Referéndum del 1 de octubre
"Es la huelga general más grande que he visto en mis 67 años"
Ramón Serna, histórico sindicalista por la sanidad pública, analiza para El Salto el alcance de la huelga y las posibilidades de abrir un proceso constituyente de carácter transformador.

@martincuneo.bsky.social
Ramón Serna Ros acaba de volver de un gran concentración en Girona. Nació en 1950 en Valencia pero se crió en Barcelona. De la militancia contra el Franquismo pasó al sindicalismo por la sanidad pública desde su sindicato, CATAC-CTS/IAC. Participó en la gestación de la Marea Blanca catalana y, tras su reciente jubilación, es miembro del grupo de trabajo de Salud de las CUP. No duda en calificar de "éxito" la huelga del 3 de octubre, aunque reconoce, con las facilidades de un paro apoyado por el Gobierno catalán: “El paro es general, es una huelga como ninguna”.
Has vivido muchas huelgas en Catalunya, ¿qué diferencias ves con respecto a otras convocatorias?
Como huelga general diría que es la más grande que he visto en mis 67 años. Está todo, absolutamente todo, cerrado. Es país está completamente paralizado, muy controlado por diferentes tipos de comités de huelga y de piquetes. Y está siendo todo bastante organizado. Por ejemplo, se cortan carreteras pero se deja llegar a la gente a su sitio. Esta huelga también es importante por su carácter interclasista.
Una de las cosa que más me molesta de lo que se dice fuera de Catalunya es que se confunda lo que está ocurriendo con el nacionalismo típico. Esto que está pasando no tiene nada que ver con el nacionalismo clásico. Las cosas que viví el domingo con el desalojo de una escuela es algo muy distinto. Las caras de odio de la Policía me recordaron a tiempos del Franquismo… Esta experiencia ha sido como volver a tiempos del Franquismo.
¿Qué efectos crees que ha provocado la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil?
No lo digo solo yo: Rajoy está fomentando el independentismo. Pero esto viene antes. Hay mucha gente, como yo, que nunca habíamos sido independentista, pero ya desde el 15M se vio la posibilidad de crear un proceso constituyente. Primero a nivel general, y luego en en una serie concreta de movimientos, se han unido las reivindicaciones sociales con las nacionales y esto ha abierto la posibilidad de crear un proceso constituyente popular, de base, con participación ciudadana.
Se han unido las reivindicaciones sociales con las nacionales y esto ha abierto la posibilidad de crear un proceso constituyente popular, de base, con participación ciudadana¿Se está produciendo un desborde?
El 15M empezó con movimientos separados, pero a lo largo de este tiempo se han ido uniendo distintos tipos de reivindicación. Se puede decir “aquí están los de la derecha”, pero la agenda no la está marcando ni PdeCAT ni Puigdemont… La agenda la está marcando la calle.
Al mismo tiempo se está produciendo un giro a la izquierda. Se ve rápidamente en el hecho de que ERC vaya por delante del PdeCAT en todas las encuestas, pero en este momento las mayorías son las que son. Hay una mezcla de todo. A la gente de Convergència se le nota que pide más confianza hacia el Gobierno y la gente responde: “Confianza toda la que quieras, pero mientras hagáis lo que os digamos”. De todas formas, Puigdemont está dando mucha más batalla que la que habría dado Artur Mas y está respondiendo a las reivindicaciones ciudadanas, claro está, presionado por ERC y las CUP. Pero no es verdad esa aberración de que aquí quien manda es la CUP, es una burrada, ¿que más quisiéramos que dirigir lo que está pasando?
Hasta hace poco había enormes conflictos con PdeCAT y ERC por cuestiones laborales, de recortes sociales, ¿cómo se lleva esa contradicción de compartir frente ahora?
En parte porque el mismo Gobierno, de alguna manera, está volviendo atrás con los recortes. Las cuestiones de sanidad, que es lo que más conozco, con el actual conseller no es lo que era antes. No es que se haya conseguido todo lo que queríamos y seguiremos criticando, todavía hay muchos tics neoliberales, pero no es lo mismo. En parte porque se vislumbra la posibilidad de un proceso constituyente y de que las cosas puedan cambiar socialmente.
¿Qué validez puede tener una declaración de independencia con un referéndum tan polémico?
Puede haber división de opiniones, pero para mí y mucha gente el referéndum se ha hecho. Esto que dice El País, que el Gobierno ha impedido el referéndum, es escandaloso, una mentira como una catedral. La gente ha votado con un soporte increíble en los colegios, con una movilización popular que nunca se había visto.
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!