Cómic
Carlos Giménez, merienda con profesionales

La vida del dibujante Carlos Giménez estuvo marcada por la guerra y la posguerra en el Auxilio Social de Paracuellos. Su compromiso con la clase a la que pertenece ha calado en sus obras, que aúnan una técnica depurada con el favor del público.

El dibujante Carlos Giménez se autorretrata en una viñeta de 'Crisálida'
El dibujante Carlos Giménez se autorretrata en una viñeta de 'Crisálida'.
14 ene 2018 07:00

La calle Atocha es la entrada de servicio al centro de Madrid. De servicio significa que no es una gran avenida, como lo es Alcalá, como lo quiso ser Princesa. Atocha tiene comercios a punto de morir y franquicias que no terminan de arrancar. Divide dos barrios que no tienen nada que ver. Uno es Huertas, hoy conocido en las guías como Barrio de las Letras. Hecho a medida de estudiantes de Erasmus, calles empedradas para turistas en busca de un café y turistas en busca de un combinado. El otro es Lavapiés. El recordado Lavapiés, en un proceso interminable de huertificación. Un barrio ligado a la historia y al presente del Madrid más pobre. De quienes llegaron a sus calles sin nada. Del Madrid más castigado por la Guerra Civil. El de Arturo Barea, el de Gloria Fuertes. El Avapiés, como se llamó anómalamente durante algún tiempo.

Alrededor de Atocha, más cerca de Lavapiés que del Barrio de las Letras, vive Carlos Giménez (Madrid, 1941), dibujante de tebeos. Giménez es autor de algunos de los recuerdos más vívidos de aquella ciudad castigada, vencida y humillada en los años que van desde el 36 hasta, al menos, los 50.

Malos tiempos 36-39, Paracuellos, Barrio. Algunos de los álbumes de Giménez publicados desde los años 70 son relatos únicos de un tiempo lleno de sombras, de hambre, de misoginia, de venganza. El tiempo de los desamparados, el de los abusos, el de los abusones. Tiempo también de una dignidad callada. Dignidad de los de abajo que Giménez ha reivindicado con tenacidad en las páginas de sus obras, también en aquellas que no se corresponden con la memoria de la posguerra.

Giménez no siempre vivió en Madrid. Esta tarde, por ejemplo, algunos de los recuerdos lo sitúan en Barcelona. En el entorno de la Rambla, en las Selecciones Ilustradas, un sello de tebeos que el autor caricaturizó en su serie Los Profesionales. Cuatro tomos que no lo explican todo sobre la incipiente y precaria industria de los tebeos de los años 60 y 70 y que, sin embargo, permiten conocer eso y mucho más. Cómo actuó la represión de almas y cuerpos en el franquismo mediano y tardío. Cómo se conseguían abrir pequeñas ventanas en esa habitación cerrada. Qué difícil es, a pesar de la censura y la ignorancia, tapar las salidas a la dignidad, el humor corrosivo y la ternura.

Unos pocos profesionales se sientan esta tarde (año 2017) en torno a una mesa. Uno de ellos ha servido cubatas para todos y hay patatas fritas, pistachos, unos aperitivos de tipo oriental, croquetas y tortilla. Los profesionales son Giménez, Enrique Ventura y Adolfo Usero, también está Enrique Flores, dibujante de otra generación. Profesionales y apasionados del tebeo en torno a una mesa.

Salen los nombres de la editorial Molino, de Casas, de Bonelli, recuerdos de Hipo, Monito y Fifí, de la serie de El Hombre enmascarado y del almanaque Chicos. Pasan las horas contando la anécdota del que no dibujaba nada del otro mundo pero tenía éxito, también la de los ‘pasados’ que dibujaban El Víbora, hablan del que tuvo mala suerte, del que quería ser buena persona pero no le salía, y del que tuvo que dedicarse al tebeo picante cuando la factoría Interviú-Lib se lo comía todo.

Un amigo prepara la segunda o tercera ronda de cubatas. Los recuerdos van y vienen, intercalados entre alguna reflexión sobre el presente. También sobre la diferencia entre “tener talento” y conectar con el público a través de las viñetas. Giménez ha conseguido ambas cosas. Su mesa de trabajo muestra cómo lo ha logrado. Cada día dedica varias horas al trabajo. No las suficientes para hacer una página, nos dice, eso lleva más tiempo. Comenzó mucho antes de saber que se podría dedicar a ello, por eso, cuando a su álter ego en la serie Paracuellos, Pablo, le preguntan qué quiere ser de mayor, dice “médico”. Pero ya era dibujante de tebeos, y en 2017 sigue siéndolo. La adaptación de La máquina del tiempo, de HG Wells, y el octavo tomo de Paracuellos han sido las últimas obras que ha publicado.

