“Nadie debería ser juzgado por participar en manifestaciones y, obviamente, tampoco por cubrirlas para un medio de comunicación”, decía el periodista de la Directa Jesús Rodríguez poco después de anunciar que decidía tomar el camino del exilio ante la causa abierta contra el por terrorismo. El delito: cubrir una manifestación en 2019.
Jesús Rodríguez es, desde hace 18 años, uno de esos periodistas imprescindibles. Su trabajo de investigación de las cloacas del Estado, de los vínculos entre la extrema derecha y las fuerzas de seguridad y de la infiltración policial en los movimientos sociales le han valido la enemistad de sectores ultraconservadores, estamentos policiales y jueces. “En el Estado español hemos normalizado violencias y discursos que desde el exterior se interpretan como graves vulneraciones de los principios básicos de la democracia”, señala en un vídeo.