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Crianza
Decenas de familias pierden su tribu en Madrid: “Queremos frenar que desaparezcan las Casas Grandes”
Decenas de familias están en pie de guerra por el cierre de las cuatro Casas Grandes que hay en Madrid, un recurso orientado tanto a la infancia como a los progenitores en el que poder desenvolverse con seguridad y donde compartir dudas, aprender y crecer. El actual sistema, auspiciado por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Consistorio, terminará el próximo noviembre. Desde entonces, las Casas Grandes dejarán de existir como programa autónomo y quedarán incluidas en los centros de apoyo a la familia (CAF), un cambio que desde el Ayuntamiento defienden como un refuerzo, precisamente, de las Casas Grandes.
Esther Santibáñez vive en Sanchinarro y desde hace casi dos años acude todas las semanas a la Casa Grande de Hortaleza: “Ahí me han visto crecer como madre desde que estaba embarazada. Mi hija pequeña, con ocho días de vida, ya estaba en la Casa Grande”, explica. Ella es una de las cientos de familias que se verán afectadas por lo que consideran el cierre de este recurso, aunque desde el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid aseguran que seguirá ofreciéndose incluso en mejores condiciones.
“En ese espacio puedo compartir todo lo que tiene que ver con los niños, con la crianza, y nos ayudamos entre padres y madres"
El hijo mayor de esta usuaria de la Casa Grande de Hortaleza tiene dos años, y ahí ha encontrado su tribu. “En ese espacio puedo compartir todo lo que tiene que ver con los niños, con la crianza, y nos ayudamos entre padres y madres. Es mi fuente de aprendizaje y me vino genial durante mi periodo de excedencia para cuidar de los pequeños”, desarrolla.
Una carta para Almeida
Las aspiraciones de todas estas familias que encontraron refugio en las Casas Grandes desde que fueron puestas en marcha en 2018 como resultado de los presupuestos participativos impulsados por Manuela Carmena ahora se hacen añicos con la nueva propuesta del Consistorio actual. Organizadas bajo el movimiento “Salvemos Casa Grande”, han enviado una carta a José Luis Martínez-Almeida para intentar revertir la inclusión de las casas grandes en los CAF. La misiva ha sido rubricada por más de un millar de familias, y en ella analizan los beneficios para niños y niñas de 0 a 4 años que, hasta ahora, utilizaban estos servicios.
“Las Casas Grandes son espacios dirigidos a niños y niñas de 0 a 4 años, para que las familias puedan asistir con ellos a participar en actividades como juegos y canciones, con profesionales de la pedagogía y psicología especializados en trabajar en esta franja de edad disponibles para dialogar, resolver dudas e informar de recursos”, definen desde el movimiento. Según añaden, las Casas Grandes también sirven de punto de encuentro e intercambio entre familias, un espacio seguro donde aprender, intercambiar experiencias, conocer a otras personas con las que establecer nuevas redes de apoyo a la crianza y recibir orientación sin sentirse juzgadas.
“El Ayuntamiento de Madrid se dispone a realizar un severo recorte de medios y profesionales en estos espacios; un recorte que de facto supone el desmantelamiento de las Casas Grandes”
Su buen funcionamiento ha conseguido que los usuarios del recurso la valoraran con una nota de 9,25 sobre 10 puntos en la Memoria de Actividades 2022 del Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social. “Pese a ello, el Ayuntamiento de Madrid se dispone a realizar un severo recorte de medios y profesionales en estos espacios; un recorte que de facto supone el desmantelamiento de las Casas Grandes”, sentencian desde el movimiento.
Para Santibáñez, uno de los aspectos que menos ha gustado a las familias es que el Ayuntamiento no les haya preguntado para conocer sus necesidades. En cambio, todas ellas se han enterado de los cambios que se avecinan ya que el contrato con la empresa que actualmente presta el servicio se termina este noviembre. “Ahí hemos visto que quieren integrar las Casas Grandes en los CAF, y reducen sus recursos: de cuatro profesionales por centro se pasa a uno solo; de abrir de lunes a sábado en mañana y tarde se pasa a horario de lunes a viernes, desdoblando además el horario en dos franjas de edad (0 a 3 y 4 a 6 años)”, se queja esta usuaria. Por eso, “queremos frenar que desaparezcan las Casas Grandes”, agrega.
Multitud de actividades junto a profesionales
Elizabeth López es otra de las tantas madres que está muy contenta con el servicio que recibe tanto ella como sus dos hijos, una niña de 4 años y otro bebé de 6 meses. Siempre que puede, acude a la Casa Grande ubicada en Villa de Vallecas: “Es importante recalcar que no se trata de un recurso de ocio, sino para la crianza, un espacio en donde las madres podemos ir a llorar, exponer nuestras sentimientos y dudas de todo eso que ocurre a nuestros pequeños de 0 a 4 años”, incide.
