Crisis climática
¿Por qué las políticas climáticas no funcionan?

Lo que nos exige la emergencia climática es una profunda transformación del sistema productivo y de consumo. Tenemos que cambiar lo que producimos, cómo lo producimos, como lo transportamos y cómo lo consumimos.
Varios autovía A3 - 4 Sequía
La sequía y la desertificación es uno de los efectos más claros de la crisis climática en España. David F. Sabadell

@pajares_miguel

Autor de ‘Bla-bla-bla. El mito del capitalismo ecológico’ (Premi Llibreter, 2024)
30 jul 2024 06:00

Que no funcionan es algo que se evidencia por la evolución que tienen las emisiones de gases de efecto invernadero. Recordemos que en torno al 2020 buena parte de los gobiernos de los principales países emisores adquirieron compromisos que, más o menos, implicaban reducir en el 2030 a la mitad las emisiones que se daban al inicio de esta década. El informe que presentó el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) en la última cumbre del clima mostraba que en el 2022 se había batido una vez más el récord histórico de emisiones. Y ya en el 2024, La NOAA (agencia estadounidense para la atmósfera y el océano) ha informado de que las emisiones siguieron creciendo en el 2023 y que a lo largo de ese año no aparecieron señales de desaceleración. Ello indica que en el 2024 continuará esa tendencia con toda probabilidad.

Si a mediados de esta década siguen creciendo las emisiones, es del todo improbable que a finales de la misma se hayan reducido a la mitad las que había a sus inicios. Algo que ya advirtió el PNUMA en el mencionado informe, señalando que, con los compromisos presentados por los gobiernos, las emisiones en el 2030 solo habrían disminuido un 2% respecto a las de principios de década.

En la cumbre climática del 2009, la de Copenhague, se dijo que se había perdido la primera década de este siglo en la lucha contra el cambio climático y que no podía perderse la segunda

En la cumbre climática del 2009, la de Copenhague, se dijo que se había perdido la primera década de este siglo en la lucha contra el cambio climático y que no podía perderse la segunda. En la cumbre del 2021, la de Glasgow, volvió a decirse algo parecido: que se había perdido la segunda década y que de ninguna manera podía perderse ya la tercera. Estamos en el 2024 y vamos camino de perder también esta.

¿Cómo es que estamos tan lejos de afrontar con eficacia la emergencia climática cuando los compromisos de los gobiernos son mayores que nunca, cuando las políticas climáticas disponen de tantos recursos, cuando avanzan a tanta velocidad las energías renovables?

Decrecimiento
Miguel Pajares “Necesitamos las energías renovables, pero está implantándose un modelo poco respetuoso”
Miguel Pajares ha escrito un libro demoledor contra todas las fantasías verdes del capitalismo: ‘Bla-bla-bla: el mito del capitalismo ecológico’.

La lucha contra el cambio climático es, en esencia, una lucha por reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, y esto solo se logra si disminuyen las fuentes de emisión. La principal de ellas es el consumo de combustibles fósiles; otras son la agricultura industrial de monocultivos, la ganadería industrial, las industrias del acero y del cemento… Ninguna de ellas está menguando. Otro informe del PNUMA, también presentado antes de la última cumbre del clima, advirtió de que “los planes de los gobiernos provocarán en todo el mundo aumentos en la producción de carbón hasta el 2030, y en la producción de gas y petróleo hasta el 2050, cuanto menos”.

¿Por qué ocurre eso cuando las energías renovables están teniendo un desarrollo tan extraordinario? Básicamente, porque el crecimiento económico demanda toda la energía que aportan los combustibles fósiles y toda la que puedan añadir las renovables. Esto se entiende mejor si vemos de dónde sale la energía que el mundo consume. Según el informe del Energy Institute, emitido en junio del 2024, de la energía total que consumimos (620 EJ en el 2023), el petróleo aporta el 31,7%, el carbón el 26,5%, el gas el 23,3%, la hidroeléctrica el 6,5%, la nuclear el 4,0% y, finalmente, las renovables junto con los agrocombustibles el 8,2%. Si solo tenemos en cuenta las renovables solar y eólica, su aportación es del 2,3% (3.967 TWh, o sea, 14,3 EJ).

