Trata
El caso Lili y las víctimas de trata a quienes nadie protege porque no pudieron denunciar

Lili murió en marzo de 2019 enferma de leucemia, pero también víctima de la violencia de quienes la explotaban sexualmente y de la desprotección de las administraciones. Las entidades que denunciaron repetidamente su situación piden justicia.
Concentracion raval 2019
Acto en homenaje a Lili tras su muerte en marzo de 2019. Foto: Putes Indignades
18 ene 2022 07:00

Enferma y abandonada a su suerte, Lili, una mujer moldava, murió en marzo de 2019 en el Hospital del Mar de Barcelona, por una leucemia no tratada. Murió también por la explotación sexual que sufría desde hacía años por una red de trata que la había traído desde Rumanía y la extorsionaba con la vida de sus hijos. Murió por la violencia inflingida por sus tratantes, y por las interminables horas que tenía que ofrecerse a clientes para pagar lo que se le exigía. Y murió por el abandono de quienes no cumplieron con la obligación de protegerla. Lili llevaba desde el 2011 en el barrio del Raval, muchos sabían que era víctima de trata, no eran pocos quienes conocían de su situación extrema. Las organizaciones se pusieron en marcha para ayudarla. Las autoridades policiales, no. Esto es lo que denuncian quienes intentaron que su suerte cambiara.

La vida de Lili no se puede salvar ya, sin embargo quienes la acompañaron, y quienes denuncian la necesidad de políticas efectivas para luchar contra la trata y proteger a las víctimas, intentan conseguir justicia para ella. El objetivo es que los distintos actores que la fallaron, asuman su responsabilidad, rindan cuentas. Mantener vivo el caso, forzar a que la justicia indague en qué se hizo mal, puede contribuir además a un cambio de enfoque que las organizaciones vienen demandando: que la forma de abordar la trata trascienda la perspectiva meramente policial y se centre en la protección de la víctima.

Trata
Caso Carioca: “Si no follaba con él, me deportaba”

Concluye la instrucción contra seis agentes policiales por delitos de colaboración con la prostitución coactiva, cohecho y omisión de perseguir delitos. La juez imputa hasta una decena de infracciones del Código Penal en el caso de Manuel Castro González y una docena en el de José Manuel Díaz Suárez.

El pasado diciembre, la organización Women's Link Worlwide, en representación de la Fundación Ámbit Prevenció, GENERA y la asociación Putes Indignades demandaba a la Guardia Urbana de Barcelona, los Mossos d’Esquadra, el Cuerpo Nacional de Policía y la Fiscalía Provincial de Barcelona, actores que, consideran estas entidades, fallaron en proteger a Lili. Se trata de un proceso amplio y complejo. Gema Fernández, abogada de la dirección legal de Women’s Link Worldwide aclara que aún siendo conscientes de los límites con los que pueden encontrarse, están “tratando de aprovechar las vías que hay y luego estirar un poco los procedimientos. Hacer un uso del derecho más innovador”.

Los protocolos, mientras Lili estaba viva, no alcanzaron. Y no fue por falta de indicios o de información acerca de su situación: “El caso de Lili lo denunciamos durante ocho años y la administración erre que erre diciendo que como ella no daba el paso no se podía reconocer como víctima”, lamenta Janet Elisabeth Mérida, portavoz de Putes Indignades. La activista encuentra hipócrita preguntarse por qué las víctimas no escapan de su situación cuando se las exige, en las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentran “que tengan la capacidad, el valor de denunciar”. Incluso el Ayuntamiento de Barcelona, a través de la Agencia para el Abordaje Integral del Trabajo Sexual, dio constancia de la situación de deterioro de Lili, informando de sus sospechas de que podía ser víctima de trata a Fiscalía y a los cuerpos policiales. La protección tampoco llegó. Las organizaciones señalan que, al contrario, para presionar a Lili para que denunciase a sus tratantes, se incrementó el acoso policial y fue amenazada con el ingreso en un CIE y la expulsión del país.

