yo acudo a leer los medios (mejor si son libres, como El Salto), no tendría yo que avisar de que el artículo es confuso, impreciso y equivocado. Me parece que se puede incluir un cuadrito con las VERDADERAS medidas en materias de Filosofía, y de paso, lo de Religión (que me parece de traca, y veo se señala poco, o nada).