Coronavirus
Cuarentenas, mascarillas o higiene: coronavirus, siempre en sociedad

Las pandemias no solo producen miedo. Si bien son problemas biológicos complejos, son también eventos sociales y culturales.

Gripe española
Pacientes de la epidemia de gripe española de 1918 en el hospital estadounidense de Fort Riley. Foto: Museo Nacional de Salud y Medicina

Estamos a mediados del siglo XIX y varias epidemias azotan la Península. Se trata de cuatro enfermedades: el tifus, el cólera, la malaria y la fiebre amarilla, que rápidamente están infectando la geografía ibérica. Es 1848, y usted y los suyos deben parar esta emergencia, construyendo la red ferroviaria, purificando el agua, construyendo hospitales e investigando para evitar la propagación de estas infecciones por el territorio español. Solo así podrán salvar a la humanidad y hacer historia (de la medicina). Esta es la trama que presenta el juego Pandemic Iberia (a la venta desde 2016), una edición especial del conocido juego Pandemic. Sin laboratorios científicos, trajes de peligro biológico ni forma de hacer llegar vacunas o medicamentos por aire, este juego presenta una ficción histórica de cómo solucionar una epidemia muy interesante, aunque, a mí juicio, un tanto limitada.

Una de las ausencias en este juego de mesa es la cuarentena. A principios de febrero de 2020, Fernando Simón, director del Servicio de Emergencias del Ministerio de Sanidad en España, explicaba en nota de prensa que el caso detectado en Mallorca —entre los cinco primeros— no implicaba riesgo para nuestro país. Me enteraba por un sarcástico post en Twitter del doctor Aginagalde (@_AdrianHugo) que comentaba: “Esto de transferir la titularidad del Lazareto de Mahón quizá no fue tan buena idea”.

¿Qué es el Lazareto de Mahón al que se refiere el doctor Aginagalde? Como describe el sociólogo Quim Bonastra de la Universitat de Lleida, el Lazareto del puerto de Mahón, construido a finales del CVIII a petición de Carlos III, se ideó como una ciudad-servicio (no como urbe en sí misma), siguiendo el ejemplo del Lazareto de Marsella, Francia. La idea —previa a la teoría microbiana de la enfermedad actual— era construir un lazareto en un punto estratégico de concurrencia de comercio y tráfico portuario, que diera cobertura a la costa mediterránea española y pudiera estar al servicio de cualquier necesidad de cuarentena.

En Asia, sugiere el profesor Lynteris, el acto de utilizar mascarillas es un gesto que comunica solidaridad durante una pandemia, en una comunidad vulnerable y dividida a causa del miedo

En Pandemic Iberia, cualquiera de las cuatro infecciones disponibles en el juego podrá llegar únicamente por vía marítima a las Islas Baleares, desde Barcelona, Tarragona o Valencia. No hay mención a las conexiones con otras partes del mundo, ni al comercio, ni al transporte marítimo más allá del Mediterráneo. Como miembro de la Segunda Expedición Filantrópica Real, en la España de mediados del siglo XIX, y sin ningún tipo de medicamento o tecnología biomédica actuales, las y los jugadores deben evitar la propagación de la enfermedad, eliminando rutas de contagio. Lamentablemente, ni el lazareto ni la cuarentena en Menorca están presentes en esta historia.

En la España actual y real, no la de ficción, el Lazareto de Mahón es un lugar lleno de historia, visitable, pero fuera de funcionamiento con fines sanitarios desde hace un siglo. Testigo de epidemias de fiebre amarilla y tifus en el siglo XIX, en la década de 1910 vería llegar el último barco en cuarentena.

La historiadora de la Universidad de Castilla-La Mancha, María Isabel Porras, hacía hace unos días una interesante comparación entre la situación actual con la contención del coronavirus COVID19 y el brote de gripe de 1918-19, conocida como la gripe española. Al preguntarle sobre las medidas de profilaxis recomendadas, describía que prácticamente son las mismas que entonces: aislamiento de personas enfermas o sospechosas de estarlo, la cuarentena, la clausura de actividades colectivas (festividades, centros escolares, eventos multitudinarios, etcétera), desinfecciones, uso de mascarillas o lavado de manos.

El tiempo ha transcurrido, efectivamente, y podríamos imaginar que el desarrollo tecnológico y/o terapéutico (como las vacunas) del último siglo podría proporcionar otras formas de control o protección ante epidemias de este tipo. Sin embargo, como bien considera la profesora Isabel Porras utilizando como ejemplo la pandemia de gripe H1N1 de 2019-2010, de poco sirve que dispongamos de los medios terapéuticos o profilácticos apropiados, si la población no tiene acceso a ellos.