“Muchas veces las campañas publicitarias dicen: si conoces a alguna víctima denuncia. Nosotras denunciamos el caso de Lili y nunca nos dieron la legitimidad, solo toman nuestro relato una vez que ella fallece”, Janet Elisabeth Mérida (Putes Indignades)

“Muchas veces las campañas publicitarias dicen: si conoces a alguien denuncia. Nosotras denunciamos y nunca nos dieron la legitimidad, solo toman nuestro relato una vez que ella fallece”, lamenta Mérida de unas administraciones que en lugar de ofrecer protección, multaban a Lili a través de la Ordenanza de Convivencia del Ayuntamiento de Barcelona, una normativa que tipifica como infracción administrativa el “ofrecimiento de servicios sexuales en la vía pública”, y que, para la integrante de Putes Indignadas “nace simplemente para señalar, para dar vía libre a una violencia institucional que nos trata de empujar a otras zonas”. 

La desprotección que implica la obligación de denunciar responde a un enfoque que se centra en la persecución policial de la red, y no pone a la víctima en el centro, consideran las organizaciones, un modelo que es necesario revertir: “Casi si se desmantelara y se volviera a montar todo el sistema, sería más efectivo, porque hay un enfoque muy fuerte vinculado desde un principio a que la trata es un tema de crimen organizado, a las redes transnacionales, a los temas migratorios”, apunta Fernández. El protagonismo que se da a las instancias policiales roba centralidad a las víctimas a las que sitúa “como informantes, o como colaboradoras del proceso”, suponiendo, en definitiva, su instrumentalización.

Que el enfoque para luchar contra la trata de personas no es un enfoque de protección de las víctimas es algo que denunciaba Amnistía internacional en su informe Cadenas Invisibles. “A pesar de los mensajes del gobierno, se sigue primando el enfoque de control migratorio y el enfoque policial”, apunta Virginia Álvarez, responsable de investigación de la organización. Por tanto, son pocas las víctimas que acaban siendo objeto de medidas de protección “depende de la voluntad de querer cooperar con la justicia o con la policía cuando, muchas veces, por los propios mecanismos de este tipo de violación de derechos humanos, la mujer no está preparada, o no tiene la información, o tiene miedo”. Para Álvarez, este enfoque, “vulnera las obligaciones que tiene España tanto con Naciones Unidas como con el Consejo de Europa”.

“Denunciar es un derecho más que tienen las víctimas de trata, como tenemos cualquier persona cuando sufrimos un delito, cuando somos víctimas de alguna violencia, pero no es una obligación que tengas que cubrir para acceder a protección”, Gema Fernández (Women's Link Worldwide)

La abogada de Women's Links Worlwide lo expone así: “denunciar es un derecho más que tienen las víctimas de trata, como tenemos cualquier persona cuando sufrimos un delito, cuando somos víctimas de alguna violencia, pero no es una obligación que tengas que cubrir para acceder a protección”. En este sentido, Fernández considera que el caso de Lili “clama al cielo”, por lo que, más allá de que los procesos judiciales iniciados tengan éxito, ya el situar el debate, visibilizar las críticas, y pensar cambios del modelo, es una forma de avance: “llevamos muchos años diciendo que el enfoque que hay en Epaña con el tema de trata es muy estrecho y se están quedando muchas víctimas por fuera, que solo estamos contando a las víctimas que identifica la policía, las víctimas que denuncian y que eso es solo la punta del iceberg”.

“Hipocresía social, política y jurídica” es lo que subyace a que se perpetúe la “lacra de la trata, no solo la sexual”, denuncia Mérida, “los protocolos que existen son pura y exclusivamente un lavado de cara para decir que están haciendo algo, pero sin esclavos no hay riqueza, y Europa necesita esclavos”, apunta, contundente. El colectivo espera que este caso pueda sentar un precedente, que se haga justicia: “todo el mundo era conocedor de esta situación pero nadie hizo nada, al contrario, nos silenciaron”.

