Coronavirus
Quim Roqueta defiende que emplear un lenguaje bélico para referirse a un virus conlleva que se estigmatice a las personas infectadas

Hace 40 años se dio a conocer la pandemia contra el SIDA, que ha dejado 39 millones de víctimas. Cuando nació en los años 80 se construyeron discursos discriminatorios contra las cuatro h: homosexuales, heroinómanos, haitianos, así como hemofílicos, a los que se acusaba (falsamente) de ser los causantes del virus porque llevaban un modelo de vida y de relaciones sexuales fuera de la norma. Ahora, hemos visto como personas atacan a sus vecinos que trabajan en supermercados u hospitales  


QuimRoquetaArticle
Quim Roqueta, president de Gais Positus. Foto: Quim Roqueta

Nos encontramos en los años ochenta en un suburbio de Nueva York, lúgubre, donde hombres jóvenes mueren por una extraña enfermedad. Todos ellos, según el imaginario social, tienen una particularidad: son homosexuales o heroinómanos. Así empieza una historia de discriminación vinculada a una de las grandes pandemias mundiales: el SIDA.  

Quim Roqueta, presidente de la asociación Gais Positius, recuerda que cuando se descubrió la existencia del VIH se sabía muy poco más allá que era una enfermedad infecciosa. “Le llamaban el cáncer rosa”, cuenta Roqueta. La discriminación, por eso, no solo afectaba al colectivo LGTBI, sino que extendía a drogodependientes, que compartían jeringuilla; hemofílicos, a los que se inyectan factores de coagulación; y a los haitianos. Es por ello, dice Roqueta, se la conocía también con el virus de las cuatro h: homosexuales, heroinómanos, haitianos y hemofílicos.  
“Era una sociedad hipócrita que lo veía como un castigo divino”

El contexto político tampoco era favorable. En ese entonces, era el momento de gobiernos muy conservadores como el de Ronald Reagan en Estados Unidos o Margaret Thatcher en el Reino Unido. El inquilino de la Casa Blanca evitó pronunciarse sobre el SIDA durante seis años, pese que ya habían muerto 36.000 muertos en su país por esta pandemia. En el otro lado del Atlántico, el gobierno de Thatcher emitió anuncios sobre la pandemia que incitaban al miedo. Además, su asesor Christopher Monckton proponía como solución encerrar a las personas con SIDA en campos de concentración, según recoge este artículo del periódico 20 minutos.  

Así pues, resalta Roqueta, los gobiernos construyeron un discurso en el cual se “criminalizaba” a las víctimas del VIH a las que se consideraba que eran las únicas culpables de su situación porque llevaban un modelo de vida y unas relaciones sexuales fuera de la norma. “Era una sociedad hipócrita que lo veía como un castigo divino”, subraya Roqueta.  

“Era el ostracismo total. Si una familia tenía un hijo que moría de SIDA, lo escondía”

A diferencia de la actual situación de emergencia, donde se informa a diario sobre el desarrollo de la pandemia desatado por el Covid-19 en ese entonces imperaba la ley del silencio donde los medios no reflejaban la realidad. “Era el ostracismo total. Si una familia tenía un hijo que moría de SIDA, lo escondía”, puntualiza. Los que tenían del VIH, cuenta fueron estigmatizados hasta tal punto que los profesionales sanitarios les negaban la atención médica. “Antes no se aplaudía a los médicos, se ocultaba la enfermedad”, matiza.

Pese a todas las diferencias plausibles, Roqueta se muestra preocupado porque la narrativa bélica que se ha tejido alrededor del Covid-19 le rememora al pasado. Un buen ejemplo es la rueda de prensa  del 14 d marzo de Pedro Sánchez, presidente de España, donde proclamó el estado de emergencia. 

