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Finanzas éticas
Del “no con mi dinero” al “pon tu dinero donde estén tus ideas”
Hay alternativas. Si estamos en desacuerdo con las prácticas de la banca convencional con el uso que hacen de nuestro dinero, debemos conocer que todavía existen lugares donde se promueve otra forma de hacer economía, porque otra economía es posible. Y uno de estos lugares donde se practica y fomenta otra economía es Coop57. Nos centraremos en el ejemplo de Coop57, que en 2020 cumplió veinticinco años, y que lleva trece años construyendo y promoviendo las finanzas éticas en Andalucía.
Pero ¿Qué es Coop57? Coop57 se define como una cooperativa de servicios financieros éticos y solidarios, promueve el ahorro ético y destina sus recursos a la financiación de proyectos de economía social y solidaria. Su objetivo principal es suministrar financiación a entidades de la economía social y solidaria que contribuyan a transformar la economía y la sociedad, de acuerdo con los principios del cooperativismo y las finanzas éticas. En resumen, realiza una labor de intermediación financiera que actúa como herramienta de transformación hacia otra economía.
Partamos de una premisa básica: el dinero de la ciudadanía no debe estar para financiar armamento y consecuentemente la guerra, actividades contaminantes, crear burbujas (como la inmobiliaria) y especular. Frente a este tipo de actividades que atacan y dañan a las personas y la naturaleza, Coop57 fomenta la ocupación desde la dignidad de las personas, el cooperativismo, el asociacionismo y la solidaridad, y promueve la sostenibilidad de la vida y del planeta sobre la base de principios éticos y solidarios.
Pero si su función ya es importante, en el cómo lo hace encontramos el elemento radical y diferenciador de Coop57. Y es que Coop57 es una entidad de base asamblearia gestionada por su propia base social, por sus personas y entidades socias: por las entidades de economía social y solidaria, las llamadas socias de servicios (y que son las que pueden recibir financiación), y las personas que depositan sus ahorros, denominadas socias colaboradoras, que mediante ese ahorro ético y comprometido hacen posible la financiación.
Son las propias personas y entidades socias, reunidas en la llamada Comisión Social, las que deciden a quién admiten como entidad socia de servicios. Su labor es la de comprobar que las entidades que pretenden entrar en Coop57, y que son las que pueden recibir financiación, comparten los principios y valores de la cooperativa. Esto se realiza a través de una evaluación ética, social y ambiental. De esta manera se intenta promover otra economía, mediante la financiación de proyectos que promuevan otras relaciones económicas y humanas. Esta labor es fundamental para garantizar el buen funcionamiento de la cooperativa y la consecución de su objetivo final, la transformación en positivo de nuestra sociedad.
E igualmente personas y entidades socias son las que estudian la financiación. De esta tarea se encarga la Comisión Técnica que es la evaluadora de las solicitudes de préstamos. Esta comisión no solo se dedica a la de proponer o no la concesión de un préstamo, sino que actúa como órgano de orientación y asesoramiento a la entidad solicitante.
Tanto en la comisión social como técnica, las socias (entidades y personas) están decidiendo directamente no solo a quién admiten como compañeras en la cooperativa, sino también el destino de sus ahorros.
Por último, las grandes líneas de trabajo y decisiones estratégicas son tomadas en Asamblea por todas las socias, personas y entidades, que son las propietarias de la cooperativa, bajo el principio cooperativo y democrático de una persona un voto.
Coop57, con origen en Cataluña y surgida a partir de la lucha obrera de los trabajadores de la antigua Editorial Bruguera, puso en práctica a partir de 2005 un modelo de crecimiento en red a raíz del interés despertado en otros territorios del Estado. La idea fue aprovechar el modelo y estructura de Coop57, pero aplicando un modelo que permitiese la autonomía y autogestión de cada territorio.
Bajo este modelo, Coop57-Andalucía nacía un 27 de septiembre de 2008. Y surgía en un contexto de crisis financiera a nivel mundial. Mientras caían “los grandes” (un 15 de septiembre del mismo año se declaraba en bancarrota Lehman Brothers - el cuarto banco de inversión de los Estados Unidos e imagen del colapso financiero global-) nacían experiencias creadas y formadas por “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas…”, como decía Eduardo Galeano, que pretendían y pretenden cambiar el mundo a través del uso del dinero con el fin de aspirar a una sociedad más justa.
