Un periodismo que hablara de perspectivas distintas y poniendo en el medio otros valores que se alejan del simple lucro económico. Hablar de decrecimiento, de Economía Social y Solidaria, ecológica, feminista, marxista, de la Teoría Monetaria Moderna, de finanzas éticas, comercio justo, del cooperativismo y tantas otras visiones de la economía. Un periodismo que no cayera en las lógicas capitalistas, sino que las señalara y criticara con firmeza y fundamento.
Pero también con la intención de poner algo de luz sobre la información económica, ser didácticos, traducir el complicado lenguaje que se usa en la prensa para generar una barrera entre los “expertos” y el resto de los mortales. Nosotras queríamos romper esa barrera. Mostrar que todo el mundo sabe más de economía de lo que cree y que, cuanto más nos implicamos en ella, más nos implicamos en la vida pública y, por lo tanto, implicarnos más con nuestro entorno y con la democracia.
Aún recuerdo las caras de la gente y colectivos con los que nos reunimos para explicarles nuestro loco proyecto, cuando les decíamos que nuestra intención era montar un medio de comunicación de economía anticapitalista, que hablara de las otras economías, de las que se hablaba en las asambleas de los movimientos sociales, en las organizaciones ciudadanas y en las plazas del 15M. Aquello parecía una locura, y en cierto modo lo era, pero estábamos convencidas de que había un hueco que cubrir y estábamos dispuestas a ocuparlo y a hacer fuerza para ensancharlo.