Empezó su intervención anunciando que el objetivo del Ejecutivo era “proteger a los españoles y ganar al virus”. Las referencias bélicas fueron constantes, por lo que calificó al Covid-19 como el “verdadero enemigo” de la población y a la sanidad “como el escudo” de la enfermedad, así como destacó la “heroicidad” de los empleados de salud. Palabras como “batalla”, “victoria” o “combatir” fueron recurrentes en una intervención que finiquito así: “Unidos saldremos a delante, unidos venceremos al virus”. 


el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al estilo Regan, niega la trascendencia de la pandemia; la mayoría de los mandatarios siguen el mismo tono agresivo y bélico de Sánchez, por ejemplo, la reina Isabel II. La máxima autoridad de la Commonwealth comparó la actual situación de pandemia con la II Guerra Mundial, manifestó: “Unidos venceremos a todos y el éxito será de todos”. Más allá ha ido el diputado de Vox, Javier Ortega Smith, quien publicó un comentario racista en su Twitter donde aseguraba que “sus anticuerpos españoles luchan contra los malditos virus chinos, hasta derrotarlos”. También emplea de manera despectiva esta nacionalidad el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando menciona al Covid-19.  “Este es el lenguaje de los poderosos”, asevera Roqueta. En esta línea, argumenta que el “virus no es un enemigo, sino que es una cosa médica, científica, por lo que no iremos a matarlo con bombas”. El activista considera que hemos de evitar este discurso por dos motivos. El primero es que puede generar frustración entre las personas si ven que los días van pasando y se continúan registrando muertos.   Por otra parte, este tipo de lenguaje favorece que se criminalice a las víctimas. “¿Quién son las víctimas? Las afectadas por el VIH entonces o ahora el Coronavirus.” Dicho de otro modo, como estamos en una guerra en la cual el enemigo es el virus, se acaba atacando a determinados grupos que son sus posibles infectados. En el caso del VIH eran, principalmente, los homosexuales o los drogodependientes; mientras que ahora son las personas que trabajan cubriendo necesidades especiales, es decir, el personal sanitario o de tiendas de alimentación.

Así pues, para Roqueta este discurso bélico es el que ha propiciado que estos días hayamos visto ataques y actitudes discriminación hacia médicos, empleados de supermercados o chinos, entre otros colectivos. 

40 años reclamando la igualdad 

En 1981 se diagnosticaron los primeros casos de SIDA en Estados Unidos y, desde entonces, el camino para buscar una vida más digna no ha sido fácil. Todo, por eso, empezó a cambiar cuando la enfermedad  afect a personas reconocidas, admiradas y queridas por la sociedad. El actor Rock Hudson, famoso por interpretar papeles del clásico hombre galán y varonil, tuvo que reconocer su homosexualidad cuando anunció que tenía SIDA, explica Roqueta. En 1985, se consumó el final trágico para el artista, pero un nuevo rumbo para dar a conocer la pandemia. Su amiga, la también actriz, Elizabeth Taylor, abrió diferentes fundaciones relacionadas con la patología. “Puso el tema del SIDA en primer plano, al nivel de Hollywood”, puntualiza Roqueta. 

Hudson no fue la única cara famosa azotada por el virus. El 7 de noviembre de 1991, el jugador de básquet de la NBA, Magic Johnson, daba a conocer que había contraído el VIH tras mantener una relación extramatrimonial con una prostituta. Tan solo 17 días después del anuncio de Johnson, el SIDA apagaba la luz de la mítica estrella del rock Freddie Mercury. Todo ello, expone Roqueta, cambió la mentalidad de la sociedad que dejó a tras la idea que el VIH era exclusivamente homosexuales o drogodependientes. Pese que, erróneamente, entre la sociedad había la falsa creencia que existían grupos de riesgos, por primera vez, se vio que cualquier persona era vulnerable frente el virus.  En esa misma época, en 1990, el VIH también entró en la vida de Roqueta. Entonces, en Barcelona existía la Coordinadora de gays y lesbianas, donde acudió para recibir información. Dentro de esta entidad existía un grupo de soporte donde personas intercambiaban sus propias experiencias. Sin embargo, reconoce que no acudía asiduamente porque era duro ver cómo iban perdiendo vidas por el camino. Ahora bien, este grupo de apoyo llevó a la creación de Gais Positius en 1994, a la cual Roqueta se unió a finales de esa década y, actualmente, es su presidente. El gran cambio social, relata el activista, fue cuando se dejó atrás el imaginario que existían grupos de riesgo para descubrir que lo que había eran actividades de riesgo. Eso sucedió al darse cuenta que el VIH se transmitía cuando se compartían sangre o flujos entre personas, así como o través vertical, es decir, de madre a hijo. Ello contribuyó a poder tomar medidas para prevenir las infecciones como utilizar preservativos en las relaciones sexuales; evitar que los drogodependientes compartieran jeringuillas; o que las mujeres con VIH tuvieran partos por cesaría para no transmitir el virus a sus hijos.   No obstante, expone Roqueta, estas medidas también encontraron una fuerte oposición de sectores de la sociedad. Recuerda que cuando repartían condones en las calles de Barcelona para promover que las personas tuvieran relaciones seguras, desde algunos sectores se les acusó de promover el libertinaje sexual y modelos de relaciones que estaban fuera de la norma. “El Papa mismo es la castidad absoluta”, enfatiza.  

