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El movimiento en defensa de la lengua asturiana logró en la mañana del sábado 21 en Oviedo una de sus convocatorias más exitosas en los últimos tiempos. Más de 5.000 personas, según la policía municipal, se manifestaron por las calles del centro de la capital asturiana, convocadas por la Xunta para la Defensa de la Llingua Asturiana, para exigir una reforma del Estatuto que haga oficial la lengua asturiana.
En la actualidad el asturiano posee una protección menor, a través de la Ley de Promoción y Uso del Asturiano de 1998.
La movilización, que tuvo el apoyo de Podemos, IU, Foro Asturias y los principales sindicatos, contaba como principal novedad con el apoyo del PSOE, tradicionalmente hostil a la oficialidad del asturiano, y que ha cambiado de posición con la victoria de los sectores sanchistas en el último congreso de la Federación Socialista Asturiana.
El PP se ha mostrado hasta la fecha como el partido más combativo con el reconocimiento del asturiano como lengua oficial, llegando incluso a comparar a la entidad convocante de la marcha con la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
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¿De verdad es tan difícil entender que la protección de una lengua propia es un orgullo cultural general?
Las lenguas deberían estar por encima de los ideales políticos. Son herramientas de comunicación y socialización y un bien cultural a defender.
Hace años un político vasco expresó en voz alta algo que debería hacer reflexionar: "Si Alemania tuviese un Estado Federal con una lengua propia seguro que lo defendería y promocionaría como un bien de tod@s l@s alemanes/as". En el Imperialismo español se entiende la defensa de las lenguas propias como un ataque y no como una riqueza, después les extrañará que tanta gente se encuentre a disgusto en ese proyecto unipolar que llaman España.