Ecofeminismo
Sembrar sol para recuperar bosque
El proyecto Savia Solar entrelaza las raíces de la empresa de no lucro ecooo y la organización ecologista Arriba las Ramas para construir un mundo más justo y equitativo donde se respeten los límites biofísicos del planeta y se cuide la vida.

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol. ¿Quién no conoce esta célebre frase de Martin Luther King? Pero probablemente, la mayoría nunca habrá escuchado esta otra frase: Cuando plantamos árboles, plantamos las semillas de la paz y de la esperanza, de la activista keniata Wangari Maathai, que en 1977 fundó el Movimiento del Cinturón Verde para promover la reforestación en África. Esta mujer que se enfrentó a numerosos prejuicios y retos es una de las personas que han inspirado el proyecto Savia Solar.
Sembrar sol para recuperar bosque es una buena metáfora del sentir del proyecto Savia Solar que surge de la inquietud de ambas organizaciones por activar a la ciudadanía y hacerla partícipe de los retos ecosociales que deben ser abordados en las próximas décadas. Retos complejos, diversos e interrelacionados que necesitan de consenso, participación e intercooperación.
Cooperación que permite aunar en un único proyecto la reducción y compensación de las emisiones de CO2, uniendo la energía solar fotovoltaica con los trabajos de repoblación para recuperar un bosque autóctono en una zona degradada. Savia Solar es, por tanto, mucho más que plantar un árbol o producir energía fotovoltaica, se trata de acompañar los tiempos de la naturaleza para que se haga bosque mientras la ciudadanía es partícipe de la transición hacia un nuevo modelo energético desde los cuidados y el apoyo mutuo.
En un contexto de colapso climático, con un planeta exhausto, donde la temperatura media y la concentración de CO2 en la atmósfera no dejan de incrementarse año tras año, la activación ciudadana es prioritaria. Cada persona emite un promedio de 4,9 toneladas de CO2 al año, siendo necesario 1 metro² de tierra que contenga plantas, sobre todo arbustos y árboles, para absorber, aproximadamente, el 1% de dichas emisiones. En un planeta superpoblado, resulta una obviedad afirmar que necesitamos cuidar cada metro cuadrado de tierra, de bosque, de océano, si queremos mitigar los efectos del calentamiento global. En esta línea se manifiesta Naciones Unidas que urge a restaurar 350 millones de hectáreas de bosques y tierras degradadas, 7 veces España, para luchar eficazmente contra el cambio climático.
La restauración de tierras degradadas permite que el suelo y los árboles absorban y fijen el CO2 al tiempo que frenan la desertificación. Y, en España, donde el 74% del territorio es vulnerable a ésta, urge recuperar los bosques con especies autóctonas, mejor adaptadas a las condiciones ambientales y más resistentes.
Así mismo, el modelo energético actual juega un papel clave en el declive climático. La transición energética no puede continuar transitando entre cumbres, acuerdos no vinculantes y leyes no promulgadas. La ciudadanía puede acelerar el proceso desde el conocimiento y la acción, priorizando el ahorro y la eficiencia energética y produciendo la energía de una manera sostenible, responsable y ética. Recuperar bosque pero también instalaciones fotovoltaicas en desuso, resultan toda una revolución, ¿revolución solar?
Savia Solar invita a la sociedad civil a unirse, desde 100€, a la comunidad de más de 3600 personas que ya participan en las 92 plantas socializadas por ecooo. Una inversión comprometida, responsable y sostenible, con una triple rentabilidad: económica, del 4,5% anual (después de impuestos), social y ambiental. La planta solar fotovoltaica comunitaria, ubicada en Loeches, producirá 704.138 kW/h de energía 100% renovable, equivalente al consumo anual de 214 familias y evitará la emisión a la atmósfera de 26 toneladas de CO2 cada año. Además, un 5% de los ingresos obtenidos de la venta de la electricidad de dicha planta, durante los 24 años de vida útil que aún tiene, ecooo los destinará a financiar el proyecto de repoblación de "El Bosque de Edilio", impulsado por la organización Arriba las Ramas.
Savia Solar no sólo compensa la huella de carbono recuperando y repoblando un terreno degradado, con arbustos y árboles autóctonos (robles, castaños, tejos, olmos, hayas, etc.), en la comarca leonesa de Babia, declarada el 29 de octubre de 2004 Reserva de la Biosfera, sino que su actividad también conlleva un sinfín de beneficios socio ambientales. La recuperación de este bosque permitirá luchar contra la erosión y desertificación del suelo, aumentar la biodiversidad de especies de flora y fauna, regular el régimen hidrológico, restaurar el valor paisajístico de la zona, y un largo etcétera. Y, como indican desde Arriba las Ramas, "El Bosque de Edilio" se convertirá en un lugar de encuentro entre las personas de la comarca, que potencie su identidad así como la implicación en el cuidado y sostenibilidad del lugar a través de la educación y concienciación ambiental.
Como dice Nacho Vegas en una de sus canciones: Nos quieren en soledad, nos tendrán en común porque al igual que no existe el bosque sin cada uno de los árboles y los arbustos que lo conforman, el nuevo modelo energético solo es posible con la activación y participación de toda la sociedad. Para ello, es imprescindible tejer redes y sinergias entre todas y todos para construir un mundo mejor.
Relacionadas
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
Últimas
Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
Cómic
Gotham como estado mental
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Palestina
La masacre se intensifica en Gaza, donde 800 personas han sido asesinadas mientras esperaban alimento
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Recomendadas
Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!