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Ecologismo
Ecologistas en Acción alerta sobre el aire que respiramos
El informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que el 88 % de la población y el 80 % del territorio estuvieron expuestos a un aire insalubre el pasado año. Presentado ayer, 22 de junio, el estudio ha hecho públicos los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, incluidas las de los principales aeropuertos y puertos, durante 2020. Sus conclusiones no permiten ningún tipo de relajación, a pesar de las mejoras experimentadas en el periodo de confinamiento, fácilmente reversibles con la vuelta a la normalidad en la movilidad y en la producción industrial. En relación a Extremadura, una comunidad eminentemente rural y que parecería libre, en mayor medida, del azote de la contaminación ambiental, tampoco queda demasiado espacio para la tranquilidad, según señalan las informaciones observadas en el documento.
El marco general de la contaminación del aire en España en 2020
De acuerdo a lo que cabía esperar, como consecuencia de la reducción del tránsito motorizado a causa de las medidas confinatorias derivadas de la pandemia de Covid-19, el aire experimentó una mejora clara en 2020, con una reducción notable de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y ozono troposférico, y “más matizada de los de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), en sus mínimos de la última década y seguramente también desde que existen mediciones, en 1990. El resultado ha sido una menor afección a la población y al territorio”. Queda por determinar, también, el papel que en esta disminución pudiera haber tenido el cierre de la mayoría de las centrales térmicas de carbón.
Contaminación
La contaminación urbana desciende un 58% en mes y medio de confinamiento
El informe de Ecologistas en Acción ‘Efectos de la crisis de la covid–19 sobre la calidad del aire urbano en España’ analiza las mediciones oficiales de 26 ciudades y concluye que las reducción del tráfico ha supuesto una mejora sin precedentes en la calidad del aire.
Aun con estos números, y tomando como referencia los valores máximos de contaminación aceptables recomendados por la OMS y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado continuó afectando en mayor o menor medida a 42 millones de personas en el Estado español, el 88 % de la población, así como a 402.000 kilómetros cuadrados, el 80 % del territorio.
El aire contaminado continuó afectando en 2020 a 42 millones de personas en el Estado español, el 88 % de su población, así como a 402.000 kilómetros cuadrados, el 80 % del territorio
Desde el sistema de cómputo de la normativa española, menos exigente que las recomendaciones de la OMS, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites permitidos se “reduciría” a 8,5 millones de personas, una quinta parte del total, con 4 millones de afectados menos respecto a 2019. La superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzaría 210.000 km2, el 42 % del territorio español y 40.000 km2 menos que el año anterior.
Algunas conclusiones globales sí que parecen demostradas, según la organización ambientalista. Así, la principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, continúa siendo el tráfico motorizado. En determinadas áreas industriales y en el entorno de las grandes centrales termoeléctricas, serían estas fuentes las que afectarían de manera decisiva la calidad del aire. Finalmente, el transporte aéreo y marítimo tienen de nuevo un gran impacto en la calidad del aire del entorno de aeropuertos y puertos.
Contaminación
Contaminación Balance efímero del año covid: la polución se redujo en España un 27%
El ozono, de nuevo, se presenta como el agente contaminante con mayor extensión y afección a la población, aun siendo su frecuencia de superación de los estándares (tanto el legal como el de la OMS) muy inferior a la de años precedentes. Las partículas (PM10 y PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2) en el aire afectaron a algo más de la mitad de la población del Estado.
Ecologistas en Acción considera que “la contaminación del aire debería abordarse como un problema de primer orden. Cada año se registran hasta 30.000 muertes en el Estado español por afecciones que son consecuencia de la contaminación del aire, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Según el Instituto de Salud Carlos III, 10.000 de ellas fallecen en episodios de alta contaminación”. Por ello, “los costes sanitarios derivados de la contaminación atmosférica representan al menos 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales”.