Distinto de los Paracuellos, Barrio y la serie de España una, grande y libre con las que Giménez se consolidó como uno de los dibujantes más importantes de la España roja que volvió a emerger públicamente en 1975, en La máquina del tiempo, aparecen, no obstante, algunas de las constantes de su obra. La lucha de clases, la crítica a la burguesía y el valor del amor y la lealtad.

De amor y lealtad va también el primer relato del último álbum de Paracuellos, el octavo de la serie. Con los años, Giménez ha abandonado la denuncia descarnada de los días del auxilio social de esta localidad cercana a Barajas para escudriñar el valor de denuncia que hay en las historias mínimas, costumbristas, de ese encierro de hijos y huérfanos de los perdedores de la guerra.

Hambre, sed, aburrimiento y temor a las represalias. El destino de los muchachos del Auxilio Social fue entrar al mundo adulto por la entrada de servicio. Atendidos en la medida en que se les encontrase una utilidad, castigados al menor conato de rebeldía contra el autoritarismo imperante. En el Auxilio Social, en el mundo de los adultos, los curruscos de pan tienen más valor que cualquier discurso, el agua fresca de un botijo es un trago de felicidad y en el que las madres no tiene la culpa de no visitar a sus hijos internados.

El mundo en el que crecieron Giménez y Useros. Apuramos el último cubata con los profesionales. Al final de la reunión siempre hay prisas para hablar de los encargos, los libros prestados, los “quiero que mires esto”. En torno a su mesa de trabajo, minutos antes de la despedida, Giménez nos muestra la trastienda de su trabajo. Debajo, sigue el tránsito de la calle Atocha, con sus cientos de historias. Nunca sobra una bien contada. 

bombardeos en atocha
Un hombre demudado vuelve a casa. Pálido, sudoroso y con náuseas, le explica a su familia que ha visto a un hombre sin cabeza bajar la escalera de la estación de Atocha. Ha vivido un bombardeo. Ha visto al hombre sin cabeza. Ha tenido suerte. Su hijo pequeño no le cuenta que unos pocos días antes él también ha visto caminar a una persona sin cabeza. Prefiere no hacerle sentir peor. Este es uno de los episodios de 36-39 Malos tiempos, una de las series de Giménez, la que trata específicamente de la guerra en Madrid. 

Pese a que es muy conocida la resistencia de la ciudad a los bombardeos, la memoria de las calles y plazas en las que impactaron los proyectiles fue borrada por 40 años de franquismo. No ha sido posible saber cuántas personas murieron en los bombardeos de Tetuán de las Victorias o Puente de Vallecas. Se conservan testimonios del bombardeo de Cuatro Caminos gracias a la cooperativa Soyuz-Kino Soviética. Recientemente se han proyectado en la Filmoteca del Cine Doré algunos de los episodios Sobre los sucesos de España de este grupo de cineastas. En ellos se puede ver, además de imágenes del bombardeo del barrio de Tetuán, los últimos momentos de Buenaventura Durruti vivo, antes de partir al frente de la Ciudad Universitaria.

