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Ecuador
Raúl Ankuash (Cámara Shuar): “Superamos la invasión de los mestizos y ahora sufrimos la de las transnacionales”
La nacionalidad shuar se enfrenta a uno de los conflictos más tensos y violentos en Ecuador, generado tras una concesión por parte del gobierno a la empresa china Ecuacorriente (ECSA). La invisibilización del conflicto por parte de los medios de comunicación y la transmisión de una información sesgada se convirtieron en el motor para la creación de Cámara Shuar, un colectivo que a través de la comunicación y el cine busca contar su historia y que la voz de la nacionalidad shuar sea escuchada.
La actividad de las transnacionales extractivas supone una de las principales y más graves amenazas que recaen sobre los pueblos y nacionalidades indígenas en América Latina. En Ecuador, el reconocimiento constitucional de los derechos de la naturaleza no ha impedido la concesión de proyectos energéticos a corporaciones petroleras y mineras, generando diversos conflictos que ponen en disputa la vida en los territorios.
La concesión de un proyecto minero a la empresa china Ecuacorriente (ECSA) enfrentó a la nacionalidad shuar y al gobierno ecuatoriano en uno de los conflictos en los que se ha registrado una mayor escalada de tensión y violencia hasta llegar, incluso, a la declaración del estado de excepción.
Raúl Ankuash es miembro de Cámara Shuar y autor del documental José Tendets, defensor de la Cordillera del Cóndor, Tundayme, en el que aborda el asesinato impune de uno de los activistas y el proceso de lucha de este pueblo indígena contra la minería en el territorio.
¿Cómo nace el colectivo Cámara Shuar?
Cámara Shuar nace en 2013 con el objetivo de visibilizar los conflictos que se dan en la Cordillera del Cóndor, en el sureste de Ecuador, y que no estaban siendo transmitidos por unos medios de comunicación que solo contaban la versión del gobierno. El conflicto inicia con la muerte en noviembre de 2013 de Freddy Taish, un compañero que es asesinado durante una incursión militar del ejército en territorio shuar. El caso de Freddy nunca se visibilizó. Se presentó la denuncia, seguimos el proceso judicial, y desde entonces el caso está en la impunidad.
Un año después se produjo el asesinato de José Tendetza, otro dirigente shuar que se había opuesto a la presencia de la minera Ecuacorriente en nuestro territorio. Llevaba varios días desaparecido y su cuerpo fue encontrado flotando en el río y amarrado de pies y manos. Nosotros mismos tuvimos que llevar personalmente la investigación y se pudo determinar que José fue golpeado y ahorcado.
A partir de ahí, y ante el silencio de los medios de comunicación sobre lo que ocurría en nuestro territorio, vimos la necesidad de contar nosotros mismos con nuestros medios. Con Cámara Shuar pudimos dar visibilidad a la destrucción y la contaminación de los bosques y los ríos, pero también al proceso social que estábamos llevando a cabo para defender el territorio.
En el último año de mandato del presidente Rafael Correa se agudizó de manera especial la tensión entre el gobierno ecuatoriano y el pueblo shuar. ¿Por qué ha producido este grave enfrentamiento?
El conflicto entre el pueblo shuar y el gobierno se origina por las concesiones mineras que permiten la presencia de las empresas transnacionales en nuestro territorio, como es el caso de la china Ecuacorriente (ECSA) en las provincias de Zamora-Chinchipe y Morona-Santiago, en el sureste del país. El Estado permitió la concesión sin realizar la consulta previa que establece la legislación, de manera que entregó nuestro territorio a las transnacionales, que ingresaron con la policía y el ejército para poder ocupar las tierras. Esto es lo que ha generado conflictos sociales entre las comunidades y ha provocado una división interna.
Las acciones más violentas se han producido en las ocupaciones de Nankints y Tundayme. En diciembre de 2016, la empresa desaloja a la población de Nankints y la comunidad se organiza para recuperar el territorio. En ese proceso resultaron policías y militares muertos y el gobierno nos acusó de los asesinatos, a pesar de que nosotros no tenemos armas. A partir de ese conflicto, muchos líderes han sido acusados y procesados sin fundamentos, son perseguidos políticos. En el momento actual hay sesenta miembros procesados y los abogados no tienen capacidad para defenderlos contra un Estado que controla los organismos de la justicia. Es muy difícil llevar a cabo un proceso de investigación y se nos acusa como si fuéramos criminales.
Los shuar tomaron acciones para defender nuestros territorios, porque queremos recuperar lo que nos corresponde. La Amazonía es el asentamiento ancestral de los shuar. Nosotros superamos la invasión de los mestizos y ahora estamos sufriendo la invasión de las empresas transnacionales.