De manera brillante, el doctor Javier Padilla también ha comentado acerca de la problemática económica que presenta una epidemia como esta y las medidas recomendadas por los expertos en salud pública enumeradas más arriba. No deberíamos dejar de subrayar que las recomendaciones de salud pública tienen efectos macro y microeconómicos. No acudir al trabajo, para frenar la transmisión del virus, cuando se está enfermo no es algo que todos nos podamos permitir. Como describe Padilla, tener una buena higiene de manos requiere disponer de las posibilidades materiales para ello. Acudir a un centro de salud si se sospecha de infección necesita de disponer de un sistema de salud que reciba esta consulta (y que no se cobre a miles de dólares, como está ocurriendo en EE UU). Que una epidemia pueda frenarse, y evitar que afecte mayoritariamente a las personas más vulnerables, requiere movilizar a una población entera. De acuerdo con Padilla, sin una infraestructura sanitaria robusta, la eficacia de estas medidas es probablemente cuestionable.

Un ejemplo de que las pandemias no solo despiertan pánico es un sondeo, de nuevo de El País, que indica que en España es mayor el interés que la preocupación por el COVID19 entre la población 

Las pandemias producen más que solo miedo. Si bien son problemas biológicos complejos, para los que los expertos médicos deben prepararse, a su vez, las pandemias son también eventos sociales y culturales. Las pandemias son objeto de curiosidad y entretenimiento, como en juegos de mesa como Pandemic Iberia o Virus, videojuegos como Plague Inc., series de televisión como The Walking Dead, o películas como Contagion, Twelve Monkeys I Am Legend). De la misma manera, son objeto de expresión de miedo, solidaridad, activismo y expresión crítica, objeto de conversación en pequeñas comunidades, o en redes sociales como WhatsApp, Twitter o Instagram.

Un ejemplo de que las pandemias no solo despiertan pánico es un sondeo, de nuevo de El País, que indica que en España es mayor el interés que la preocupación por el COVID19 entre la población. Algunas de las respuestas a este sondeo (realizado entre el 27 y el 28 de febrero de 2020 a unas 600 personas) son realmente curiosas. La mayoría de las personas que han respondido ha indicado que, frente a la creciente preocupación por el COVID19, han mejorado su higiene,han evitado aglomeraciones o han evitado comprar productos provenientes de China. Una proporción pequeña de personas ha indicado que ha comprado una mascarilla. El coronavirus se encuentra en nuestro día a día en estos momentos. Buscamos información sobre ello, hablamos de ello, bromeamos con ello, etcétera.

Solo hay que echar un vistazo por redes sociales como Twitter o Instagram para ver algunas otras reacciones a este brote epidémico por parte de diferentes comunidades en España. Quizás la primera historia viral del pasado mes de febrero fue la de la campaña tras hashtag #nosoyunvirus, con imágenes como la del abogado Antonio Liu Yang en Twitter, o el músico y escritor Chenta Tsai en Instagram, artísticamente conocido como Puto Chino Maricón, en la que aparecía en una pasarela de moda con el mensaje “I am not a virus” escrito en negro en su pecho. A principios de febrero, aparecía la cuenta de Twitter @CoronaVid19 que sigue proporcionando un punto de humor a la cuestión desde hace semanas, hasta el punto de que Andreu Buenafuente entrevistó a la persona que está supuestamente detrás de la cuenta el lunes 2 de marzo de 2020.

En Instagram, a lo largo del mes de febrero, varias influencers (no solo en España), como Gala González, compartían vídeos en sus stories alertando del desabastecimiento de mascarillas en Italia o en España, así como imágenes con una mascarilla. La compra compulsiva de mascarillas es también algo más que una señal de pánico irracional frente a la posibilidad de una pandemia. Pese a que las mascarillas por sí solas no se ha demostrado que sean profilácticas (los expertos siguen coincidiendo en que lo más importante es lavarse las manos para evitar el contagio), la compra compulsiva de mascarillas que está teniendo lugar a lo largo del mundo tiene su contexto cultural e histórico, como describe el antropólogo Christos Lynteris, de la Universidad de Sant Andrews (Escocia) en un artículo en el New York Times. “El mundo está enfrentando una disrupción en el mercado de equipo para protección personal”, advertía a principios de febrero el doctor Tedros, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como las conocemos hoy, estas mascarillas antiepidémicas fueron inventadas en China, durante el brote de peste neumónica en la región de Manchuria en la segunda década del siglo XX. En China, actualmente, estos objetos sirven para mucho más que para la protección personal, ya que son también un símbolo de modernidad biomédica y de solidaridad durante una epidemia. Por ejemplo, durante la epidemia de SARS de 2002-2003 tuvo lugar el primer episodio de uso masivo de mascarillas como protección personal antiviral en Hong Kong y en otros lugares. Estas imágenes de multitudes con mascarillas sin duda se convirtieron en iconos de la pandemia en Asia a lo largo de todo el mundo. En Asia, sugiere el profesor Lynteris, el acto de utilizar mascarillas es un gesto que comunica solidaridad durante una pandemia, en una comunidad vulnerable y dividida a causa del miedo.