Del bombardeo de Atocha del 14 de noviembre del 36 hay más testimonios, aparte del que dibujó Giménez. Aquel día, solo en la Glorieta de Atocha murió medio centenar de personas. El fotógrafo Juan Miguel Pando Barrero hizo algunas de las fotos que han ayudado a mantener vivo el recuerdo de aquellos días.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.
Cómic
Cómic Los micromundos infinitos de Santiago Valenzuela y el Capitán Torrezno
Quijotesco hasta niveles inverosímiles, hace ya más de dos décadas que ‘Las aventuras del Capitán Torrezno’ se hizo realidad a través de una mente privilegiada como la de Santiago Valenzuela.
Inteligencia artificial
Resumen 2024, el año en que nos hartamos de la Inteligencia Artificial
El rechazo de quienes crean cultura al uso de los modelos de inteligencia artificial generativa ha sido una tónica habitual a lo largo de 2024. El Ministerio de Cultura ha impulsado medidas que no convencen a artistas y autores.
Congreso de los Diputados
Ley ómnibus El Congreso aplasta el ‘escudo social’ del Gobierno
La moratoria de desahucios y de cortes de suministros para familias vulnerables del ‘escudo social‘, así como los descuentos en el transporte y en el bono social eléctrico quedan suspendidos tras la derrota del Gobierno en el Congreso.
Fiscalidad
Impuestos Junts y PNV eliminan el impuesto a las grandes energéticas
Las derechas vasca y catalana se suman al PP y Vox para que no se prorrogue el impuesto pese a las concesiones.
Palestina
Genocidio No hay tregua para Israel, que multiplica sus ataques sobre la población de Cisjordania
Las Fuerzas Armadas de Israel han lanzado la operación “muro de hierro” sobre Jenin, donde se han producido más de diez asesinatos y docenas de detenciones en las últimas horas.
Crónica
Palestina El viaje vacío: el espejismo de la ayuda humanitaria en la frontera de Rafah
Un enviado especial de El Salto a Rafah explica cómo se ha producido el primer acceso de los periodistas extranjeros a este punto de la frontera de Egipto con Palestina tras el anuncio de alto el fuego en vigor desde el 20 de enero.
El Salto n.77
El Salto 77 La desastrosa gestión de la dana en la nueva revista de El Salto
A las vidas que se perdieron en el fango y la riada, a la gestión del desastre, dedicamos la portada de nuestro número de invierno de 2025.

Últimas

Estados Unidos
Crisis climática El portazo de EE UU al Acuerdo de París, una decisión que costará vidas
El magnate promulga en su primer día una batería de leyes anticlima y saca a Estados Unidos del plan global para frenar el cambio climático en el año en que el planeta ha sobrepasado los 1,5ºC de calentamiento.
Estados Unidos
Ola antigénero Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos
Aunque los atentados más graves contra los derechos trans en EE UU en los últimos años han venido de parte de los Estados, Trump empieza su mandato cargando contra el derecho a la no discriminación o los tratamientos médicos para el colectivo.
Galicia
Galicia Noruega frena una celulosa similar a Altri amparándose en la directiva europea que regula los vertidos
La Agencia de Medio Ambiente del país da carpetazo a la construcción de una fábrica en su territorio y argumenta su decisión por las potenciales afecciones a la calidad del agua. El proyecto, señalado por Greenpeace, era más pequeño que el gallego.
Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña La policía levanta una mesa que recogía reclamaciones en el Hospital 12 de Octubre de Madrid
Vecinas y vecinos de barrios y pueblos de Madrid llevan un año recogiendo reclamaciones por el estado de la sanidad. Este miércoles la acción ha sido impedida por la Gerencia del hospital, en un contexto de lucha.
Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña Partos sin epidural y bebés en riesgo, la situación de la maternidad de La Paz llega a los juzgados
La plantilla del gran hospital madrileño denuncia la situación de la atención materno infantil por la escasez de personal, que ha llevado a situaciones límites como pausas respiratorias de recién nacidos que no fueron detectadas.

Recomendadas

Palestina
Genocidio “Felicidad mezclada con mucha tristeza”, gazatíes en Egipto reciben las noticias del alto al fuego
Las personas palestinas refugiadas en Egipto celebran el alto el fuego aunque reconocen muchas dudas sobre el posible retorno a su tierra, toda vez que la campaña de Israel ha terminado con las infraestructuras y diezmado a las familias gazatíes.
Galicia
Galicia La Xunta reparte 2,6 millones en 59 convenios con los grandes medios gallegos basándose en el “interés general”
En poco más de año y medio, las consellerías firmaron 59 convenios para la publicación de campañas y contenidos periodísticos relativos a sus ámbitos competenciales, reservándose el derecho a hacer observaciones en los contenidos.
Yemayá Revista
Yemayá Revista El feminismo saharaui, una lucha debilitada por el abandono de un pueblo
Pese a lo esencial de la lucha de las mujeres saharauis por reivindicar sus derechos y los de su tierra, 50 años de exilio y colonización han tenido impactos en los ejes patriarcales de los campamentos de personas refugiadas en Tinduf.
Migración
Derechos Humanos 2.465 personas han muerto o desaparecido intentando llegar a territorio español en 2024
El informe ‘Derechos humanos en la Frontera Sur’ de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía pone el foco este año en la situación de los asentamientos en Huelva y Almería donde viven más de 12.000 personas.