Contaminación
520.000 muertes al año por contaminación en la UE
Un nuevo informe señala que el 95% de la población urbana de la Unión Europea respira aire que rebasa los límites marcados por la Organización Mundial de la Salud.
La principal fuente de contaminación en las áreas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población, continúa siendo el tráfico motorizado
Denuncian también que los Planes de Mejora de la Calidad del Aire, obligatorios según la legislación vigente, en muchos casos no existen, y en otros resultan inefectivos por falta de voluntad política. Diez comunidades autónomas siguen sin cumplir su obligación de elaborar planes de lucha contra el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales, llegando El Tribunal Supremo a señalar esta negligencia administrativa. La organización ecologistas concluye destacando que “la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando el tránsito peatonal, la bicicleta y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión y declarar sin dilaciones un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Mediterráneo, como las existentes en el Mar Báltico y el Mar del Norte”.
La calidad del aire en Extremadura
En 2020 han sido recogidos datos en 10 estaciones de control de la contaminación, pertenecientes a las redes de vigilancia de la Junta de Extremadura, de EMEP/VAG/CAMP y de distintas instalaciones industriales, debiendo señalarse que esta última fuente no es considerada por el Gobierno autonómico en su evaluación de la calidad del aire.
Las mediciones de las partículas PM2,5 han mejorado, pero cinco estaciones han registrado porcentajes de captura de datos inferiores a los mínimos establecidos por la ley, por lo que las conclusiones expuestas en este apartado están condicionadas por dicha insuficiencia.
“Puede concluirse que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Extremadura estuvieron expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación”
Por otro lado, “la página web de calidad del aire autonómica no ofrece ningún tipo de dato en tiempo real ni histórico que permita seguir la evolución de la contaminación. Resulta elemental por ello que la Junta de Extremadura se esfuerce por seguir mejorando la medición y la información de la calidad del aire en su Comunidad” denuncian desde Ecologistas en Acción.
En cualquier caso, en todo el territorio extremeño se siguieron registrando en 2020 niveles elevados de ozono troposférico, con alzas y bajas según las estaciones de medición.
El descenso de las superaciones del valor objetivo legal es prácticamente inapreciable respecto al promedio del periodo 2012-2019, siendo la comunidad autónoma que ha mantenido en 2020 niveles más próximos a los de la última década. La mejoría de la situación ha sido significativa en los núcleos intermedios (Almendralejo, Don Benito, Mérida, Plasencia y Villanueva de la Serena), con una reducción de los días por encima del objetivo legal del 38%. De manera puntual, el ozono ha aumentado sobre el promedio de 2012-2019 en las estaciones de Cáceres, Barcarrota y Zafra.
Seis de las diez estaciones superaron durante más de 75 días las concentración de elementos nocivos máximos recomenda por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si se aplicara el mismo criterio establecido en la normativa para evaluar este contaminante (un máximo de 75 superaciones del objetivo legal en tres años), ya en 2020 la mayoría de las estaciones extremeñas habrían sobrepasado las superaciones admisibles durante tres años. Los peores registros se dieron en las estaciones de Burguillos del Cerro, Zafra y Medina de las Torres, alcanzando respectivamente 101, 92 y 90 días de superación.
Capitalismo
Extremadura amenazada por los mega-proyectos
Según la normativa estatal, más laxa que la OMS y que mide en un promedio de tres años, cuatro estaciones registraron en el periodo 2018-2020 superaciones en más de los 25 días al año admitidos como máximo, de manera que dos de las cuatro zonas de la Comunidad incumplieron el objetivo legal, mejorando en todo caso la situación respecto a trienios anteriores. La estación con un peor comportamiento a este respecto fue la de Cáceres, con 38 superaciones medias.
