Residencias de mayores
Denuncian el deterioro de la atención de mayores en un centro gestionado por Mensajeros de la Paz en Madrid

Los familiares de los residentes, todos enfermos de alzhéimer, señalan un empeoramiento de los cuidados desde que se ha hecho cargo la asociación del padre Ángel. La entidad, que entró al desistir del concurso la anterior concesionaria, asegura que es un centro perteneciente a la Comunidad de Madrid y hacen “lo que ellos dicen” con un presupuesto indicado en los pliegos muy limitado.
Protesta Mensajeros
Protestas frente a un centro para mayores con alzheimer gestionado por Mensajeros de la Paz.
3 jun 2022 09:21

Numerosas son las denuncias que familiares y trabajadores hacen de las condiciones en las que se encuentran muchas residencias con plazas públicas o concertadas. Incluso son algunas empresas las que dan la voz de alarma cuando, según sus cálculos, con lo que ofrece las comunidades por la gestión indirecta de estas plazas o residencias no se puede ofrecer un cuidado de calidad a los mayores. Es uno de los argumentos que pusieron sobre la mesa algunos centros y que ha hecho que más de 600 residentes tengan que ser trasladados de centro. También ha hecho que algunas empresas dejen de gestionar centros públicos incluso antes de finalizar su contrato. Esto es lo que ocurrió con la empresa Clece en la residencia y centro de día Fundación Reina Sofía Alzheimer, en Vallecas (Madrid). Decidió no presentarse de nuevo a la concesión y se presentó en su lugar la asociación, fundada por el padre Ángel, Mensajeros de la Paz. Se trata de un conglomerado de organizaciones sin ánimo de lucro que gestionan más de cien residencias. 17 de ellas desde su sede en Madrid, entre las cuales se encuentra la residencia exclusiva de enfermos de alzhéimer Fundación Reina Sofía.

Se trata de un centro de referencia internacional, no solo por su innovadora estructura, formada por nueve módulos de vida, donde los pacientes con esta enfermedad degenerativa conviven con otros pacientes en un nivel similar de la enfermedad con el objetivo de ralentizar su avance lo máximo posible, sino también porque en las mismas instalaciones se encuentra una unidad de investigación de la Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas) dependiente del Instituto de Salud Carlos III. “El alzhéimer afecta a personas mayores, pero no siempre son mayores”, explica Paloma, que desde hace dos años y medio tiene a su madre ingresada en este centro, pero son muchos más los que llevan peleando contra esta enfermedad. “No es solo pérdida de memoria explica—, dejan de andar, se olvidan de tragar, tienen problemas dermatológicos, estomacales, dolores. Como no hay tratamiento, lo único que podemos hacer es intentar frenar el avance y, como además, son pacientes con una esperanza de vida larga, se vuelve más difícil todo. Porque no es lo mismo luchar contra el cáncer dos años que contra el alzhéimer durante veinte”.

Denuncian que el nivel de servicios de la residencia ha caído especialmente hace un año, cuando de la gestión del centro se hace cargo la asociación mensajeros de la Paz

Paloma va a ver a su madre todos los días. Entre otros cuidados, procura que todos los días camine, porque tiene miedo que de un día para otro deje de andar. Es parte de este tipo de demencia, que hace que los pacientes no se comuniquen como deberían, que se abandonen a sus actividades normales y que dependan de alguien las 24 horas del día. Por eso, los familiares reclaman que las ratios de personal en estos centros no debería ser igual que para otras residencias de ancianos. “Para beber un vaso de agua, yo muchas veces me tiro cinco minutos. Tienes que hacerlo con paciencia, con mucha seducción e insistiendo mucho. Eso no lo pueden hacer los trabajadores cuando tienen tanta carga de trabajo y solo hay dos por módulo con 18 pacientes”. Así explica la situación que ve cada día en su visita a su madre, Nacho, otro de los familiares que se han unido para reclamar mejores cuidados en la residencia Reina Sofía. Junto con otras familias denuncian que el nivel de servicios de la residencia ha caído especialmente hace un año, cuando de la gestión del centro se hace cargo la asociación mensajeros de la Paz.

“Mi madre continúa Nacho— estuvo en el centro de día de esta residencia y luego nos dieron plaza en otra. En cuanto pudimos, pedimos el traslado a la residencia Reina Sofía”. Allí lleva tres años y medios y reconoce que el centro funcionaba mejor con la otra concesionaria. “Lo de ahora es un desastre, es peligroso para los pacientes”. Paloma, Nacho y otros tantos familiares han empezado ahora a movilizarse de nuevo para pedir mejoras, empezando por concentrarse este viernes 3 de junio en el exterior del centro. No es algo nuevo para ellos, pues cuando la nueva gerencia empezó a trabajar escribieron de forma masiva al padre Ángel para exigir mejoras. En diciembre lograron cambios como tener una nueva directora o, más adelante, la creación del Consejo de Usuarios y Familiares. Algo que, aseguran, ha sido insuficiente y por eso no quieren seguir esperando las mejoras prometidas.