“Incluso cuando las propias organizaciones están alertando de que hay víctimas de trata, cuando la policía considera que no es útil para la investigación lo pasan por alto”, Virginia Álvarez (Amnistía Internacional)

El cambio de enfoque que se pide pasa por apartar a la policía como actor principal en la identificación de víctimas y crear equipos interdisciplinares, tal y como señala, por ejemplo, el Consejo de Europa, apunta Álvarez. Y es que, “incluso cuando las propias organizaciones están alertando de que hay víctimas de trata, cuando la policía considera que no es útil para la investigación lo pasan por alto”. Es necesario también, considera Fernández por su parte, actuar de manera preventiva, buscar indicios para proteger a aquellas personas vulnerables, “que no son aún víctimas, que han llegado por ejemplo en patera y están en una red donde ellas no saben que van a ser explotadas, o sí lo saben pero no lo identifican como una vulneración a sus derechos”.

Ni detección ni prevención, lo primero que se encuentran estas mujeres al llegar al Estado es una orden de expulsión, denuncia la investigodora de Amnistía Internacional, mujeres que en muchos casos van cambiando de comunidad autónoma, interactuando con distintos cuerpos policiales, que en lugar de suponer una vía de protección las persiguen por su situación irregular. Por otro lado, apunta, como ya advertía Mérida: “la criminalización no es única y exclusivamente la solución: Adoptar un enfoque únicamente punitivista ante este déficit de protección tan grande que existe, lo único que va a conseguir es invisibilizarlas o aislarlas más, pues los tratantes buscarán sitios más ocultos para seguir explotándolas”.

