Contigo empezó todo
Simone Weil, una pacifista en la Guerra Civil

La filósofa francesa Simone Weil reflexionó sobre la guerra, la vida y la muerte a raíz de su participación en la Columna Durruti en el verano de 1936.
23 oct 2022 06:00

18 de agosto de 1936. Frente de Aragón. Misión de reconocimiento de la Columna Durruti. Los milicianos, hombres de guerra por vocación o, en su mayoría, fruto de las circunstancias, están nerviosos y piensan en la inminente batalla. Comprueban su armamento, otean el horizonte en busca de algún detalle que delate al enemigo. Entre todos estos hombres armados llama la atención una joven francesa de 27 años. Delgada, con media melena y gafas que rodean su mirada tímida. Reflexiona descarnadamente sobre lo que poco después reflejará en su diario: “Me echo, miro las hojas, el cielo azul, bonito día. Si me capturan, me matarán... Pero será merecido. Se ha vertido mucha sangre por parte de los nuestros. Soy cómplice moral”.

La filósofa Simone Weil lleva poco más de una semana en España. Nacida en una familia judía intelectual, estudió filosofía y literatura clásica e ingresó en 1928 con la calificación más alta en la Escuela Normal de París, seguida por Simone de Beauvoir. Esta escribiría posteriormente: “La envidiaba porque tenía un corazón capaz de latir para todo el mundo. Un día pude conocerla. No sé cómo entablamos conversación; me explicó en un tono cortante que una sola cosa contaba hoy en toda la Tierra: una revolución que diera de comer a todo el mundo. De manera no menos perentoria le objeté que el problema no es hacer felices a los hombres, sino encontrar un sentido a su existencia. Ella me miró fijamente. ‘Cómo se nota que usted nunca ha pasado hambre’. Este fue el final de nuestras relaciones”.

Vinculada al sindicalismo, en 1934 Weil aparcó su carrera docente para trabajar en una fábrica de Renault, una experiencia que dejaría su sello sobre ella

Efectivamente, Weil decidió poner sus dotes intelectuales al servicio de la liberación de los desposeídos. Tras una estancia en Alemania poco después, anticipó el desastre que se avecinaba. Vinculada al sindicalismo, en 1934 aparcó su carrera docente para trabajar en una fábrica de Renault, una experiencia que dejaría su sello sobre ella, como relató: “Estando en la fábrica, mezclada a los ojos de todos y ante los míos propios entre la masa humana, la desgracia de los otros entró en mi carne y en mi alma. Nada me separaba de ellos, ya que había olvidado realmente mi pasado y no esperaba ningún futuro, me resultaba difícil de imaginar la posibilidad de sobrevivir a semejante fatiga. Lo que experimenté allí me marcó de un modo tan perenne que todavía hoy cuando un ser humano, sea quien sea, en cualquier circunstancia, se dirige a mí sin brutalidad, no puedo evitar tener la sensación de que se debe de tratar de un error y de que desgraciadamente el error se va a disipar sin duda. Allí recibí para siempre la marca de la esclavitud, como la marca al fuego vivo que sellaban los romanos en la frente de sus esclavos más despreciados. Desde entonces, siempre me he visto como una esclava”.

La revolución y la vida

Como para tantos otros militantes de izquierda, el estallido de la Guerra Civil española supuso para Weil el deber de combatir el fascismo en auge. En su caso, se daba aquí la oportunidad de algo aún más profundo. La joven filósofa utilizó su diario para reflejar sus primeras impresiones: “Es difícil creer que Barcelona sea la capital de una región en plena guerra civil. Cuando se ha visitado Barcelona en época de paz y se llega a la estación de ferrocarril, no parece que haya habido cambio alguno. Las formalidades al atravesar la frontera se realizan en Port-Bou; salgo de la estación de Barcelona como cualquier turista, deambulo por las calles llenas de alegría. Los cafés están abiertos, hay menos gente que de costumbre; las tiendas también están abiertas. La moneda circula con normalidad. Si no fuera porque hay tan poca policía y tantos muchachos armados con fusil, no nos daríamos cuenta de nada. Hace falta un tiempo para comprender que estamos en una Revolución, y que estamos viviendo uno de esos períodos históricos que aprendimos en los libros y que alimentaron tantos sueños desde pequeños: 1792, 1871, 1917. Hay una revolución en Barcelona; ojalá sirva para que haya más felicidad. Nada ha cambiado en efecto, salvo una sola cosa: el pueblo tiene el poder. Los hombres de mono azul son los que mandan. Es uno de esos períodos extraordinarios que nunca han durado, en los que los que siempre obedecían toman sobre sí las responsabilidades”.

