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Educación pública
Con la campaña 18/23 el profesorado exige una negociación real sobre la reducción de horas lectivas
Septiembre de 2011, se vivía entonces una época de recortes generalizados cuando la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, declaraba en tono displicente: “La mayoría de los madrileños trabaja más de 20 horas”. Lo dijo a raíz de haber aplicado un incremento de 18 a 20 horas al horario lectivo del profesorado de secundaria, FP y régimen especial, y a 25 en el caso de los y las docentes pertenecientes al Cuerpo de Maestros. La frase simplificaba el trabajo real que realiza el personal educativo, y dejaba en el inconsciente colectivo una idea errónea que aún persiste. El incremento del horario se hacía sobre el tiempo de atención directa al alumnado, que constituye sólo una parte de las funciones que desempeña el profesorado. Este duro ataque a las condiciones laborales de buena parte de los trabajadores que educan a este país generó una ola de indignación de la que surgió la Marea Verde.
El incremento de hace una década sobre las horas lectivas, afecta al resto de labores que desempeña el profesorado, al contar con menos horas a la semana para dedicarles a estas tareas
Desde entonces, hace casi 12 años, los y las docentes de la Comunidad de Madrid continúan cargando con aquel incremento en el horario lectivo durante su jornada laboral. Esto afecta al resto de labores que desempeñan, ya que disponen de 2 y 3 horas menos a la semana para dedicarles. Así lo manifiesta a El Salto, Rafael Valentín Santo Tomás, secretario general de Enseñanza CGT-Madrid: “Nuestra estadística dice que el 34% del profesorado trabaja desde entonces con esas subidas hasta llegar a las 25 horas lectivas, más luego las de trabajo en casa, hasta completar su jornada de 37,5 horas semanales”.
Mientras está por terminar el actual curso los sindicatos UGT, CGT, STEM INTERSINDICAL Y CNT han puesto en marcha la campaña “18/23, por la reducción de horas lectivas”. En ella establecen la intención de negociar el pasar de las 25 horas en infantil y primaria, y 20 en secundaria, a 23 y 18 horas lectivas, respectivamente. Hasta la fecha, el gobierno de la Comunidad de Madrid no ha mostrado voluntad de sentarse a hablar. De hecho, explican, el último movimiento que hizo la Consejería de Educación, el pasado 23 de noviembre, fue publicar una orden que permitía el incremento de jornada de una hora semanal, a cambio de un plus de 100 euros mensuales, al profesorado que “voluntariamente” quisiera asumirlo.
Una cuestión también del Ministerio
“La normativa autonómica la saca Aguirre, luego la acaba bendiciendo la ley Wert, y aunque la LOMLOE recomienda la rebaja de esas horas, no hemos visto voluntad por parte del Ministerio de Educación, de intentar unificar ese horario”, explica Valentín sobre las lagunas legislativas en esta materia. Resulta paradójico que solo dos comunidades, Galicia y Madrid, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, serán los únicos territorios que empezarán el curso 2023/24 con 25 horas en primaria y 20 horas en secundaria.
Como parte de la campaña “18/23, por la reducción de horas lectivas” buscan conseguir que todos los centros educativo aprueben una resolución en sus claustros pidiendo a la administración la reducción del horario lectivo
Para el también profesor de educación física en un colegio de Lavapiés, es escandaloso que sean estos cuatro territorios donde se sigan aplicando estos horarios, porque señala, “el resto los ha rebajado, o bien, tienen planes serios para rebajarlo en uno o dos años”. Es el caso de Murcia, región que ya recoge en su acuerdo de la Mesa General de la Función Pública un calendario para la vuelta a las 18-23 en los periodos lectivos de aquí a 2024. “Era tan fácil como haberlo puesto en la LOMLOE por decreto, y punto. No sabemos si no se han atrevido, no han querido o si creen en esos bulos de ‘es que los profesores trabajan 20 horas y todavía se quejan’”, incide Valentín, y reitera que no son 20, si no 37,5 horas las que tienen que cumplir. Y probablemente más, ya que, indica el profesor, las horas de formación que realizan están fuera del horario lectivo y que aparte de atender los cursos oficiales de los centros de formación del profesorado, cursan otro tipo de formaciones que pueden dar otros grupos o asociaciones.