Las y los trabajadores, otros de los afectados

Cuando son preguntados por los y las trabajadoras del centro, los familiares lo tienen claro: son quienes también sufren las consecuencias de esta situación. “Hemos visto una desmotivación tremenda de los trabajadores,”, explica Nacho, que recuerda el gran esfuerzo que hicieron en tiempo de pandemia y que “en lugar de premiarles, tienen trato peor incluso”. “Los trabajadores son unas víctimas más”, explica Paloma, que continúa: “Hay personas muy válidas que intentan hacer lo que pueden por sueldos míseros. Personas a las que estamos eternamente agradecidas”. Un portavoz de los trabajadores, cuyo nombre no quiere dar por temor a represalias, explica a El Salto que “el problema es la falta de personal, porque todos son enfermos de alzhéimer y necesitan mucha paciencia”. Este trabajador insiste en que “se cubre lo básico, pero a costa de un esfuerzo físico, con lesiones, de los trabajadores, un estrés laboral alto”.

“Hay días que solo hay dos o tres limpiadoras. Para limpiar baños, platos, ropa, una barbaridad con 156 asistentes y 25.000 metros cuadrados”

Desde el Comité de Empresa ya se han denunciado irregularidades ante Inspección de Trabajo por no cubrir el mínimo de personal, como una noche en la que una unidad con 16 enfermos con grado tres el más alto, donde tienen hasta dificultades para tragar su propia salivaestuvieron toda una noche sin personal. Lo normal es que cada dos horas pase un trabajador a hidratarlos, el cambio postural para evitar heridas y ver que todo está bien. Lo mismo ocurre en otras unidades, donde no son más sencillos los cuidados, porque aunque tengan más movilidad puede haber más problemas. La vigilancia debe ser constante para evitar caídas o incluso agresiones y esto no es posible cuando solo hay dos personas por unidad. Si tienen que llevar a una persona al baño, cambiarla, preparar la ropa, dar la comida o, peor aún, si solo hay un trabajador porque el otro está en su descanso o ha tenido que ir al médico. “Clece, a nivel organizativo, no tenía nada que ver. Por ejemplo, las empleadas de limpieza, empezaron con nueve en cada turno y quedaron en seis. Ahora hay días que solo hay dos o tres limpiadoras. Para limpiar baños, platos, ropa, una barbaridad con 156 asistentes y 25.000 metros cuadrados”, explica el trabajador.

Desde la asociación Mensajeros de la Paz explican que cumplen “escrupulosamente los requerimientos que tenemos que cumplir pero nunca vamos a llegar a esas expectativas porque tenemos un aporte económico detrás”. “Es un centro de la Comunidad de Madrid y hacemos lo que ellos dicen, nosotros solo gestionamos”, explica Manuel Castro, director de operaciones de Edad Dorada, la oficina que gestiona las 17 residencias que llevan desde la central de mensajeros de la Paz. Castro reconoce que entraron “de forma precipitada” al renunciar Clece y que la Comunidad de Madrid les pidió que se hicieran cargo. Ante la convocatoria de nuevas protestas, Castro afirma que, como gerontólogo, “veo un sufrimiento de las familias, que también está detrás de esta situación de crispación, porque en ninguno de los otros centros tenemos este nivel de problemática. Algo pasa en este centro”. Los familiares responden a este punto alegando la “mala fama” que tiene Mensajeros de la Paz en otras residencias o cada vez que una denuncia contra ellos aparece en los medios. Como hace un año, cuando una de las residencias que gestionan en Móstoles apareció en las noticias al pedir ayuda por un brote de covid después de que su director acudiera a trabajar sabiendo que era positivo en el virus.