El estigma, por eso, iba más allá de ataques discriminatorios, sino que también repercutía en su vida diaria. “Hasta no hace mucho, si tenias el VIH no podías pedir un crédito o realizar determinados trabajos como ser policía, militar o piloto”, manifiesta Roqueta.

Llegar hasta aquí ha sido un trabajo arduo para concienciar a la sociedad y cambiar leyes. Sin embargo, deplora que, actualmente, todavía reciben denuncias de personas que les han despedido de su trabajo por tener VIH; que les cobran más caro los seguros privados; o que sus exparejas se vengan de ellos publicando sus datos sobre salud en Internet.  

Avances científicos

A nivel médico, explica Roqueta, la gran innovación fue cuando se implementaron los fármacos retrovirales que dejan inactivo el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este va replicando y creando copias en el cuerpo, mientras que la medicación anula su capacidad de reproducirse, por lo que lo deja inhábil. Antiguamente, a raíz de las copias que realizaba, acababa desarrollando diferentes patologías, una de ellas, el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que era mortal. Actualmente, precisa Roqueta, con estos retrovirales, las personas pueden tener una vida normal sin la capacidad de desarrollar SIDA ni con el miedo de infectar  a otras personas.  

Ahora bien, Roqueta reconoce que esto una situación que se da en los países del norte del hemisferio, pero la realidad es que el SIDA es una pandemia a nivel mundial. En 2018, según datos de la ONU, murieron cerca de 800.000 personas por esta enfermedad.  

Pese a las trágicas cifras, la ONU tienen un ambicioso plan que contempla que para el 2030 se erradique esta enfermedad, que ha costado la vida a más de 39 millones de personas desde que se descubrió hace 40 años. Para ello, su objetivo era alcanzar este 2020 el plan 90-90-90 que consiste que: 90% de las personas con VIH conozcan su estado; 90% reciban la terapia antirretrovírica; 90% que reciben este fármaco tengan una supresión viral, es decir, que la afectación del virus sea mínima. 

Roqueta detalla que de cara el 2030, se ha planteado un cuarto objetivo: que el 90% de las personas con VIH tengan  una buena salud, lo que se debe traducir con una calidad de vida óptima. No obstante, pone de manifiesto que erradicar la pandemia del SIDA no es pan comido y estamos lejos de ello. “Se debería poder hacer una prueba todo el mundo, pero hay países que no tienen dinero ni para agua”, lamenta.   