Sea pánico, preocupación, entretenimiento, curiosidad, o solidaridad, lo que te mueva a leer más sobre el COVID19, aquí estás, leyendo hasta el final. Ninguna de esas razones es trivial, a mi entender, sino lo que prueba que las pandemias fenómenos profundamente sociales.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Pandemia La Fiscalía abre diligencias por primera vez por muertes sin asistencia en domicilio durante la pandemia
Los padres de Francisco Rodríguez fallecieron en su domicilio de Madrid tras contagiarse de covid-19 y después de llamar de manera recurrente para conseguir asistencia médica que no consiguieron a tiempo.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
#48591
5/3/2020 15:03

Es muchísimo más importante (y definitivamente mucho más grave social y cultulturalmente) el #Sotanavirus y ha sobrevivido, influenciado y adoctrinado al menos los últimos 2.000 años.
Buen texto, gracias. (Y no olvidemos que vamos a morir tod@s)

4
0
Alemania
Elecciones 2025 Friedrich Merz se proclama ganador de las elecciones en Alemania
Die Linke logra un buen resultado en unas elecciones malas para el conjunto de la izquierda. La extrema derecha de la AfD es el segundo partido más votado. Los socialistas obtienen su peor resultado desde 1949.
Feminismos
nuevas masculinidades Hombres y violencia sexual: hablar desde el lado de la culpa y la vergüenza
Poco después del caso de la mujer francesa que se ha convertido en icono de la lucha contra la violencia sexual, las acusaciones contra Errejón servían otra jarra de vergüenza a los hombres que se sienten en el lado de los aliados.
La vida y ya
La vida y ya Un colegio público cualquiera
Mi colegio no era especial, no era muy diferente a otros. El patio al que salíamos corriendo cuando sonaba el timbre que precedía al recreo era de cemento y había un único árbol, un olivo, que tenía un tronco fácil de trepar.
Opinión
Opinión Al cole en menos de quince minutos
Hay una imperiosa necesidad de redefinir (y redimensionar) nuestras ciudades para hacerlas más sostenibles y amables.
Galicia
Galicia Miles de personas llenan Santiago con un grito único en defensa de la lengua gallega
La plataforma Queremos Galego consigue aglutinar voces diversas de la Galicia social, política y cultural para “parar la emergencia lingüística” que sufre la lengua propia y así exigir a la Xunta “un cambio de actitud”.

Últimas

Huelga
Convenios colectivos La plantilla de Correos va a la huelga el 26 de febrero para evitar la “estocada de muerte” al servicio postal
CGT convoca a la plantilla por todo el Estado el próximo miércoles y varios días de marzo para evitar que se cumpla un acuerdo firmado por empresa y sindicatos para recortar el convenio actual y sentar las bases para la negociación del próximo.
Medios de comunicación
El Batracio Amarillo La revista satírica ‘El Batracio Amarillo’ acusa al Ayuntamiento de Motril de intentar llevarla a la quiebra
La publicación humorística, la segunda más antigua de nuestro país tras ‘El Jueves’, reclama tres facturas por más de 36.000 euros y denuncia el boicot a su festival de cómic, que fue obligado a trasladarse de lugar.
Madrid
Alerta antifascista Un historiador negacionista del Holocausto dará una charla en la Universidad Autónoma de Madrid
CGT alerta a las autoridades de esta universidad pública sobre la convocatoria de una charla en la Facultad de Derecho a cargo de Fernando Paz, pseudohistoriador conocido por negar el Holocausto y por su abierta homofobia.
Más noticias
Opinión
Opinión Un deseo antípoda
El malestar psicológico debe transformarse en ira politizada. Es quizá por eso que los movimientos sociales de la generación Z encumbran símbolos diferentes, nuevos y viejos al mismo tiempo.
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.

Recomendadas

Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.