El Comité de Empresas sostiene que la concesionaria no dice la verdad porque no tiene en cuenta en el cómputo global, que hay 37 trabajadoras contratadas a 35 horas y otras tienen reducción de jornada

Desde Edad Dorada-Mensajeros de la Paz insisten en que la situación que se vive en el centro de Vallecas corresponde a una “disonancia” entre la expectativa de los familiares con la realidad económica de ese centro y que el ambiente de “crispamiento” que generan las protestas de familiares afecta a los trabajadores. “Lo que ocurre es que los familiares están muy descontentos porque ven lo que ocurre”, explica un trabajador del centro a El Salto. Exponen que no es verdad que se cumplan los pliegos, ya que estos especifican que haya 23 empleados por turno a 40 horas, en total 69. El Comité de Empresas sostiene que la concesionaria no dice la verdad porque no tiene en cuenta en el cómputo global, que hay 37 trabajadoras contratadas a 35 horas y otras tienen reducción de jornada. Esto afecta a la rotación de personal, algo aconsejado que sea el mínimo posible cuando se trabaja con personas con deterioro cognitivo, que necesitan ver caras conocidas y los cuidadores conocer bien a cada uno de ellos. “Queremos que la rutina sea la mayor posible, pero tenemos 24 horas de servicio y hay trabajadores que libran, que tienen vacaciones, están de baja, con horas sindicales… algo de rotación tiene que haber”, explica Manuel Castro, que reconoce que al ser un centro sin espacios comunes los ratios de personal deberían aumentar, pero “no hay memoria económica que soporte eso detrás”.

La pelota, en el tejado de la Comunidad de Madrid

Todo esto hace que la mirada se dirija a la Comunidad de Madrid. Preguntados por El Salto, el Gobierno autonómico explica por mail que esta residencia “tiene un ratio de personal de atención directa y gerocultores superior a la media de las residencias de la región y al que fija el acuerdo de acreditación de centros sociosanitarios que ha presentado el Gobierno central a las comunidades”. Fuentes de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social defienden que “las quejas que plantean los familiares de usuarios de estos centros se comprueban en las visitas de inspección” y que si se detecta alguna infracción “se abrirá el correspondiente expediente sancionador”. “Son cómplices de esta situación”, responde Paloma, que echa en cara a la Comunidad de Madrid haber cancelado a última hora una reunión prometida con el director general de Atención al Mayor de la CAM para este mismo viernes. Sospechan que ha sido a raíz de pedir permiso para la concentración en protesta que han organizado.

Con o sin reunión los familiares reclaman que la solución debe pasar por la rescisión de su contrato por la Comunidad de Madrid porque dan como demostrado que “el precio ofrecido para su gestión era inadecuado y que la empresa Mensajeros de la Paz no tiene ni la sensibilidad ni la calidad necesarias para gestionar este centro”. Por lo que exigen mejoras en las ratios del personal pero también en la alimentación, en las terapias ocupacionales, en los pedidos de farmacia e incluso cosas como que los pañales sean de la talla de los residentes. Reivindicaciones que son apoyadas por colectivos como Marea de Residencias, la Plataforma Verdad y Justicia para las residencias o la asociación de Familiares de Residencias (ADEMAF), entre otras. La clave es, para las familias, que se conceda el estatus de enfermo y no solo el de dependiente mayor para que la Comunidad de Madrid aumente los ratios necesarios en los pliegos de concesión. O bien, se haga cargo de la gestión directa. “Ellos dice Paloma en referencia a los enfermos de Alzheimer— son los clientes perfectos para cualquier empresa, nunca se quejan”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Genocidio
Derecho internacional Sudáfrica exige que la Corte Internacional de Justicia haga explícita la orden de alto el fuego contra Israel
La campaña de exterminio sobre Rafah centra la audiencia de la Corte Internacional de Justicia convocada por solicitud de Sudáfrica. Los abogados africanos denuncian la “intención genocida” de Israel y piden un llamamiento explícito de alto el fuego.
Industria armamentística
Comercio de armas Un envío de armas a Israel enciende la polémica sobre la complicidad de España en el genocidio
Cerca de 35 toneladas de material militar a bordo del buque ‘Borkum’ han hecho escala en Las Palmas y Cartagena. Después de pasar por Eslovenia y República Checa, terminarán en Israel, según una filtración a la que ha tenido acceso la Rescop.
Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá el domingo 19 a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.

Últimas

Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Más noticias
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días
Instituciones culturales
Descolonizar el museo Colombia pide a España que devuelva el Tesoro de los Quimbayas
El Ministerio de Cultura de Colombia solicita formalmente el retorno de la colección Quimbaya que se encuentra en el Museo de América en Madrid.
Análisis
Análisis Israel nunca tuvo derecho a existir
Sobre Israel hay quienes se sobresaltan al escuchar que no tiene derecho a existir. Inmediatamente le atenazan décadas de falsos axiomas y propaganda de occidente para sostener su colonia en Palestina.

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.
Industria armamentística
Industria armamentística La Junta de Andalucía reúne en Sevilla a 250 empresas armamentísticas cómplices con el genocidio en Palestina
La Junta de Andalucía organiza la Aerospace and Defense Meetings ADM 2024 en Sevilla que congregará a cientos de empresas armamentísticas en pleno genocidio de Israel contra el pueblo palestino y en un contexto de rearme en la UE