“La estación de Burguillos del Cerro, perteneciente a la red de Siderurgia Balboa, excedió en más de los 35 días permitidos el valor límite diario establecido por la legislación para este contaminante”
El objetivo legal establecido para la protección de la vegetación durante el quinquenio 2016-2020 se ha superado en las estaciones de Cáceres, Plasencia, Medina de las Torres, Zafra y Monfrague, situándose en 2020 todas las estaciones por encima del objetivo a largo plazo, por lo que “puede concluirse que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Extremadura estuvieron expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación”.
Durante el pasado año, los niveles de las partículas PM2,5 descendieron significativamente, cayendo su concentración media en Extremadura un 19% respecto al periodo 2012-2019, marcando el mínimo de la última década y afectando sólo a la estación de Barcarrota, con 9 superaciones de la media diaria recomendada por la OMS, aunque sin alcanzar ni el valor límite anual vigente en 2020 ni el valor recomendado por dicha organización.
Mucho más limitado ha sido el descenso de los niveles de partículas PM10, el 3% respecto al periodo 2012-2019, lo que se atribuiría a una “mayor frecuencia de los episodios de intrusión de polvo africano, especialmente en el primer trimestre del año”. Manifiesta Ecologistas en Acción, no obstante, que “la estación de Burguillos del Cerro, perteneciente a la red de Siderurgia Balboa, excedió en más de los 35 días permitidos el valor límite diario establecido por la legislación para este contaminante, manifestando un problema puntual de contaminación industrial. Si bien la evaluación legal de dicho incumplimiento queda pendiente de los descuentos por aporte natural que realice la Administración, tras el procedimiento reglamentario”.
Toda la población de Extremadura habría seguido respirando en 2020 un aire perjudicial para la salud,(...) El territorio extremeño, en su integridad, estuvo expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación.
En el capítulo de los restantes contaminantes (dióxidos de nitrógeno y azufre, monóxido de carbono, benceno, benzopireno y metales pesados), éstos registran en Extremadura valores muy por debajo tanto de los límites legales como de las recomendaciones de la OMS.
Extremadura presenta, pues, niveles elevados de contaminación por ozono troposférico, “un fenómeno que se repite año tras año, y que requeriría de un análisis en profundidad para identificar las fuentes de emisión que actúan en la formación de este contaminante en el territorio extremeño, presumiblemente relacionada con el desplazamiento de masas de aire contaminado a lo largo de los valles del Tajo o el Guadiana desde las áreas metropolitanas de Madrid o Lisboa, según la dirección de los vientos dominantes en cada momento; así como los fortísimos contrastes interanuales que se observan en algunas estaciones”. Es este gas, entonces, el que más preocupación infunde, y por ello se puso en marcha en 2020, por parte de la administración autonómica, un protocolo de comunicación y coordinación para incidentes de contaminación atmosférica por ozono que, aunque incluye el aviso a los ayuntamientos afectados y a la población, “no contempla la adopción de medidas inmediatas de limitación de las fuentes de precursores del ozono”.
Atendiendo a los sistemas de medición de la OMS, toda la población de Extremadura habría seguido respirando en 2020 un aire perjudicial para la salud, “siendo casi 100.000 las personas (el 9% de la población) que viven en la única zona donde la media de las estaciones de medición superó el objetivo legal para la protección de la salud establecido para el ozono en el trienio 2018-2020: Cáceres”. Incluso en la Extremadura rural se excedió dicho objetivo legal en tres estaciones (Burguillos del Cerro, Medina de las Torres y Monfragüe). El territorio extremeño, en su integridad, estuvo expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación.
Ríos
‘Ríos hormonados’: la masiva presencia de plaguicidas contamina las aguas de la Península
En 2016 se detectaron 47 sustancias plaguicidas en los ríos del país, con una presencia mucho mayor en las zonas de agricultura intensiva, según un informe de Pesticide Action Network Europe y Ecologistas en Acción. El 70% de los pesticidas detectados están prohibidos y más de la mitad interfieren con el sistema hormonal.
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Endesa reincide como empresa más contaminante en España
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