El conflicto entre el pueblo shuar y el gobierno se origina por las concesiones mineras que permiten la presencia de las empresas transnacionales
¿Cuál fue el papel de los medios de comunicación durante la mayor crisis del conflicto?
Los medios de comunicación asumieron el papel de defender la versión oficial, sosteniendo que todas las acciones que realizaba el gobierno eran apegadas a derecho, que estaban legitimados por la ley y que nosotros éramos los invasores, cuando era todo lo contrario. Todo lo que ha hecho el gobierno es ilegal e inconstitucional, ha violentado nuestros derechos. A nadie le gusta que le derriben la casa y la entierren, a nadie le gusta que le echen de su territorio, y eso hicieron con nosotros.
Cuando el pueblo shuar tomaba acciones en defensa, los medios de comunicación coincidían en el mismo mensaje, por ejemplo, respecto a la acusación de los policías muertos. Despojaron a ocho comunidades para encontrar, según ellos, evidencias de que teníamos fusiles o tanques, y nunca encontraron ninguna evidencia, no teníamos nada. Todo lo que pudimos hacer fue a través de las redes sociales para transmitir fuera de las comunidades lo que estaba ocurriendo. El ejército entró con tanques de guerra y helicópteros. Todo un efectivo de guerra contra cuarenta personas.
¿Cuál es la situación en la actualidad? ¿Ha habido algún acercamiento o cambio de postura con el actual presidente, Lenín Moreno
No ha habido ningún cambio. Lo único que ha hecho este gobierno es neutralizar el proceso de lucha. Y cierta dirigencia indígena, como la CONAIE o la CONFENIAE, ha confiado en el llamado al diálogo que ha hecho el gobierno, pero, si analizamos bien, mientras se llama al diálogo, nuestros territorios se siguen militarizando, se sigue concesionando y continúan entrando más empresas. Lo único que ha cambiado es el discurso, más dialogante, pero que ha llevado a ciertos dirigentes a neutralizar el proceso de lucha organizativa.
¿Qué tipo de impacto se está identificando en el territorio shuar a partir de la concesión a la transnacional?
La empresa Ecuacorriente (ECSA) es la que está presente en el territorio. Ahora están avanzando el terreno y en un año se prevé la explotación, pero ya se pueden identificar impactos. En primer lugar, hay una contaminación del territorio. Se ha producido la sequía de los ríos, hay peces muertos, destrucción del bosque y de la tierra. En estas condiciones no se puede generar agricultura. También identificamos una alteración en el clima. En el aspecto social, la presencia de la minera ha provocado una división interna. El gobierno pretende dividirnos, acabar con las organizaciones y las familias a partir de esa división.
A nadie le gusta que le derriben la casa y la entierren, a nadie le gusta que le echen de su territorio, y eso hicieron con nosotros
La nacionalidad shuar se ha comunicado desde hace décadas a través de Radio Arutam, la emisora de la Federación Shuar. ¿En qué situación se encuentra esta radio?
La Federación Shuar tenía la Radio Arutam, que funcionaba con autonomía y de acuerdo a nuestros estatutos. Pero a raíz de los sucesos de Nankints, cuando aparece un policía muerto, capturan al presidente de la federación, Agustín Wachapá, y emprenden acciones contra la emisora. Se produce un allanamiento de la sede, decomisan los equipos de la federación, se llevan incluso los títulos globales y la documentación.
Casi un año después asume la dirección otra persona y comienza una negociación con la empresa Lowell, una empresa que forma parte de Ecuacorriente. Lowell oferta a la federación supuesta ayuda para recuperar Radio Arutam, y se acepta. Pero la radio ya no está a nombre de la Federación Shuar, si no a nombre de Lowell, y en ella se transmiten discursos de minería responsable que tratan de crear una buena imagen de la empresa. Nosotros, por ejemplo, no podemos convocar manifestaciones a través de la radio.
Si Radio Arutam ya no expresa los intereses de la nacionalidad shuar, ¿con qué medios cuentan en la actualidad?
No tenemos medios, solo tenemos lo que se publica a través de las redes sociales. Por eso tenemos la necesidad de potenciar el trabajo de Cámara Shuar, pero nos faltan elementos para que las personas jóvenes puedan prepararse en comunicación y trabajen ahí.
Mª Cruz Tornay es colaboradora de Pueblos - Revista de Información y Debate.
Cámara Shuar se sostiene a través de la donación de equipos y la colaboración económica. Si desea participar en el proyecto, puede encontrar más información en www.camara-shuar.org.