Renta básica
Mujeres trabajadoras 24/7: una renta básica para volver a existir

La redistribución de la riqueza, más el reconocimiento del círculo infernal en el que han vivido muchas mujeres, podría tener una importancia decisiva en la toma de conciencia de la corresponsabilidad.
limpiadora matadero
Muchas empresas han experimentado con la reducción de jornada, como Microsoft en Japón o Unilever en Nueva Zelanda David F. Sabadell

La idea de implantar la renta básica, ha dividido a la población en un sector a favor y otro en contra. Sin embargo, el apoyo a esta medida ha crecido con los años por una mayoría social afectada por las continuas crisis y la precariedad laboral. El debate sobre la renta básica surge a partir del colapso socioeconómico que se solapa con la inseguridad económica y la falta de garantías sociales para las personas más vulnerables. En esta cadena de fatalidades, las mujeres son las que reciben el peor trato posible de la administración mediante la desprotección total ante la precariedad y la desigualdad.

Hay diferentes razones para explicar por qué las mujeres trabajan, a pesar de las constantes dificultades que se les presentan. Algunas están enfocadas en las necesidades familiares —un hogar en la actualidad no vive con un solo sueldo—, la voluntad personal o la presión social en relación a la construcción de la propia independencia. Al final, lo que podemos observar en nuestros entornos más cercanos, es la realidad de las trabajadoras: el trabajo diario para obtener una independencia económica. Trabajar proporciona una falsa seguridad con respecto a los retos de la modernidad: aquellas promesas de independencia económica que son derribadas por la precariedad existente. Con sueldos miserables y contratos basura, es muy difícil llegar a conseguir un sustento económico que facilite la independencia.

Carece de sentido seguir hablando del mercado laboral actual como un ámbito donde la mujer puede aspirar a la máxima emancipación

No queda muy claro, si el trabajo favorece o no la vida de las mujeres. Pero desde el feminismo sí que hay una idea que rompe con esta distorsión: el trabajo laboral no brinda estabilidad, y el trabajo de cuidados —no considerado como trabajo— no proporciona seguridad de futuro. Condicionadas por situaciones de dependencia, las mujeres se implican en actividades que no están determinadas por el deseo, o la libertad de decisión, sino por la obligación patriarcal.

Las mujeres aspiran a tener seguridad, autonomía, independencia o condiciones de bienestar que están muy lejos de lo que es el trabajo para la vida. Por tanto, si el trabajo no es capaz de darle sentido a la vida, procurar la salud física y mental o el desarrollo de las mujeres, ¿qué es lo que puede dar una solución a los problemas de manera contundente?

Carece de sentido seguir hablando del mercado laboral actual como un ámbito donde la mujer puede aspirar a la máxima emancipación. Se ha vendido durante años que la precariedad y el abuso laboral son la antesala para construir una identidad laboral propia.

Renta básica
Feministas presentan un manifiesto a favor de la renta básica universal

Las firmantes consideran urgente situar la renta básica en la agenda del movimiento feminista con el fin de potenciar herramientas que apunten a la igualdad material y aporten autonomía a todas las mujeres.

No obstante, hay una proporción de mujeres, que no se reconocen en el mercado laboral, ni tampoco en los trabajos del hogar, pero hay una cortina de humo que confiere atractivo a ambos ámbitos: se vende como una condición fundamental para existir. Sin embargo, el trabajo para las mujeres está mal remunerado o no es reconocido socialmente; y por lo general, es un laberinto sin posibilidad de elección entre trabajar o no trabajar.

La imposibilidad de tener tiempo entre las responsabilidades de la cotidianidad reduce las opciones de una vida más allá del trabajo. Lo cierto es que, sin tiempo para el ocio, para los autocuidados, o la participación sociopolítica, las mujeres prefieren quedarse cómo están antes que luchar. De esta forma, la falta de tiempo para los autocuidados y la vida misma, atropella cualquier posibilidad de reacción contra la cadena de trabajos impuestos. Así empieza a dañarse la dignidad de las mujeres y la propia salud física y mental producto de la sobrecarga de tareas.

Empezar a reconocer la vida

El problema de la precariedad, del tiempo y de la sobrecarga de trabajos ya no es un “dilema” profesional: se trata de un problema personal y político. Las situaciones que han permitido la esclavitud de los cuidados ya no producen indiferencia. El confinamiento de las mujeres en un espacio cerrado de exigencias externas representa una realidad a la que hay que poner fin. No obstante, desde el feminismo, no se establece la desaparición de los cuidados como un objetivo, concretamente se evoca la cuestión de la corresponsabilidad y el desarrollo de políticas conciliadoras.

Algunos debates relacionados con la economía, han ido en declive en el feminismo —sueldo para el trabajo doméstico entre otros debido a su androcentrismo (Fraser, 1997)—dando paso a planteamientos referidos a la Renta Básica Incondicional (RBI). Integrar las luchas femeninas con la cuestión de clase ha creado agendas y organizaciones que reivindican la RBI como una posible solución a los problemas de las mujeres. Los debates sobre la Renta Básica Incondicional tienen, por lo general, un profundo estudio sobre la economía y las posibilidades de instaurar este sistema redistributivo de la riqueza. Sin embargo, a modo general, detrás de las deliberaciones a favor o en contra, se esconde un profundo desconocimiento sobre qué es realmente la renta básica, de qué forma se podría estructurar y qué significa para la vida de las personas, en especial de las mujeres. Las preguntas que surgen a raíz de la renta básica ponen en marcha vías informativas desde los colectivos feministas, para evitar la confusión sobre los costes, qué implicaría para las personas y todos aquellos efectos y consecuencias posibles a nivel económico, político, o psicológico en la cotidianidad de las mujeres.