Archivado en: Sida Coronavirus
Sobre este blog
Se dice que en Barcelona conviven tres Barcelonas: la burguesa, la canalla y la obrera. Aquí hablan la canalla y la obrera, que cada día construyen anónimamente la ciudad, pero que no aparecen en la prensa. Los medios de comunicación nacieron para ser el cuarto poder y estar el servicio de las personas, pero muchos han dado la espalda a la sociedad. Este blog da voz a la ciudadanía. Todos los humanos son un libro abierto y su historia merece ser contada.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sida
Loita contra o Sida Mulleres con VIH: indetectables, intransmisibles e invisibles
As mulleres que viven co VIH enfrontan a falta de representación e o rol de coidadora que lles veu socialmente imposto. Isto complica o seu proceso de aceptación ás que non chegan aos programas da sanidade galega.
Salud
Contra el estigma Las mujeres con VIH que preparan la revolución
Seis mujeres seropositivas comparten sus historias, marcadas por el diagnóstico tardío, el estigma y la violencia. Contra la serofobia y el machismo se hacen visibles con un “aquí estoy yo” para deconstruir mitos y sembrar empatía.
Salud
Basida: La vacuna contra el estigma social del VIH
Tras la reciente celebración del Día Mundial de la lucha contra el sida, una mirada sobre un modelo de organización exitosa desde la que compartir y con la que combatir el estigma y la intolerancia.
Sobre este blog
Se dice que en Barcelona conviven tres Barcelonas: la burguesa, la canalla y la obrera. Aquí hablan la canalla y la obrera, que cada día construyen anónimamente la ciudad, pero que no aparecen en la prensa. Los medios de comunicación nacieron para ser el cuarto poder y estar el servicio de las personas, pero muchos han dado la espalda a la sociedad. Este blog da voz a la ciudadanía. Todos los humanos son un libro abierto y su historia merece ser contada.
Ver todas las entradas
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel ataca Rafah y se hace con el paso fronterizo con Egipto
Tel Aviv da la espalda a las negociaciones internacionales que piden un alto el fuego e invade Rafah, el último refugio de los palestinos de la Franja expulsados por la ofensiva israelí.
Palestina
Opinión Israel deja a la humanidad sin refugio
Otra vez Israel nos demuestra que puede hacer lo que quiera. Sus tentáculos de intereses económicos y sus sofisticadas bombas son capaces de asesinar a la justicia misma.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.
Sanidad pública
Sanidad Pública Aumenta el gasto en conciertos sanitarios mientras el Ministerio crea un observatorio de la corrupción
Organizaciones como Mareas Blancas piden la derogación de la ley 15/97, al tiempo que esperan el borrador de una nueva ley de gestión pública que el Ministerio de Sanidad estaría ultimando con los diferentes grupos parlamentarios.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Podemos amenaza con romper con el Gobierno si no aprueba una nueva moratoria hipotecaria
La medida vence el próximo 15 de mayo y protege al menos a 30.000 hogares. La PAH defiende que la ley no solo tiene que ser prorrogada sino mejorada para que llegue a las familias que la necesitan.
Contaminación
Contaminación Los entornos escolares suspenden en calidad del aire
Un informe analiza 114 entornos escolares de cinco provincias y los resultados son alarmantes: ninguno cumple las recomendaciones de la OMS. Solo una quincena de municipios de los 149 obligados a ello ha implantado su zona de bajas emisiones.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Análisis
Análisis Mercados de carbono sesgados, distorsionados y debilitados
Un reciente documento del Fondo Monetario Internacional reconocía que «las diferencias existentes entre los precios eficientes y los precios al por menor de los combustibles son enormes y generalizadas».
Gasto militar
Gasto militar El Gobierno reconoce 22.000 millones de nuevos programas de armas, el doble del presupuesto de Defensa
La cifra admitida por el Gobierno se queda corta, según denuncia el Grupo Tortuga, ya que esconde sobrecostes, créditos a coste cero y otros gastos asociados a esta nueva escalada armamentística.
Sidecar
Sidecar El núcleo de Europa
En los años de auge de las décadas de 2000 y 2010, Alemania consolidó su posición como plataforma de producción globalizada, pero los triunfos de ayer ensombrecen hoy su renqueante economía orientada a la exportación.
Más noticias
Literatura
Azahara Palomeque “Yo quería hacer una novela que fuera un torrente de voz”
Azahara Palomeque realiza en su última obra, ‘Huracán de negras palomas’, un ácido repaso de la desigualdad, la racialización y la soledad, en el marco de unos Estados Unidos de difícil redención ética.
Desempleo
Paro El paro cae en abril y se superan los 21 millones de afiliados
La cifra de desempleo disminuye en 60.503 personas y se sitúa en 2.666.500, la cifra más baja registrada desde septiembre de 2008.
Baleares
Plurilingüismo Mallorquines y mallorquinas salen a la calle y gritan un rotundo “Sí a la llengua”
La Plaça Major de Palma se quedó pequeña para albergar a las miles de personas que acudieron al acto organizado por la OCB en defensa del catalán.
Literatura
Literatura La Feria del Libro de Buenos Aires, sin plata
La 48º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires no es una más, se volvió un síntoma de la situación del libro y su industria en la Argentina gobernada por la extrema derecha.

Recomendadas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Lawfare
CLOACAS DEL ESTADO Manos Limpias: génesis de la querella como arma política de la ultraderecha
Ruiz-Mateos fue pionero en presentar demandas y personarse como acusación particular en causas judiciales sobre la corrupción del PSOE. Miguel Ángel Rodríguez y Manos Limpias sofisticaron este ‘modus operandi’ con bulos desde “pseudomedios”.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.