Dinamarca

Por vigésimo quinto verano año consecutivo, la capa de hielo de Groenlandia pierde más masa en verano de la que gana durante los meses de invierno.

La exministra danesa de Inmigración, que se jactó con una tarta de sus medidas restrictivas de derechos, ha sido condenada por separar a solicitantes de asilo.

La presidencia de turno de la UE, por parte de un gobierno hostil a las personas migrantes, el endurecimiento de las políticas de asilo en Dinamarca, o la retención de barcos de rescate por parte de Italia, perfilan un escenario difícil para quienes intentan llegar a Europa.

Los dos países han adoptado medidas para que las empresas que eluden impuestos no sean receptoras de las ayudas destinadas a luchar contra el Covid-19.

Reino Unido y Canadá negociaron con el independentismo escocés y quebecois referendos soberanistas. En ambos casos la opción unionista salió reforzada de las consultas. Dinamarca también ha pactado la inclusión del derecho de autodeterminación en los estatutos de autonomía de Groenlandia y de las Islas Feroe.

Los recursos de un Ártico que se descongela incluyen el 12% de las reservas de petróleo y el 30% de las de gas. Vicenç Fisas, exdirector de la Escola de Cultura de Pau de la UAB y titular de la cátedra de la Unesco sobre Paz y Derechos Humanos de dicha universidad, desmenuza el futuro de la región en su último libro, Geopolítica del Ártico: la amenaza del cambio climático.

Mientras los socialdemócratas se mueven a la derecha, una coalición de partidos de izquierda nuevos y envalentonados se han agrupado para luchar por una alternativa real.

Aunque Dinamarca copa los estándares de desarrollo y calidad democrática, la reciente prohibición del velo islámico en sitios públicos, la ley que castiga con la cárcel a los indigentes o el rechazo a acoger migrantes reflejan la deriva xenófoba que ha adquirido el país.