“Siendo docente y trabajando con criaturas estás siempre dándole vuelta a cosas, con lo cual es habitual que te lleves algo más. Lo que sí, es que la carga horaria desde luego no es baladí, se trabajan muchas horas”, puntualiza. Pone de ejemplo que en secundaria se dan altas cargas de trabajo debido a las elevadas ratios porque existe un compromiso de llegar a todo el alumnado, no solo a los mejores alumnos o a grupos de determinado nivel, por tanto, insiste, se necesitan más horas para preparar clases o sesiones de formación entre otras labores.
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En punto muerto con la Consejería
“La consejería hizo la normativa y desde siempre se ha negado a dar marcha atrás, ya que ha tenido una mesa sectorial muy cómplice en este sentido, porque salvando el principio de la Marea Verde (2011), ya han pasado 12 años” indica el secretario de Enseñanza CGT-Madrid. Asegura que propusieron al resto de los sindicatos de la mesa sectorial —con representación en la junta de personal y en la mesa sectorial— y solo dos de ellos, CSIF y Anpe, no quisieron participar, alegando que había que ser prudentes. “Llevamos 12 años de prudencia”, estima Valentín, al tiempo que reconoce la participación del resto de sindicatos que se han unido y que como UGT ya han realizado otras campañas en el mismo sentido.
“Pensamos que esta campaña es posible ganarla, que sí es realizable para poder decirle a la Consejería de Educación que hay gobiernos del PP en el resto del Estado que tienen esta rebaja horaria"
“Nosotros pensamos que esta campaña es posible ganarla, que sí es realizable para poder decirle a la Consejería de Educación que hay gobiernos del PP en el resto del Estado que tienen esta rebaja horaria, que no hace falta ser un peligroso anarquista para pedir esto, porque ellos lo han hecho” argumenta el profesor. Desde UGT entienden que, aunque han empezado a finales de curso, ésta es la primera llamada de atención para que la administración comprenda que es una situación anómala y se tiene que acabar. “En septiembre nos veremos y volveremos a decir ‘hagan algo’, porque no queremos llegar a situaciones a las que no se deberían de llegar”, concluye Rafael Valentín.
En la plaza más árida y hostil de Madrid, sin sombra ni árboles, bajo un duro sol..
— CGT Enseñanza Madrid (@CGTMadrideduc) June 6, 2023
El profesorado, merece ser cuidado!
Menos horas, más calidad!
18/23 o volvemos otra vez!! pic.twitter.com/h2ztL2i6DT
Como parte de la campaña “18/23, por la reducción de horas lectivas” buscan conseguir que todos los centros educativo aprueben una resolución en sus claustros pidiendo a la administración la reducción del horario lectivo y animan a profesores y profesoras a tomar la iniciativa en sus propios centros. Ante lo que consideran un ataque a sus condiciones, y para visibilizar todas sus demandas, los cuatro sindicatos convocaron una concentración la tarde del pasado 6 de junio en la Puerta del Sol, y aseguran que volverán a movilizarse al inicio del próximo curso.
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Los sindicatos están por la defensa de las 35 horas semanales, pero para que se de la posibilidad de terminar con esta anomalía en la que se encuentran los docentes desde hace más de una década en Madrid, consideran entre sus demanda, el aumentar la contratación de docentes para que pueda darse, a su vez, una bajada de ratios por aula, una disminución de la carga, y mejorar la atención a la diversidad. Así mismo demandan más apoyos y desdobles de clases, y disponer de más horas para planificar las sesiones.