Si la prioridad fuera proteger a las víctimas,  si se hubiera dado más peso a otros actores más allá de los policiales, quizás Lili no hubiese tenido ese final. Impidiendo que su abandono quede en el olvido, las organizaciones esperan empujar hacia un cambio de perspectiva que ofrezca un futuro mejor para tantas mujeres que, como ella, son esclavizadas por las redes de trata.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La vida y ya
La vida y ya Una línea imaginaria
Querían que supieran lo que les pasa. El miedo. La llave en la mano en el camino de vuelta de noche. El mirar atrás. El caminar deprisa. El mensaje de: “Ya llegué a casa”.
Violencia machista
Ayuntamiento de Madrid Almeida aloja a víctimas de violencia machista en hoteles por la falta de plazas en los recursos de emergencia
En la semifinal de la Champions un hotel ordenó desalojar a tres mujeres víctimas de violencia machista, una de ellas derivada fuera de la ciudad, algo “puntual” según el Ayuntamiento.
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
Genocidio
Derecho internacional Sudáfrica exige que la Corte Internacional de Justicia haga explícita la orden de alto el fuego contra Israel
La campaña de exterminio sobre Rafah centra la audiencia de la Corte Internacional de Justicia convocada por solicitud de Sudáfrica. Los abogados africanos denuncian la “intención genocida” de Israel y piden un llamamiento explícito de alto el fuego.
Industria armamentística
Genocidio El gobierno niega la escala a un barco con armas destino a Israel pero sigue la incógnita respecto al 'Borkum'
El Ejecutivo niega el paso al puerto de Cartagena de un carguero que la semana que viene tiene previsto llegar al puerto de Haifa (Israel). El Gobierno defiende que el barco que ya está junto al puerto murciano transporta armas a Chequia.
Bilbao
Bilbao Los conductores de Bilbobus rechazan el preacuerdo que habían firmado UGT, CC OO y USO renunciando al IPC
Antes de las 20h, el resultado de la votación ha sido negativo: 287 votos en contra el preacuerdo y 249 a favor. Mañana los conductores de autobuses de Bilbao retomarán la huelga indefinida, paralizada el martes por UGT, CC OO y USO.
Pequeñas grandes victorias
Pequeñas grandes victorias Una catástrofe simbólica evitada
De un Estado no se espera que ponga la salud de la ciudadanía en manos de negocios privados cuya prioridad, inevitablemente, es el negocio y no la salud.
Contigo empezó todo
El Salto libros El Salto lanza su propia línea editorial con un libro sobre la otra historia de España
El Salto Libros se estrena con el volumen ‘Contigo empezó todo’, del periodista Eduardo Pérez, otra visión de la historia de España a través de 30 episodios olvidados. Suscríbete y te lo enviamos gratis.
Palestina
Acampadas Universitarias Palestina Las estudiantes de Valencia bloquean con barricadas la facultad de filosofía
Las estudiantes acampadas en Valencia han ocupado la Facultad de Filosofía para “que sus exigencias se cumplan”. En el resto de acampadas estudiantiles contra el genocidio la presión y el apoyo aumentan a dos semanas de su comienzo
Extrema derecha
Mujeres contra el fascismo Colectivos de mujeres ocuparán Colón para plantar cara al acto de Vox que congregará al “fascismo global”
La manifestación partirá el domingo 19 a las 11 horas desde la madrileña plaza de Colón y acabará en Nuevos Ministerios, donde a las 12 horas enlazará con una de las columnas de la marcha por la sanidad pública.
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
LGTBIAQ+
Lesbofobia El triple lesbicidio en Argentina evidencia el impacto de los discursos de odio
La escasa repercusión mediática de un brutal feminicidio de tres mujeres lesbianas en una pensión de Buenos Aires alerta sobre la normalización de los discursos estigmatizantes.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estudiantes de Santiago de Compostela arrancan la primera acampada gallega en solidaridad con Palestina
Varias docenas de alumnos y alumnas universitarias se concentran desde el martes en la Facultade de Historia de la USC en la capital gallega para protestar contra el genocidio cometido por el Estado israelí.
Represión
Violencia policial El policía infiltrado en movimientos sociales de Madrid amenaza a una de sus víctimas
Los grupos de apoyo a las personas víctimas de esta práctica han sacado un comunicado conjunto en redes en el que denuncian que la infiltración policial es tortura.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano El caso de Daniel Jiménez, o cómo resistir al antigitanismo desde el derecho
En los últimos meses, la reapertura de los casos de Daniel Jiménez y Eleazar García, ambos fallecidos bajo custodia policial, han supuesto dos victorias en la lucha contra al antigitanismo en el ámbito judicial.
Más noticias
Barcelona
Barcelona El PSC desahucia el centro social La Tancada, donde vivían 35 personas de máxima vulnerabilidad
El anterior equipo de gobierno, encabezado por Ada Colau, paralizó el desahucio de este edificio de titularidad municipal okupado en 2018 por el movimiento antirracista, mientras que Jaume Collboni lo retomó en septiembre, tras ocupar la alcaldía.
Agroecología
Ecología andaluza ¿Qué anillo verde necesita la Sevilla del siglo XXI?
La idea de impulsar un gran anillo verde en Sevilla ha ganado peso en los últimos años gracias al trabajo de los movimientos sociales. Sin embargo, un proyecto como este conlleva mucho más que plantar árboles. Aquí exponemos, brevemente, cómo pensamos que debería planificarse y ejecutarse el anillo verde que necesitamos en la Sevilla del siglo XXI.
Migración
Asentamientos Los continuos incendios en los asentamientos de Huelva dejan en la calle a las personas trabajadoras migrantes
En la madrugada del pasado día 4 ardieron una treintena de chabolas en un asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva). Esa es la noticia. La verdadera historia la escriben sus habitantes una vez apagadas las llamas.
Especulación inmobiliaria
Especulación Inmobiliaria en Madrid “No queremos ser Brooklyn”: vecinos y comerciantes de Puerta del Ángel se organizan frente a la especulación
El Sindicato de Inquilinas y las asociaciones de la zona apuntan en sus protestas a los fondos buitres, mientras que los negocios tradicionales acusan la presión de propietarios y el cambio de perfil del vecindario
Industria
Escapes El Gobierno Vasco cierra la planta de químicos de Zorroza (Bilbao) de manera cautelar
El Departamento de Medio Ambiente lo decreta de forma cautelar después de que la planta haya registrado dos incidentes en los últimos 15 días

Recomendadas

Movimiento obrero
Alex Gourevitch “La gran victoria del capitalismo es resignificar la idea de libertad legitimando relaciones de dominación”
Alex Gourevitch, politólogo y profesor en la Universidad de Brown, es el autor del ensayo histórico ‘La República Cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero’.
Finanzas éticas
Banca ética Gabriel Abascal: “Las finanzas éticas impiden que con nuestro dinero se financie la guerra”
El participante del grupo coordinador de los socios del banco cooperativo Fiare Banca Ética en el País Valenciano explica cómo funcionan las finanzas éticas y democráticas.