Bajo estas ideas y los principios de las finanzas éticas, el cooperativismo, la democracia, el carácter colectivo, la confianza, el arraigo en el territorio, la transparencia y el crédito con vocación de transformación social, hace ya trece años, un grupo de personas y entidades provenientes de la economía social andaluza y de las luchas obreras y sindicales deciden crear Coop57-Andalucía.
Y en ese mencionado contexto de crisis y descrédito de la banca mundial, y en una tierra como Andalucía con seculares problemas económicos y sociales era necesaria la herramienta financiera. Coop57 se convertía así en una herramienta financiera para la economía social y solidaria en Andalucía. Y se integraba en una experiencia consolidada (ya existían secciones en Cataluña, Aragón y Madrid) y con el que la economía social andaluza dispondría de un instrumento de financiación ético, autogestionado y solidario. Y lo hizo coincidiendo cuando más necesidad de financiación presentaba la economía social golpeada por las restricciones crediticias.
En momentos de dificultad es cuando más importante es activar todos los mecanismos de solidaridad, autogestión y ayuda mutua. Esta demanda social se vio compensada por un crecimiento de la base social y del ahorro en Coop57. Las personas podían depositar sus ahorros en una entidad que apoyaba la transformación de los territorios apostando por una economía con criterios éticos y sociales.
Poco a poco se hizo real la construcción de un instrumento útil y necesario para la economía social andaluza. Y todo ello en base a un proceso de autonomía, apoyo, confianza y autoorganización. Ha llegado incluso a trascender las llamadas fronteras con la incorporación de personas y entidades socias del Algarve (Portugal).
La red de Coop57 ha crecido de manera importante los últimos años y que ya agrupa a 1001 entidades y a 4.686 personas, cifras para 2020. En Andalucía la base social de ha crecido hasta las 314 personas colaboradoras y 83 entidades de servicios.
La respuesta a la crisis, en cifras generales de Coop57 ha sido de 2.277 préstamos por valor de más de 80 millones de euros, entre 2008 y 2018. En paralelo han ido creciendo las aportaciones de las personas y entidades socias. A nivel general, estas han crecido hasta los 46 millones de euros, casi duplicándose en apenas seis años. E igualmente crece el volumen de préstamos dejando el saldo vivo en 2020 (es decir, el dinero que está circulando y sirviendo en forma de financiación a los proyectos de economía social y solidaria) en los 25 millones de euros.
En Andalucía se han concedido en estos trece años 168 préstamos por un importe que supera los 6,9 millones de euros. El crecimiento es exponencial; en 2010 el saldo vivo de préstamos en préstamos era de poco más de 200.000 euros, y en 2020 se ha llegado a 1,9 millones de euros. El ahorro de las personas socias colaboradoras ha revertido en esta vía financiación, demostrando así que otra economía es posible.
Durante estos 13 años de vida en Andalucía, hemos visto nacer y consolidarse iniciativas que luchan por la transformación social poniendo en marcha muchísimos proyectos productivos desde el cooperativismo y el asociacionismo popular. Proyectos de agricultura (cultivos en ecológico, molinos de aceite, etc.), culturales, servicios comunitarios que trabajan por la inclusión, deportivos, industriales, entidades del tercer sector, cooperativas jurídicas, de gestión de proyectos de economía social, de estudios sociales y económicos, proyectos cooperativos para la recuperación de equipamientos públicos, y otros muchos. Estas iniciativas demuestran que lo más importante es el ejemplo dado. Otra economía es posible y Coop57 lo ha demostrado con hechos gracias al ahorro ético y comprometido.
El camino recorrido pone de evidencia que Coop57 sirve para el impulso de otra economía y apuesta por la transformación social. Un modelo socioeconómico democrático, autogestionado, colectivo, transformador, solidario, inclusivo, intercultural, arraigado en el territorio y respetuoso con el medio ambiente, el territorio y las personas.
En definitiva, Coop57 es una alternativa al ahorro en la banca convencional y presta servicios financieros a proyectos de la economía social y solidaria. De esta forma las socias ahorradoras ven sus ahorros vinculados a proyectos de la economía social y solidaria, que funcionan con unas lógicas opuestas a la de la economía capitalista depredadora de naturaleza y personas.
Es la respuesta que demuestra que se puede actuar de forma diferente, radicalmente democrática, recuperando el control y la capacidad de decisión sobre nuestros ahorros. Del “no con mi dinero” al “pon tu dinero donde estén tus ideas” lo hace posible.