Algunos debates relacionados con la economía, han ido en declive en el feminismo —sueldo para el trabajo doméstico entre otros debido a su androcentrismo (Fraser, 1997)—dando paso a planteamientos referidos a la Renta Básica Incondicional (RBI)

Para entender la cuestión de la renta básica hay que hablar de las confusiones que se producen con los programas de rentas mínimas (ayudas facilitadas por las administraciones por falta de ingresos como el paro, discapacidad, Ingreso mínimo vital). Los programas de rentas mínimas según J.Bollain (2021) —o también llamado garantía de ingresos— son prestaciones con el fin de que “toda persona cuente con lo mínimo para poder vivir dignamente”. El dilema que surge a partir de estos programas de rentas mínimas se ve reflejado en los laberintos administrativos donde la persona debe demostrar si es merecedora de estas ayudas o no. Además de las trabas administrativas, las rentas mínimas se establecen como ayudas temporales que no llegan a cubrir las necesidades de la población más vulnerable. En el caso de la doble jornada —doble presencia—, la situación de desigualdad, no se podría llegar a paliar con medidas pasivas y transitorias como las rentas mínimas ya que en muchos casos, el atolladero de cargas de trabajo de las mujeres es vitalicio. Si estos programas no garantizan que las mujeres puedan trabajar menos con unas prestaciones aceptables para el mantenimiento de sus vidas, nunca podrían llegar a tener una cotidianidad que permita su propio desarrollo con dignidad y tiempo para estar activas en la sociedad.

A la gran pregunta con respecto a la RBI: ¿cómo se financia?, desde la Red Renta Básica lo dejan bastante claro: cobrar impuestos a las grandes rentas, tasar y capturar de manera adecuada la acumulación de patrimonio y la rentas reales (Torrents, 2022). Es decir, la RBI se paga con los impuestos y más impuestos a las rentas más altas y, además, a los que han acumulado un patrimonio indecente. Por tanto, la RBI agilizaría los procesos de redistribución de la riqueza al son de la justicia social. Sin embargo, desde el feminismo, la clave no es solo basar la revolución social de la RBI en una cuestión de “redistribución“, sino también en una lucha por el “reconocimiento” como diría Nancy Fraser (1997). La verdadera política, la que saca a relucir toda injusticia social, debe reconocer las cantidades ingentes de trabajo gratuito que han desarrollado las mujeres a lo largo de la historia. Una redistribución de la riqueza, más el reconocimiento del círculo infernal en el que han vivido muchas mujeres, podría tener una importancia decisiva en la toma de conciencia de la corresponsabilidad, y en una redistribución de los cuidados equitativa.

Renta básica
Un horizonte feminista: la renta básica
Sí, se ha hablado mucho de renta básica en estos tiempos pero creemos que es necesario sumar una mirada feminista atenta a las realidades materiales de las mujeres.

La RBI estaría vinculada a la lucha por el deseo colectivo de tener más dinero y más tiempo. Frente a un sistema que ha ocultado siempre los costes de los cuidados y el trabajo doméstico, como dice Alisa Del Re (1997):“ hay que presentar las facturas al estado”. Exigir una política enfocada en la RBI no es más que una devolución de todas aquellas tareas invisibles que no han sido consideradas trabajo y donde las mujeres han invertido grandes cantidades de tiempo de forma gratuita. La renta básica es una paga incondicional. Diseñada para que los ingresos no bajen, para ser más independientes del sistema salarial.

Ninguna sociedad puede ser próspera con una población empobrecida, sin las necesidades básicas cubiertas. La renta básica no es una provocación, ni una exaltación popular para “comerse al rico”, se trata de devolver a las personas, a las mujeres, todo aquel capital atesorado de manera injusta y mal distribuido por la perversión del capital. Es necesario que la RBI pase por la historia de las luchas de las mujeres por una vida digna. Se trata de una medida para desnaturalizar el trabajo doméstico y de cuidados, y sobre todo presentar aquellas facturas al sistema alrededor de aquel trabajo gratuito que a las mujeres nunca se les ha pagado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Córdoba
Red transfeminista La RATA cordobesa se consolida con un evento en forma de “perolada”
La Red de Autodefensa Transfeminista (RATA) ha organizado el pasado 15 de marzo una jornada de actividades como espacio alternativo ocio, existencia y resistencia en el centro social autogestionado Rey Heredia de Córdoba.
La vida y ya
La vida y ya Te ha tenido que pasar
Ella me contaba eso que había vivido mil veces estando en espacios en los que había solo mujeres.
Agus
3/9/2023 8:44

Aunque casi nunca se les menciona ni referencia, los pioneros en España en temas de renta básica son Baladre y el economista José Iglesias, que han desarrollado la teoría y el activismo social alrededor del debate y difusión de la renta básica.

0
0
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Guerra en Ucrania
Conflicto bélico Rusia y Ucrania acuerdan un principio de alto el fuego marítimo a instancias de Estados Unidos
La Casa Blanca emite dos comunicados que coinciden en señalar una tregua en el Mar Negro y en prometer trabajo para el final de los ataques energéticos por ambas partes.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.

Últimas

Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.

Recomendadas

Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.