Sin embargo, Weil no rehuía los conflictos que la realidad desataba en su interior. Para ella, “no podemos ser revolucionarios si no amamos la vida”. Y este concepto no casaba del todo con lo ya mencionado en el primer párrafo: ¿cómo se puede amar la vida en una situación que exalta la muerte? Weil no se refería al bando franquista, sino a las experiencias de violencia gratuita por parte de sus propios compañeros, a los cuales apreciaba intensamente y cuya causa nunca dejó de defender. “Ni entre los españoles, ni siquiera entre los franceses llegados (…) he visto nunca expresar, ni siquiera en la intimidad, la repulsión, el desagrado ni tan solo la desaprobación por la sangre vertida inútilmente”, escribiría en una carta meses después de su experiencia.

Su reflexión era la siguiente: “Tuve el sentimiento de que, cuando las autoridades temporales y espirituales han puesto una categoría de seres humanos fuera de aquellos cuya vida tiene un precio, no hay nada más natural para el hombre que matar. Cuando se sabe que es posible matar sin arriesgarse a un castigo ni reprobación, se mata; o al menos se rodea de sonrisas alentadoras a aquellos que matan. Si por casualidad se experimenta primero cierto desagrado, se calla y pronto se lo sofoca por miedo a parecer que se carece de virilidad. Hay ahí una incitación, una ebriedad a la que es imposible resistirse sin una fuerza de ánimo que me parece excepcional, puesto que no la he encontrado en ninguna parte”.

Herida por accidente, Simone Weil regresaría a Francia menos de dos meses después de cruzar los Pirineos. Durante la II Guerra Mundial, trabajaría como redactora desde Inglaterra para la Resistencia francesa. No vivió para ver la caída del nazismo, pues la tuberculosis se la llevaría en agosto de 1943. Su obra alcanzó la fama tras su fallecimiento, gracias al trabajo de divulgación que realizó Albert Camus. Para el autor de La peste, aquella joven con gafas que, en plena guerra, tenía el valor de preguntarse si ella misma merecía morir, había sido “el único gran espíritu de nuestro tiempo”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Francisco Ponzán, el Schindler español
El anarcosindicalista oscense lideró una red de evasión que ayudó a escapar a miles de personas de la persecución nazi.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Lucy Parsons, el último dinosaurio de Chicago
Opacada por la muerte de su marido, la vida de esta sindicalista revolucionaria abarcó los mejores años de la izquierda en Estados Unidos.
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
23/10/2022 22:22

Una mujer luchadora, revolucionaria y defensora de los valores sociales más grandiosos. Es cierto que la violencia fue un arma muchas veces usada en la Guerra Civil, pero en algunas de ellas su uso fue obligatorio ante la ofensiva golpista de quienes no querían ver limitados sus privilegios y poderes.

0
0
Max Montoya
Max Montoya
23/10/2022 12:53

Muy bien dicho.

1
0
Bea
23/10/2022 7:36

Agradecida. D bastante interés. Lindo.

1
0
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
PSOE
Congreso del PSOE El PSOE borra la Q y el ‘plus’ de las siglas LGTBIAQ+ y los colectivos responden: “Se trasladará en violencia”
Unas enmiendas aprobadas durante el 41º Congreso Federal del PSOE piden excluir a las mujeres trans del deporte femenino y eliminan la ‘Q’ y el ‘plus’ en las siglas del colectivo queer en los documentos internos del partido.

Últimas

Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.
Más noticias
México
México Mar en Jaque: Trampas al agua
En esta entrega de la serie sonora sobre la salud de las costas mexicanas exploramos cómo actividades como la pesca y el marisqueo, al extraer especies de los ecosistemas, pueden comprometer su equilibrio
Lobo
Fauna amenazada La última llamada para frenar la desprotección del lobo pasa por Berna
El Comité Permanente del Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa decidirá esta semana si acepta la propuesta de la UE de rebajar el estatus de protección del 'Canis lupus'.
Lobo
Opinión El lobo, la democracia y el infierno
La protección del lobo es una cuestión de interés general y de defensa del equilibrio ecológico, pero también de autodefensa democrática contra los discursos de odio y de polarización extremista que están envenenando la convivencia.

Recomendadas

Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Kurdistán
Hawzhin Azeez “Encarcelar a Öcalan es encarcelar a toda la nación kurda”
La académica kurda Hawzhin Azeez reflexiona sobre la actualidad de Kurdistán, la posible (pero remota) reactivación de los diálogos de paz en Turquía y la importancia de las mujeres kurdas para la liberación de su pueblo.
PSOE
Congreso Federal del PSOE Sánchez activa el recambio de barones díscolos y compra tiempo sobre la financiación catalana
El 41 cónclave federal del PSOE confirma que Pedro Sánchez no tiene rival en el partido socialista y que varias federaciones en crisis interna, con Madrid a la cabeza, van camino de tensas primarias.