Acompañados por profesionales de la psicología, del trabajo social y de la educación, en las Casas Grandes los más pequeños pueden desarrollar su psicomotricidad, pero también conocerse a través de cuentos o actividades sensoriales. “Hay una gran variedad de actividades con las que estamos muy contentos. Son grandes profesionales y las plazas se agotan en cuanto salen”, añade esta vecina de Villa de Vallecas.
Una vez leídos los pliegos de contratación ideados para prestar el servicio a partir de noviembre, López considera que “no dicen que las Casas Grandes desaparecerán como tal porque se integran en los CAF, pero es lo que sucederá prácticamente”. Además, tampoco ven con buenos ojos su inclusión en los CAF por el cambio de ubicación que sufrirían. “Yo vivo en Santa Eugenia, y con el cambio tendría que ir hasta Puente de Vallecas, lo que me sería imposible ir con los dos pequeños. Además, con la diferencia de edades, tampoco podría estar con los dos a la vez”, ilustra.
Por su parte, fuentes internas del Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad aseguran que “el modelo actual de Casa Grande no desaparece”. De hecho, desde su punto de vista, queda reforzado “con su ampliación a nuevos distritos, como se comprometió en el programa electoral y el programa de Gobierno”. Así, se pasa de cuatro recursos en los que se presta este servicio (en Tetuán, Hortaleza, Carabanchel y Villa de Vallecas) a ocho gracias a su integración en los correspondientes CAF, ubicados en Chamberí, Hortaleza, Usera, Villa de Vallecas, Moratalaz, Tetuán, Latina y Carabanchel.
Asimismo, la integración en los CAF “permitirá una mayor interrelación de las distintas prestaciones de apoyo a la crianza que el Consistorio ofrece a las familias, favoreciendo las posibles derivaciones y la coordinación entre profesionales”, tal y como defienden. De esta forma, y aquí coinciden las dos versiones, en los CAF convivirán, de forma diferenciada, dos modelos de intervención preventiva, en función de las necesidades de cada familia. “Por un lado, el modelo ya utilizado en Casa Grande, centrado en la prevención universal, apoyo comunitario y en el vínculo afectivo, y otro servicio centrado en la prevención selectiva que se dirige a aquellas familias que tienen dificultades”, concretizan desde el Área de Familias del Ayuntamiento de Madrid.
Nuevo sistema, nuevos horarios
Por otra parte, realizan el desdoblamiento de edades, que pasa de ser de 0 a 4 años a ser de 0 a 3 y de 4 a 6, “con el objetivo de acompañar más tiempo a las familias e involucrar en el proceso a hermanos de distintas edades”. En cuanto al nuevo horario, desde Familias justifican que se trata de una demanda de las propias familias, aunque están niegan dicho extremo. El Ayuntamiento también defiende que no se perderá ninguna hora de atención, continuando las 25 actuales, aunque las familias afirman que con el desdoblamiento se perderá mucho tiempo, lo que impedirá materialmente seguir con el horario estipulado.
La inversión del área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad en estos recursos “se incrementa notablemente”, asegura el Consistorio, con la creación de un nuevo CAF, el octavo, que abrirá sus puertas el próximo mes de diciembre en Carabanchel, y de las cuatro nuevas Casas Grandes. “La Junta de Gobierno autorizó en junio el nuevo contrato de gestión de los ochos centros, y sus correspondientes Casas Grandes, por importe de 7,6 millones de euros. Los contratos actuales de Casa Grande y CAF suman 6,4 millones”, han cifrado desde el Área.
Las familias afectadas, por su parte, seguirán luchando porque las Casas Grandes actuales no queden integradas en los CAF, ya que entienden que se verá recortada la calidad del servicio, además de la incertidumbre que a día de hoy esta situación está creando en los profesionales que prestan el servicio. “Hablamos de un espacio de crianza, y creo que todas las personas con hijos estarían encantadas de ir si supieran lo que realmente es. No hay que integrarlos en los CAF, hay que abrir muchas más Casas Grandes por toda la ciudad”, concluye Santibáñez.
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El neoliberalismo tiene horror a que los ciudadanos puedan sentirse arropados, seguros, protegidos, por organizaciones ciudadanas o por la administración del Estado. El neoliberalismo necesita que el ciudadano se sienta solo, inerme, desamparado. Por eso hará todo lo posible para que nada funcione. Cuando un gobierno progresista amenaza con mejorar la vida de los ciudadanos, si lo consigue, está demostrando que el Estado (la organización de los ciudadanos) puede funcionar. Para los que quieren desmantelar el Estado, y dejar a los seres humanos en manos del Mercado, es mal asunto.