El crecimiento económico demanda toda la energía que aportan los combustibles fósiles y toda la que puedan añadir las renovables

Como vemos, los combustibles fósiles aportan el 81,5% de la energía mundial, pero lo más significativo es que ese porcentaje se mantiene casi invariable desde hace años. Igualmente, el 2,3% de aportación energética de las renovables solar y eólica es el mismo porcentaje que hace un año y muy parecido al de los años anteriores. Los porcentajes apenas se alteran porque, aunque aumentan mucho las renovables, paralelamente aumenta también el consumo de combustibles fósiles. Y, dados los porcentajes mostrados, basta con un aumento del 0,6% de los combustibles fósiles para que un incremento del 20% de las renovables no sea suficiente para alterar las proporciones finales.

La emergencia climática nos exige reducciones inmediatas e importantes en el consumo de combustibles fósiles (un 6% anual, nos dijo Naciones Unidas), pero eso solo será posible si reducimos el gasto energético, cosa que no ocurrirá si todos los grandes negocios (las petroleras, las automovilísticas, las líneas aéreas, el transporte de mercancías por mar y carreteras, la agroganadería industrial, la moda, el turismo, las tecnológicas, los ejércitos, etc.) siguen creciendo. Esta es la razón última por la que las políticas climáticas no están teniendo eficacia alguna.

No tenemos por qué dudar sobre las buenas intenciones y el compromiso de las personas que están al frente de las políticas climáticas, pero lo cierto es que, en lugar de reducir las emisiones, lo que hacen los gobiernos es autoengañarse (y gastar dinero) con medidas que no nos llevarán a ninguna parte, como la compensación de emisiones, la captura de carbono de la atmósfera, el desarrollo del hidrógeno… Sobre la captura de carbono, el mencionado informe del Energy Institute dice que a finales del 2023 se capturaba el 0,1% del que se emitía, un porcentaje que es el mismo que hace una década. Sobre el hidrógeno baste señalar lo que dijo la Agencia Internacional de la Energía: que la energía que finalmente nos entrega el hidrógeno está por debajo del 30% de la usada para producirlo. El hidrógeno es necesario en la transición energética, pero no es ninguna panacea.

Lo que nos exige la emergencia climática es una profunda transformación del sistema productivo y de consumo. Tenemos que cambiar lo que producimos, cómo lo producimos, como lo transportamos y cómo lo consumimos. Tenemos que organizar a gran escala el consumo de proximidad. Tenemos que reducir drásticamente el consumo suntuario de los ricos. Por decirlo gráficamente, hay que ponerlo todo patas arriba, y eso es algo que no hará el mercado y que solo puede lograrse desde las políticas públicas y la economía social. No es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana, pero hay que comenzar a hacerlo. Y hay que darse prisa.

Archivado en: Crisis climática
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Granada
Granada La Calahorra exige respeto para su acuífero y la paralización de la planta de Biogás y dos macrogranjas
La Plataforma la Calahorra en Acción y Ecologistas en Acción Granada se manifiestan el próximo 30 de noviembre para denunciar las consecuencias que ambos proyectos tendrían en el acuífero que abastece de agua a la región.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Crisis climática
Crisis climática Las migraciones climáticas: el éxodo invisible de las mujeres en Centroamérica
Muchas consumen píldoras anticonceptivas antes de migrar para evitar posibles embarazos o bien ingieren pastillas para provocarse sangrado vaginal ante el riesgo de sufrir violaciones durante el éxodo.
Paco Caro
31/7/2024 0:29

Abolir las Leyes del Mercado.

0
0
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.